El reino Tavaszi hace muchos años atrás se estableció en las tierras bajas donde la luz del sol favorecía el crecimiento de las plantas, fue entonces cuando sucedió el más grande de los misterios una planta de extraño fulgor brotó en el palacio real, en un sueño le fue anunciado al rey que aquella planta daría una flor de la cual dependería para siempre el futuro del reino y de su prosperidad. Desde entonces los Tavaszi juraban cuidar el reino y a la flor azul antes de su coronación, el reino Tavaszi tuvo tres siglos en abundante prosperidad.
Los Tavaszi tienen alas similares a las hadas, son pacíficos y laboran en los campos del reino, su magia es pura y la aprenden en las escuelas que el reino posee, las casas donde viven son hechas de plantas, su trabajo es elaborar la lluvia también administrar el crecimiento de las plantas y los tiempos para las estaciones. Los jóvenes que demuestran habilidades para la guerra son reclutados y a través de un proceso rígido de selección se alistan para incorporarse a las tropas reales, es un honor pertenecer a ellas, no cualquiera puede lograrlo, por ello, desde muy niños son entrenados para que dominen el arco, la espada y el escudo.
El rey Linka y la reina Timea están viejos, pero el rey Linka se encuentra enfermo y próximo a su muerte, por lo cual ha designado la coronación inmediata de su única hija la princesa Imara, quien ha prometido a su padre cuidar de su reino:
— Imara, estoy casi cerca de contemplar mi gloria fuera de este lugar, desde que ascendí al trono cuando era un muchacho, nunca pensé que mis pupilas se oscurecieran y que mis alas se vuelvan pesadas y ya no pueda volar, necesito entregarte el reino antes de morir — dijo el rey.
— Padre, descienda sobre mí la responsabilidad que conlleva ser reina y protectora de la flor azul, haré honor y memoria a tu nombre, los preparativos están alistándose en el salón real y el pueblo entero vendrá a la coronación — respondió Imara.
— Hija mía, tu padre ha asignado una tropa leal para que resguarde la flor azul, Lenci será tu mano derecha en cuanto a la administración del reino, su experiencia y total lealtad lo ha hecho merecedor de ser líder de tal tropa — dijo la reina.
Imara era una princesa guerrera, de niña abrió sus alas cuando una torre del reino donde ella se encontraba colapsó, en su adolescencia viajó junto con Lenci su maestro de arco a la isla de Tériszony, allí perfeccionó la técnica del vuelo. La madre de Imara nunca se opuso a los entrenamientos de su hija porque sabía que algún día se convertiría en la futura reina, aquello era inevitable. La reina madre estuvo siempre al cuidado de la infanta Imara, sin embargo le agobiaba que algo malo le sucediera a la flor azul durante el reinado de su hija.