No comprendo cómo pudo suceder, todo sucedió tan rápido que aun no he sido capaz de contener mi emoción y por ende adquirir un terrible insomnio capaz de despertar hasta a un sleeper. Yo, por fin había cumplido los 13 años en nuestro calendario desde que nací y claramente por fin podría ser parte de ese grupo tan cool, yo genuinamente no sentía ganas de dormir y decidí esperar hasta que el alba llegara a tocar mi ventana, pero me dormí.
-Despierta... Hijo despierta, el sol está casi en su punto máximo del día.
- ¡Que despiertes! ¿¡Es que acaso no oyes a nuestra madre?!
-hmmm ¿que? ¿Cómo es que me dormí?
-Pues ya lo sabrás tú querido hermano, ayer no pasabas de brincotear y alardear con que por fin ibas a ser parte de ellos .
Ellos, la verdad no tengo idea de cómo debemos referirnos hacia "ellos", nunca nos han aclarado o amonestados por referírnosles sin un nombre al que se les pueda asignar además de "aspirantes a sabio" y bueno, sabemos bien que es más que molesto referirnos hacia "ellos" con un nombre tan extenso como aspirante a sabio cada vez que tratamos hablarles.
- Si eso lo sé, no sé si lo recuerdes, pero yo fui quien lo dijo.
- Vaya, entonces si que tienes fantasías lucidas jejeje.
- Vamos cariño, deja a tu hermano en paz, sabes bien que es un sueño que esperaba.
- Agh, lo se.
-Y tu, niño ¿Podrías ir a traer la carne de "ganado" que encargué ayer? Ya son casi las doce, por lo que es probable que ya esté disponible la carne.
-¿¡Qué doce?! ¿¡Es tan tarde?! ¡Maldición! esto.... Esta bien, pasare a ver a Gracim.
-Claro, tomate tu tiempo, después de todo, la carne es para la noche.
Maldita sea mi suerte, no solo me dormí, sino que también perdí gran parte de mi último día como chico.
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Me incorpore lo más rápido posible y salí corriendo directo hacia la carnicería de la tribu más calurosa y seca de todo el maldito mundo, no por nada nuestra gente se centraba en usar el hielo a su favor, y vaya que me pasó factura el activar mis funciones corporales tan estrepitosamente, no sólo me canse, sino que me deshidrataba más rápido por el desgaste de correr, el cuerpo a medio dormir y el que no soy nada atlético.
-ay dios mío, precisamente hoy tenía que hacer el calor más asador.
-¡Ja! tranquilo, no es para tanto, solo es un poco del calor hostigante de nuestra bella tribu.
-tch dilo por tu cuenta, digo siempre estas corriendo de aqui por alla disfrutando de tu maravillosa vida.
-o vamos amigo, no empieces a sentirte así, sabes que detesto que trates de compararnos.
¿y cómo no va a odiar que me comparara con él? Si comparado con el no parezco más que un simple esparrago, su cuerpo ni siquiera lucia como un chico de mi edad, lucia mas como el de un adulto joven, con músculos claramente notables, supongo que en lo único que lo superaba era en el pelo, porque el siempre anadaba rapado.
-Gracim, solo sabes que no puedo evitar sentirme mal.
-Ya te dije que no deberías, que mi habilidad se desarrollará más rápido que la tuya no implica nada.
¡Gracim! Habilidad: hiper velocidad. Claro que iba a ser superior, provino de una prestigiosa familia de destacados clase alta que siempre logran ingresar de manera adelantada a los templos de entrenamiento de los sabios. Aun me cuesta comprender cómo es posible que llegara a ser su mejor amigo.
-Como sea, sabes que eso de las habilidades aun no me termina de agradar.
Desagradarme no, lo que prosigue de eso. En la tribu se dice que aquel que no adquiere una habilidad a los 4 años se es considerado como un desdotado, tengo 13 y apenas y puedo salir a respirar sin que otros chicos de mi edad vengan y me den una paliza con su habilidad.
-y bueno ¿A dónde vamos?
- Yo, a traer carne, tu a donde tengas que ir.
- Bueno, hoy descansé de mi entrenamiento así que ¿Qué deseas hacer?
-Ir por carne
- ¡Ir por carne será!
