Yo, aquel que conquistó a los demonios.
Soy aquel que conquista todo y conquistará a los dioses
Yo me río de mis enemigos y desprecio a los traidores
Hundiré a mis enemigos en el fuego de la extinción
Yo, aquel que conquistó a los demonios.
Soy el único que tendrá la supremacía sobre los dioses
Eliminó a mis enemigos, destruyó sus sueños y esperanzas
Yo me convertiré en la supremacía misma
Te llevaré a las profundidades de las sombras
◇◇◇◇◇◇
Cuando Ruler abrió los ojos, lo primero que vio fue oscuridad.
Aquel lugar donde solo la oscuridad podía ser vista, el frío podría congelar tu corazón si no fueras de voluntad fuerte.
-Es bueno ver que has logrado sobrevivir hasta ahora.
Una voz fría e indiferente llegó a los oídos de Ruler, sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
-Porque tenerme miedo, somos la misma persona, solo que tu eres libre mientras yo soy un prisionero.
Una llama se formó delante de Ruler, de ella un ser de color morado fluorescente con matices negros salió.
*Chasquido*
Con el chocar de sus dedos, un trono de algún material desconocido se creó, el ser hecho de llamas se sentó con toda la comodidad existente.
-Es un poco decepcionante ver que te has dejado opacar por alguien tan bajo como ese niño llamado Ludeus.
Dos orbes rojos como la sangre se formaron en el rostro de aquel ser hecho de llamas, brillaron con frialdad cuando se encontraron con los de Ruler.
-Pensar que la persona que elegí para sucederme sería un niño con problemas de inferioridad.
El ser hecho de llamas negó con la cabeza mientras apoyó su mejilla en lo que parecía ser la palma de su mano.
-Te elegí al ser el más compatible con mi poder, pero pensar que has estado en la sombra de tu hermano menor, el solo decir eso hace que me den náuseas.
Ruler estaba apretando los dientes con fuerza, no podía creer que alguien que no conocía intentará juzgar su vida sin saber nada de él.
-Hohoho, te conozco muy bien, como también te entiendo, alguna vez estuve en tu lugar, siendo el mayor de mi familia, pero el más débil, nadie se preocupó por mi seguridad o salud.
-Fui vendido a mis tres años a un lugar donde solo podrías sobrevivir matando, mis padres decidieron que ya no era necesario en su hogar, no podrían desperdiciar sus recursos en alguien como yo.
El ser se levantó de su lugar, cuando lo hizo, levantó su mano lo más alto que pudo y en su palma se creó una pequeña llama de color morado fluorescente.
*Pum*
El sonido de algo cayendo al suelo se pudo escuchar, Ruler bajo la cabeza para ver qué era lo que había hecho aquel ruido.
Cuando lo hizo, sus ojos se abrieron en estado de shock, a los pies de aquel ser estaba la cabeza de Ludeus.
-Matar a tu hermano menor es como respirar para mí, también puedo hacer que todos en tu mundo desaparezcan.
Frente al ser hecho de llamas, una pequeña bola de colores verdes y azules se formó, pequeños detalles de diferentes colores podían ser observados en ella.
-Lo que tengo frente a mi es tu mundo, si quisiera podría aplastarlo con mi mano y toda vida en él parecería.
-Pero no puedes hacerlo, eres un prisionero, tú mismo lo has dicho.
Ruler negó con la cabeza, la claridad llegó a su mente, por un momento se había perdido en su situación actual.
-Vaya… parece que has logrado liberarte de la magia, no eres tan patético como creía inicialmente.
-Pero volviendo al tema, es como dices, soy un prisionero, uno el cual está dentro de ti, desde el momento en que naciste, tu destino y el mío se entrelazaron, en los últimos doce años, tu alma ha estado absorbiendo todo lo que yo represento, tu madre cumplió a la perfección su trabajo.
El ser hecho de llamas se acercó a Ruler, se inclinó para poder verlo a los ojos, aquellos orbes rojo sangre lo miraron directamente.
-Nunca podrías haber venido a este lugar si no fuera por la calamidad de Maná, también mejor conocido como el incidente de teletransportación, o así es como creo que le llamaran en el futuro, debido a que tu cuerpo absorbió tanto Maná, el pendiente en tu oreja lo comenzó a absorber y debido a esto, logre despertar y traerte a este lugar.
