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Chapter 222 - 111.2: Voy a alcanzarte ¡lo prometo!

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Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.

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Me despierto en la cama de mi habitación, sin recuerdos de cómo llegué hasta aquí.

'Ahh, supongo que me desmaye... ¿Cuánto tiempo habré estado inconsciente?'

Miro el reloj del cuarto y veo que son las 9 de la mañana.

"Bien, al menos no es de noche... Haa... En fin, otro día de mierda más hasta que vuelva con mi maestro..." digo, levantándome de la cama de un salto, mientras siento el leve estado afiebrado y de dolor al que ya estoy empezando a acostumbrarme.

Desde que estoy lejos de mi maestro el mundo parece más gris y sin emoción. La comida también me sabe diferente. Todo lo que me traen tiene un aspecto delicioso, pero no me sabe a nada.

Por eso no estoy comiendo mucho últimamente, lo que está haciendo que mi piel y pelaje se están volviendo más pálidos y blanquecinos, y que mi cuerpo no pare de perder peso. A veces incluso siento que me cuesta respirar.

'Es francamente estupido e irritante.'

Todos los días Lilian se enoja conmigo, y me dice que tengo que ganar peso en lugar de perderlo, y que así nunca podré recuperarme lo suficiente para poder ir en búsqueda de mi maestro.

'Como si fuera mi intención el hecho de sentirme así.' pienso con cierto resentimiento, al recordar las quejas de ayer, antes de que empezáramos el entrenamiento, cuando Lilian vino a buscarme y vio que no había comido la mitad de lo que me habían traído al mediodía.

Charity y mis padres también han venido varias veces a intentar animarme. Pero es inútil, siento que necesito volver a ver a mi maestro para que mi mundo esté completo y todo vuelva a ser como antes.

El hecho de que mi entrenamiento para aprender a controlar mi mana, que aparentemente es mi única esperanza para poder encontrarlo, esté yendo tan mal tampoco ayuda especialmente a mi estado anímico.

Ya llevo días sin verlo y mi añoranza por él es casi una necesidad física. Extraño su voz, su color de ojos, la forma en que siempre estaba ahí para protegerme, y por eso cada día que pasa se me hace más difícil el seguir luchando para lograr algo que hasta ahora parece imposible.

'No se cuanto mas podre seguir así'

Estos días atrás he estado teniendo unas pesadillas horribles, en las que mi maestro me dice que ya no quiere que yo esté a su lado porque le he fallado y se aleja de mí. Yo grito e intentó perseguirlo, pero cada vez se va alejando más y más de mi sin que yo pueda hacer nada al respecto, hasta que ya no puedo verlo y yo me quedo sola en la oscuridad.

Después de las pesadillas siempre me despierto súbitamente en mi cama, en una realidad no mucho mejor que la ficción que ha generado mi mente agotada por el entrenamiento, dónde esa sospecha me ha estado atormentando todo este tiempo, por lo que la idea de volver a ver al maestro me asusta y me da esperanzas a partes iguales.

'Pero hoy ha sido diferente...' pienso, mientras me viene a la mente una evocación de lo que he soñado.

No tengo muy claro lo que soñé. Solo recuerdo la primera parte en la que yo protegía a Lilian y Sebastian de los soldados. Pero, por alguna razón, la segunda parte del sueño se escapa de mi memoria.

'Es raro... Generalmente recordaría con mucha más claridad lo último que soñé...'

Cuando intento recordar lo único que viene a mi es el eco de una sensación de plena paz, calidez, y seguridad.

Casi sin darme cuenta, me llevo la mano a los labios.

'Que extraño...'

...

"Hoy te noto especialmente enérgica... También te comiste todo lo que te había asignado para hoy ¿ha pasado algo?" pregunta Lilian con suspicacia mientras hacemos la serie de movimientos y estiramientos que cada vez tenemos que repetir con mayor velocidad y precisión.

"No se... Hoy me siento bien" digo, también confundida por el cambio.

Por alguna razón, hoy cuando me trajeron la comida comencé a sentir un hambre voraz que no había sentido desde que estaba con mi maestro. Y aunque la comida que me traen, que según Lilian está cuidadosamente seleccionada por ella para ayudarme en mi recuperación, no está ni de cerca a la par de los platillos que prepara mi maestro, hoy si que le pude sentir algún sabor. Razón por la que me comí todo lo que me habían traído, e incluso les pedí que me trajeran más, cosa que dejó a mis guardias sin palabras.

