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Chapter 2 - Capítulo 1: “Noveno circulo, cuarta zona: La verdad”

—¿Sabes lo qué sentí? ¿Los recuerdos están bien? ¿A qué me debo aferrar? —

Imágenes, residuos de ellas pasaban por la mente insegura, rota de aquel joven que por su aspecto se nota que ha pasado por cosas que no son aptas para su edad. No hay ciencia que llegue a descubrir si es necesario la experiencia o que haya un ser que así lo decidió, posiblemente sean pensamientos de alguien que se aferra a algo para mantenerse cuerdo, aunque sea un poco.

—Recuerda, trata de hacer memoria y lograrás ver a tus padres, ¡Vamos! Yo sé que lo harás. —Trataba de animar al joven que tenía enfrente suya, pero algo no andaba bien, no recibía respuestas.

—¡AAAAH! ¡DUELE! ¡HAZ QUE PARE! ¡POR FAVOOR! —Grita sin parar mientras se sostenía la cabeza, símbolo de que algo no estaba bien.

—Con que así están las cosas… —El rostro de Lucifer mostraba un semblante serio y eso era poco común.

Con una ligera palmada en la cabeza de Hisashi hizo que callera inconsciente, al parecer esa era la única forma en que se podía calmar o evitar el dolor emocional que cargaba aquel joven.

—Y es así como el punto de quiebre hace su acto —Lo decía mientras mantenía una gran sonrisa—. A partir de ahora me mostrarás lo que olvidas y será el más grande manjar en lo que angustia se refiere. En fin, veamos que muestra tú subconsciente. —Posaba su mano en el inerte cuerpo del joven, una luz desprendía de su mano.

FLASHBACK

—Ay… —Se escuchaba el quejido de un niño en el suelo— Mamá se va a enojar por terminar lastimado de nuevo. —Pensaba el niño mientras revisaba su cuerpo lastimado mientras se quitaba el polvo que tenía.

Ya era de tarde y el niño camina mientras en su mente pensaba en una excusa para evadir las preguntas sobre su condición. Disfrutaba el ambiente, en verdad amaba como se veía su ciudad, él ya tenía su meta muy marcada y era defender a todos los que viven ahí, también en pertenecer a la legión que es la que se encarga de esa protección.

—¡Mamá ya llegué! —Gritó el niño llamando la atención de una señora.

—Oh, eres tú Hisashi —Respondió la señora.

—¡Sip! ¡Y estoy bien mami! —Respondió el infante.

—¿Así? ¿Dónde está mi princesa? —Pregunto la madre mientras revisaba en la puerta sin fijarse del infante.

—O-oh, ella e-esta me dijo que estaría con sus amigos… —Respondió el pequeño con tono triste— Y-yo quería acompañarlos p-pero… N-nada. —Al darse cuenta de que la mamá ya no estaba en el lugar procedió retirarse a su cuarto con un semblante triste.

— Es seguro que mami esté cansada jeje. Papá también se esfuerza en su trabajo y mi hermanita… No le puedo caer mal ¿verdad? ¡Para nada! Al final somos hermanos jeje. —Se decía mentalmente y recobrando su felicidad.

El niño empezaba a dibujar sobre una libreta vieja y unos colores que tenía a su alcance los cuales eran pocos. Para él era lo mejor pues su mamá estaba por tirarlos a la basura, pero él se los pide y ella accedió, ya que no le importaba. Dibuja a su familia, simplemente los quería demasiado y se notaba pues ayudaba en todo lo que podía y no pedía nada a cambio.

—¡Ya estoy aquí! —Un grito se hizo presente en la casa y era producido por una joven.

—¡Hija! —Con un tono feliz y los brazos abiertos fue a recibir a la joven.

El niño escuchó el ruido y sabía que podría ser su hermana o papá. Se levantó de la cama para bajar a la sala y lo que veía hizo que su corazón doliera, algo no cuadraba con lo que experimentaba. Un crudo pensamiento se acomodó en su cabeza y no volvió a salir: "Quizás no me he portado bien". Un pensamiento vago y duro para alguien motivado y blando.

—Hola hermanita, yo igual llegué, pero fue hace rato jeje —Tratando de entablar una conversación con las dos féminas.

—Oh, eres tú Hisashi —Respondió con simpleza.

Hisashi se limitó a dar la vuelta y volver a irse a su habitación mientras que las dos seguían en su plática. Duda, tristeza, soledad era lo que mostraba el niño y era normal, no entendía esos actos que le presentan.

-Horas después-

—¡Familia, ya llegué! —Grito un hombre.

—¡Bienvenido! —Gritaron las féminas al unisonó.

El pequeño solamente se limitaba a mirar y aunque se viera a simple vista el acto de reprimir lo que quería salir de su boca, no lo hizo y eso le daba méritos y también de que no lo vuelvan a ignorar como siempre.

—Ya vamos a comer, todos a lavarse las manos. —Dijo la madre a los presentes.

—Mamá, ¿qué vamos a comer? —Dijo el infante con todo el valor que reunió para estar con ellos.

