Nota del autor:
He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
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Muchas gracias a mis mecenas.
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A la mañana siguiente, partí de la casa de Ozy para alquilar un cuarto en una posada cercana al laberinto por un mes.
El trámite no me llevo mucho tiempo, ya que al ir con la recomendación de Ozymandias la posadera me aceptó con los brazos abiertos a pesar de que le dije que le pagaría al final del mes, cuando lo normal sería que le tuviera que pagar una buena cantidad de dinero por adelantado.
Esto me viene de perlas. Ya que, aunque no ando falto de dinero, no sé cuánto me puede costar mi nueva espada.
Pero, teniendo en cuenta que la daga de mithril me costó 324 monedas de oro y que mi espada requerirá mucho más metal, supongo que mi nueva arma me costará una gran suma de dinero.
Además de que mi espada debería ser de oricalco, según los consejos de Octavo. El cual es un metal muy caro.
Después de despedirme de la posadera, me dirigí en dirección al gremio para entregar el papel que acreditara mi ascenso a aventurero de rango vanguardista.
Al llegar a una de las entradas del gremio, veo a Agustín discutiendo con una extraña niña con orejas de animal.
Su cuerpo es con el de un humano. Con la excepción de que parece tener una fina capa de pelo grisáceo cubriendo su piel. Y que tiene orejas similares a las de un gato, con pelaje del mismo color grisáceo con tonos azulados.
Pero eso no es lo único extraño en ella, ya que también tiene una cola corta de unos pocos centímetros. Y, sus ojos son de color ámbar con pupilas verticales, como los de los gatos.
La chica tiene una armadura ligera y un par de dagas cortas como equipamiento, y su baja estatura hace un contraste extraño al lado de la altura de Agustín, al que apenas le llega a la altura del pecho.
Basado en lo que me conto Ozy ayer, sé que es una therian de las que vinieron desde el nuevo continente a través del mar.
Parecen estar discutiendo sobre algo, porque mientras miro con curiosidad a la chica-gato me llegan sus voces.
"¡Ya te explicamos que hay un límite de edad para personas sin compañía! Las personas de menos de 15 años no tienen permitido entrar al gremio sin haber sido acompañadas previamente por un aventurero registrado" dice Agustín con tono de hastío y una expresión de profundo aburrimiento en el rostro, mientras le bloquea el paso a la niña "¿porque te empeñas en entrar sin sabes que no puedes? Deberías buscar a alguien de confianza para que te acompañe"
"¡pero es que los aventureros están dentro del edificio! ¿Como se supone que encuentre a alguien para que me acompañe si no puedo hablar con ellos?" dice la chica y su voz se agudiza por momentos debido a la irritación que parece estar sintiendo.
"ese no es nuestro problema. Las reglas son las reglas" dice Agustín sin cambiar su expresión de aburrimiento.
Cuando salgo de mi sorpresa por ver a una de las personas de las razas extranjeras, me dirijo hacia la entrada intentando ignorar su discusión. Pero...
De nuevo, aunque mi color de pelo y ojos, y mi altura y complexión son diferentes de la última vez que nos vimos; Azur, que esta sobre mis hombros en su forma de draco pequeño, delata mi identidad porque, al pasar caminando a su lado, Agustín se voltea y me habla.
"¿Xelean?"
"si... Hola" digo volteándome, y un silencio incomodo se extiende sobre nosotros "bueno... Yo venía a hacer unos trámites en el gremio, por lo que te dejo seguir con lo que sea que estabas haciendo"
Me dispongo a seguir mi camino, pero Agustín me detiene nuevamente "¡espera! Yo ahora estoy trabajando en el gremio, asique podría ayudarte en lo que necesites. Además, creo que necesito pedirte un favor"
Esto me deja estupefacto.
Teniendo en cuenta la forma en que nos separamos, pensé que no querría ni verme. Pero parece que no es el caso…
Pero me da igual.
Agustín es alguien de mi pasado y, aunque puede que haya recapacitado, no estoy seguro de tener ganas de relacionarme con él.
El simple hecho de ver su cara evoca la frase que me dijo hace tanto tiempo cuando murió Joseph.
'Estás maldito'.
Y, con esto, la ira empieza a acumularse, mientras recuerdo la injusta forma en que fui tratado por él.
Azur comienza a gruñir sobre mis hombros y puedo sentir que sus sentimientos hacia Agustín reflejan los míos.
Mientras cavilo sobre estos pensamientos veo que Agustín le murmura algo a la chica y un momento después se voltea para hablarme.