"Bueno, me alegro. Y espero que no sea cosa de un solo día... Yo pronto tendre que embarcarme de vuelta hacia mi continente para pedir refuerzos e informar de lo sucedido, además de llevar la medicina para la extraña enfermedad que había surgido en nuestro Reino. Así que intentaré ayudarte todo lo que pueda hasta entonces." dice Lilian, mirándome de reojo mientras se mueve a mi lado "Me preocupaba tener que dejarte, pero si empiezas a comer bien y sigues con nuestro entrenamiento, supongo que te recuperaras completamente en poco tiempo. Lo malo es que después de que yo me vaya seguramente te vigilarán mucho mejor, basándome en lo mucho que me ha costado que acepten que te quedes aquí durante tanto tiempo, por lo que tienes que poner todo de ti para aprender a controlar tu mana en el plazo de tres semanas a partir de hoy, ya que cuando ese plazo termine me iré de aquí y ya no tendrás ninguna excusa para estar en un lugar tan poco vigilado. Charity quería que no te dejara salir de tu cuarto, y que aumentará el número de guardias a una veintena, así que con eso ya tienes una idea de lo que te espera. Haa... Esa mujer lleva la palabra sobreprotección a un nivel totalmente diferente. Diría que una semana es tiempo de sobra para que lo logres, pero francamente, nunca vi a nadie con menos talento para la magia que tú. En fin, sigamos practicando..."

'Haa... Antes ese comentario por parte de ella me habría molestado muchísimo, pero ahora simplemente lo tomo como lo que es, las palabras sinceras de alguien que intenta ayudarme. Haa... En ese sentido es parecida al maestro. Por eso no tiene sentido enojarme con ella. Más bien debería enojarme conmigo misma... Pero eso no me llevará a ningún lado.'

"¿Sabes... Al principio no me agradabas..." le digo, dudando sobre cómo debería de expresar lo que siento "Todo empezó por el hecho de que te parecías a tu madre. Y, bueno... Creo que no tengo que explicarte nada más a ese respecto. Pero más adelante se mezclaron otras emociones. Celos porque eras la única chica de su edad que tenía un trato tan amistoso con mi maestro, y envidia de que lo conocieras desde antes que yo"

'Y a la luz de las cosas que me dijo ayer, tal vez lo conoce mucho mejor que yo...'

Cuando pienso en eso, un sentimiento desagradable se extiende por todo mi cuerpo, generando un escalofrío.

"Nunca estuve interesada por Xelean a un nivel mayor al necesario por un buen amigo... o un potencial peligro para el reino... No tienes por qué temer que te lo vaya a robar" dice, pronunciando la última frase con un tono burlón.

"Ha... No, ya se" digo rápidamente, mientras siento como las mejillas me arden, lo que probablemente significa que estoy comenzando a sonrojarme, "esto... Lo que quería decir es que ahora es distinto, y que aprecio mucho todo lo que estás haciendo por mi. Gracias"

"Ahh, pues me alegro..." dice con una sonrisa enigmática y, aunque parecía que iba a decir algo más, se calla.

"Cambiando de tema..." digo, intentando desviar su atención de lo rojo que debe de estar mi rostro "Te quería preguntar una cosa... Estuve pensando y ¿Está bien que me hayas contado todo estas cosas? ¿No tienes miedo que le diga a mi maestro que lo has estado espiando desde no se hace cuanto tiempo?"

Ante esto Lilian comienza a reír y dice "Ya te lo dije hace unos días, querida. Solo te cuento lo que sé que no me va a afectar negativamente. Ya te expliqué que Xelean no se preocupa mucho por nada que no sea el laberinto y las personas que son cercanas a él. Esa solo es mi opinión de él, por supuesto, pero creo que está bastante acertada. Por eso no creo que a él le vaya a importar en lo más mínimo el que yo me haya estado manteniendo informada sobre él. Y aunque preferiría que él no se enterase, se que diciendote esta información estoy obteniendo otro beneficios."

"¿Cómo cuáles?" pregunto, confundida, mientras intento pensar en alguna ventaja que Lilian pudiera obtener al decirme todo lo que me dijo.

"No te preocupes por eso, mi cielo. No es nada que te vaya a hacer daño ni a ti ni a los que te importan. Confía en mí" dice, mientras vuelve a sonreír con la misma sonrisa enigmática de hace un momento.

"Hmm, bien..." digo, dejando de pensar en el tema, y confiando en las palabras de Lilian.

...

"Hmm, préstame atención un momento." dice Lilian, separando su frente de la mía e inclinándose hacia atrás mientras usa sus brazos como soporte para evitar terminar acostada en el suelo "Creo que debería decirte esto en el caso de que me vaya antes de que puedas controlar tu mana. Cuando finalmente puedas hacer funcionar el anillo, no intentes usarlo para hablar con Xelean"

Estamos sentadas en un rincón del sótano mientras yo intento percibir el mana dentro de mi, y enviarlo hacia el anillo.