-Seré breve y directo, hace mil años, mi existencia se desvaneció de este mundo, por más de seiscientos años estuve buscando un digno portador de mi poder, un ser el cual no mencionaré por ahora, quiere hacer de las suyas en este mundo, pero no puedo solo quedarme viendo como mis descendientes mueren sin poder hacer algo, es bastante patético.
El ser se levantó y comenzó a caminar en dirección de su trono, donde se sentó.
-Es por eso que estás aquí Ruler Morozov Asura, si aceptas mi poder y legado, podrás estar en la cima de este mundo, aquel hermano pequeño que creías no poder superar nunca, solo un juego de niños, en menos de dos años podrás alcanzarlo e incluso superarlo, ser parte de los siete grandes poderes mundiales e incluso alcanzar alturas aún mayores.
Ruler sonrió, sabía que no había comida gratis en este mundo, tenía que haber algo que este ser quería a cambio de lo que le estaba dando.
-Que quieres a cambio de todo esto, no soy tan idiota como para creer que todo es gratis.
El ser hecho de llamas sonrió, sus dientes parecidos a cuchillas brillaron con frialdad.
-Inteligente, solo necesito un favor a cambio, aunque este será más adelante, no interferirá con tus objetivos, es más, servirá para que puedas ganar a un más poder, pero eso depende sola y enteramente de ti, si no logras cumplirlo, encontrare a alguien quien si pueda cumplirlo, ¿Aceptas?.
-Que puedo perder, mi vida ha sido una mierda desde que ese bastardo nació, nunca está demás arriesgarse y ver que sale de todo esto.
¡Clap! ¡Clap! ¡Clap!
Los aplausos sonaron en aquel lugar, el ser se levantó de su trono y puso su pie sobre la cabeza de Ludeus.
-Espero con ansias ver como superaras a este bastardo insolente.
*Plop*
Un sonido extraño se pudo escuchar cuando el pie de aquel ser aplastó la cabeza de Ludeus, la materia cerebral junto con sangre y demás cosas se esparcieron por el suelo de aquel lugar.
-Ahora será mejor que comiences a entrenar, el continente demoníaco no es un juego para un niño tan débil como tú, pero a cambio, ganarás poder y experiencia, por cierto, te tomará solo unos cuantos días el poder llegar a una pequeña ciudad, bueno si es que sobrevives a tu situación actual.
El ser hecho de llamas desapareció del lugar siendo seguido por el trono de extraños materiales.
Ruler sintió como algo rodeó su cuerpo, una sensación placentera se extendió por todo su cuerpo antes de sentir como era jalado por algo.
Sus párpados se sintieron pesados, con un último suspiro, los cerró y todo el lugar comenzó a desaparecer.
◇◇◇◇◇◇◇◇
*Sonido de agua fluyendo*
Una fresca brisa frotó su mejilla, haciéndolo temblar, había una sensación a lo largo de su rostro esto siendo acompañado por un escalofrío a lo largo de la parte inferior de su cuerpo.
Esto por supuesto, hizo que Ruler, el cual estaba dormido, despertara algo aturdido.
Con algo de esfuerzo, logró sentarse mientras sentía como todo su cuerpo gritaba de dolor.
-Ouch, donde estoy….. qué hago aquí."
Sosteniendo su cabeza palpitante con sus inestables manos.
[Tienes varios mensajes sin leer.]
Una pantalla traslúcida apareció frente a él, en ella, letras las cuales no podía entender aparecieron.
[ Solamente piense en la palabra Buzón]
La voz de aquel ser hecho de llamas sonó dentro de su cabeza.
Esa voz le hizo comprender que aquello que presenció no parecía ser un sueño, en realidad había sucedido.
*Abrir Buzón*
¡!Timbre¡!
Tan pronto como Ruler dijo la palabra 'Abrir', un claro pitido se escuchó dentro de su cabeza y los mensajes ocultos se revelaron.
[Hay dos mensajes sin leer.]
–Felicidades por convertirte en un [Jugador] (sin leer)
–[Misión diaria: Preparativos para volverse fuerte] ya está disponible. (no leído)
Tan pronto como aparecieron los mensajes, la comisuras de los labios de Ruler se levantaron, nunca pensó que podría volverse fuerte, nunca había pensado que tendría tal oportunidad.
Sintió como algo dentro de su cabeza hizo que no se perdiera en la emoción del momento.
El primer mensaje le sonaba familiar, es como si lo hubiera escuchado antes, en algún lugar.
*Recuerda Ruler, en algún momento lo tuve que haber escuchado*
Sin embargo, no lograba recordar con éxito el lugar y el momento, por lo que lo dejó de lado y decidió ir a por el primer mensaje.
