El nunca negó, y tampoco negaría que era un despreciable despojo de humano. Se sentía sucio y asqueroso por la forma en la que había desperdiciado su vida.
Como un NEET de 34 años que vivía recluido en su habitación por años, ignorando todo a su alrededor y viviendo a base de comida chatarra.
Hace no mas de unas horas 3 horas había estado masturbándose viendo un video sin censura en el día del funeral de sus padres.
Puede que no lo admitiera nunca, pero haber sido golpeado por sus hermanos hasta dejarlo sangrando fuera de su "hogar" fue lo mejor.
Camino durante mucho tiempo bajo la insaciable lluvia que reclamaba las calles como suyas.
El NEET concluyo que su vida había llegado a su fin por lo inútil que era ahora. Aunque el sabia que ese hecho ya había ocurrido hace mucho tiempo atrás.
Maldijo repetidas veces sus acciones estúpidas que hizo a lo largo de su vida, incluso eso llegaba a ser una excusa de la cual era consiente.
Aunque ahora aquellas divagaciones ya no eran de gran importancia, pues aquel NEET de 34 años hizo algo mínimamente bien después de una vida llena de errores que le levaron a ser el despojo que era ahora.
Su última acción fue salvar aun chico de ser atropellado, antes de ser aplastado en su lugar por un camión.
Nadie lloro su muerte, nadie tenia que hacerlo, nadie tenía un mínimo de afecto dirigido hacia aquel desprecio de hombre. Talvez lo único que se mostraría en el rostro de sus hermanos seria una mirada amarga.
Después de todo habían sido hermanos.
Habían sufrido bastante también, para nadie era fácil ver a su hermano destruirse de a poco. Pensaron que el regresaría ser el mismo después de un tiempo en el cual pueda pensar y calmarse.
Pero fue todo lo contrario, no fueron capaces de comprenderlo y ayudarle cuando mas lo necesitaban. Así que aunque no lo dijeran, ellos también se sentían culpables por no haber ayudado a su hermano.
Ahora eso ya no importaba, aquel desprecio de hombre estaba muerto. Y ellos solo tenían que deslizar la pagina y intentar vivir con eso desde ahora.
...
...
Sin embargo, el NEET de 34 años no había visto su final, en un principio después de ser aplastado vio como todo se había transformado completamente en oscuridad.
De repente, sus ojos se abrieron. Dudo mucho de lo que era capaz de observar, lo primero que vio claramente después de que pudiera enfocar bien su vista fue a una mujer rubia.
A palabras simples aquella mujer era simplemente hermosa. Y lo que vio posteriormente fue a un hombre de cabellos castaños a lado de la hermosa mujer que observaron a NEET con una mirada cansada.
Aunque era extrañamente raro para el, preguntas como: ¿No era un asqueroso gordo que acababa de ser atropellado? ¿Por qué estas personas no mostraban una expresión de asco? ¿Cómo es que seguía con vida después de ser aplastado como tomate?
A pesar de que el tenia muchas preguntas de su situación actual, la aparente pareja como ignorando sus dudas comenzaron a hablar.
Y en ese momento el NEET de 34 años se dio cuenta de una cosa, y una pregunta llegó a su mente un segundo después.
¿Qué es lo que se supone que están diciendo?
Se dio cuenta que no era siquiera capaz de entenderlos, dudo y dudo. La confusión llegó en picada y no supo que tenía que hacer.
Ya cansado de la situación actual, agarrando un poco de valor decidió preguntar para poder resolver todas sus dudas.
Después de todo, el diálogo era una forma majestuosa de resolver las dudas y conflictos. Era una completa desgracia que algunas personas no lo utilizarán de la forma correcta.
- Wuagg... buaaaaa...
¿Eh?
No supo que era lo que había pasado, había gritado hace algunos minutos para salvar a un chico de ser atropellado. Así que sabía que al menos era capaz de articular palabras por mas simples que fueran.
Pero...
¿Por qué no salían esas palabras de su boca si estaba seguro que era capaz de pronunciarlas?
Se siguió preguntando, antes de que un quejido a lado suyo captará su atención.
El mejor de los casos, podría ser que estaba compartiendo cama con algún otro hospitalizado. Pero eso no tenia ni un mínimo sentido, el lugar aparte no era del todo parecido a una sala blanca en donde había múltiples artefactos para salvaguardar la vida de alguien.
Entonces, girando un poco su rostro pudo ver como un bebe envuelto por mantas se encontraba a lado suyo.
