Mi plan para evitar conocer a mi prometida había fallado, pero todavía podía hacer que me odiara, si yo era capaz de alejarme y de no quererla haría que ella no me quisiera a mi, mi plan incluye ponerle un ridículo apodo, comencé a llamarla monstruo, aunque he de aceptar que aunque lo fuera realmente sería del tipo de monstruos que quisieras abrazar todo el tiempo; también decidí que si descubría la forma de hacer que llorara sería como cuando mis padres pelean y ella no hablaría conmigo espero que nunca más, aunque será muy difícil verla llorar sin querer consolarla.
Cuando La maestra dijo que nos presentamos se dió mi oportunidad de poner en práctica mi plan cuando paso al frente y dijo me llamo Minerva, mi corazón latía rápido, su voz pequeña y su sonrisa amable por un segundo parecía atraparme pero alguien dijo en ese momento cuestionando la no dijiste que te llamabas Mina hace un rato y ahora te llamás Minerva, a lo que ella explico que mina la llaman todos los que son cercanos y Minerva los adultos y las personas que no conoce, fue el momento que ví mi oportunidad así que sin dudarlo lo dije, dije que parecía que tenía el nombre de un horrible mosntruo, toda la clase rio y ella grito fuerte justo como mi mamá cuando pelea con papá, bingo había tenido éxito haciéndola enojar.
En ese momento sentí mucha satisfacción pensando que su coraje bastaría para alejarla, lo que no espere fue que cuando ella grito el porque se llamaba Minerva, su coraje se convertirían en lágrimas que dejaron al resto del salón en un pesado silencio que me acusaba por haberle hecho daño, dude si debía decir algo, realmente quería disculparme pero en lugar de eso solo pude decir algo estúpido lo que hizo que ella se quitará el lindo zapato azul con un enorme moño directo a mi cabeza, y vaya que tiene excelente puntería, porque realmente me dolió, aunque no más que el verla tirarse de rodillas llorando, en ese momento escuché como con cada lágrima mi pequeño corazón se estremecía.
Su acto imprudente pero justo debo admitir, nos llevó a ambos a la oficina de la directora, la Vi sentada apretando sus manos y escuchaba como su respiración se volvía más rápida incluso creo podía escuchar su corazón salir de su pecho por el miedo que tenía, en ese preciso instante supe que mi plan había sido demasiado, solo quería no tener una prometida y menos una tan linda, no una que fuera más linda que mis hermanas mayores y Mina era mucho muchísimo más linda que ambas; pero aún así no quería lastimarla, así que hice lo único que se me ocurrió la tome de la mano.
Mientras escuchábamos el sermón de la directora, note que la mano de ella permanecía fría aún así seguí sujetándola sin darme cuenta, la directora nos miro y dijo, por lo que veo son capaces de solucionar su conflicto solos así que no les daré un castigo y pueden volver a su salón.
Vi como Mina respiro por fin y el color le volvió al cuerpo, pero mi mano seguía sin poder soltar la suya, al parecer la maestra también noto eso y dijo que nos sentaríamos juntos a partir de ese momento, aunque sin darme cuenta y sin poder hacer nada una gran fuerza me llevo hasta el piso.
Era Mina que se había dejado caer, o se había quedado dormida... más bien había perdido por completo el sentido, los siguientes instantes no estoy seguro que pasó, solo recuerdo dos chicos altos entrar corriendo al cuarto del hospital escolar gritando fuerte su nombre, la doctora le indico dónde estaba y el más alto me miró y con un tono aterrador me preguntó porque sostenía su mano; la maestra que estaba de pie a mi lado les explico a aquellos chicos que habíamos discutido y que parte del castigo era estar de la mano y que yo aún sostenía su mano por miedo ya que la ví caer.
Parte de lo que dijo la maestra era verdad me dió mucho miedo verla caer, pero me dió más miedo el ver qué no se movía pensé que mi plan para alejarla había Sido el causante de su enfermedad, de esta manera el chico menos alto, hizo que soltará la mano de ella y como si fuera un secreto me amenazó para no volver a tocar a su hermanita.
Al parecer estos dos chicos altos eran los hermanos mayores de mi prometida, espera en que estaba pensando, prometida de verdad... ya no podía negarlo y mi nerviosismo se hizo evidente cuando sin querer sonreí dejando ver el hoyuelo que se forma en mi pómulo izquierdo.
En ese momento ambos chicos se miraron el uno al otro y dijeron viéndome fijamente, así que serás tú, más te vale tratarla mejor porque aunque el destino ya lo decidió aún nos tiene a nosotros para protegerla aunque tenga que ser de ti.