–Felicidades por convertirte en un [Jugador] (sin leer)
*Confirmar*
¡!Timbre!¡
[El incumplimiento de las instrucciones del Sistema resultará en posibles sanciones.]
[Sus recompensas han sido entregadas.]
*Cierto, fue antes de me teletransporta a ese lugar el ser hecho de llamas*
Al haber recordar con éxito donde lo había escuchado antes, también recordó no haber estado solo, estaba con Hilda en aquel momento.
*Solo espero y este bien, con ese incidente, puedo tomar el mando de la Casa de los Boreas Greyrat y tener pleno control sobre sus acciones, espero Philip haya muerto, de lo contrario no me será tan fácil, aunque también está Sauros*
Los engranajes de la cabeza de Ruler comenzaron a girar mientras varios pensamientos llegaron a su mente, aunque los dejó de lado tan rápido como llegaron, tendría que enfocarse en su situación actual.
Por supuesto, en ese entonces o incluso ahora, todavía no podía entender realmente qué demonios estaba pasando con ese llamado sistema.
Las palabras El 'Sistema', 'crecimiento', 'penalizaciones', y finalmente, 'recompensas'.
Solo le daban una vaga explicación con la cual no podía llegar a conectar los puntos.
Aunque su teoría más factible era que el llamado sistema le daría ciertas misiones las cuales le ayudarían a fortalecerse, aunque si no lograba completarlas, tendría una penalización, y esto era lo que lo preocupaba más, no sabía qué tipo de penalización tendría que soportar.
Aunque la palabra recompensa reemplazaban esos pensamientos, no podía imaginarse que tipo de recompensa podría obtener.
Tal vez podría obtener magia única y rara con la cual podría matar aún Dragón, los cuales representan la cúspide del poder.
Incluso podría obtener la fuerza de los llamados Mikos, los hijos de dios o los benditos por el Maná.
Decidió preocuparse por las palabras confusas más tarde y con calma abrió el siguiente mensaje.
–[Misión diaria: Preparativos para volverse fuerte] ya está disponible. (no leído)
"Trago"
tragó saliva inconscientemente después de leer ese título bastante sugerente, su corazón comenzó a latir más rápido en anticipación.
*Confirmar*
¡!Timbre!¡
[Misión diaria: Preparativos para volverse más fuerte]
Flexiones, 100 veces: Incompleta (0/100)
Abdominales, 100 veces: Incompleto (0/100)
Sentadilla, 100 veces: Incompleta (0/100)
Corriendo, 10 km: Incompleto (0/10)
¡Advertencia! : Si no se completan las misiones diarias, se aplicarán niveles de castigo apropiados.
Ruler se quedó atónito, su mente se quedó en blanca y sin que él lo supiera.
-Ja..jaja..es en serio, sabía que no podía haber algo tan fácil, estuve haciendo esto desde los ocho años.
El sentimiento de decepción lo golpeó con fuerza, estaba tan desesperado como para comenzar a alucinar todo esto.
Tan mal de la cabeza estaba, tal vez su mente se rompió con todo lo que estaba pasando.
Ruler negó con la cabeza, de repente pensó que era un tonto por buscar respuestas a la alucinación llamada sistema.
*Urgh, ya no importa, será mejor enfocarme en mi situación actual*
Analizó los alrededores mientras ignoraba como un pequeño cronómetro seguía contando los minutos.
10:00:00 Pm.
A pesar que sus alrededores estaban oscuros, gracias a la luz emitida por varios cristales luminosos de color verde, pudo ver más haya de unos cuantos metros.
Frente a Ruler había un río de alrededor de cinco metros de ancho, su parte inferior, la cual estaba fría estaba sumergida en él.
Su espalda estaba recostada en una roca plana la cual era una de las tantas, las cuales sobresalen en la orilla del río.
-Ya veo… así que no era mentira que fui teletransportado por esa luz blanca."
Su mente, la cual estaba en blanco hace solo unos segundos, comenzó a trabajar a la mayor capacidad.
Ruler miró nuevamente donde estaba, sentía que había tenido suerte, si cayera en el suelo, sería una muerte segura e instantánea.
-*Suspiro* dejando eso de lado, ahora estoy vivo… Aunque hace frío… demasiado frío."
Ruler había estado sumergido en el río por saber cuánto tiempo, por lo que era normal que su cuerpo estuviera frío, si seguía así, podría terminar con un resfriado o algo peor.
