Sentí una presión impresionante, capaz de hacerme girar hacia atrás con cada instante, pero era extraño... No había nada. O nadie. Tomé la mano de Alexandra con algo de fuerza, y ella lo correspondió. Sentía mis instintos alertarme por contrincantes en todo momento. Mientras salíamos de el edificio, la caminata hacia la ciudad cercana.
Si hubiera estado solo habría sacado mi arma para enfrentarme a lo que fuese que me estuviera siguiendo. Pero era una cita, una cita que debía disfrutar porque eso era lo correcto.
Hay que describir un poco la ciudad cercana a la escuela mágica más prestigiosa... Era cómo una capital, diseñada para los alumnos y aquellos que estaban trabajando para la instalación, todo se hacía más maravilloso una vez pasabas esos altos muros, edificios hechos de materiales similares a los de la construcción actual, cabañas de madera que ofrecían productos de todo tipo, la zona de la entrada era plagada por comercios de todo tipo, el aroma a adolescente y ahora sí miradas hacia mi pareja de paseo.
Estar con una campeona era como ser el amigo no famoso de una celebridad, todos querían que les dé un saludo, un autógrafo y esa aura de alegría cerca de ella era como estar al lado de una criatura legendaria o una diosa... Prácticamente ella lo era. Ambas. Los campeones son legendarios y herederos de poder divino.
De todos modos todavía notaba esa presión en mi cuerpo, como si uno pudiera notar cada una de las miradas mal intencionadas. Llegaba hasta causarme un poco de asco la sensación. Algo me dijo que podía ser... Un insecto, o tres. Los cuales habían dicho que iban a visitarme cuando esté bien.
Esperaba que no cumplan con su palabra tan rápido, pero por ahora solo me quedaba esperar a que hagan acto de presencia. Una arquera, una guerrero, una asesina y una maga.
Si intentaba hacer magia para localizarlos Alexandra se iba a molestar... Miraba como ella estaba con sus orejas bien paradas mientras que dábamos un paseo bastante alegre. Alegre porque ella no estaba en un constante acoso por parte de los cuatro gremios más grandes. Paseando por las calles llegamos a una tienda de ropa tanto para chicos como para chicas. Era bastante similar a una de las tiendas actuales, lo que era sorprendente y amistoso con ambos.
Una vez dentro ella tomó mis manos para vernos frente a frente. El local por dentro tenía un tamaño 5 o 6 veces mayor al tamaño exterior. Parecía que había construido utilizando magia de la campeona capaz de manipular el espacio.
A: "Muy bien... Te dejaré libre unos minutos, volvemos a vernos en dónde está el lugar para pagar. Trae toda la ropa que quieras."
Y así ella se fue con un espíritu que uno encontraría en un luchador, el espíritu de conseguir verse lo mejor posible para alguien. Y yo simplemente me dí la vuelta para empezar a caminar hacia la sección de caballeros. Me sentía extraño porque los estilos estaban muy inspirados en Charles. Incluso él tenía una marca de ropa. Cómo algún que otro rey. Podía sonar extraño pero al pensar un poco mejor el cómo los campeones son tanto líderes de guerra y culturales era algo normal que ellos puedan impulsar fácilmente cosas cómo métodos de construcción, arquitectura o el capitalismo... Adorable.
Recordando mi primer día aquí golpee suavemente mis manos, empecé a hacer signos con las mismas y a usar magia para crear... Una sombra. Una que a mí imagen y semejanza sea quien vaya a hacer las compras. Ambos asentimos, él un poco más duro y mecánico que yo, ya que era algo cómo un golem.
"Trae ropa bonita"
Después salí de la tienda y después de dar unos pasos desaparecí volviendo mi cuerpo invisible. Aunque no del todo indetectable... Eso era una habilidad que debía mejorar. Un paso, dos, tres... Encontré rápidamente un grupo de personas armadas con grandes armaduras quitándose las mismas, seguramente para entrar en el local donde yo estaba.
Los magos fueron rápidos de encontrar ya que en conjunto usaban magia para ocultarse y la magia en sí misma puede ser detectada.
Los arqueros... Estaban lejos, muy lejos, aunque esperando que vuelva a aparecer. Fueron lo suficientemente inteligentes para colocar un camino de espejos que les daría una visibilidad sobre nosotros la mayoría del tiempo. También me la dió a mi sobre ellos.
A los asesinos ni los busqué. Solamente fui con los guerreros para quitar mi invisibilidad enfrente de ellos. Quiénes tenían ropas de civiles.
"Bu~"
Un susto seguido de un golpe en el abdomen de quien iba primero. Cómo forma de demostrar a todos que los sentía. Quien iba primero retrocedió por el golpe y tuvo que ser atrapado. La líder saltó al frente y se colocó en cuatro patas con una postura amenazante.
"Mí día libre... Hagamos esto rápido y aparezcan los cuatro. No tengo paciencia."