Al escuchar la cantidad que me ofrece mi mente se para por un momento. Es una cantidad absurda por solo venir los fines de semana. Con ese dinero podría incluso alquilar una casa. Me doy cuenta que llevo un rato callado y le respondo apresurado. "s-sí, está bien."
"bueno, ya sé qué hace un momento dije los fines de semana, pero si recargas este artefacto ahora una vez te pagare 1 moneda de oro" dice sacando del escritorio lo que parece una corona de acero con muchas gemas incrustadas y entregándomela. Algunas de las gemas tienen un brillo tenue "por favor hazlo, tengo una migraña terrible y si lo recargas un poco no tendré que volver a transferirle mana hoy"
"Está bien, pero... ¿Cómo lo hago?" pregunto sin entender.
"pon tu mano sobre la corona y simplemente deja fluir tu mana, la corona la absorberá" dice Sofía con el ceño fruncido como si estuviera contestando una obviedad.
"no sé cómo hacer fluir mi mana" digo sintiendo que parezco un tonto por la mirada que me dirige Sabrina cuando lo digo.
"pero si yo te vi hacer magia ¿Cómo puede ser que no puedas controlar tu mana? ¿Cómo prendiste fuego tu espada entonces?" pregunta Sabrina desconcertada.
"yo me enfoco en la imagen de lo que quiero y en hacer que suceda con mi voluntad, así me enseñó Ragnar" digo a la defensiva.
"agh, y me imagino que este tal Ragnar aprendió por su cuenta ¿verdad?" pregunta Sofía tapándose la cara con las manos.
"si ¿qué importa eso?" pregunto, sin entender su reacción.
"importa porque ese tal Ragnar debe tener mucha mana y por eso no tiene problemas al usar magia de esa manera, pero tu podrías haberte matado en cualquier momento si no tuvieras semejante cantidad de mana. El método de Ragnar está incompleto, si se utiliza magia de esa manera puede que funcione como quieres, o puede que utilice una ridícula cantidad de mana, terminando en un coma mágico en el mejor de los casos y con la persona muerta en el peor. Hace un año que practicas magia de esa manera ¿verdad? ¿estás diciéndome que nunca te desmayaste o sentiste mareado mientras practicabas?" dice Sofía mirándome como si estuviera viendo algo imposible.
"no, nunca. Es cierto que a veces me cansaba de golpe cuando practicaba, pero solo eso." digo, recordando como, ocasionalmente, se drenaba mucha de mi mana repentinamente al practicar. Sin embargo, nunca fue un problema gracias a la interfaz.
"bueno… supongo que es mejor así" dice Sofía mientras suspira "empecemos por lo básico. Visualiza en el centro de tu cuerpo como un recipiente donde se genera y almacena el mana, y tus brazos y piernas como tuberías por las que puede correr el mana. La cabeza, por otra parte, es la encargada de las válvulas del recipiente y decide hacia dónde se dirige el mana por las tuberías y que tanta se dirige" mientras va diciendo cada cosa la dibuja en un papel. Cuando termina extiende la mano hacia mí a través del escritorio y dice "dame la mano, te voy a enviar un poco de mana. Concéntrate en la sensación de como el mana viaja hasta el centro de tu cuerpo e intenta replicarla, pero a la inversa"
Le doy la mano y siento una corriente fría recorrer mi brazo hasta mi pecho, lo que aumenta mi mana. Me concentro en la sensación y, tratando de imitarla, siento como una corriente caliente baja por mi brazo y llega a mi mano donde pasa al brazo de Sofía, a la vez que disminuye mi mana en la interfaz.
"¡bien hecho! No pensé que lo lograrías al primer intento" dice mientras veo una notificación que dice [Nueva Habilidad Adquirida: Sentido Mágico Nv1] y instantáneamente, empiezo a sentir mi mana con más facilidad "solo tienes que aprender a controlar la cantidad, pero ya te podrás encargar de eso por tu cuenta. Ahora... volviendo a la corona, por favor recárgala todo lo que puedas"
Tomando la corona nuevamente entre mis manos, comienzo a enviarle mana. El proceso es lento, pero veo como mi mana disminuye de a poco en la interfaz. Mientras lo hago, aprovecho para preguntarle algo a Sofía que me extraña desde que aprendí a hacer magia "señora Sofía, quisiera saber ¿porque la primer magia que pude hacer fue de fuego si tengo una mayor afinidad con magia espiritual?"
"eso es porque la magia espiritual es diferente en comparación con los otros tipos de magia. No solo usa mana sino también el espíritu de la persona que la utiliza, por lo que no es tan fácil de realizar, a menos que tengas una idea clara de lo que haces. Por esta razón, solo una persona se atrevió a lo largo de la historia a experimentar con este tipo de magia y terminó muriendo por ello" dice y veo un halcón, que pensé que era de decoración, volar desde las estanterías y posarse en su hombro.
"entonces ¿no sirve para nada?" preguntó desanimado.
"yo no diría eso querido, ya que te vas a ganar un sueldo mensual bastante bueno solo por tener esa afinidad. Aunque es cierto que si no tuvieras tanta mana no merecería la pena el gasto de pociones." dice sonriente.
"sí, pero yo me refería a si tiene utilidad para el combate"
"hmm, ya era raro que vayas al laberinto a tu edad, pero pensé que era por qué necesitabas desesperadamente dinero, aunque parece que no es el caso. Así que respóndeme ¿Por qué estás tan interesado en combatir? No me gustaría que te pasara nada… no me malentiendas, solo es porque te necesito" dice mirándome con seriedad.
"es... Es privado." respondo cortante, con seriedad después de un segundo de vacilación. No tengo intención de contar mi historia a nadie.
"Bueno, bueno. Tal vez fue muy indiscreto por mi parte el preguntar… es solo que no quisiera que murieras. No voy a engañarte, me facilita mucho la vida el tener a alguien capaz de recargar los artefactos" dice conciliadora levantando las manos.
"no pasa nada" digo, pero me asalta la necesidad de salir de este lugar. La pregunta me hizo recordar la razón por la que empezó todo esto, el día en que la vida que conocía término "creo que ya transferí todo lo que puedo de mana" digo con voz seca y me levanto con la intención de irme lo más rápido posible.
"espera..." dice Sofía levantándose con cara angustiada "Sí hay una forma de usar la magia espiritual para él combate. Te la puedo enseñar, pero por favor prométeme que cumplirás el trato que hicimos"
"no tenía intención de faltar a mi palabra" le aclaro extrañado "además, como usted dijo hace un momento, es un muy buen trato"
"Ahh, bueno. En ese caso..." dice Sofía avergonzada.
"pero sí que me gustaría que me enseñara. A fin de cuentas, cuanto más sepa de magia más fácil me será luchar en el laberinto, y no queremos que me pase nada malo ¿no?" digo con una sonrisa burlona.
"no te pases de listo mocoso. Es cierto que te necesito, pero créeme, no te conviene tenerme de enemiga" dice con voz fría y una sonrisa tensa, mientras el halcón en su hombro me mira como si fuera un ratoncillo o un gusano especialmente sabroso.