Con ese pensamiento en mente, rápidamente se levantó del lugar donde estaba, mientras temblaba del frío, se quitó la ropa y la comenzó a exprimir.
Buscando a su alrededor, por alguna razón desconocida, logró encontrar unas cuantas ramas secas, o eso creía él que era.
*Joder, si sigo así, podría enfermarme*
Había querido usar bola de fuego, la magia más simple, la cual hasta un niño que practicará magia podría invocar.
Pero sus reservas mágicas estaban por el suelo, no sabía por qué, pero su instinto le decía que no podía usar su magia en este estado.
Sin ningún artefacto mágico el cual le pueda ayudar a conjurar una bola de fuego, tendría que usar un círculo mágico, mejor conocido como magia antigua.
Ya que desde hace mucho tiempo que fue dejada de usar, se decía que era una forma muy anticuada de usar magia.
Pero en estos momentos era lo único que le quedaba, los círculos mágicos podrían necesitar el Maná del usuario, pero sentía como sus reservas mágicas iban aumentando de a poco, por lo supuso que el lugar donde se encontraba, era una mazmorra o posiblemente un laberinto, ninguno de los dos era de su agrado.
Con su talento de nivel intermedio, creía que le era imposible sobrevivir en este tipo de lugar, normalmente solo aventureros de Rango B o A eran los que podrían sobrevivir en este tipo de lugares.
Después de diez largos minutos, fue capaz de terminar la formación mágica, con el primer paso listo, comenzó cantar el Hechizo mágico.
-Busco fuego, Poder del fuego, ¡manifiéstate!."
*Suspirar* Ruler se sentía avergonzado de cantar aquellas palabras en alto, no sabía quién había sido el de la idea de cantar tal cosa en voz alta, pero si alguna vez se entera quién fue, lo mataría con sus propias manos.
Aun así, logró invocar una pequeña llama del tamaño de un puño, al parecer, el poder dentro de la mazmorra no era tan grande, con eso, sus posibilidades de sobrevivir se habían elevado.
Dejando sus pensamientos de lado, se envolvió con el calor del fuego, colocó su ropa cerca de la llama para esperar a que se secara.
-Me pregunto en qué parte del continente demoníaco estoy… espero no estar demasiado dentro, aunque recuerdo que ese ser dijo que estaba a unos cuantos días de un asentimiento, pero con la mazmorra interponiéndose en mi camino, podría tomarme más tiempo, *Suspiro."
Con un nuevo suspiro, Ruler dejó de lado sus pensamientos, con tal actitud, no podría llegar muy lejos, se enfocó en sentir el calor del fuego.
Sin embargo, sus labios estaban temblando, innumerables pensamientos llegaron a su mente.
¿Y si moría en este lugar?
¿Lilia estaba bien?
¿Su pequeña estaba bien?
¿Podría siquiera salir del lugar donde estaba?
La ansiedad hizo que su respiración se volviera pesada, su corazón latía con fuerza y rapidez, Sentía como sus ojos se humedecieron.
*Suspiro*, con un nuevo suspiro, calmó sus emociones, se dio dos palmas en sus mejillas.
-No hay opción, necesito regresar, necesito saber que paso con Lilia y mi pequeña, Estaré bien, ellas estarán bien."
Ruler tenía un rostro determinado, tenía que salir de ese lugar y encontrar el paradero de su Doncella traviesa y su pequeña.
Después de veinte minutos de estar en silencio y recordando sus momentos con Lilia.
Su ropa ya estaba seca y caliente, por lo que Ruler procedió a ponérsela, no estaba seguro de cuántos pisos tenía esta mazmorra, pero estaba seguro que sin importar el piso, los monstruos dentro de ellos no estarían todo el día durmiendo.
Con cuidado y estando alerta de su entorno, bajó por un pasaje, dirigiéndose hacia las profundidades de la mazmorra.
El pasaje por el cual continuó Ruler se sentía como una cueva, el tamaño era incomparable al de antes.
Más complicado, estaba lleno de obstáculos los cuales eran de más de veinte metros de diámetro.
A pesar de que no era un camino fácil de recorrer, había muchos lugares en los cuales podría esconderse.
Ruler avanzó sigilosamente, de obstáculo en obstáculo, asegurándose de no hacer más ruido de lo necesario.
No sabía cuánto tiempo le tomaría salir de la mazmorra, pero de algo estaba seguro, y eso era que saldría de este lugar y se encontraría con su doncella traviesa y su pequeña.