Cuando Xiao Xiao escuchó su conversación, preguntó por curiosidad: "Hermano mayor Lan, ¿han oído hablar de Huan Jiejiu antes?"
Feng Tianlan hizo un sonido de reconocimiento y respondió con indiferencia: "Yo fui el que le lisió la pierna".
"…" Escalofríos recorrieron la columna de Xiao Xiao. El hermano mayor Lan era realmente salvaje, pero, al mirar a Chen Xinlu, sintió que se lo merecía.
Mei'er se rió entre dientes, y cuando se dio cuenta de que finalmente podía hablar de nuevo, no pudo evitar sonreír. "¿Podría ser que a Shi Yiqing le gustas y te odia por eso?"
Feng Tianlan sintió un par de ojos fríos detrás de ella y pensó que Si Mobai probablemente había escuchado lo que dijo y estaba plagado de celos. Por lo tanto, murmuró apresuradamente: "Ese no es el caso".
Mei'er sonrió. "¿A cuántos pretendientes has suscitado? Por lo que veo, Shi Moning también te ha reconocido. Dime, si el Rey Demonio se entera, ¿qué te va a pasar?
Feng Tianlan sintió que la mirada penetrante detrás de ella se volvía aún más fría, casi hasta el punto en que se sintió como si se hubiera congelado en una columna de hielo. Rápidamente levantó un brazo para darle un toque a Mei'er. Tuvo que dejar de hablar. Si seguía así, Mobai se enojaría y la arrastraría directamente a casa para castigarla.
Después de esperar un rato, Xiao Xiao preguntó sorprendido: "Eh Mei'er, ¿por qué dejaste de hablar?"
La esquina de los labios de Feng Tianlan se curvó hacia arriba. Antes de entrar en la ciudad, decidió que no iba a dejar que Mei'er abriera la boca para hablar. De lo contrario, Mobai, ese frasco de vinagre, se volcaría de inmediato y ella se ahogaría hasta morir.
Aunque el viaje a la ciudad fue sencillo, Feng Tianlan sabía que los asesinos eran cada vez más numerosos y que sus habilidades se estaban fortaleciendo. Fue solo debido a la protección de Mobai en el fondo que se mantuvieron a raya. Los eliminó antes de que tuvieran la oportunidad de acercarse.
Entre los suburbios y la ciudad, la carretera tenía solo unos pocos kilómetros de largo. Sin embargo, había al menos veinte o treinta multitudes de asesinos cerca. A pesar de que había cambiado su apariencia, la intensidad de sus emboscadas había aumentado, posiblemente porque Shi Yiqing los había visto la última vez.
No se atrevió a dejar vagar sus pensamientos. Si no estuviera disfrazada, definitivamente no se le permitiría entrar viva a la ciudad, incluso si se tuvieran que enviar unos cientos de oleadas de asesinos para matarla.
Bajo la identidad de Feng Tianlan, no había ofendido a nadie la primera vez que había venido al Continente Xuantian, aparte de la Familia Shi y la Familia Chen. Entonces, ¿quién estaba tan empeñado en enviarla por el camino de la muerte y por qué?
Cada vez que Shi Mobai aniquilaba una ola de asesinos, su rostro se volvía más frío y se volvía más asesino. Con cada grupo de asesinos, siempre dejaba a uno vivo. Siempre que los interrogaba, siempre decían que eran asesinos contratados por él.
No tenía idea de por qué habían enviado una horda de asesinos tras ellos.
Si no fuera por la fuerte fe de Lan'er en él, su confianza flaquearía lentamente ante tal multitud de asesinos. Entonces, su confianza se convertiría en duda y, al final, su corazón se enfrió. Si eso sucediera, ya no podría aclarar el malentendido entre ellos.
Ese fue un plan siniestro y aterrador. Cuando descubriera quién era la persona detrás de esto, ¡definitivamente los reduciría a un estado lamentable!
Feng Tianlan y el grupo escoltaron los productos al lugar designado antes de encontrar una casa de huéspedes para quedarse. Esta vez, consiguió una habitación para ella sola. En ese momento, ya era de noche.
En el momento en que cruzó las puertas de la habitación, una silueta blanca apareció de inmediato y las puertas se cerraron con un ruido sordo. Esa imponente figura se acercó a Feng Tianlan y la presionó contra la pared. El leve olor a menta penetró en su nariz.
"Lan'er". Los ojos de Shi Mobai miraron directamente a los suyos. Sus ojos estaban llenos de culpa y pánico. Siempre que pensaba que ella podría creer las palabras de los asesinos y perderla, sentía que un frío y persistente miedo lo abrumaba.
Aparte de los momentos en que la vida de Lan'er estuvo en peligro, nunca antes había experimentado un pánico de este grado.
Feng Tianlan extendió los brazos y los enganchó alrededor de su cuello, inclinando la cabeza hacia abajo. Luego, la esquina de sus labios se curvó hacia arriba. "Mobai, para ser honesto, tengo miedo. Pero como me gustas, creo en ti. Porque lo vales ... oh. "
Antes de que pudiera terminar de hablar, sintió que las manos de él se apretaban alrededor de su cintura y todo su cuerpo estaba envuelto con más fuerza en su abrazo. La punta de su lengua separó sus labios y se deslizó entre sus dientes, enredándose con su lengua ...