Sinceramente no creí que me fuera a acompañar a traer un mandado, por lo que me remití a caminar en dirección a la carnicería, claro yo no consideré el nivel de insistencia del acompañante que se hace llamar mi mejor amigo.
Llegué a la entrada de mi destino y bueno, él seguía ahí, solo miraba hacia otro lado como si disimulara el no seguirme, claramente le va fatal en disimular. Espero no sea parte de su entrenamiento el disimular, sino es probablemente que no pase de ser un simple aprendiz.
-¡Hola señor carne vieja!
- ¡Ho-hola rama de la luna!
Desde que entré con mi madre a este lugar el anciano y gordinflón de la carnicería no ha dejado de llamarme rama de luna por el hecho de que soy más que delgado y por que bueno, por alguna razón, en toda esta tribu helada en calor soy el único con una piel casi tan blanca como la luna. muchos rumoran que es porque mi madre no dejaba de caminar por la noche cuando era joven y que la luna la bendijo con un niño, o no sé qué estupideces, para mi solo es una razón más por la que los chicos no me han dejado de golpear desde niño.
-Bueno, creo que sabes bien por lo que he venido.
-En efecto pequeña luna. Aquí están tus 4 kilos de carne pura de ganado.
-Gracias, solo lo tomaré.
Solo me tomo dos pasos tras mi salida el notarlos. Mi sueño pasando frente a mi en esos ropajes negros, creo Grecim me menciono que usan un ropaje tang, la verdad no lo recuerdo, aunque debo admitir que el solo ver caminar a esas personas me inspira a querer ser parte de ellos. Pasaban ahí 4 chicos de casi 18 años Algo delgados, pero prominentes y con una gran postura, pero ellos no me importaban, se veían severamente opacados por quien los acompañaba, el gran sabio Ram, el más sabio y a su vez el que más hace acto de presencia en nuestra tribu, extraño pues comúnmente los sabios casi no salen del grandioso templo de adoquín y piedra verdosa que habitaban, y bueno, lo mismo va para sus aprendices. Lo que se me hizo brutal y me dejó perplejo, fue el que mi gran héroe, voltease hacia mi dirección, caminara hacia nosotros y se detuviere a pasos de nosotros. Obviamente hice lo más prudente.
-Oye Gracim, creo es tu turno de hablar
- Ah sí, creo que el....
-¿Acaso eres el chico que piensa a hacer la prueba de este año?
Mi cuerpo no paró de temblar tras notar que tan poderoso sabio se dirigía hacia mi, por lo que tras mucho tartamudeo, solo pude responder afirmativamente. Vaya subidón de felicidad que tuve cuando aquel sabio de rostro serio y gran edad liberó una gran sonrisa y me comentó.
-Bueno, pues buena suerte chico, creo que lo lograras.
- Gra-gracias señor.
Tras eso, el anciano solo se retiró junto con sus alumnos, de la misma manera tranquila y ordenada, y bueno, yo hice lo mismo dirigiéndome a mi casa.
-Vaya, no puedo creer que el sabio Ram saliera solo para desearte suerte.
- ¿y por que te extraña eso?
-Bueno porque, nunca hace eso, o bueno no hizo eso conmigo hace dos años.
-Bueno, creo que me tiene más fe muajajaj.
¡Perfecto, mi momento de gloria, debo restregarle esto a todos aquellos que no creyeron en mí!
-O eso o ya se entero que tu eres el único que hará la prueba de este año.
- ¿¡Qué?!
-Jajaja ¿enserio no lo sabías?
-De los aspirantes del año pasado, solo han regresado 3 chicos de las 5 ofrendas asignadas, al igual que hace 2 años.
Las 5 ofrendas, es algo complejo de explicar, pero técnicamente la prueba se basa en conseguir 5 objetos sagrados para la tribu y entregarlos en el plazo de un año. No suena muy complejo, pero siendo realista es una misión casi imposible de cumplir. Por eso mismo hay muy pocos aspirantes existentes.
-Déjame adivinar, los chicos faltantes son los asignados a las ofrendas de la fruta y el pino.
-Exacto, los chicos de tu edad ya notaron ese detalle y se han llenado de miedo por saber que es muy posible que les asignen una de esas misiones, por lo que nadie quiere participar.