¿Un bebé?
¿Qué hacia un bebé a lado de el en una cama de hospital? ¿Siquiera este lugar era un hospital?
Espera, espera, espera, espera - Pensó el NEET
Y cuando menos lo esperaba, el NEET de 34 años de improviso fue alzado de las mantas en donde se encontraba por las manos de la mujer rubia.
La mujer rubia lo había cargado con facilidad, mientras una sonrisa que mostraba felicidad y cansancio flotaba por su rostro.
Y el hombre castaño a lado de la mujer rubia sostuvo al bebé que estaba envuelto en mantas al lado del NEET de 34 años para cargarlo.
Muchas preguntas pasaron por su mente, pero simplemente no era capaz de hacerlas salir de su boca.
Luego, observo sus manos. Eran pequeñas, tan pequeñas que cualquier cosa podría romperlas.
Y entonces se dio cuenta, en un principio intento negarlo y hasta llegaba a estar incrédulo por su situación actual.
El...
Aparentemente había reencarnado en otro mundo.
Parte 2...
Para cuando sus sentidos regresaron del shock principal de la noticia sobre su reencarnación, el había estado pensando y pensando muchas cosas.
Al principio no era siquiera capaz de siquiera comprenderlo, posiblemente era un sueño antes de pasar a la otra vida. El había leído muchas teorías en foros sobre eso en su tiempo encerrado.
Aunque gradualmente lo termino aceptando, tuvo mucho tiempo en el cual pensar si esto era real.
Los días y noches pasaron largamente para el, el NEET de 34 años ahora era... un bebé en el mejor de los casos.
Aunque de alguna forma fue aburrido, y frustrante también por el simple hecho de sus limitadas acciones que podía hacer.
Esto en parte por que su cuerpo no era siquiera capaz de gatear. Otro problema que había comenzado a ser molesto para el, era la presencia de su hermano.
No le había tomado importancia en un principio, en el primer mes desde que "nació" estaba mas concentrado en la posibilidad que tuvo en nacer en otro mundo, que en su aparente hermano.
Pero ahora era prácticamente imposible ignorarlo cuando comenzaba a llorar y llorar cada que tenía la oportunidad.
Posiblemente estaría menos frustrado si no se despertara en medio de la noche a causa de su hermano, del cual aun no sabia siquiera cual era su nombre.
El era un llorón, aunque sabía que esto era natural en los bebés recién nacidos que no era capaces de siquiera soportarlo.
Dejando de lado aquello, el nombre del NEET de 34 años que había reencarnado ahora era Rudeus.
Supuso que el nombre no era del todo malo, después de todo sonaba un tanto extravagante.
El sabía su nombre por las veces en las que la mujer rubia lo había pronunciado al dirigirse a él a la hora de amamantarlo. Esta mujer rubia que ahora era conocida para el como Zenith, era su madre en este mundo.
Madre la cual ahora mismo se encontraba gimiendo como un animal en celo. Y el hombre causante de sus gemidos era su padre, no estaba del todo seguro de cual era su nombre. Pensó en un principio que lo sabría cuando su madre Zenith se dirigiera a su padre por su nombre.
Pero eso nunca paso, de parte de Zenith nunca escucho salir el nombre de su padre por su boca. Sin embargo de la persona que si, fue de la sirvienta del hogar.
Lilia, o al menos eso podía recodar cuando su madre le pedía ayuda a la hora de cambiar las ropas sucias a su hermano y a el. A menudo solía dirigirse a su madre como Zenith y a su padre como Paul.
El punto que esta tal Lilia hablaba con clara educación hacia su madre y padre. Aunque no era capaz de saber que era lo que decían, si que podía entender al menos cuando alguien decía el nombre de alguien.
Para cuando llego el segundo mes de vida, el NEET ya había aceptado completamente la situación en la que se encontraba. El había reencarnado en un nuevo mundo, recordó lo patético y el desagradable despojo de hombre que se había transformado en su anterior vida debido a sus acciones.
Y ahora mas que nunca la frase de una segunda oportunidad para el palpitaba como nunca en su corazón. Lleno de determinación, decidió que viviría esta vida sin arrepentirse de nada.
Que haría todo lo posible para vivir plenamente, que esta vez no seria un despojo de hombre.
Y con esos pensamientos.
La historia de Rudeus había comenzado aceptando la cosas y determinandose a vivir un vida plena.