"¿Por qué?" pregunto extrañada por la rara petición.

"Por dos razones. La primera es que no tienes la cantidad de mana necesaria para comunicarte a tanta distancia. Y la segunda es porque no sabemos realmente cómo fue la situación que lo llevó a huir de Gell, ya que ambas estábamos inconscientes. Yo ya te dije mis suposiciones sobre el tema, pero tal vez es todo más complicado de lo que nos dijeron. Además, la habilidad de comunicación del anillo no es del todo fiable. Muchas veces la voz se escucha entrecortada cuando el usuario no está completamente concentrado en lo que intenta transmitir, o cuando su control sobre el mana es pobre. Lo que en tu caso es prácticamente una garantía de que Xelean no te escuchara claramente."

"¿Y? Igualmente podría escucharme. No entiendo porque no puedo intentar comunicarme con él tan pronto como la distancia me lo permita" digo, molesta por la petición de Lilian ya que mi ansiedad por volver a escuchar la voz del maestro es una de las peores cosas de estar lejos de él.

"Tan solo piensa un poco ¿si?. Él podría pensar que lo están intentando engañar, o podría no reconocer tu voz debido a la poca calidad de la comunicación, y si se saca el anillo, ya no podremos encontrarlo" dice, dándome un suave golpe en la frente con el índice de su mano derecha.

"Ahhh" digo, horrorizada ante la perspectiva de perder el rastro de mi maestro cuando finalmente consiga saber donde está, y agradecida de tener la amistad de Lilian, ya que sin ella nunca podría haber llegado tan lejos en mis planes para reencontrarme con el. Es realmente reconfortante tener a alguien tan inteligente de mi lado, aunque a veces sea un poco irritante la forma en la que se expresa.

"Si, no podemos arriesgarnos. Es mejor hablar personalmente con él. Y no puede ser cualquiera. Tienes que ser tú, porque es la única forma segura de que Xelean no se vuelva a escapar volando. Por eso es que no puedo confiar en alguien como Gell para esta tarea, a pesar de que el podria moverse fácil y rápidamente por el imperio, y que seguramente podrá usar el anillo sin problemas." dice Lilian, mirándome con seriedad.

"Lili, el mago orco te está buscando para no sé qué asuntos relacionados con unos depósitos en los muelles..." dice de pronto una voz grave y masculina que desconozco, y veo que se trata de Sebastián, que está bajando al sótano "Creo que dijo algo sobre la medicina para nuestro hogar"

'Conque esa es su voz... Creía que no podía hablar'

"El mago orco... jajaja, es el lobo. Justo estábamos hablando de él" digo, riendo divertida por la coincidencia y mirando a Lilian.

Pero de repente Lilian se sonroja intensamente y comienza a peinarse apresuradamente el pelo con las manos.

"Ahh, gracias... Dile que ya voy. ¡No! Mejor voy c-contigo... No sabía que volverías antes de tu entrenamiento... d-deberías haberme avisado para que tuviera tiempo de prepararme" dice con voz aguda, aturulladamente, la chica que normalmente es la imagen del auto control y la calma, mientras se pone de pie acomodándose la ropa, y mirando al recién llegado con una sonrisa embobada "Deirdre, esto... ¿puedes seguir practicando sola? Yo tengo que irme con Sebastián... A-a ver que necesita Gell, quiero decir... Nos vemos luego"

Tan pronto como termina de hablar, Lilian sale a toda velocidad por la puerta, llevándose a su guardaespaldas, sosteniéndolo con ambas manos por un brazo en un abrazo apretado.

Ante su comportamiento, yo no puedo más que mirarla con la boca abierta, sorprendida por el cambio radical de actitud.

'Ahora si que puedo estar segura que no está interesada de ese modo en mi maestro... Pero no la entiendo, mi maestro es mucho más apuesto que ese chico Sebastian'

Sigo practicando sola por minutos. De repente, por unos segundos me parece sentir un flujo de energía dejar mi cuerpo y dirigirse al anillo, pero al instante siguiente, cuando intento enfocarme en el sentimiento, este desaparece.

"Agh, detesto la magia. ¡¿Por qué no puedo hacer que funcione?!" digo, mirando al anillo de mitril en la palma de mis manos con rabia, como si fuera la causa de todos mis problemas.

'Pero no puedo rendirme... Tengo que volver a verlo.'

"Solo espera, maestro. Voy a ir a por ti. Aunque sea lo último que haga en esta vida, voy a alcanzarte ¡lo prometo!"