***ADVERTENCIA: ESCENAS DE VIOLENCIA A CONTINUACIÓN. ***
Concentrado observaba el juego. Lo tenía todo planeado, ya era momento de dejar fluir su profesionalismo en el juego. Su blanco, la número ocho. Nuevamente a su favor, no sabia si intentar rescatar la seis o simplemente ir otra vez tras el ocho. Analizando la situación con cautela finalmente dio a una conclusión, de pie se posicionó frente a la seis, abrió su mano en forma de araña por encima de la bola sin tocarla para seguido rosar el palo en un movimiento duro pero lento que logró que la bola blanca saltara hacia en frente y la seis cayera hacia atrás ganando por completo ese turno.
"Bola para Pedro, turno de Cas" Comentó el juez, los amigos de Pedro regalaron unos cuántos golpes tras su espalda comentando lo orgullosos que estaban de ese movimiento. Cas solo sonrió para ella, había abierto sin querer las puertas para que ella cerrara el juego y ganara la apuesta pero primero obtendrá el resto de la información.
"Buen movimiento, Pedro. No eres tan tonto como das a entender. " Pedro solo sonrió.
"Bueno, tengo al mejor maestro. En fin, lo que te decía... "
"En mil ochocientos noventa y ocho las embarcaciones estadounidenses dispararon sobre el durante la guerra entre Estados Unidos y España, causaron daños mínimos que al final reconstruyeron en poco tiempo. "
Cas, dio la vuelta a la mesa hasta posicionarse al lado de Pedro quien a su lado derecho de la mesa solo se sintió nervioso al tenerla cerca perdiendo un poco su concentración, algo que Azazel no pasó por alto. Se inclinó entonces la mujer lo suficiente como para poder estar al nivel de la bola que quería golpear. Indirectamente quería que el ocho cayera a su favor y el diez podría lograr aquel propósito.
"Entonces, a medida que invadían y reconstruían hubo gobernantes diferentes y reyes. Parece tener una gran historia ese lugar. " Cas sólo quería terminar de escuchar todo lo que debía de aprender, parecía que aquel lugar la había convencido.
"Mm... aún falta mucho más pero la mayoría de todo lo e olvidado con el tiempo. También está Fortín San Juan De La Cruz, Fuerte El Cañuelo. Las tropas españolas construyeron este, creo que en el mil quinientos treinta y nueve. Una torre en El Morro y La Fortaleza en donde se hace la mayor de las corrupciones hoy día. Ah, pero no es de política de lo que queremos hablar. Jaja..."
Cas sonrió, habia dejado su posición para obtener una de las cervezas que Azazel le había ofrecido. Le sonrió tomando de esta para entonces entregarla nuevamente a su compañero y seguir con lo suyo.
"Tardaron más de doscientos cincuenta años en ese monumento. Al tiempo continuaron añadiendo y añadiendo una construcción que duró del mil setecientos sesenta y veinte años siguientes. Fue en mil novecientos ochenta y tres que El Lugar Histórico de San Juan fue designado Patrimonio de la Humanidad y uno de nuestro mayor orgullo. "
Cas que solo sonreía finalmente golpeó la bola, la misma golpeó directo el borde de su lado de la mesa para retroceder hasta ella y golpear el ocho que estaba a su favor frente a ella obteniendo así las dos bolas el seis y ocho.
"¿Que? "
"¡Cabrón te jodieron aquí, que clase de pela loco!"
"Mira que aposté por ti, diantre loco se llevó los chavos la tipa. "
Todos gritaban eufóricos al ser la primera vez que Pedro perdía en un juego de mesa. Pedro pensó con cautela todo el juego, todo desde el comienzo eran movimientos que ella había hecho para llegar hasta allí. Empujaba las bolas para acomodarlas y dejarlas completamente a su merced en la palma de su mano. Conociendo esto, se volteó a verla y estrechó su mano. "Eres la mejor, pero tendré mi venganza. Antes que te vallas juguemos. "
"Esta bien, te pagaré por tu información. Al final creo que iré allí, me llama mucho la atención este tipo de cosas. " Pedro finalmente liberó su mano y esta vez se dirigió a Azazel quién no se había separado de su lado en ningún momento. "¿Alguna vez te a vencido? "
Azazel solo sonrió en derrota, no tenia idea de todas la veces que Cas lo a sobrepasado en todo lo humano posible, ella simplemente era única. "No tienes ni idea, a veces me pregunto quién lleva a quién. No se puede evitar, ella es especial. "
Pedro notando el brillo en los ojos de Azazel simplemente sonrió. 'El idiota está enamorao' Pensó para el. Reunidos todos finalmente jugaron un total de cuatro mesas, Cas ganó todas con un total de 280 por sus pérdidas. Sin darse cuenta ya los negocios vecinos estaban a punto de cerrar sus puertas.