Me sorprendió mucho lo que dijeron , sobre todo la palabra serás , eso significaba que no me tendría que casar con ella de inmediato y que realmente me había equivocado con ese estúpido plan.
Esa tarde al llegar a casa le conté a mis padres lo que había ocurrido y lo mal que me sentía por lo que le hice a ella, mi padre trajo de su estudio una caja de los chocolates especiales con los que suele recompensarnos, me indico que debía disculparme y darle la caja de chocolates al día siguiente, que lo mejor sería hacerlo ese mismo día pero lamentablemente no sabía dónde vivía ni el nombre se sus padres solo sabía su nombre y que le gustaba que le dijeran Mina.
Al día siguiente le pedí a mamá me llevará muy temprano a la escuela, fui el primero en llegar y cuando estaba listo para dar un discurso para poder disculparme, la maestra entro diciendo que más tarde irían los hermanos de mina a recojer sus labores escolares pues ella seguía enferma y no asistiría en varios días, realmente el miedo me invadió había hecho algo tan malo que ella no estaría varios días.
Al final del día como lo había predicho la maestra uno de los chicos altos del día anterior tocó la puerta de inmediato la maestra lo llamo, puedes pasar Héctor solo falta su cuaderno está en su mesa de trabajo, el chico se acercó a mí y me tomo el cuaderno de trabajo de Mina, en ese momento le di la caja de chocolates y le pedí se los entregará a ella con mis disculpas, el se rió, abrió el cuaderno, escribió algo, corto la hoja y me la dió, diciendo nos vemos más tarde.
Al ser mi primer año de escuela yo no sabía leer así que le pedía a Alejandra mi hermana que lo leyera ella dió un grito de emoción y de inmediato le dijo a mi madre que mirara el papel.
Mi madre lo leyó y pregunto si sabía que era el papel, a lo que respondí que no, mis hermanas preguntaron si ellas podían llevarme y yo no entendía claramente porque, ni donde querían llevarme.
Entonces mi madre explico que ese papel decía (casa de Mina Bahena, Av 5 colonia ciprés) al parecer su hermano tenía la intención de ayudarme a disculparme en persona, me sentí aliviado podría verla al menos.
Mis hermanas por otro lado solo me preguntaron quién me había dado la hoja y mencioné que la maestra había llamado al chico Héctor, ambas gritaron muy emocionadas y dijeron que al parecer todos los hijos de la profesora Bahena eran atractivos no solo los varones.
Entonces recordé que días antes habíamos hablado con la profesora y que ya había escuchado a mis hermanas hablar de lo atractivos que eran sus hijo, además de que la profesora menciono tené runa hija que ingresaria ese año a la escuela, jamás pensé que todo el tiempo habláramos de la misma persona.
Al llegar a la casa de Mina las puertas se abrieron de inmediato un hombre alto nos saludo amablemente y nos pidió los abrigos, a caso será su padre, parado en la escalera el chico más alto pregunto quién había llamado a la puerta, pude sentir por la forma en que le hablo al hombre que no era sus padre al menos mi padre no me permitiría hablarle así.
Mi madre me explico que el padre de la familia Bahena, era un médico importante y que la profesora era la decano de la universidad de mas prestigio en la ciudad, por lo que la familia era económicamente más estable que la nuestra, en la que solo papá trabajaba en un importante bufete de abogados.
El hermano mayor me dijo que podía subir y ver a mina lo que me hizo feliz, pero a la vez me preocupaba que ella siguiera enojada conmigo o que se volviera a lastimar al verme. Al abrir la enorme puerta blanca la vi como una princesa de cuento completamente dormida deje los chocolates y un dibujo al lado y salí sin hacer ruido.
Los siguientes días mi rutina era la misma,le pedí a la maestra que me diera la oportunidad de ser yo quien entregará los deberes a Mina, y por suerte acepto, no esperaba que el estar con ella haría que yo también me enfermara.
Mi madre me ha dicho hoy que me quedaré en casa por unos días más pero que era necesario que ella fuera a la escuela ya que los padres de Mina no podrían ir por ella, me resultó extraño que mi madre fuera a recoger a Mina, pero a la vez estaba de acuerdo que lo hiciera.
Un par de horas después, desperté de mi sueño, o quizás no escuchaba la voz de Mina en mi casa, como sería eso posible, no solo eso la escuchaba reír, como si estuviera feliz de estar en mi casa a caso estaba tan enfermo que ya estaba alucinado