Maldita sea, yo..... No lo había notado hasta que me lo menciono, ahora también tengo demasiado miedo, no solo sería una misión casi imposible, sino que sería una misión suicida.
- ¿E-s por eso que Ram fue tan amable conmigo?
- Creo que sí. Sabes, tu eres mi amigo y siendo sincero preferiría que no hicieras la prueba.
-¿¡Qué dices?! ¿¡Que renuncie a mi único sueño que tuve desde niño?! ¿¡Que simplemente tire todo y reciba la misma humillación que desde pequeños?!
-No, yo solo creo que si vas terminarás muriendo. Ellos al menos tenían su habilidad a la mano, pero tú.
-¡Tu que sabrás de renunciar! ¡Nunca lo has hecho, porque todo te lo han dado muy fácil! ¡Incluso se omitió la prueba para tu admisión!
Las palabras no me bastaban para el coraje. Tras una constante arremetida verbal de parte de ambos, mientras me limpiaba las lagrimas, yo solo le grité una última cosa antes de salir corriendo de lo que es mi amigo.
-¡Se que no soy nada fuerte! ¡Soy un nodotado! ¡Carezco de potencial! Pero ¡Te juro que completaré la prueba por mi cuenta! ¡y en ese instante yo te retare para demostrarte que soy digno de ser un aspirante a sabio! ¡a ti y a todos los cobardes que me humillaron!
- Está bien, aceptaré gustoso, aunque solo espero que después de esto podamos seguir siendo amigos.
Yo no pude oír las últimas palabras de mi único amigo.
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La noche ha llegado, y por ende también llegó el momento de mi última cena, mis manos no dejaban de temblar por el miedo que me provocaba el saber que seré el único que realizará 5 pruebas demasiado peligrosas en un plazo de un año. Realizar una sola prueba es casi imposible y mortal, por lo que realizar las cinco implicara un suicidio, pero no puedo dejar pasar mi ultima oportunidad de demostrar que soy alguien capaz. Mi cuerpo se ha inundado de miedo, pero a la vez de decisión, mi cara se veía decidida, pero mis brazos y piernas no, y creo que mi madre lo noto.
- Hijo, no has tocado tu carne de ganado.
- Lo sé, solo no tengo mucho apetito.
-Tienes demasiado miedo.
-¿Qué? Yo, nunca dije eso.
-Tu cuerpo denota lo contrario. Si en verdad tienes tanto miedo, podrías solamente dejar la prueba, nadie lo verá como un acto de cobardía, sino como uno de sensatez.
-¡No! Yo no quiero dejar pasar mi última oportunidad.
-Ahh lo se, eres casi tan testarudo como tu padre, y es probable que casi igual de miedoso que el.
- Yo-yo no soy miedoso.
-Je eso mismo decía el.
-Hermano, deja de preocuparte por lo que pasara.
-Solo, no puedo, no puedo evitar querer llorar.
-Hazlo cariño, el llorar de temor no es algo que te hace débil, te hará humano.
Tan solo bastó esa simple frase para que mi alma se filtrara a través de mis ojos, y empezara a desbordarme en lágrimas, mi madre como toda madre, me abrazó y me consoló. Ahora el peso en mi mente era más ligero, ya podía sentir un pequeño alivio por saber que alguien confiaba en mí, o al menos no me convenció del todo a renunciar. Tras liberarme del caluroso y consolador abrazo que me ofreció mi madre, limpie mis lagrimas, me levante y decidí solo retirarme, Vaya impresión la mía cuando mientras volteaba escuche a mi madre decirme un último consejo.
-Escucha bien cariño. Es probable que aún te sientas incapaz de lograr algo, pero yo sé que tienes mucho talento. Ahora, para el aram que elegirás a tu favor para el día de mañana, escoge la espada del sabio.
¿Qué espada? No comprendía bien lo que me dijo, ¿A qué vino eso? Estaba demasiado confusa por el llanto y ahora ella cambió el tema al aram que debo elegir. Ni siquiera sabía que un sabio portaba una espada. Yo solo asentí con la cabeza y me dirigí a mi cama para dormir un poco, aunque bueno, después me desperté a mitad de la noche para calentar y comer la comida que ignoré en la cena.