Desde la playa la luz del sol alumbraba las nubes creando un color vívido como el fuego, el resplandor provocaba un sentimiento de tranquilidad en los presentes. Cas se sentó a un lado de Azazel mientras sumergía sus blanquecinas piernas en la arena y sin querer comenzaron una conversación.
"Es la primera vez que vemos el amanecer juntos..."
"Querrás decir la primera vez que vemos el amanecer sin estar en la oficina y sin haber matado a nadie. En esta playa, este lugar, es hermoso pero me da un sentimiento de inseguridad. "
"Se a lo que te refieres, no se porque siento que no debo confiar en ellos. No es normal ser tan amable. "
Cas lo observó por un tiempo, los ojos de su compañero estaban hundidos en su mirada. Azazel finalmente creó una mueca en sus labios que simuló una sonrisa. Avergonzada esquivó su mirada, sus mejillas rojizas como las nubes en el cielo a causa del sol intentando romper la obscuridad que alguna vez habitaba.
Se preguntaba así mismo si era muy temprano para hablar sobre el tema. No importaba cuanto tiempo pasase, aquella situación lo tenía distraído. Observó el rostro de su compañera quien podía sentir como la mirada de este intentaba apuñalarla de un lado a otro. Una risa sacó a Azazel de sus pensamientos. Aquellos hermosos labios producieron su nombre en un tono suave.
"Azazel.... Parece que vas a comerme con la mirada. " La observó, ahora aquellos hermosos ojos no estaban perdidos en el océano, lo observaban a el con un brillo tan puro que casi olvidaba todo lo demás alrededor.
"Deberíamos volver.... " Vio la decepción en aquellos ojos por unos segundos pues cuando se acercó al rostro de ella, cerca de su oído, el sonrojo invadió sus mejillas. "Cuando seas mía, te comeré por completo. " Cas, se levantó tan rápido como sus piernas se lo permitieron. En esos momentos quería que la arena tragara su cuerpo entero para así no tener que enfrentar aquella mirada.
Sin embargo el bullicio se intensificaba a medida que se acercaban a la situación. Un grupo de hombres conversaban entre sí en voz alta, palabras de amenaza y muerte salían de sus bocas. Abdeel solo las recibía sin decir nada, su respuesta a tales insultos era el absoluto silencio. Liz quien estaba detrás de Pedro como si estuviera resguardada detrás de un enorme escudo pudo divisarlos desde lejos. Se acercó a la oreja de este para susurrarle algo al oído que solo él pudo escuchar. Liz finalmente fue escoltada hasta llegar donde Cas, una vez allí reportó lo sucedido como de costumbre.
"Oh... entonces esos hombres están peleando por territorio. No sabia que tal cosa se practica aquí. "
"No solo eso, parece que Abdeel es el líder de toda una ciudad o dos. La cosa es que vinieron a amenazarlo. Entonces..." No pudo terminar de explicar la razón y toda la información que había memorizado, en esos momentos Abdeel había supresado a su enemigo en una llave de defensa que los tres pudieron reconocer. Como un agente especial con experiencia, Abdeel inmovilizo a su enemigo.
Los compañeros enemigos no perdieron el tiempo en sacar sus armas y de repente todo el lugar se había rodeado de hombres con diferentes armas de fuego. Pedro le señaló a los tres para que se alejaran y eso hicieron. Se acercaron al auto y entraron en el, lo encendieron y se quedaron ahí observando todo.
"Azazel... deberíamos irnos. "
"Estoy seguro que lo viste, ese mocoso no es normal. Veré como termina esto." Estaba convencido, aquel chico era alguien a quien debería de mantener cerca o quizás obtener información. Tal parece que habían encontrado a su objetivo.
