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Chapter 106 - 53.2: La paz nunca fue una opcion...

Nota del autor:

He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.

https://www.patr eon.com/finlegost

Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:

https://www.insta gram.com/finlergost

Muchas gracias a mis mecenas.

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Cuando ya estoy preparándome para atacar con mis dos armas desenvainadas y en mi mano, escucho la voz de Octavo a mis espaldas gritándome '¡cuidado, Xelean, detrás de ti!'

Me doy vuelta apresuradamente y veo a Roran detrás de mi atacándome con su martillo con un golpe bajo.

Bloqueo con mi espada apresuradamente el golpe del martillo e intento esquivar un virote dirigido a mi pecho, pero mi espada se quiebra por la mitad con el golpe, y el proyectil me acierta en el hombro.

"Mierda, ahí se van unos cuantos dineros a la basura. perdona, chico, no es nada personal, pero con el dinero que sacaremos de ti y Octavo más la venta de la información podríamos hacer muchísimas cosas" dice Roran, mientras le imprime más fuerza al golpe, que después de destruir mi espada sigue en dirección a mi estómago.

El golpe del martillo no me hace mucho daño a mis puntos de salud, pero me lanza al suelo cerca del observador, que se apresura a atacarme.

A través del vínculo, siento que a Azur le dan tajo con un mandoble que le corta la cola, a la vez que recibe tres flechas en el lomo.

Al estar tan cerca del observador, este se dispone a atacarme.

Esquivo un haz de luz rodando a la derecha y bloqueo apresuradamente con el protector del brazo un golpe que me lanza con una de sus extremidades. Pero, mientras intento esquivar un segundo haz de luz, recibo un tajo de una saeta al costado del cuello y empiezo a sangrar profusamente por la herida.

Definitivamente luchar tirado en el suelo contra un observador de cerca no es la mejor forma de enfrentarlo.

Por el rabillo del ojo veo que Azur, al ser atacado, cambio su forma a la de dragón pequeño y, volando a suficiente altura para que Dedan no lo alcance, empieza a esquivar en el aire las flechas dirigidas a él. Aunque con cierta dificultad debido al gran pedazo de cola que le falta.

"Ohh, ahora sí que la hicieron" gruño clavándole la daga con mi mano izquierda al observador en su único ojo, mientras que me ayudo con la derecha para ponerme de pie.

Esto no matará al monstruo, pero por lo menos le impedirá apuntar...

Ahora tengo otras alimañas de las que encargarme y mientras lo pienso desvió un virote de ballesta con mi daga.

Parece que la paz nunca fue una opción…

Afortunadamente parece que Roran no quiere acercarse al observador, lo que me dio algo de tiempo.

El sangrado parece estar disminuyendo a grandes velocidades mis puntos de salud, porque ante mi aparece una notificación avisándome de que se activó mi habilidad 'Superviviente'

La rabia que sentimos Azur y yo se sincronizan para activar la 'Fusión espiritual' y, queriendo liberar el estrés y contestar a todas sus puyas de estas semanas digo "esto sí que va a ser personal, malditos bastardos, esto es por mi cola"

Y con esas palabras le lanzo a toda velocidad mi daga a Dedan, que está corriendo en nuestra dirección. El arma se clava en su cuello y el hombretón cae al suelo instantáneamente, intentando parar la sangre que mana a chorros de la herida.

Eso está bien. Todo aquel que me haga daño tiene que ser eliminado.

Con ese pensamiento Dedan deja de moverse e instantáneamente surgen dos notificaciones diciendo [Nueva clase adquirida: Explorador Nv. 1] y [Nueva habilidad adquirida: Especialización con armas arrojadizas Nv. 1]

Me acerco de un salto a Roran que parece asustado por mi apariencia porque intenta retroceder torpemente, lanzando golpes con su martillo para mantenerme alejado.

Pero no se lo permito y acercándome, bloqueo uno de sus golpes con mi mano desnuda y le quito el martillo de las manos de un manotazo.

Lanzo el arma en dirección al Beholder que aún agoniza por mi anterior ataque. Y el monstruo cae muerto.

Cuando ya estoy prácticamente al lado de Roran lo escucho murmurar aterrorizado 'm-monstruo'

"En efecto, soy un monstruo. Y para vuestra mala suerte habéis decidido atacarme" digo y, poniendo mis manos en sus hombros para evitar que se aleje, le lanzo un chorro de fuego desde mi boca directamente a su cara. El fuego apaga su vida a los pocos segundos.

Pensando que es extraño que no me hayan disparado ningún proyectil mientras estaba fumigando una de las alimañas, miro en dirección a donde deberían estar los tres miembros restantes del grupo.

Pero solo veo de pie a Octavo, que tiene atravesado en una espada oscura el cuerpo de Radovid. Y el cadáver de Rufus a su lado.

La mitad derecha del cuerpo del líder de la compañía está teñida de un negro intenso, incluidas sus ropas. De su mano derecha surge una espada curva que parece estar hecha de mana oscura. El arma gotea algo negro que se evapora antes de tocar el suelo.

No parece que Quinto, su pequeño búho, este por ningún lugar. Por lo que su ausencia debe de tener algo que ver con el estado de su amo.

No es una fusión espiritual, ya que por lo que pude ver estas semanas Quinto no es un espíritu invocado. Pero parece ser algo similar.

