Nota del autor:
He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
https://www.insta gram.com/finlergost
Muchas gracias a mis mecenas.
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¡La sangre de los raza elfica es color ámbar!
Con ese pensamiento todo mi adormilamiento desaparece de golpe.
"¿Joseph? ¿Qué estás haciendo?" Pregunto, llevándome una mano a los ojos para frotármelos, simulando que recién me despierto.
Al escuchar mis palabras, veo con horror que Debi se voltea hacia mí. Su rostro, en el que veo una expresión de desconcierto, es una máscara extrañamente deformada. Su boca estirada hasta el doble de su tamaño normal, con dos colmillos sobresaliendo por sobre su labio superior. Sus ojos celestes parecen brillar en la oscuridad.
Cuando inspeccione su clase, al verla por primera vez, no apareció ninguna. Sin embargo, ahora aparece la clase 'Vampira' al lado de su nombre.
Suelta el cuerpo de Joseph, que cae al suelo como si fuera un títere al que le han cortado las cuerdas.
Veo con creciente horror que su cuello esta doblado en una posición poco natural y que en un costado del mismo tiene un agujero gigantesco. Se me nubla la vista...
Los recuerdos de la muerte de mis padres, revividos al volver del sueño, se mezclan con la imagen de mi amigo sin vida en el suelo...
No sé qué está pasando, pero no importa...
Quiero, queremos matarla por lo que hizo... En mi mente eso es lo único que importa.
Destapo el frasquito que llevo en la mano y bebo su contenido de un trago. Mientras que Azur se lanza, con un rugido furioso, hacia la chica.
Los sentimientos de Azur se mezclan con los míos.
Su furia alimentando la mía y viceversa. Saco mi espada del inventario y me dispongo a lanzarme hacia Debi.
Entonces sucede algo extraño.
El cuerpo de Azur se disuelve en luz a media carrera. Luz que se dispara en mi dirección, insuflándome fuerza.
Mi mente y la de Azur se entremezclan, dando lugar a una nueva conciencia, a la vez que veo una notificación aparecer.
[Nueva habilidad adquirida: Fusión espiritual Nv. 1]
El poder me inflama el cuerpo.
No es solo fuerza, siento que cada pequeño movimiento y pensamiento es exagerado, impulsado por unas capacidades que hasta hace unos momentos no tenía...
Siento vértigo. No sé si podría caminar en este estado, una parte de mi mente piensa que debería estar a cuatro patas.
Sin embargo, la furia y el odio siguen ahí, por lo que intento asimilar mi estado lo más rápido posible para poder enfrentar a mi enemigo.
Mientras me intento acostumbrar a esta sensación, veo a Agustín pasar a mi lado, maza en mano, para intentar atacar a Debi.
Esta, sin dejar de mirar con curiosidad el lugar donde Azur se disolvió, mueve la mano en un movimiento relampagueante que le corta el brazo a Agustín a la altura del codo y lo lanza hacia atrás, donde se estampa contra una pared y cae inconsciente.
Esto me espabila un poco.
No es momento para desorientarse. Si me siento inseguro sobre si podre caminar, voy a hacer algo distinto.
Salto hacia la chica e intento atraer su atención con un tajo desde arriba, la muchacha intenta contraatacar con el mismo movimiento que uso con el chico de la maza, pero…
Aunque no logro entender cómo, mi cuerpo reacciona instintivamente bloqueándolo con la espada.
La Vampira da un salto hacia atrás sorprendida, que yo aprovecho para recoger el brazo del muchacho y lanzárselo a Sabrina. La cual esta detrás mío, intentando reanimar al chico a su lado.
"Niña, no dejes que el chico se vuelva a levantar y quédate apartada. Ya va a ser bastante difícil el luchar contra este monstruo como para tener que preocuparme por ustedes" le digo a Sabrina, mi voz es una especie de rugido rasposo.
"¿Xelean?" pregunta Sabrina, con miedo en la voz.
"No está en casa por ahora, o si, pero no al mismo tiempo... Es confuso, yo mismo no lo entiendo. Tendrás que esperar a que termine con esto para hablar con él. Intenta pegarle el brazo al chico con una poción." mientras digo esto, me acerco lentamente al cuerpo de Joseph, pero es una pena.
Efectivamente, su luz se ha apagado.
El ruido parece haber despertado a los padres de Debi, que salen de una habitación con armas rudimentarias en la mano y se lanzan en mi dirección.
El padre lleva una hoz, mientras que la madre tiene un cuchillo de cocina, sostenido a dos manos. Los hago retroceder con una llamarada que disparo desde mi boca y veo que caen al suelo retorciéndose.
Me vuelvo hacia la vampira y veo que está preparando 6 balas de mana, que instantes después dispara en dirección a Sabrina y Agustín.
Salto para interponerme en su trayectoria, pero solo logro bloquear 2 de ellas, una con el protector de mi ante brazo, y otra con mi espada.
