CAPITULO 2: el heredero ha nacido
"Los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo"
El tiempo paso, y con él las estaciones también.
las hojas cayeron y el invierno tiño de blanco el reino.
los vientos soplaron y arrastraron el dulce aroma de las flores.
Así los meses pasaron y el reino estaba ansioso por la espera, pues el deseo del reino pronto se haría realidad.
El día más esperado tanto por la familia real, como para el imperio en si había llegado, nueve meses habían pasado y el futuro heredero nacería, el próximo en ascender al trono de Evelia y gobernante seria dado a luz esa noche.
Un fuerte llanto se escuchó esa noche dando la señal que él o la princesa había nacido, el palacio entero estaba emocionado por hacer una gran fiesta y conocer al pequeño retoño, sin embargo, la situación fue muy diferente a la esperada, una vez que el niño nació el emperador ordeno que todas las puertas del palacio fuesen cerradas, que nadie podría entrar ni salir del palacio hasta que él lo ordenase, aquel que se atreviese a desobedecerlo seria tachado de traidor y seria llevado a la orca.
Las únicas personas que vieron al esperado bebe fueron las sirvientas que ayudaron en su nacimiento, el emperador y por ende la emperatriz.
La sirvienta de mayor confianza del emperador y emperatriz quien sostenía al bebe en brazos estaba completamente paralizada sin poder pronunciar palabra alguna, el emperador quien noto el estado de la sirvienta se acercó a ella.
¿Qué sucede? -pregunto este sin entender la razón por la cual la sirvienta se veía tan afectada, sin embargo, esta no respondió - nana, que sucede con mi hijo? - en ese momento la sirvienta que cargaba al bebe, se volteo dejando a la vista la criatura que estaba cubierta por una sabana, solo entonces entendió el porqué de la actitud de la persona que era como una madre para él.
¿Dónde está mi bebe? Quiero verlo- dijo la emperatriz quien yacía acostada en la cama, él emperador tomo al bebe en brazos y se fue acercando a la emperatriz para luego dejar a su hijo en sus brazos, el emperador la observo detenidamente el rostro de la emperatriz esperando una reacción al ver a la criatura, sin embargo, esta solo se abrazó al bebe mientras lagrimas caían por su mejilla.
es una bebe- le dijo el emperador porque eso era, una niña, su niña sin importar que.
Una hermosa niña-susurro la emperatriz cargando a su hija.
El emperador volvió a mirar a la criatura que la emperatriz cargaba en sus brazos y dijo:
Athanasia Aristía Monique, ese será tu nombre, única heredera del imperio y futura emperatriz, ese es tu destino.
Mi señor, ¿que desea hacer con respecto a la princesa? ¿debería llamar a los sacerdotes del templo sagrado? -pregunto la mujer de avanzada edad quien a pesar de la edad no perdía su encanto.
NO, nadie puede saber de esto, si ellos la vieran mandarían a quemarla en la hoguera, no podemos permitir que nadie fuera del castillo la vea o sepa de su condición, lo mejor que podemos hacer ahora es llamar Azriel , solo él nos puede ayudar en este momento.-dijo el emperador.
Luego de recibir las ordenes todos se marcharon dejando a la ahora familia de tres sumida en un gran silencio, un silencio que no era incomodo sino pacifico, esa noche la luna estaba en su punto más alto, alumbrando las almas que vagaban en la oscuridad.
La luz de la luna se coló por la ventana iluminando a la pequeña beba, iluminando su aspecto peculiar y hermoso a la vez.
esas dos esferas cristalinas parecidos a diamantes color zircón.
Su cabello color plateado al igual que la luna y su piel tan pálida como la nieve, era una criatura única en su tipo, después de todo no era un ser humano como los demás.
Si las personas se daban cuenta que algo iba mal con la princesa tarde o temprano su secreto seria revelado, y a su vez pedirían su ejecución sin importarles que solo sea un bebe.
porque así son los seres humanos le temen a lo desconocido, a lo que es diferentes a lo que conocen, a aquello que se sale de su conocimiento.
...
el emperador quien necesitaba encontrar una solución lo antes posible, acepto lo que aquel mago propuso, ya nada importaba y si ese era el único método para mantenerla a salvo estaría dispuesto a dar su alma para lograrlo.
Es la única manera de que ella no sea ejecutada -dijo el joven vestido de una larga túnica con desinterés, Azriel, el mago más importante del imperio quien era conocido por sus grandes poderes, muy pocas veces se lo veía fuera de su torre, los rumores decían que era un loco, que se obsesiono por la magia y no se le permitía Salir, otros decían que era un anciano al que no le gustaba la gente y así infinidad de rumores de él.
Lo cierto era que aquel joven parado a un costado de la cuna de la joven princesa no era nada igual a los rumores, más bien todo lo contrario en algunas cosas, el mago era un joven muy apuesto pensó la emperatriz quien lo observaba desde el otro lado de la habitación, era alto, con una larga melena color rojizo, unos ojos vacíos, que no mostraba ni una pisca de humanidad o interés por existir de color dorado.
Sin embargo, algo si era cierto, a él las personas no le caen bien, y su actitud es la de un viejo de quinientos años pensó la emperatriz, tratando de no mostrar expresión alguna sobre lo que estaba pensando.
-Ja, es la primera vez que me dicen viejo,-dijo el joven mago al voltearse y caminar hacia la emperatriz- y tampoco sabía que tenía quinientos años, al parecer la emperatriz sabe mucho o no?-pregunto Azriel.
Mierda- pensó la emperatriz, como sabe eso?
Ella solo soltó una pequeña risa nerviosa y dijo
No sé de qué está hablando señor mago, yo no he dicho ni una sola palabra hasta ahora.
Mentirosa – fue lo único que este dijo para luego salir de la habitación
¿Pero qué le pasa? - pensó para sí misma la emperatriz para luego dirigirse hacia la cuna de su hija.
Athi, me alegra tenerte- dijo la emperatriz a la pequeña quien la miraba desde su cuna moviendo sus pequeñas manitas- llegaste en el mejor momento, cuando más te necesitábamos. Tu salvaste a nuestro reino, y se que lo harás en el futuro también.
Aristía quien reposaba en su cuna observaba el bello rostro de su madre grabando cada parte de ella en su mente, ella no era una bebe que lloraba todo el tiempo solo se quedaba allí y miraba a su alrededor, a pesar de ser solo una bebe era muy tranquila.
...…
Tiempo después, con ayuda del mago pudieron encontrar una solución para proteger a la joven princesa hasta que esta creciera, Azriel utilizo su magia para ocultar la apariencia de la princesa y sellar lo que había en su interior, utilizando diferentes runas sagradas, logrando así que esta fuera normal por así decirlo o almenos que lo aparentase.
La princesa quien había nacido con un hermoso color plateado en su cabello, y unos ojos de diamantes color zircón, fueron ocultados y remplazados con magia y ahora ya no era la misma.
Un cabello castaño oscuro y unos ojos color verdes eran ahora su nueva apariencia, ya nadie sospecharía ya que ahora era la combinación perfecta de la emperatriz y el emperador.
Y así fue presentada ante el mundo.