— Esta todo listo… Esperamos por un largo tiempo y ahora por fin esta terminando.
Dieciséis seres estaban sentados en un salón extraño, ese lugar tenía una gran pantalla, dividida en 103 secciones las cuales aún no estaban encendidas.
— Podría al menos contarnos de que trata todo esto. — Una voz femenina salía de un extraño cuadrado, parecía tener sólo dos dimensiones, sólo tenía altura y longitud, no tenía profundidad alguna, si se veía desde el lado desaparecería por completo.
Ese raro ser no era el único que tenía una forma peculiar, había un gran ojo, una llama de color púrpura, una mujer gigante, la rama de un árbol y hombre de tamaño miniatura.
Estos seres eran demasiado irreales, no podían ser descritos por palabras convencionales.
— Si, empezaré por el inicio de todo. — Ese hombre era el único que tenía un aspecto normal, a excepción de su cabello multicolor. — Hace veinte años enviamos 120 almas humanas de otro mundo al nuestro, esos espíritus aún conservan sus recuerdos antes de volver a nacer.
— Ya veo… ¿Pero con que motivo? — Esas palabras vinieron de un hombre con armadura negra, su rostro estaba tapado por una extraña capucha que no dejaba ver su rostro.
— Esa es una buena pregunta… Nuestra motivación fue… Entretenerlos a ustedes, divinidades de distintos mundos.
Por lo que decía ese era un espectáculo bizarro de dimensiones inimaginables.
— Eso es bastante interesante, pero ¿Dónde está el dios de destino?, el es dueño de él mundo donde enviaron esas almas… No lo veo por ninguna parte. — El pequeño hombre estaba intrigado.
— Prefiero no decirlo. — El presentador agachó la cabeza, simplemente era sirviente del dios de destino, no podía dar explicaciones sobre su señor.
El presentador, continuó la explicación del espectáculo. Aparentemente las almas de las 120 personas pertenecían a un planeta sin dios llamado tierra, fueron enviadas a otro mundo, ocho de ellas habían muerto en esos veinte años.
— Espera un momento, dijiste que habían muerto ocho, ¿entonces porqué hay 103 paneles? — El hombre de armadura hizo una buena pregunta.
— Bueno… — El presentador se tomó su tiempo para hablar. — Migrar 120 almas humanas no fue fácil, 119 de ella renacieron como bebés, no específicamente humanos. Pero una se unió al cuerpo de un no muerto, su alma todavía tiene ligeros síntomas de actividad, pero su cuerpo lleva veinte años muerto.
— Entiendo. — El hombre de armadura era un dios y fijó su atención el aquella desafortunada alma.
— Continuare describiendo el espectáculo.
El presentador, habló de algo importante. El dios del destino había creado un sistema bastante interesante, dicho sistema existía desde la creación del mundo en sí.
El la tierra existían sistemas parecidos, pero solamente en mundos ficticios, los cuales ellos llamaban: "juegos de rol".
Los humanos de la Tierra vivían en tiempos relativamente pacíficos y el mundo del dios del destino era lo contrario, el espectáculo se trataba en la forma como se comportaban los humanos de otro mundo en ese entorno.
Al terminar la explicación, una pantalla apareció enfrente de cada dios, cada una, tenía 103 casillas con números dentro sí.
— Ya veo, entonces ese es el sistema que creo el dios del destino, pero que significa esos números. — La mujer enorme observaba con detenimiento la pantalla semi transparente.
— Esa es una parte importante de nuestro mundo. Cada persona nace con un porcentaje de probabilidad, esos números interfieren directamente en la suerte del individuo.
El presentador, indicó que los dioses no podían interferir directamente con las personas que estuvieran observando, sólo podían aumentar o disminuir la suerte de cada quien, esto lo podían realizar tres veces por cada casilla.
Ninguno de los dioses reunidos en esa sala decidió irse, por el contrario, se sentían emocionados por tal magnífico espectáculo.
Luego de unos minutos los 103 paneles se encendieron y los dioses empezaron a observar a los humanos con más porcentaje de suerte, ellos eran los más interesantes, entonces empezaron a aumentar y disminuir las suerte de varios.
El dios que vestía la armadura negra, fijó su mirada el panel de la alma que estaba en el cuerpo del no muerto. Todos los espíritus tenían nombres nuevos pero él no, además su porcentaje de probabilidad era extraño, tenía números negativos; para ser exactos -12.04%. Según las palabras del presentador, las personas comunes tienen un porcentaje promedio de tres, cuando sube de esa cifra, el individuo deja de ser una persona común.
La casilla 103 era un error y no les atraía a los demás dioses, entonces varios continuaron disminuyendo la suerte de aquella pobre alma, al final, el panel 103 tenía -32.95% de suerte. Cosas terribles le deparaba el futuro.
El dios de armadura negra se quedó observando el último panel, estaba intrigado en lo que intentaría hacer aquel desafortunado ser.
« Esto será interesante »
Luego de que todos los dioses escogieran a la persona que observarían, se dio por inaugurado oficialmente el espectáculo llamado: "Lluvia de estrellas".