Esa noche.
La luz de la luna se derramaba como agua y cubría silenciosamente la habitación elegantemente decorada.
En ese momento, una mano empujó la puerta cerrada y luego un hombre vestido de negro se coló en la habitación y se arrastró hacia los dos durmientes.
En la cama, el hombre guapo y la mujer hermosa dormían juntos, como si no fueran conscientes de su existencia ...
El hombre vestido de negro estaba junto a la cama. De repente, apareció una daga afilada en su mano, la sostuvo y la apuñaló hacia el corazón de Yun Xiao. Levantó una sonrisa sombría y sus ojos se llenaron de desdén como si ya hubiera visto el corazón del hombre perforado ...
De repente, una mano se extendió por un lado y sostuvo con fuerza la daga en su mano ...
El hombre de túnica negra estaba atónito y miró hacia arriba solo para ver un par de fríos ojos negros.
El par de ojos era tan profundo como un lago insondable, brillando con una luz helada.
"Tú ..." Una mirada de asombro cruzó por los ojos del hombre vestido de negro. Miró al hombre en la cama con miedo y le dio una sonrisa irónica. "Todos en la Ciudad Imperial piensan que el hijo de Ye Jingchen a quien acaba de traer de regreso es una basura, pero no esperaba que hubieras ocultado tu verdadera fuerza".
El era un asesino. Como asesino, ciertamente podía ocultar su aliento, pero Yun Xiao aún percibía su presencia. El hombre vestido de negro no creía que una basura fuera capaz de hacer esto.
"¿Quién te envió aquí?
Una voz perezosa vino de un lado, asombrando al hombre vestido de negro una vez más.
Resultó que no solo Yun Xiao sino también Yun Luofeng habían ocultado su fuerza ...
El hombre de túnica negra cerró los ojos desesperadamente. Sabía que su Maestro había subestimado a su enemigo esta vez. Los dos eran más difíciles de tratar que Ye Jingchen y su esposa.
"Simplemente no me gustas, así que quiero que desaparezcas. Nadie me ordenó que hiciera esto". El hombre vestido de negro abrió los ojos, su rostro inexpresivo. Su vida fue salvada por el Maestro Jingxuan, ¡así que nunca lo traicionaría!
Yun Luofeng saltó de la cama, rápidamente tomó su abrigo y se lo puso. Luego se sentó con las piernas cruzadas a la mesa, mirando al hombre de rostro pálido y vestido de negro con una sonrisa maliciosa.
"¿No quieres confesar? Bien, ¡tengo un millón de formas de hacer que me digas la verdad! ¡Yun Xiao!"
Para ese momento, Yun Xiao con su túnica negra ya se había puesto de pie. Lanzó un aura escalofriante que impregnó toda la habitación e hizo temblar al frío hombre vestido de negro.
Pero apretó los dientes sin decir una palabra. Un sudor frío le caía por la frente y pronto se empapó de sudor.
"¡Realmente no sé de qué estás hablando!"
Ye Jingxuan le dijo que mantuviera la boca cerrada si fallaba porque pensó que Ye Jingchen enviaría a alguien para proteger a Yun Xiao. Nunca se le ocurrió que los dos fueran realmente bastante fuertes. Especialmente Yun Xiao ...
El hombre había estado ocultando su verdadera fuerza, y cuando la mostrara, todos se asustarían. Solo una mirada de él le hizo sentir un hormigueo en la espalda ...
"Feng'er, ¿has oído hablar de este tipo de tortura?" Yun Xiao volvió sus ojos hacia Yun Luofeng. "¡Haces innumerables agujeros en el cuerpo de una persona, luego encuentras algunas hormigas carnívoras y las dejas meterse en esos agujeros y devorar todo su cuerpo!"
Yun Xiao miró al hombre de túnica negra sudoroso y su rostro sombrío. "¡Creo que podemos dejar que intente este tipo de tortura!"