"Oh.... " Cas lo entendió, sacó la fotografía de su bolsa y mientras la observaba comenzaron a abrir fuego. Esto los puso en alerta, tomaron sus armas en mano. Liz, tomó una AK-47 para seguido bajar el ventanal de su lado derecho y apuntar.
"Liz, ya sabes lo que tienes que hacer. " Era la primera vez que Cas veía a la mujer en acción. Estaba emocionada por ello pero preocupada a la vez. Para suerte de Liz, sus contactos no tenían aumento ni le eran incómodos para enfocar su vista, de todos modos si los removia podría perder el blanco.
Cuando el fuego cesó Azazel apretó el pedal de la gasolina y sin pensarlo dos veces arrastró a Abdeel y Pedro dentro del auto. Los hombres de Abdeel se dispersaron cada uno dentro de su auto, esa noche sus víctimas fueron incontables. Ahora aquel lugar sería marcado para siempre.
"¡Maldición! Debes dejarme salir de aquí. ¡Ese bastardo aún está libre! "
Pedro dio un quejido cuando sintió como Abdeel se estrujaba para salir, lo que lo frizó por completo. Le observó con terror, de las costillas de Pedro la sangre comenzaba a fluir, empapando todo a su paso. "¿Cómo...?" Si quiera pudo expresarse cuando Pedro lo tomó de la mano aquel gesto parecía más una suplica que cualquier cosa. Abdeel actuó de inmediato, desgarró su camisa el cual al momento le regaló una mejor vista de lo que escondía. Su piel había sido traspasada por una bala, para su desgracia, y según lo que podía ver, la bala no estaba allí. Pedro casi no podía respirar, su cuerpo comenzó a temblar dando la señal que estaba entrando en shock.
"Maldición, tengo que llevarlo al hospital. Si lastimó sus pulmones podría morir, si primero no se muere desangrado. ¡Éste cabrón, ese hijo e' puta! " Maldecía y maldecía como si eso le fuera a ayudar en algo. Cas observó en silencio. Pensativa finalmente dio su opinión.
"Azazel, si lo llevas al hospital lo más probable tenga que dar una declaración de lo sucedido y tengo entendido Abdeel no puede ser visto por la policía. " Se volteó para ver la mirada llena de furia y desesperación de Abdeel y le propuso un trato. "Lo salvaré, pero, nada es gratis. "
Abdeel no lo pensó dos veces, jamás permitiria que Pedro muriera, por nada en el mundo. Más tarde lidiaria con el. " Ayudalo... porfavor. " Suplicó, Azazel se dirigió al hotel, todos entraron por la parte trasera puesto que tenían acceso VIP en todo el hotel. Evitando las cámaras de seguridad pudo con éxito meter a todos en la habitación, a excepción de Liz que se quedó para limpiar todo aquel desastre en el auto.
"No lo recuestes... tengo que ver cuan profunda es la herida primero. Mantenlo semisentado, de esa forma la sangre no saldrá en exceso. " Cas se puso en movimiento, de dentro de su maleta un equipo de emergencia para ese tipo de casos fue adquirido. Se acercó a Pedro y comenzó a tratarlo. La anestesia primero, una vez en efecto se aseguró que sus signos vitales estuvieran normalizados. Lavó sus manos en alcohol y pidió a Abdeel que deshiciera toda la ropa de este lo cual el mencionado asistió a su pedido sin dudarlo. Azazel acercó una de las lámparas que reposaban en una de las mesas de noche para que Cas pudiera ver con más claridad y entonces comenzó la magia. Al cabo de tres horas finalmente pudo terminar, suturo la herida y desinfectó antes de vendarlo, fue entones que Abdeel pudo respirar con tranquilidad.
Por alguna razón su mente estaba más clara que nunca. Cas removió los guantes ensangrentados de sus delicadas manos y finalmente comenzó a hablar. " Cuando estés listo para hacer negocios, me avisas. " Abdeel tras escucharla finalmente recordó todo, había olvidado por completo el hecho que unos simples turistas estuvieran tan armados y para el colmo que aquella mujer pudiera tener la habilidad de lograr tremenda inversión. "Ustedes.... no son turistas." La observó, su mirada era fría tal y como era en su normalidad. "Y tu no eres un simple juez de billar. " Astutamente reprochó su comentario, Abdeel solo mantuvo silencio. Acarició la mano de Pedro con delicadeza, como si fuera lo más preciado en todo el mundo. Cas lo entendió, el estaba enamorado de ese hombre. Que irónica historia de amor.
