"Ahora, comencemos esta reunión. ¿Balto?"
"Por supuesto."
Con las mismas palabras que usó antes de la guerra, el Señor Demonio comienza la reunión.
Sin embargo, los participantes en la reunión han cambiado desde entonces.
Específicamente, han disminuido en número.
Originalmente había diez asientos…
Pero ahora tres de ellos están vacíos.
"Ahora, comencemos con los informes de situación de cada ejército. El líder del Primer
Ejército, el Comandante Agner, ha muerto en batalla. El propio ejército también sufrió
pérdidas catastróficas. Desde entonces hemos redistribuido los supervivientes en otros
ejércitos."
Hojeo el documento en mis manos para transmitir más información sobre la situación actual
del Primer Ejército.
Resulta que este documento también contiene el motivo del fracaso del Primer Ejército.
Sin embargo, no hago ninguna mención de eso.
Todos aquí ya conocen la razón y el significado detrás de ello, también.
El Primer Ejército fue destruido en la batalla con los humanos.
Sin embargo, realmente no fue destruido por manos humanas.
El Primer Ejército estaba atacando un punto importante: Fuerte Kusorion.
Como la fortaleza del lado humano más ventajosa geográficamente hablando, fue
formidablemente construida y guarnecida con fuerzas militares comparables.
Es precisamente por eso por lo que clasificamos las mejores tropas del ejército de demonios
para atacarlo.
Al principio, nuestras fuerzas parecían estar igualadas.
Los humanos tenían ventaja porque podían luchar desde detrás de las fortificaciones, pero
bajo el brillante mando del Comandante del Primer Ejército Agner, nuestro ejército fue capaz
de aguantar a pesar de su un número inferior.
Aunque, los humanos poco a poco comenzaron a ganar ventaja debido a su mejor posición.
Entonces, justo cuando el Primer Ejército comenzaba a considerar el retirarse, apareció.
El monstruo de clase legendaria, la calamidad viviente: La Reina Teratect.
En unos instantes, el campo de batalla se transformó en la mismísima imagen del infierno.
La reina teratect pisoteaba demonios y humanos por igual, provocando golpes devastadores
en ambos ejércitos.
Si acaso, los humanos probablemente sufrieron pérdidas mayores con la destrucción de su
fortaleza, pero aun así no era nada que celebrar.
El rumor entre los humanos es que los demonios invocaron a la indómita reina en un intento
desesperado de dar cambiar las tornas en el último momento.
Pero la verdad es mucho más oscura que eso.
Desde el principio, esa reina teratect fue invocada con la intención de destruir ambos
ejércitos a la vez.
A fin de deshacerse del Comandante del Primer Ejército Agner y sus hombres de un
plumazo.
No fue hasta después de la batalla, cuando estaba clasificando sus pertenencias que descubrí
evidencias de que había estado conspirando en secreto con los elfos.
Por alguna razón, el Señor Demonio me había ordenado que me ocupara de sus cosas
personalmente.
Poco después, encontré planes que implicaban tratar de evitar la guerra con los humanos,
libros de cuentas que documentaban las ganancias del contrabando con los elfos y más
pruebas condenatorias.
En ese momento, me di cuenta de por qué el Señor Demonio me había ordenado
específicamente que revisara sus pertenencias yo mismo.
El Señor Demonio sabía que Agner la había traicionado y había estado trabajando con los
elfos.
Entonces, se encargó de que la reina teratect apareciera sin previo aviso en el campo de
batalla y que casualmente lo matara.
Pero ella no estaba intentado para nada ocultar su participación.
De hecho, hizo hincapié en guiarme a la información que me llevaría a esa conclusión.
Esto podía significar solo una cosa.
Está declarando que no tiene intención de perdonar a ningún traidor.
¿Cómo podría alguien rebelarse contra un Señor Demonio que puede controlar monstruos
legendarios a su atojo?
"Ahora, un informe del Segundo Ejército, si desea."
"Por supuesto."
Después de concluir mi informe detallado sobre el Primer Ejército, doy paso a la
Comandante del Segundo Ejército Sanatoria.
"El Segundo Ejército actualmente está vigilando desde el cercano Fuerte Okun para
asegurarse de que los anogratches no salgan de la fortaleza. Por el momento, no se han
producido ese tipo de incidentes y no hemos sufrido bajas."
Informa suavemente Sanatoria.
Su ejército no había sufrido ni una sola pérdida en esa batalla.
Eso sería porque ella liberó a los monstruos llamados anogratches en la fortaleza y les dejó
que la arrasaran.
Los anogratches son una raza de monstruos primate que forman enormes manadas para
buscar venganza si uno de sus parientes es asesinado.
Y lo más aterrador aún, es que nunca dejan de atacar hasta que se destruye al asesino que
mató a alguien de su manada o hasta que toda la manada es eliminada.
Sanatoria se aprovechó de esos instintos para enviar un solo anogratch capturado y que fuera
asesinado por uno de los humanos de la fortaleza, incitando la ira del resto de su prole.
