"U-um, hey. La cosa es, como que no puedo nadar…"
Después de que Basgath acordara guiarnos ayer, terminamos nuestros preparativos y hora
estamos a punto de entrar en el Gran Laberinto de Elroe.
En lugar de la entrada que estaba custodiada por un fuerte, actualmente estamos de pie junto
al océano.
"Escuchad. Si saltáis desde este acantilado, hay una entrada al Gran Laberinto de Elroe en el
lecho marino. No tendremos ningún idiota que no pueda nadar aquí, ¿verdad?"
Esa fue la pregunta que provocó la vacilante confesión de Fei.
Cuando todos miran a Fei con incredulidad, ella se encoge de vergüenza.
Incluso Basgath probablemente estaba bromeando cuando dijo eso; dudo que realmente
esperara que alguien de nuestro grupo no supiera nadar.
Ahora él se rasca la cabeza incómodamente.
Por cierto todos estamos en trajes de baño en este momento.
Lo que significa que Basgath ya nos había dicho que íbamos a nadar, y aun así, Fei aguantó
hasta el último momento para admitir que ella no podía.
"¿Realmente no puedes nadar?"
Hyrince rompe el silencio incómodo con un tono sombrío.
"Sí…"
La voz de Fei casi se desvanece en el viento.
Esto es un poco… inesperado.
Tanto en esta vida como en la anterior, Fei siempre ha parecido alguien que pueda hacer
cualquier cosa.
Pero ahora que lo pienso, creo que nunca la he visto nadando.
Por supuesto, no hay ningún lugar seguro para nadar, como piscinas, en este mundo, así que
rara vez hemos tenido la ocasión de hacerlo de todos modos.
Había una piscina en la escuela secundaria a la que fuimos en nuestras vidas pasadas, pero
como que los chicos y las chicas íbamos a clases de natación separadas, tampoco la vi nadar.
En resumen, no tengo forma de saber cómo de mala es en realidad.
"Fei, ¿qué es lo mejor que puedes hacer?"
"Es superior a mí. En nuestro antiguo mundo, ni siquiera era capaz de nadar veinticinco
metros. Y no lo he probado en absoluto con este cuerpo."
Esa no fue una respuesta muy útil.
¿Eso significa que puede nadar un poquito, pero no veinticinco metros?
De lo contrario, habría dicho que no puede nadar en absoluto.
Además, con su estatus, apuesto a que ella podría arreglárselas para nadar de alguna manera.
Sus estadísticas son más altas que las mías.
Ella es un dragón, después de todo.
"¿Qué deberíamos hacer?"
Hyrince frunce el ceño.
Fei es la luchadora más fuerte de nuestro grupo.
Como vamos a pelear contra Hugo, no podemos dejarla aquí.
"Si tienes problemas, te ayudaré a llegar ahí abajo."
Katia me lanza una mirada fulminante tan pronto como lo digo, pero ¿qué más se supone que
podemos hacer?
El cuerpo de Fei es pesado.
Puede que ella esté en su forma humana ahora, pero todavía pesa lo mismo que cuando era
un dragón.
Cuando está en esta forma, lo evita usando Magia Pesada para manipular la gravedad.
Pero bajo el agua, podría tener que cancelar el hechizo, ya que no podrá controlarlo con
precisión.
Si eso sucediera, soy el único que sería capaz de soportar su peso, ya que mis estadísticas son
las más altas.
No tiene sentido que nadie más que yo asuma ese trabajo.
Katia debe saber eso, la cual será la razón por la que simplemente me está mirando sin decir
nada.
Siento que sería menos intimidante si ella dijera cualquier cosa, para ser sincero.
"Fei, es mejor que nades como si tu vida dependiera de ello."
Katia dirige su ira hacia Fei en cambio.
Me recorre un escalofrío por la columna, a pesar de que no iba dirigido a mí.
Fei asiente en silencio, pero estoy bastante seguro de que he visto su rostro palidecer.
"Hoo, chico. ¿Podrán mantener la calma estos chicos?"
"No sé si puedo prometer eso, pero no hay mucho que podamos hacer."
Las cejas arqueadas de Basgath y el suspiro de Hyrince son un poco dolorosos.
"Muy bien, muchachos. ¡Atención! El océano es territorio de los dragones de agua. Si bajáis
la guardia, ¡os atraparán así como así!
Ante la regañina de Basgath, dejamos las pequeñas discusiones y nos tensamos.
"¡Muy bien, aquí vamos! ¡Seguidme, muchachos!"
Con eso, Basgath salta del acantilado.
El resto de nosotros lo seguimos de cerca.
Me sumerjo en el agua y rápidamente miro a mi alrededor.
Justo cerca de mí, Fei agita sus extremidades en un intento frenético de nadar.
Parece que no se está ahogando, pero realmente tampoco está llegando a ninguna parte.