"¿Lo sabe? " Abdeel nego con su cabeza. Estaba seguro que de Pedro saberlo no se hubiera quedado a su lado. "Si lo supiera... no se hubiera quedado a mi lado. " Respondió en un tono bajo pero audible para ellos dos. Finalmente Abdeel comenzó a lidiar con ella, con la verdadera Cas.
"De seguro trabajan para el FBI, la policía o son agentes especiales, ARMY. ¿Cuál de todos? "
" ¿Y tú, Hace cuanto que serviste? " No podía ganar contra aquella mujer, solo obtenía más preguntas como respuesta. "No llegaremos a nada si seguimos así. Dime qué es lo que quieres. " Abdeel no tenía fuerzas para luchar en esos momentos, justo ahora, solo quería que Pedro se recuperara. Cas no dejó de observarle, la duda en su mirada delataba al hombre. Abdeel finalmente evitó su mirada, recostado su cabeza en el borde de la cama mientras se sentaba en el suelo, rendido, sin fuerzas.
Cas, finalmente se decidió. Por alguna razón no quería tener a ese chico de enemigo, al contrario, con su habilidad podría serle muy útil. " Quiero que me des información de una persona. Pero... nada es de gratis. Lo de tu amigo será pura amabilidad por haber compartido con nosotros y ésto se quedará con nosotros en nuestras tumbas. " Abdeel la observó irónicamente. ¿De verdad sólo lo dejaría pasar? Como si fuera a confiar en uno de ellos. La desventaja de Abdeel era, que sus pensamientos eran revelados en sus ojos, Cas podía leer a la perfección el lenguaje corporal de este. Sumase a los años de experiencia lidiando con este tipo de cosas.
"Si llego a decir algo puedes ir a encontrarme. Estaré donde me envíes y no me moveré hasta verte. " Su tono serio envío una sensación extraña al cuerpo del hombre, quién en esos momentos no se atrevía a mirarla. " Pedro, en cambio, probablemente no sepa que nos fuimos. Y no creo que sea prudente que le digas que fuimos quien nos encargamos de el. Tendrá muchas preguntas y estoy segura que insistirá en seguir adelante. "
Abdeel finalmente la observó a los ojos, aquellos hermosos ojos que atrapaba a cualquiera. Estaba impresionado, el nivel en el que ella estaba sobrepasaba el suyo, un fuego en su pecho comenzó a arder. ¿Admiración? Probablemente, fue entonces que Cas le dejó saber a quien buscaba y Abdeel comenzó a informar con lujos de detalles. "Tengo entendido que está en Vieques. Es una isla hermana de Puerto Rico, para llegar usas el transporte público del ferry o por avión. De su paradero no estoy seguro, pero sí sé algo que nadie sabe... " Cas lo observó esperando que dijera ese pequeño detalle. "Es una mujer. "
Cas sintió como una bomba de agua se estrujaba en su rostro tras las palabras de Abdeel. '¿Una mujer?... Maldición, es por eso que no lo encontraban. Siendo una mujer, podría pasar por alto, incluso podría estar aquí. ' Ante la idea, se puso de pie y se acercó a Azazel informando de esto a Azazel quién inmediatamente se puso en marcha, sabia exactamente qué hacer a continuación. Entonces se acercó nuevamente a Abdeel. "Te dejaré quedarte aquí unos días. Dejare ropa suficiente para ti y tu amigo... "
Lo observó, el hombre que le regaló un pequeño relato de su isla se debatía entre la vida y la muerte, ahora todo era cuestión de suerte para él. "Pedro... creo que deberías hablarle una vez estés listo. Cuando hay confianza, todo es posible. Pronto te enviaré un regalo, no te asustes cuando lo veas. Podrás hacer lo que quieras con él. "
"¿Se van? "
"Claro, no puedo perder un día más para encontrar a esa perra. " Abdeel río, aquella mujer era asombrosa.
"Dale, pero, tienes que jugar conmigo la próxima vez. Y Cas... no todos somos malos. " Ante su comentario, Cas sonrió con sinceridad.
"Lo tomaré en cuenta."