Como no tengo la más mínima idea de que debería comprar o si el precio de algún equipamiento es justo, le pedí ayuda a Melany para esto, como ella se hospeda en una hacienda cercana a la nuestra, se me hizo fácil contactarme con ella.
Nos fuimos como a las 10:00 a.m., en realidad no estoy seguro de la hora, aunque en este mundo no se han creado relojes analógicos, puede que hayan otros tipos de reloj, pero hasta el momento no he visto alguno. Al final quedamos en que almorzariamos en un restaurante del mercado. Cabe destacar que la demonio Sofía también nos acompaña, no me quedo más alternativa que traerla conmigo, la primera cosa que hice al llegar a este mundo fue robar, por lo que no sería buena idea dejarla sola.
Eventualmente llegamos al Pueblo Mercader "Soft Rock", según Lili, este pueblo se enfoca en la venta de los artículos y equipamientos para aventureros, además de la compra de materiales traído de las diferentes mazmorras o de los encontrados en los bosques. Sin dudas era un lugar espectacular, el fluir de la gente que caminaba o se quedaba viendo los artículos era enorme, seria bastante difícil encontrar lo que necesito entre toda esta gente.
A pesar de eso, Melany siguió caminando tranquilamente. La seguí manteniéndome lo más cercano posible a ella, sin incordiarla, para no perderme en este enorme laberinto de personas. Pasamos por varias tiendas antes de detenernos en una con un hombre joven de ojos grises, que cubría casi todo su cuerpo con una bata morada.
— Buenos días, — Saludó cortésmente Melany — ¿En cuanto tienes ese peto de plata?
El peto que señaló Melany era meramente de plata, con dos hombrera que sobresalían de este, en medio, un escudo de dos lobos mirándose entre ellos le daba toque artístico. atrajo mi atención desde que lo vi, sin duda era algo que deseaba comprar.
— Ese cuesta 1 moneda de plata.
— Suena razonable — Melany se volteó a verme — ¿Que dices, Ryan?
— Me parece bien.
Saque una moneda de plata y se la pasé al joven vendedor, me puse el peto para no cargarlo en la mano y un mensaje apareció.
"Cambios después de equiparse [Peto de plata]: Resistencia +6, Agilidad -2"
Así que los equipamientos aumenta y/o disminuyen mis características, si pudiera saber los efectos de las armas y los equipamientos, compraría algo que aumente mi agilidad, ya que es bastante baja en comparación a mi reacción, de nada me sirve ver los ataques del enemigo y no poder controlar mi cuerpo como quiero...
¡Mi habilidad [Espía]! Creo que eso puede funcionar. Intente analizar el peto de plata que lleva puesto con mi habilidad y para mi beneficio aparecieron los efectos de esté.
[Peto de Plata]
Agilidad -2, Resistencia +6
Encantamientos: Ninguno
Estado: 100%
Funciona a la perfección, con esto no tendré ningún problema en comprar equipamiento en el futuro, no me gusta decirlo de esta forma, pero la opinión de Melany se había vuelto irrelevante. Además, descubrí que se pueden aplicar encantamientos sobre ellos, supongo que tendré que averiguarlo más tarde, aunque no creo que sean muy baratos.
Al final termine comprando unos pantalones negros, un par de botas blancas y un escudo de hierro, entre las 3 cosas gasté 1 moneda de plata y 30 de bronce, por lo que solo me queda 1 moneda de plata y 70 de bronce. Antes de salir de la posada, aparté 1 moneda de plata para los gastos diarios (Comida y hacienda), no puedo darme el lujo de gastar todo mi dinero en una sentada.
El efecto que dejo los objetos que compré en mis características fueron los siguientes: Resistencia +3, Agilidad +5 y Vitalidad +1
Al terminar las compras decidimos ir a almorzar, entramos a un restaurante cercano, se parecía mucho a uno donde servirían comida asiática, todo el restaurante estaba replete de adornos que solo he visto en películas. En la entrada del restaurante, un par de meseras atendían a las personas que iban llegando, amablemente nos llevaron hasta una mesa vacía, después de unos minutos, una niña de cabello rojizo y ojos cafés, vestía con un kimono chino se acerco a tomar nuestro pedido, ya que solo conocía las comidas básicas, pedí un combo de arroz chino con papas fritas y pollo, Sofía ordeno lo mismo y Melany, en cambio, ordeno pasta china acompañada de un par de Chip swei.
— Entonces, — Habló Melany mientras esperábamos la comida — ¿Cuando tienes pensado ir a una mazmorras?
— Creo que lo ideal sería dentro de un par de semana, necesitamos ganar algo de dinero para comprar cualquier objeto de curación que nos pueda servir, y también quiero entrenar un poco mi magia antes de adentrarme a la Mazmorra.
— Sabía decisión. — Hizo una breve pausa y continúo — ¿Cuales son tus afinidades mágicas?
— Fuego, Tierra y Luz.
— Así que Luz... — Melany puso su mano en la barbilla para pensar un poco — Teniendo en cuenta que eres un paladín, deberías aprender a usar los hechizos [Curación I] y [Escudo de luz], son hechizos básicos de apoyo, son muy utilizado por sanadores novatos y paladines como tú, y tengo entendido que dominas [Muro de Tierra] y [Bola de Fuego], ¿Verdad? — Asentí a su pregunta y luego continuó — También deberías aprender algún hechizo de ataque como [Espina de Tierra] o [Lanza de Luz], como también son hechizos de Nivel 1, no te tomará más de 24 horas aprender cada uno.
En total me recomienda aprender 4 hechizos nuevos antes de adentrarme a las mazmorras, no es mala idea, pero no tengo ni idea de como aprender hechizos, así que me resultará difícil entrenar por mi mismo. Por unos segundos pensé en pedirle ayuda a Sofía, pero recordé la vez cuando le pedí indicaciones al llegar aquí, definitivamente no quiero volver a recibir una mala respuesta de su parte. Por lo que mi única opción es Melany, aunque no quiero molestarla más.
— Ehm... ¿Melany, podrías enseñarme como hacerlo?
Melany lo pensó un poco, tal vez le estaba pidiendo demasiado, no creo que acepte.
— No tengo ningún problema en hacerlo, siempre y cuando vuelvas a usar la habilidad que te permite cubrir tu cuerpo con fuego.
No me esperaba eso, y tampoco me acordaba de esa habilidad, se que lo hice cuando el minotauro me estaba estrujando, pero hasta donde tengo entendido, es un modo defensivo derivado de [La Maldición de Lucifer], no se si podré hacerlo otra vez. Aún así no tengo nada que perder intentándolo.
— Esta bien lo haré.
Tras terminar nuestra conversación, la loli pelirroja llego con nuestra comida.