Estaba enfadada y nerviosa a la vez. ¿Quiénes eran? No tengo idea, pero me acabo de enfrentar con ellos. Les agradezco que me salvaran, pero hasta aquí llego. Por lo visto saben más de mi misma. Que yo. No les daré la oportunidad de encontrarme. Me adentré más caminando hacia el mar. Cualquiera que me viera pensaría algo distinto. Mi cara ardía de ira. Todo lo que me miraban pensaban que me iba a tirar al mar.
En un momento corrí y me bajé hasta la arena. Miraba por cada lado, para ver si no me seguían. Me senté en la arena dejando que el agua, chocara mis pies. Una vez relajada, me recosté en el piso. Siendo un solo con el mar y la arena. Estaba en mil mundos pensando en ese beso. De repente mi celular, sonando me saco de mi mundo imaginario.
_ ¡Nadin! ¿Dónde estás?
_ Abajo, en el mar.
_ Uff, gracias a Dios.
_ ¿Qué pasa?
_ Nada, solo vi que no entraste y me preocupe.
_ Gracias, amiga por preocuparte por mí.
_ Boba, desde cuando no me preocupo por ti. Entra que tengo que contarte algo.
_ Ya, voy.
Cuelgo y me pongo en marcha. Entro por nuestra entrada trasera y me encuentro a Black en la oficina. Donde tratamos nuestros planes.
_ Aquí estoy, dime que hay que, es tan urgente.
_ Pues, te gustara y no te gustara.
_ Habla, ya.
_ pues mira.
Me paso una revista. El artículo no hablaba de nadie más que mi hermana y Ángelo Clindy. Me quede atónita cuando leí las siguientes frases. «En su compromiso» Se comprometen. Ellos dos. Ángelo clindy y mi hermana Esmeralda Stomcling se comprometen.
_ WAWWW, que ironías no.
_ Bueno, Claverio tengo un plan.
_ ¡Cómo me llamaste!
_ Claverio, ese no es tu nombre allí.
_ Dejate de rodeos, ¿cuál es el plan?
_ Iremos a la fiesta, es hora de que salgas a la luz. Es momento de hacerle sentir terror.
_ Noo. No estás hablando en serio ¿verdad?
_ Pues fíjate, si estoy hablando en serio y me esmere tanto, para conseguirte este vestido.
_ Ja, ja, ja, no me digas, que me vestiré casi desnuda. «Que escotazo por Dios»
_ Pues, mamasita si quieres de verdad, aparecer y que todo se deslumbre al ver que una chica entro y robo la atención de todo. Deberás usar este vestido.
No ande con tantos rodeos, pues era un plan perfecto, lo más perfecto de todo es de antifaz. Nadie me reconocerá. Un plan perfecto par hacer mi aparición. Mientras pensaba como sería mi entrada y como vería la cara de todo con asombro. Black me entregó una tasa de café.
_ Mira, la noche será, larga como corta tú determinas como será.
_ ¿Qué quieres decir?
_ Aprovechare este momento, para encontrarme con alguien en la fiesta. Una vez terminado podemos irnos del lugar.
_ Detalla el plan, por favor Black me tienes intrigada,
_ Bueno, aquí vamos. La fiesta inicia a las ocho y media, dudo que todo entren a esta hora. Debemos de estar allí a las nueve de la noche la última en llegar. Debemos acallar toda la atención.
_ Dime la verdad. Black
_ Bien, me pillaste.
_ Buscare como llevarme un circuito de allí, necesito saber los movimientos de los Clindy.
_ Bien, solo eso. Iras a la sala de videos para poder hacer lo tú yo.
_ Eso es, eres muy buena para entender.
_ Claro que si debo entender, soy el chivo expiatorio. ¿Verdad?
_ No exageres, será todo, una historia que tendrán que contar durante una década.
_ Ja, ja, ja seguimos.
Mientras hablamos. Miramos cuidadosa mente cada punto débil del plan y reforzarla.
_ Black, no solo necesitamos, el control de los Clindy, también los Stomcling.
_ Sabía que lo dirías. Eres la verdadera Diosa Gaia.
_ Deja de hablar bobadas.
Ella sonríe, y se retira, y yo vuelvo a recaer en el abismo. No demostré debilidad ante Black, cuando leí la noticia. Pero una vez que se fue, de estallar. Me dolía tanto. Ya me habían cambiado por mi hermana. Tomó mi café y me quedo pensando. En todo lo que pase por ellos. En todo lo que sufrí. Lo que tuve que soportar por ellos. Dejarlo ser felices aquí en mis narices. Ni muerta.
Me convencí a mi misma, de hacer su vida convertida en un infierno tal como el mio. Debo hacer que sufran tal como está el mio. Echa una mierda. Limpie mis ojos y me levante fui a mi cuarto.
Me tiré a la cama, estaba agotada. Pensando en miles de cosas que me paso. No le conté a Black lo que me ocurrió, pero creo que no debí guardar secretos de ellas. Pero fue muy repentino. No tenía certeza si el chico era el mismo.
En proceso de pensamiento, caí en el abismo del beso. Volví a sentir, como mi cuerpo se calentaba y como todo me envolvía. Volví a sentir como su mano agarro mi cabeza y profundizarla en su pecho. Ese aroma era tan natural, pero tengo certeza que era un perfume de calorina herrera. Era tan suave y embriagador.
El reflejo del sol tumbado por mi ventada, me despertó del sueño traumático y posesivo que tuve con ese hombre. Cuando abrí los ojos, me sentí húmeda. «Por dios que vergüenza»
Baje de la cama y entre al baño, aún estaba caliente y deseosa de que aquello, fuera un suelo si no una realidad. Pero mal para mí era un sueño. Y lo mejor es que siempre deberían un sueño. No más que un sueño. No tenía tiempo para amar, a mí no me quedaba ese sentimiento.
Salí a la sala, y tomé una batida de avena que ya había preparado Black y me tira una revista delante lo ojeo y veo que las cosas aún van muy en serio. Los clindy eran por todos lados. Y el nombre de Ángelo sueña en cada página. Pero una página capto mi atención.
Levante la vista para preguntarle a Black.
_ No lo sé, tampoco me preguntes. Lo estoy investigando. Ese tal J.k es muy poderoso.
_ Si, así luce aquí, su influencia en como un fantasma. Nadie lo conoce. Pero lleva las acciones de todas las empresas. Si no que los Clindy llevan control todos podemos decir que ellos. Son los verdaderos dueños de los negocios.
_ La palabra correcta es «Los clindy, ya no son los Big jefes»
_ sí, tienes razón, pero como entronáramos ese tal J.k.
_ No sé, pero si lo tenemos de nuestro parte será una bomba.
_ Si, que lo será.
Dejo, la revista y ato mi teñí deportivo me amarro el moño en una coleta alta y me justo mi top. Le doy un beso en la frente a Black y salgo corriendo a mi rutina de entrenamiento.
Jerder
La noche paso rápido, para mí a si lo fue. Después de asegurarme de las cajas llegadas, la merca era grande. Una gran cantidad de cocaína y armas. Eso fue un golpe. Me retiro a mi apartamento. Hoy no iré a mi villa, tampoco a mi suite en mi Billton. Tengo un apartamento en el hotel Clinklon. Parte de mí y los Clindy odio ese trato. Pero así esta. Y nada tiene que ver soy el accionista mayoritario. Así que un ochenta por ciento es mia.
Entro y tengo mi ascensor privado y voy directo a mi departamento. Es exquisito como yo. Mi ama de llave siempre lo deja limpio. La aviso horas ante de llegar siempre la encuentro reluciente.