En poco tiempo, una gran multitud de anogratches inundaron la fortaleza, aplastando la
guarnición fácilmente.
El Segundo Ejército ni siquiera necesitó levantar un dedo.
De hecho, debido a que los anogratches siguen en la fortaleza, el ejército no puede permitirse
moverse en absoluto.
Si los anogratches empiezan a migrar a territorio demoniaco, seguramente causarían daño.
El Segundo Ejército tiene que permanecer cerca de Fuerte Okun para asegurarse de que eso
no pase.
Al menos, esa es la historia oficial.
En verdad, esto es solo una excusa para que Sanatoria mantenga su ejército cerca.
La mayoría se los otros ejércitos sufrieron grandes pérdidas en la batalla anterior y
actualmente están en proceso de reorganización, convirtiendo al Segundo Ejército en la única
fuerza todavía completamente intacta.
De todos los ejércitos restantes, Sanatoria conserva el que tiene más poder.
Poder para oponerse al Señor Demonio.
"Dime, ¿cómo te gustaría traicionar al Señor Demonio y unirte a mí?"
El recuerdo de la propuesta que me ofreció Sanatoria viene a mi mente sin querer.
"Si continuamos siguiendo a ese señor demonio, tarde o temprano nos consumiremos hasta
que no quede nada de nosotros. Pero si conspiramos con los elfos ara coordinar un ataque
sorpresa, deberíamos ser capaces de derrotarla incluso a ella."
Tras la muerte de Agner, parece que los elfos han forjado una nueva alianza con Sanatoria.
Con esto, ella heredó la bandera de rebelión al unirse con los elfos.
En respuesta a su invitación, le aconsejé que abandonara tales ideas tan tontas de inmediato,
y me alejé.
"Seguramente, debes sentir algo por lo que le pasó a Bloe, ¿no?"
Apreté los dientes ante sus palabras de despedida mientras me iba.
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Mientras escucho los informes de los comandantes, mis ojos se dirigen al asiento del
Comandante del Séptimo Ejército.
Un asiento que ahora está vacío.
No hace mucho, mi hermano menor, Bloe, habría estado sentado allí.
Pero eso nunca volverá a suceder.
Bloe luchó cara a cara contra el héroe y perdió.
Entonces, inmediatamente después, Blanca, la Décima Comandante del Ejército derrotó al
héroe.
Muy fácilmente, dicho sea.
Para mí está claro, como debería estarlo para cualquiera, que Blanca dejó deliberadamente
morir a Bloe.
Miró en silencio mientras Bloe era asesinado, a pesar de que tenía el poder como para matar
al héroe al instante.
Como si hubiera estado esperando a que Bloe muriera desde el principio.
Sin lugar a dudas, mi hermano menor fue asesinado porque el Señor Demonio lo planeó.
Nadie jamás entenderá el dolor que sentí en el momento en que me di cuenta de eso.
Era como si algo estuviera hirviendo en mi estómago, sin embargo, no tuve más remedio que
empujarlo hacia abajo y servir al Señor Demonio.
Después de todo, nadie en el mundo puede oponerse a ella.
Incluso si Sanatoria está conservando la fuerza de su ejército y conspirando con los elfos,
nada de eso significará nada.
Porque el Señor Demonio tiene el poder de destruirlos a todos ellos sin ayuda.
Y sin embargo, algunas partes que no comprenden la situación han llegado a la conclusión de
que el Señor Demonio es débil.
Todavía no ha tenido que luchar una sola batalla desde que se convirtió en Señor Demonio,
lo que lleva a rumores de que quizás no sea tan fuerte como parece. Por alguna razón,
algunos de mis compañeros se han engañado por completo.
Sanatoria es uno de ellos.
La razón por la que el Señor Demonio no ha estado luchando directamente no es porque sea
débil.
No, es porque su fuerza es demasiado grande, convirtiendo cualquier batalla en una masacre
unilateral.
Y el Señor Demonio no quiere eso.
Ella quiere que los demonios luchen y tomen tantas vidas posibles mientras lo hacen.
Es por eso que ella usa a los ejércitos en lugar de hacerlo ella misma, a pesar de que si
realmente quisiera, podría pasar por alto todo lo demás y pisotear a sus enemigos por su
cuenta.
Además de eso, ese mismo Señor Demonio tiene a Blanca a su disposición, quien fue capaz
de matar al héroe al instante.
¿Por qué iba yo a elegir alguna vez pelear contra alguien así?
¿Para vengar a mi hermano?
Ella lo dejó morir, sí, pero el héroe fue realmente quien acabó con él.
No puedo resentirme con el Señor Demonio por eso.
Si alguna vez la desagrado, sería lo equivalente a renunciar al destino de todos los demonios.
Al final, debo jurar mi lealtad al Señor Demonio.
Comparado con el destino de toda nuestra raza, mis sentimientos personales apenas son
suficientes como para inclinar la balanza.
Sanatoria simplemente no entiende eso.
"A continuación, el Comandante del Tercer Ejército, por favor."
Mi voz es fría cuando me dirijo al Comandante del Tercer Ejército, Kogou.