—Pues comeremos el platillo favorito de tú hermana. —Sin darle más vueltas al asunto respondió.

—Pero yo he pedido comer paella desde hace semanas… —Sintiéndose mal por ser ignorado no dijo más.

—Por favor deja de hacer tanto berrinche, ya tu abuela te consiente mucho —Lo dijo pensando en su madre—. Cuando venga le diré lo mal que te estas portando. —Finalizó la madre a la discusión.

—Al menos vendrá la abuela… —Pensó con mucha alegría

Un tiempo después

—Yo no hice nada malo y todavía no comprendo del todo lo que significa, ¿hice algo tan mal? —A pesar de que se le iba la idea, no siempre lograba engañarse— Siento que no encajo, me siento raro. —

Calmando su duda existencial recordó que llegaría hoy su querida abuela, se arregló y acomodo su cuarto e hizo todas las tareas que tenía, su momento con su abuela se volvía agradable y ella le daba esa emoción de sentirse amado, de tener a alguien como familia.

—Mami estaré esperando a la abuela —Le dijo con un tono emocionado— ¿Me vas a acompañar para escuchar de nuevo las historias? —

—No, además siempre cuenta las mismas historias y llegas a un punto de te la crees o sueñas despierto, así que no y fin. —

—¡Pero son geniales! Ellos son personas buenas y fuertes, mi sueño es ser como ellos. — Dijo con una gran determinación.

—Yo me voy, cada que hablamos sobre este tipo de cosas… — No pudo completar pues empezaron a llamar en la puerta— Por lo visto es ella, ve y abre la puerta, yo estoy ocupada, adiós. —

—¡Ya voy! —El niño salió corriendo a toda prisa para abrir la puerta y luego de abrirla pudo ver a su abuela, ella cargando una caja.

— ¿Dejarías pasar a tu querida abuela? —Le preguntó al joven que tenía delante.

—S-si, es que estaba viendo la caja —Mientras trataba de adivinar el contenido— ¿Es un regalo para mí? —Al final pregunto, pero con mucha cautela, no quería equivocarse y que se burlara de él.

—¡Claro que sí! Después de todo eres mi nieto favorito y lindo —Lo dijo con un tono melodioso y alegre.

—Te quiero mucho abuelita… —Con ganas de llorar él fue a abrazarla.

—¿De nuevo con eso? —Pregunto ya dándose una idea de su estado de ánimo y el infante dando solamente un asentimiento— Ya veo… ¡Mejor vamos y te cuento la historia que quieras! —

FIN FLASHBACK

—Vaya infancia más jodida, bueno no, infancias jodidas los de África y más —Dijo sin más restándole importancia a todo el asunto.

—Mierda… —Tratándose de ponerse de pie para terminar sentado— Me siento como si me hubiese emborrachado y sinceramente no sé como es estar borracho. —

—Te ves como la mierda, pero la mierda es más agradable a la vista y sí, estoy diciendo que tu cara es peor que la mierda, mierda. —Mencionando con burla para reírse al final.

—¿Me debería de sentir ofendido por un demonio? —

—¿Disculpa? —Sintiéndose muy ofendido— En primer lugar, mi querida cucaracha, soy ÉL demonio y en segunda ¿hiciste un chiste? Si es así es mejor que no sigas o me darás penita. —

—Bueno… ´ÉL' o Lucifer o bueno… yaaa, emm ¿sí? —Estando nervioso no sabia que decirle o como dirigirse a él.

—¡Háblale bien! —Dándole un golpe en la parte trasera marcándolo en el acto por la fuerza— Simplemente dime Luci o Lucifer, aunque me gustaría si me dijeras "amo Luci" bueno no, es raro, pero yo le entro. —Guiñando al final.

—Emm Lucifer —Le dijo al final, pero Lucifer hizo un gesto de disgusto, aunque no le tomo importancia— ¿Por qué empecé a sentir mucho dolor en mi cabeza? ¿me hiciste algo? ¿por qué recordé un fragmento de mi infancia o fue un producto tuyo? —Le empezó a bombardear con todas sus dudas al demonio.

—¡Sereno moreno! Para tantito tus caballos —Trato de calmar para tratar de explicar— Lo que sentiste no fue mi obra y aunque lo quisiera hacer jeje, pero no, más bien fue el mismo lugar y me vas a pedir explicarlo así que presta atención o te jodes. Para hacerlo más simple el lugar tiene voluntad y como llegaste hasta el último piso que representa la traición, pero en ti no hay o bueno solamente sondea lagunas mentales y te forza a vivirlas/recordarlas y mientras sigas aquí lo harás hasta que se desvele todo. Joder va a ser mi película favorita jeje. —Finalizo su conferencia.

—Rayos, en parte me agrada recordar todo, pero me disgusta que lo veas como entretenimiento para ti. —Deposito su queja al ser.

—Meh, de algo tengo que saciarme y que mejor de una comedia mal contada… Upsi. Mejor vamos a seguir prepárate para los madrazos jiji. —Terminando de burlase del joven.