Leah, una adolescente tranquila.
Cuándo regresaba de la escuela automáticamente iba a su cuarto y se encerraba a leer, prácticamente solo salía para comer, hacer sus necesidades y ducharse.
Muchos pensarán que era una chica sin vida social, pero no es así.
Leah es una chica con muchos amigos, que no salga tanto de casa a hacer desorden de adolescente no significa que sea rara ¿O sí?
Todo comenzó aquel día con esas simples publicaciones de Instagram y YouTube.
Donde a Leah le creció esa curiosidad de confirmar si realmente había una persona allí observándola.
-¿Realmente me estás viendo? -dijo a la cámara de su celular.