Este hombre está trabajando en secreto con Sanatoria.
Sanatoria intentó ocultar el hecho de que ella estaba colaborando con él, ¿realmente pensó
que no lo averiguaría?
Si es así, es más ingenua de lo que pensaba.
"E-el estado actual del Tercer Ejército es, emm, como sigue…"
Kogou tartamudea mientras da su reporte.
Sus habilidades en la lucha son bastante altas, pero su inteligencia no da mucho que hablar.
Estoy seguro de que Sanatoria simplemente lo engatusó para que cooperara con ella.
Quizás ella incluso aprovechó su amable personalidad y su aversión a la guerra.
Apenas escuchando su informe, miro hacia el asiento del Comandante de Sexto Ejército.
Este asiento está vacío, también.
Si estuviera vivo, el antiguo ocupante del asiento, Huey, probablemente también estaría
trabajando con Sanatoria.
Mientras todavía andaba por aquí, Huey era muy cercano con Sanatoria.
Si se enterara de que Sanatoria estaba trabajando con los elfos, no tengo dudas de que se
habría unido a ella sin dudarlo.
Era un comandante infantil, tanto en apariencia como en personalidad.
Escuché que su ejército se enfrentó a las fuerzas lideradas por Ronandt, quien se dice que es
el mago humano más poderoso del mundo, y fue fulminado por la magia del mismo Ronandt.
Que yo sepa, él es el único comandante hasta la fecha que perdió contra las fuerzas del
ejército humano y no por las maquinaciones del Señor Demonio.
Aun así, no es que Huey fuera particularmente más débil que los otros comandantes.
Aunque podía haber sido un poco inmaduro, su fuerza e intelecto lo hicieron merecedor de su
posición.
Fue simplemente que Ronandt era aún más fuerte y más sabio.
En lugar de criticar a Huey por perder, sería más sabio el felicitar a Ronandt por ganar.
Incluso si hubiera sobrevivido, teniendo en cuenta que Sanatoria puede haber estado
usándolo, es posible que fuera mejor morir en el campo de batalla tras perder ante un
oponente tan hábil.
"El Décimo Ejército ha terminado de reorganizarse."
La breve declaración me devuelve a la realidad.
Blanca, la Comandante del Décimo Ejército, ha dado el informe final.
Parece no inclinarse a dar más detalles, ya que no dice nada más después de esta breve
oración.
Tengo muy poca idea de los movimientos o la composición del Décimo Ejército.
Lo más probable, es que el Señor Demonio le dé sus órdenes directamente a Blanca, usando
el ejército a su particular manera.
Miro a Blanca otra vez.
Verdaderamente, no hay otra manera de describirla que "Blanca".
Ella no parece alguien que pudiera destruir a un héroe sin esfuerzo, pero el mismo Señor
Demonio es la prueba de que las apariencias no tienen conexión con la fuerza.
Esta chica es el as en la manga del Señor Demonio, su mejor vasalla.
"Muy bien. Supongo que eso cierra los informes, ¿eh? Pasemos al tema principal de hoy,
entonces."
Decidiendo que los informes habían llegado a un buen punto dónde parar, el Señor Demonio
se aclara la garganta.
Sin darse cuenta de las circunstancias, la mayoría de los comandantes parecen sorprendidos
de escuchar al Señor Demonio hablar por voluntad propia.
En la mayoría de las reuniones, ella me deja todo a mí y casi no habla nada. Indudablemente
encuentran este desarrollo sospechoso.
"En principio, voy a tomar el mando de mi ejército, el Cuarto Ejército, el Octavo Ejército, y
el Décimo Ejército para ir a destruir a los elfos ahora."
Esta inesperada declaración sacude a los comandantes hasta el alma.
Sin duda Sanatoria y el Comandante del Tercer Ejército Kogou son los más angustiados por
la noticia.
Ellos dos están conspirando secretamente con los elfos, después de todo.
"Sí, estoy un poco harta de ellos, así que creo que es hora de que desaparezcan. Hasta que
regresemos, los otros ejércitos deben reorganizarse y mantener la seguridad. Y asegurarse de
que los humanos no tratan de atacarnos ni nada. ¿Lo pilláis?"
El tono del Señor Demonio es más suave que nunca.
Sanatoria y Kogou deben estar en pánico en sus adentros.
"Oh, pero no vayáis a creer que podéis tener la oportunidad de atacarme mientras estoy
ocupada con el enemigo, ¿oki? Porque no va a funcionar."
Como para dar el golpe final a su rebelión, el Señor Demonio dispara su último comentario
con una sonrisa.
Sanatoria y Kogou se ponen visiblemente pálidos.
¿Ves? Es exactamente como te dije.
Ni siquiera lo intentes.
El Señor Demonio nos supera a todos, no solo en potencia bruta sino en todos los sentidos
imaginables.
Es monstruosa en formas que nunca podríamos ni comenzar a medir.
No hay forma de derrotarla.
Si este Señor Demonio dice que va a destruir algo, seguro que será destruido más allá del
reconocimiento.
El destino de los elfos ya está sellado.