Agarrando una de sus manos, tiré de ella hacia mí.
No sé si es la Magia Pesada o el efecto del agua, pero no se siente pesada en absoluto.
No debería ser demasiado difícil llegar a la entrada con ella.
Empiezo a nadar, siguiendo a Basgath.
Nos sumergimos más y más profundo. Después de unos diez metros más o menos, la entrada
del Gran Laberinto de Elroe aparece a la vista.
Basgath nada hacia el agujero abierto en la roca primero.
Le siguen en orden Hyrince, la Srta. Oka, Anna y Katia.
Justo entonces, de repente siento una presencia detrás de mí.
Girándome aprensivamente, veo una enorme criatura nadando hacia nosotros serenamente.
Un dragón de agua.
Se parece al Monstruo del Lago Ness.
Tan pronto como nos ve, el dragón de agua carga sin dudarlo.
"¡¿Mmph?!"
Fei lucha por escapar, pero todo lo que puede hacer es arreglársela para darse la vuelta en el
agua, haciendo muy poco progreso.
También trato de alejarnos rápidamente, pero poro supuesto el dragón de agua tiene la
ventaja en maniobras submarinas. A este ritmo, nos alcanzará antes de llegar a la entrada.
Si nos alcanza, se acabó.
Luchar contra un dragón de agua mientras aguanto la respiración por debajo del agua no sería
nada menos que un suicidio. Además de eso, mis armas están en estos momentos en la
mochila de Almacenamiento Espacial de Basgath, así que estoy desarmado.
Fei me mira y ve mi pánico, entonces se da la vuelta y abre la boca.
Un torrente de luz brillante sale de su garganta.
¡Es un ataque de aliento!
El aliento atraviesa el agua hacia el dragón de agua.
Defendiéndose, el dragón de agua contraataca con un ataque de aliento propio.
Los ataques del dragón de luz y el dragón de agua chocan, enviando ondas de choque a
través del agua.
Afortunadamente, las olas nos empujan a Fei y a mí directamente hacia la entrada del
laberinto.
Cuando somos enviados dando vueltas a través del estrecho túnel, nuestros cuerpos se
revuelcan por las paredes repetidamente.
Como no quiero que nos separemos, atraigo a Fei hacia mí y la aferro con fuerza.
Es casi como si estuviéramos atravesando un tobogán de agua sin ninguna medida de
seguridad en absoluto.
Por un segundo, parece que estamos flotando.
Finalmente, no estrellamos contra el suelo pomposamente.
En mi intento de proteger a Fei del impacto, termino golpeándome mucho más fuerte.
De algún modo, hemos llegado a la cueva al final del túnel.
Al abrir los ojos, veo a Basgath con una antorcha en la mano.
Su cuerpo está bastante arañado.
Todos los demás también tienen una cantidad considerable de rasguños.
Básicamente, fuimos lanzados a alta velocidad a través de un túnel bastante largo, así que
creo que tenemos suerte de que el daño no haya sido peor.
Ciertamente es mejor de lo que hubiera sido si hubiéramos acabado luchando contra el
dragón de agua.
Sin embargo, aunque las heridas son poco profundas, todos nuestros trajes de baño se han
rasgado en algunos lugares.
La Srta. Oka y su cuerpo infantil están bien, pero Katia y Anna han quedado en un estado
bastante sugerente.
Además, Katia me está mirando furiosa mientras se cubre el roto traje de baño con las
manos.
"Ups, lo siento."
"No pienso atreverme a preguntar a qué ha venido esa disculpa, ¿pero quizás podrías soltarla
ya?"
Ante las frías palabras de Katia, me doy cuenta de que he estado aferrando a Fei todo este
tiempo.
De repente plenamente consciente de su suave piel presionándose contra mi cuerpo, me alejo
rápidamente.
"¡D-di-discúlpame!"
"Hmmm. Bueno, me salvaste, así que supongo que estamos en paz."
Agacho la cabeza en agradecimiento a la generosa sentencia de Fei.
"¡Arghh! ¡Con un comienzo como este, me da miedo pensar cómo va a ser el resto del
viaje!"
Confidencialmente, no podría estar más de acuerdo con el Sr. Basgath.
En cualquier caso, como estamos todos arañados, será mejor que tratemos nuestras heridas.
También tenemos que cambiarnos a nuestras prendas habituales, pero sería mejor cuidar
nuestras heridas primero, ¿verdad?
Aunque las mujeres probablemente no quieran permanecer en este estado más tiempo del
necesario.
"Bueno, al menos nos las arreglamos de entrar de manera segura, más o menos. Bienvenidos
a nuestro infierno en la tierra, el Gran Laberinto de Elroe."
Gimiendo ante la dramática frase de Basgath, me puse a preparar algo de magia curativa.