Para la persona destinada que tiene la suerte de encontrar mi carta,
setecientos cincuenta y dos millones seiscientos cuarenta y ocho mil latidos.
Esa es la cantidad de veces que mi corazón latía dentro de mi cuerpo, antes de que lo regalara. Yo, que había vivido una vida dolorosa, pero feliz, tenía muchos lamentos y entre esos lamentos estaba morir… ¡virgen!
¡Ejem! ¡No me mires con esos ojos llenos de burla y desprecio, porque estoy seguro de que tú, sí tú! El que lee esto ahora mismo es el mismo. ¡Ambos somos vírgenes!
¿Qué? ¿No eres virgen? En ese caso, ¡vete a la mierda! ¡¿Cómo te atreves a leer esto ?! ¿No conoces los sentimientos de nosotros, los chicos lastimosos, guapos y guapísimos, como yo, que nunca hemos tenido la oportunidad de salir con una chica?
¿No conoces nuestro dolor? ¿Nuestro sufrimiento? ¿Nuestros días interminables metidos en el baño haciendo gimnasia con una mano?
Tsk, cerdos incultos. ¿Qué pasó con el dicho, Bros before Hoes? Qué vergüenza hermano, qué vergüenza.
Escoria, que no comprende la importancia de la hermandad. ¡Espero que su PP no vuelva a levantar la cabeza nunca más! ¡Veamos si sigues siendo popular entonces!
¿Donde estaba? Oh sí, morí virgen. Sin embargo, antes de morir, recibí mi primer y último beso de una hermosa dama que era conocida como la belleza número uno en toda la academia.
Hombre ~ sus labios eran tan suaves que me sentí como si estuviera en la nube nueve.
Si tan solo los chicos de la escuela pudieran ver ese momento, apuesto a que se habrían mordido los pañuelos de envidia. Estoy seguro de que todos sus admiradores se hubieran unido para matarme.
Bromas sobre ellos, porque para cuando alguien haya encontrado esta carta, ¡estaré muerto hace mucho tiempo! ¡Jajaja!
Dejo este mundo con muchos arrepentimientos, pero hay una cosa de la que no me arrepiento, y fue darle mi corazón a ella. A pesar de que solo había sido mi novia durante unas horas, esas horas fueron las más felices de mi vida.
Oro para que viva su vida al máximo. No solo por ella, sino también por mí.
A ti, que estás leyendo esta carta, te deseo un feliz día. No sé quién eres, de dónde eres o por lo que estás pasando. Sin embargo, déjame decirte una cosa.
Vive tu vida al máximo y vive sin remordimientos. Porque hay muchos como yo, que no podrán ver el amanecer de mañana una vez que cerremos los ojos esta noche. Nunca antes me había preocupado por el mundo, pero cuando vi la última puesta de sol de mi vida, me di cuenta de que había perdido muchas oportunidades hermosas.
No seas como yo.
No malgastes tu vida.
Atesora cada momento, como si fuera el último.
Y antes de terminar esta carta, permítame darle mi último consejo.
Lleve siempre pañuelos de papel a donde quiera que vaya.
William
El niño que murió para que otros vivan.
PD:
En la pequeña posibilidad de que seas tú quien encontró esta carta. Por favor, ignore la primera y segunda mitad de lo que ha leído. ¡Sólo bromeaba! No te tomes en serio mis palabras.
Si el destino lo quiere, definitivamente nuestros caminos se cruzarán de nuevo. Deseo que, la próxima vez que nos reunamos, podamos terminar nuestros asuntos pendientes. Prometo que cuando llegue ese momento, nunca te dejaré ir.
Bueno, entonces voy por delante primero… No me extrañes demasiado, ¿de acuerdo? Además, ¡no puedes seguirme de inmediato! Porque si lo haces, estaré realmente triste. Cuida a mis hermanitos y hermanas del orfanato por mí.
Hasta luego, Belle.
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Cayó una lágrima seguida de otra. Pronto, la carta escrita a mano se empapó de lágrimas. La visión de Belle se volvió borrosa cuando las lágrimas de sus ojos cayeron como lluvia.
"William, lo siento," Belle sostuvo la carta cerca de su pecho. "Lo siento."
Cuando el sol desapareció del horizonte y aparecieron las primeras estrellas en el cielo. Solo el fuerte latido del corazón de William dentro de su pecho, la acompañó hasta que ya no tuvo lágrimas que derramar.