"Sígueme. No sé qué tramite tendrás, pero estoy seguro de que será más rápido si me lo dejas a mí en lugar de hacer la cola para que te atiendan" dice con una sonrisa.
"Supongo que tienes razón" murmuro, todavía un poco indeciso sobre cómo debería dirigirme a este 'viejo amigo'.
Pasamos a una de las salas del gremio, que en este caso están en el segundo piso y son mucho más espaciosas y más lujosamente decoradas que las de la sucursal del pueblo encrucijada.
"¿Podrías esperar afuera, Deirdre?" le dice Agustín a la chica y cierra la puerta de la sala.
"¡Si, señor!" dice con tono firme la muchacha.
Me sorprende el repentino cambio de actitud, pero supongo que Ozy tenía razón cuando decía que eran rarísimos... No puedo medir a esta chica por mis estándares, ya que probablemente tiene una mentalidad totalmente distinta al ser de otro continente.
Con la sala cerrada Agustín me señala una mesa pequeña y unos sillones que están en el centro de la sala.
Cuando termino de explicarle mi intención y le entrego el papel. Agustín se lo guarda en un bolsillo de su chaqueta y me explica que el cambio de rango será efectivo a partir de mi próxima compra o venta en el gremio.
Mientras hablamos no puedo evitar que la tensión se refleje en mi voz. Y Azur hace eco de este sentimiento con un gruñido bajo pero ininterrumpido.
"bueno... Eso era todo lo que venía a hacer" digo y me levanto apresuradamente para irme.
No tengo intenciones de hablar más de lo estrictamente necesario con mi antiguo compañero.
Pero, cuando ya estoy por llegar a la puerta, Agustín me vuelve a hablar.
"Apreciaría que llevaras a esa chica al laberinto y le des un susto. Es muy pequeña y me preocupa que la engañe algún grupo y la secuestren para pedir rescate o algo peor. Por eso prefiero que vaya con alguien de confianza" dice Agustín apresuradamente con una expresión sombría que veo por el rabillo del ojo.
"Ahh, ósea que ahora soy alguien de confianza..." digo alzando la voz, volteándome y mirándolo directamente a los ojos con furia.
"Si, bueno... ¡Lo siento mucho!" dice Agustín con una expresión que ahora noto que es de angustia "No debería haberte tratado así. Es solo que mi primo había muerto y sentía que mi brazo ya no me funcionaba como antes y bueno... La situación me sobrepaso...No intento justificarme, solo... Perdóname por favor"
"¿Entonces por eso estas trabajando aquí y no en tu taller?" pregunto distraído por un momento por la nueva información.
"Si, mi brazo ya no sirve para sostener un martillo. Cada vez que intento sostener algo con fuerza mi mano simplemente no funciona" dice con tristeza.
"Ahh. Lo siento mucho" digo y mi furia se aplaca un poco "pero eso no cambia el hecho de que ya no puedo verte como un amigo..."
"Lo entiendo..." dice en voz baja y parece que ya no dirá nada más. Pero, cuando ya me estoy volteándome para irme, agrega "¡pero eso no tiene nada que ver con lo que te estoy pidiendo! No es a mí a quien estarás ayudando sino a esta chica. Tiene solo 12 años. Hasta ahora ha estado intentando conseguir compañeros, pero nadie confía en alguien tan joven y menos siendo que es una extranjera...tengo miedo de que pierda la paciencia y haga una tontería como colarse sola dentro del laberinto"
"bueno, está bien" digo, después de pensarlo por unos momentos.
Total, igualmente pensaba entrar al laberinto hoy para ir escalando algunos pisos.
Me tomara un buen rato llegar a los pisos superiores ya que lo máximo a lo que tengo acceso hasta ahora es al piso 29.
Y, aunque podría buscar a alguien que ya tenga acceso a los pisos superiores para que me lleve, prefiero desbloquearlos por mí mismo e ir observando las diferencias con tiempo suficiente.
Basado en mi experiencia con Octavo, sé que los colores de las paredes y la iluminación de los laberintos cambian a medida que sube la dificultad... ¿Qué otros cambios habrán? Según Octavo eso es todo lo que cambia, pero él no tiene mi habilidad para inspeccionar a los monstruos.
Sería genial que hubiera monstruos que dejaran caer objetos raros de equipamiento, o que directamente otorguen habilidades...
Además, la chica posee una singularidad.
'Merodeadora de sombras'.
Hmm, me pregunto qué tipo de habilidades tendrá.