"Veo que tú tampoco mostraste todas tus cartas durante estos días" dice Octavo, quitando la espada del cuerpo sin vida de Radovid que cae al suelo "pero esa habilidad tuya debe tener cierta duración ¿verdad? Yo estoy igual, deberíamos apresurarnos en volver a la sala segura. Almacena los cadáveres de nuestros antiguos compañeros en tu habilidad, por favor. Son demasiado grandes para que quepan en mis bolsas... ¿O quieres intentar algo similar a lo de ellos?" agrega con una ceja levantada "pareces un hueso bastante más duro de roer, pero estoy seguro que no te será tan fácil enfrentarme como lo hiciste con esos dos" termina señalando a los cadáveres de Dedan y Roran.

Su voz suena tan decidida, firme, y autoritaria, que es raro el pensar que es la misma persona complaciente de voz suave y conciliadora que conocí durante estas semanas.

"no... por cierto, gracias por el aviso" digo y sorprendido por el cambio del líder del grupo, hago lo que dice y partimos en dirección a la sala segura. Pero decido ni confirmar ni negar el hecho de que mi habilidad tiene un tiempo limitado de duración. A fin de cuentas, ya lo descubrirá en unos minutos...

Mi fusión espiritual se desactivo a mitad de camino, pero Octavo logró mantener su habilidad hasta que llegamos a la sala segura. Donde pudimos descansar y comer algo en paz.

Mientras íbamos de vuelta, no tuve tiempo de añadir la nueva clase a mi habilidad [Crecimiento equilibrado acelerado] para subirla de nivel junto con las otras, ya que sólo somos dos y tenemos que darnos prisa. Pero, una vez que llegamos a la sala de seguridad la añadí, sustituyendo una de las clases.

La razón de adquirir la nueva clase supongo que fue el hecho de matar algo lanzando mi daga. Porque, aunque no era la primera vez que la lanzaba contra un enemigo, nunca había conseguido dar un golpe tan decisivo y fatal.

Su descripción dice que mejora levemente la vitalidad y la velocidad del usuario, así como las estadísticas relacionadas al combate a corta y larga distancia. Además parece que, como sucede con la clase Aventurero, es una clase exclusiva del laberinto.

También aproveche la tranquilidad para re invocar a Azur.

Octavo no volvió a invocar a su búho instantáneamente cuando volvimos a la sala segura. Sino que espero a que prendiéramos un fuego para cocinar y, sacando un poco de brasas con una rama, comenzó a darles forma con magia hasta que tuvieron la forma de un pequeño búho.

Al ver a su invocador, Quinto ululo alegremente y levantó el vuelo para posarse en su hombro.

Mientras comemos le comento a Octavo "Nunca pensé que me sentiría tan indefenso sin mi espada" ya que mientras volvíamos tuve que adaptarme a luchar solo con mi daga, lo que redujo significativamente mi rango de ataque. Parece que no soy tan diestro luchando con la daga como arma principal como me gustaría.

"Siempre es así... Solo nos damos cuenta de la utilidad de ciertas cosas cuando las necesitamos urgentemente o cuando las perdemos..." responde Octavo con su acostumbrada voz suave y calmada. Cuando la duración de su habilidad termino volvió a ser el mismo de siempre "pero probablemente no puedas comprar nada de mithril en este pueblo, ya que no hay herreros que puedan trabajar el metal fuera de la capital. Al menos, que yo sepa. Y deberías comprar algo de al menos ese grado para que no te vuelva a suceder lo mismo, ya que el acero es un metal algo débil para esos pisos del laberinto. Tu arma solo duró tanto tiempo debido a su encantamiento de auto reparación...lo que me lleva a preguntar ¿Quieres volver conmigo a la capital de Liones?"

"sí, me parece una buena idea. Tal vez me alcance para un arma de oricalco. Tengo entendido que es el metal más duro, pero no sé qué tan caro será ¿tú sabes cuánto puede valer una espada de oricalco?" le pregunto pensando en que ya que voy a tener tanto dinero cuando el me pague por la misión, podría gastar una buena suma de dinero en una espada del mejor metal posible.

"no, pero sé que cualquier cosa hecha de oricalco es ridículamente cara, ya que es un metal muy escaso... Pero yo te recomendaría que esperes unos meses, ya que es muy probable que baje mucho su valor" dice Octavo pensativamente.

"¿Y eso por qué?" pregunto extrañado.

"¿y tú porque crees? Por la sala del jefe que descubrimos hoy... Podría cambiar para siempre la economía de las cuatro razas. A fin de cuentas, piensa en todos los recursos que podrían ser obtener en los pisos superiores al 79" dice Octavo emocionado y entusiasmado "tal vez se descubra un nuevo metal más fuerte, o tal vez simplemente el oricalco se vuelva mucho más fácil de encontrar. En cualquiera de los dos casos el metal bajara muchísimo de precio. Y no solo eso... Esta será una revolución para todos los aspectos de la sociedad"

"Ahh" digo escuetamente como respuesta, porque no lo había pensado tan a profundidad el tema. Yo simplemente estaba feliz de que completaría la misión.

Después de esa conversación decidimos irnos a dormir.

Quién podría haber imaginado lo que encontraríamos al salir del laberinto al otro día....