La joven Vina restregaba los platos con todas sus fuerzas mientras pequeñas gotas de sudor se formaban en su frente, su pequeña hermana se encontraba a las afuera de su pequeña casa barriendo la entrada, el trabajo de su hermana carecía de sentido, pero lo mejor para ella sería mantener su mente entretenida con algo.
Ya habían pasado más de un mes de aquel incidente y ella aún tenía pesadillas, esto era normal, ella solo era una niña y había tenido que observar esos horrores. Ya era de tarde, su abuelo aun no regresaba, seguramente estaría bebiendo como de costumbre, desde que habían llegado a su nuevo hogar, su abuelo había tomado todo el dinero que trajeron consigo y salía a beber todos los días.
Solo volvía de vez en cuando a dormir y a veces simplemente no regresaba en varios días, aunque el hecho de que no volviera podría ser una ventaja. Después que contaron lo ocurrido a su padre y madre, su abuelo paso rápidamente del llanto a la furia, no solo las insultaba diciéndoles que eran solo unos estorbos, también les llamaba monstruos.
La razón de este nombre, no se debía a un insulto casual, el claramente se refería al hecho de que ambas eran unas hibridas de una madre humana y un padre nomiad. Su abuelo Serbal era su familiar de parte de su madre, por lo tanto, él había sido influenciado por la población para repudiar a las razas, no apreciaba a su difunto padre y tampoco estaba feliz con ellas.
Su padre había sido un huérfano, por lo tanto, no tenían ningún familiar de su parte, su abuela había muerto unos años atrás y sin ningún otro familiar más que su hija, la difunta madre de Vina. Su abuelo había estado viviendo solo hasta la fecha, él se mantenía trabajando de costurero, y también recibía el apoyo de parte del padre de Vina para mantenerse.
Vina y Moli ya habían visitado a su abuelo con anterioridad, él nunca se había comportado de esa manera con ellas en el pasado, simplemente parecía que era una persona completamente diferente. Vina ya no sabía si su madre lograba que se abuelo se comportara frente a ellas, o si su padre lo había intimidado y por eso no había mostrado ninguna hostilidad antes. Y ahora que ellos no estaban, él exponía su verdadero rostro.
Vina se había distraído, el sudor de su frente había llega a sus ojos, sus manos estaban mojadas y tenía sus mangas dobladas, ella no hizo nada para detener el ardor, ni limpiar su rostro, al fin y al cabo, su sudor y sus lágrimas ya se habían combinado.
Vina escucho el abrir de la puerta, ella rápidamente se hecho agua en la cara y se secó con su falda.
—¿Vina?
—Moli ¿ya has terminado afuera?
Vina mostro una sonrisa con su rostro rígido, aún tenía gotas de agua en su cabello, pero actuaba como si nada de esto pasara.
—Si he acabado
—De verdad, has hecho un buen trabajo.
Vina tenía que actuar fuerte frente a su hermana, no podía dejar que sus preocupaciones se mostraran en su rostro.
—Pero, ¿qué hacías?
—Solo sentí calor y quise lavar mi cara.
Moli dirigió una sonrisa devuelta a Vina y asintió, estaba claro que había entendido todo y que no planeaba preguntar más. Vina no sabía qué hacer con su muy perceptiva hermana menor.
—¿Mañana quieres venir conmigo al mercado?, tenemos que comprar más comida.
Aunque su abuelo había tomado la bolsa con la mayoría de su dinero, Vina había separado una parte antes de dirigirse a la ciudad. Esto no lo hizo pensando que algo como lo que ocurrió con su abuelo pasaría, simplemente lo hizo por si por mala suerte les robaban de camino a la ciudad. Al final no pasado nada como eso, pero el dinero que había guardado les estaba siendo de utilidad, al menos no pasarían hambre, por el momento.
—Si, claro que quiero ir contigo.
—Está bien, iremos por la mañana.
Vina y Moli se dirigieron a la cama improvisa que habían montado después de su llegada, la casa era pequeña, pero tenía suficiente espacio para tres personas. Anteriormente sus abuelos y su madre habían vivido juntos, ellos dormían en la misma habitación. Pero su abuelo había ordenado estrictamente que no se acercaran a su cuarto y ahora ellas dormían en la cocina.
Aunque dormir juntas servía para ahorrarse espacio, simplemente ellas no podían dormir separadas, Vina se decía a si misma que estaba cuidando de Moli. Pero ella tampoco podría dormir tranquila sin ella a su lado.
—Buenas noches Moli
—Buenas noches Vina
Vina había jurado que protegería a Moli aunque le costara la vida y eso era lo que haría.