Al hacerlo, veo que mi mano tiene una especie de garra hecha de luz azul rodeándola como un guante.
Del resto de los proyectiles, una me alcanza en una pierna y los demás pasan de largo, perdiéndose a mi espalda.
Me lanzo hacia la vampiresa, cada vez más cómodo con mis nuevas capacidades e intento darle un tajo dirigido a su cuello, que intenta parar con el mismo movimiento que hizo antes con su mano derecha, pero altero la dirección de mi golpe a medio camino y desvió su brazo hacia un costado. Entonces equipo mi daga de mithril en mi mano izquierda y le atravieso el pecho con ella a la altura del corazón.
Estamos uno pegado al otro y, seguro de mi victoria, me permito distraerme con el reflejo de mi cara en la hoja de mi espada.
Mi piel es pálida y sin escamas, aunque con un brillo azulado, y mis ojos son dos pozos de negrura iluminados por pupilas verticales de color azulado.
Pero entonces me percato, confundido, de que Debi está sonriendo.
Siguiendo la dirección de su mirada veo sorprendido que, atravesándome el estómago, hay una hoja rojiza.
Arma que sostiene Debi con la mano izquierda y que no tenía unos momentos atrás.
Al mismo tiempo, siento tres impactos en mi espalda.
La situación es muy extraña. No siento dolor alguno, ni por la puñalada ni por los golpes en la espalda, pero veo como mi barra de salud disminuye hasta la mitad.
Debi me aleja de una patada, con lo que se libera de la daga que le atraviesa el pecho, que cae al suelo a su lado. La herida de su pecho parece tenerla sin cuidado, ya que se está curando a una velocidad alarmante ante mi mirada impotente.
Y, aunque intento levantarme para atacarla antes de que termine de curarse, me golpea una bomba de mana que me vuelve a lanzar al suelo.
Un segundo después, siento dos golpes más en mi espalda, a la altura de mis hombros.
Mi barra de salud vuelve a bajar y veo una notificación ante mi mirada. [Superviviente Nv 1 activada]
"ya está bien, querida" escucho decir a Debi, con una voz melodiosa completamente contradictoria con su apariencia, y siguiendo la dirección de su mirada veo a... ¿Sabrina? "ya debe estar bajo mi control"
No entiendo nada...Sabrina tiene tres heridas de los proyectiles. Una en una pierna, otra en el estómago, y una tercera en el hombro. Pero está de pie como si nada, preparando balas mágicas, aparentemente destinadas a mi...
Sin embargo, ante las palabras de Debi, deja que las balas mágicas se disuelvan y contemplo estupefacto la mirada de adoración que le dirige al monstruo que mato a su amigo unos momentos atrás.
"¡hoy debe ser mi día de suerte!" exclama la criatura, exultante "pude probar elfo por primera vez hace unos momentos y ahora te voy a poder saborear a ti, seas lo que seas"
Debi se acerca a mí con paso lento y calmado.
Por alguna razón parece pensar que ya ha ganado... Bueno, no voy a desengañarla por el momento.
Me levanto lentamente, pero sin soltar mi espada. Y dejo que mis brazos cuelguen a mis costados, inertes, fingiendo estar derrotado e intentando imitar la expresión de Sabrina.
Cuando Debi llega a una distancia suficiente. Enciendo mi espada y, empuñándola con fuerza con las dos manos, lanzo un tajo con intención de decapitar a la vampiresa.
Si el apuñalarla no funciona, supongo que cortarle la cabeza tendrá que hacer el trabajo. Ella, sorprendida con la guardia baja, intenta defenderse con un brazo desesperadamente, pero la piel sola no otorga mucha resistencia extra y su brazo es cortado por mi espada limpiamente, que sigue su curso, decapitando a la chica.
A pesar de estar sin cabeza, el cuerpo sigue moviéndose. Lanzándose al suelo e intentando buscar su cabeza con la mano que le queda. Pero le doy una patada a la cabeza, alejándola del cuerpo.
Escucho a Sabrina gritar horriblemente y la veo lanzarse a cuatro patas a por la cabeza como si fuera lo más querido por la chica en el mundo.
Al poco tiempo, el cuerpo deja de moverse, finalmente sin vida. Y empiezan a llegarme un gran número de notificaciones de subida de nivel.
Intento ignorarlas y miro a Sabrina con cautela.
La chica esta de espaldas a mí, cubriendo la cabeza con su cuerpo.
Mientras la miro indeciso sobre qué hacer con ella, empiezo a sentir inmensas oleadas de dolor y cansancio golpeándome el cuerpo y la mente.
Parece que tanto el tiempo de la fusión espiritual, como el del elixir de brujo se han terminado. Porque noto como mi mente se debilita y se vuelve a dividir en dos, la de Azur y la mía.
Veo el suelo aproximándose a gran velocidad.
Qué raro, pienso con la mente confusa por la intensidad del dolor, antes de perder el sentido.