Luo Zilin asintió. "Por supuesto, preguntaré por ti,
pero tú..."
"No te preocupes. El Camino de la Dinastía puede parecer peligroso, pero no será un problema para mí". Feng Wu hizo una pausa, y luego dijo en tono solemne: "¿No dijo Yan Yu que hay muchos lugares con tesoros y patrimonio de ruinas antiguas en el Camino de la Dinastía?".
Luo Zilin asintió.
Feng Wu dijo: "Iré a buscar el tesoro y la herencia. Cuando llegue al Imperio Dayan, ¡me convertiré en un Soberano Espiritual!".
Luo Zilin casi se atraganta con su propia saliva. "¿Qué acabas de decir? ¿Un Soberano Espiritual?".
Feng Wu asintió y dijo seriamente: "Así es. Voy a convertirme en un Soberano Espiritual, y sólo un Soberano Espiritual puede caminar libremente por el Imperio Dayan. ¿Estoy en lo cierto?".
Luo Zilin dijo malhumorado, "Piensas demasiado bien del Imperio Dayan, entonces. No es tan temible como piensas. Un Soberano Espiritual puede hacer mucho más que pasear libremente por el imperio. Pueden hacer lo que quieran. Piensa en ello. ¿No es ese Senior Huyan un Soberano Espiritual? Yan Yu también se asustó mucho. Y mira al guardia de Yan Yu. Sólo es un Santo Espiritual de alto nivel".
Feng Wu ya era una Santa Espiritual, por no mencionar que ella era una avanzada. Sin embargo, no sabía si alguna vez tendría la oportunidad de volver a avanzar. Después de todo, para llegar a la etapa de Soberano Espiritual no sólo hacía falta talento, sino también suerte.
Feng Wu dijo: "Si la clave es la suerte, confía en mí. Nunca he perdido contra nadie".
Después de regresar al Imperio Junwu, Feng Wu fue a buscar al Emperador Wu.
Feng Wu no vio al emperador Wu cuando fue a la corte. En su lugar, se topó con la emperatriz viuda en el largo pasillo.
La emperatriz viuda trató de alejarse cuando vio a Feng Wu.
Desde el incidente con Yan Yu, la emperatriz viuda había sentido un instintivo sentimiento de culpa y reverencia por Feng Wu. No sabía cómo manejar unos sentimientos tan complicados, así que optó por mantenerse al margen.
De ahí que se diera la vuelta para marcharse cuando vio a Feng Wu.
Feng Wu se quedó sin habla.
Tras unos pasos, la emperatriz viuda se dio cuenta de repente de que era la emperatriz viuda. ¿Por qué iba a marcharse?
Aunque hubiera subestimado a Feng Wu, no significaba gran cosa. Era la emperatriz viuda y nadie se atrevería a criticarla.
Con ese pensamiento, la emperatriz viuda se llenó de confianza y coraje.Se dio la vuelta y miró a Feng Wu, que estaba a punto de pasar junto a ella para ver al emperador Wu.
"¿Ni siquiera me saludas? ¿Cómo? ¿Tanto me odias?" La voz de la emperatriz viuda era fría y dura.
Feng Wu sintió que le venía un dolor de cabeza. Esta emperatriz viuda era tan difícil de manejar. Miró a la emperatriz viuda. "¿Puedo ayudarle en algo?" La emperatriz viuda se quedó sin habla.
¿Así la trataba un subalterno? La emperatriz viuda no estaba acostumbrada a controlar su temperamento. Justo cuando estaba a punto de estallar, la abuela Lan salió y sonrió a la emperatriz viuda. "Majestad, ¿no dijo que la señorita Feng Wu le ayudó hace unos días y que iba a recompensarla?".
La emperatriz viuda lanzó una mirada altiva a Feng Wu y dijo malhumorada: "¿Por qué debería recompensarla por su actitud testaruda? Je!"
La comisura de la boca de la abuela Lan se crispó y no supo qué decir. La emperatriz viuda era la que había estado suspirando sobre lo maravillosa que era la señorita Feng Wu y lo equivocada que ella misma había estado.
Desafortunadamente, la emperatriz viuda era tan testaruda como Su Alteza Real...