Mis ojos se abrieron rápidamente, miré a mi alrededor confirmando que estaba donde debería de haber aparecido...
Bien... No ha ocurrido nada extraño, ese puto demonio no logró detener mi suicidio... Tampoco ha logrado hacer mi muerte permanente... Eso es un alivio...
Me encontraba en una habitación hecha de metal, sin decoraciones y con una única cama en ella, este lugar se encontraba bajo tierra en un planeta bastante discreto, junto a la sala había otras para cubrir algunas que otras necesidades.
Joder... Pensé que esto sería más fácil... Pero... He perdido tanto...
Perdí varios de mis niveles al morir por primera vez contra... Él... Podría haber hecho una revancha en el mismo momento, después de todo mi habilidad para revivir me permite aparecer una vez cerca del lugar donde había muerto o podía elegir aparecer en el lugar donde tenía mi punto de aparición, si me mataran una segunda vez reviviría forzadamente en mi punto de aparición.
Pero... No podía volver a luchar contra él, si volvía a aparecer me hubiera matado rápidamente, solo serviría mientras él estuviera desprevenido, si apareciera al siguiente momento podría llegar antes a la conclusión de que puedo hacerlo fácil y rápidamente, pero con la tardanza que tuve pensaría que usé una herramienta y que no se podía usar libremente... Acentúe eso con mi actuación y la "confianza" que tenía en ese estúpido cañón.
Dejando eso de lado... ¡Me ha quitado mi daga! Joder... Salió de mi inventario cuando él se liberó, y no pude volver a recogerlo antes de tener que suicidarme con el sistema...
Suspiré y levanté mis brazos para sujetar mi frente... ¿Uh? ¿Qué fue esa sensación?
Al mirar hacia mi cuerpo desnudo, tumbado en la cama solo podía ver mi brazo izquierdo.
¿Q-Qué? ¡Mi brazo! ¡¿Cómo?! ¡¿QUÉ COJONES HA PASADO?!
Un muñón cubierto por mi piel y perfectamente curado se encontraba en su lugar, como si hubiera estado así desde un primer momento.
N-No puede ser... No... ¡NO! ¡NO, NO, NO! ¡JODEEEEER!
...
Habían pasado varias horas, ahora mismo estaba sentado en un gran trono dorado, lleno de decoraciones, toda la habitación a mí alrededor era hermosa, con cada hueco de esta detallada con formas, relieves y un montón de cosas... Pero ahora mismo no tenía la misma belleza que le veía antes...
He logrado entender una cosa clara ahora... Las riquezas y las apariencias no son nada si no puedes protegerte a ti mismo... ¿De qué me sirve tener las mejores comidas si me cuesta sujetar un tenedor? Es... Humillante... Me hace sentir impotente.
Este sitio para mí ha sido el juego más divertido que he jugado nunca, y he actuado para muchas cosas como tal ¿Qué es lo que podría preocupar a alguien que puede volver de la muerte? Al final lo único que necesito es fuerza para mantener mi libertad, mientras tenga eso siempre tendré oportunidades para hacer lo que quiera, ya sea volverme lo suficientemente fuerte como para matar dioses o crear un imperio galáctico.
Siempre actué salvajemente y solo pensando algunas cosas y cuando moría por primera vez era cuando me molestaba y me tomaba la situación en serio, todo era como un juego para mí ¿Y cuál hubiera sido el problema?
Ninguno... No hay ningún problema y seguiría siendo así si no fuera por la existencia de ese demonio... Por su culpa cada vez que me he enfrentado a él la situación se ha escapado de mi control, dejó de ser un juego y comencé a perder más que mi tiempo casi ilimitado.
Todos estos años subiendo de nivel... Supongo que esos Bosses capaces de hacerme trizas no eran lo más aterrador que había en este mundo, finalmente encontré lo que obstaculizará mi ascenso al poder supremo... Un demonio capaz de levantar un imperio desde las cenizas de la guerra... Jeh... Jejejeje... Dejaré que te diviertas creando tu mundo, veamos que sucede cuando este otro diablo que ignoras haga caer todo lo que has construido solo para subir el mismo infierno sobre ti.
Los extremos de mis labios se alzaron inconscientemente mientras pensaba en aquella situación...
Mis ojos agudos se centraron instantáneamente en uno de los alienígenas que se encontraba en los laterales de la larga alfombra que se dirigía a mi trono, él era uno de mis subordinados, su cuerpo tembló aún más cuando mis ojos se dirigieron a él.
Killiath:"Trae el comunicador, y llama a las fuerzas especiales en este mismo momento"
El alienígena ligeramente humanoide hizo una reverencia antes de salir de la habitación caminando con rapidez, pero sin perder su compostura y etiqueta, tal y como había sido entrenado.
Mientras esperaba, di otra mirada a mi majestuosa sala del trono, tenía un cierto estilo europeo al haberse implementado mis solicitudes, no puedo decir en que parte de Europa me inspiré, después de todo nunca me centré en estudiar eso, además de que simplemente usé lo que pensé que quedaría mejor.
La alfombra roja con bordados dorados y decoraciones negras decoraba un pequeño camino hasta mi trono, teniendo que subir algunos escalones hasta llegar a mí, mi trono dorado minuciosamente detallado con relieve acababa en tres puntas con valles entre ellas que median 2 metros de altura.
El camino hasta el trono estaba decorado por columnas doradas, con basa y fuste de color negro y una gárgola negra en su mitad, algunos ventanales grandiosamente iluminados gracias a la tecnología hacían que la sala tuviera un brillo majestuoso e incluso mágico, estos ventanales tenían vidrios coloridos haciendo montones de figuras de hombres y mujeres, como si fueran héroes y heroínas.
Finalmente detrás de mí había un gran ventanal con el rostro del diablo grabado con sus cristales, su iluminación hacía que mi trono junto a la superficie elevada por la escalera bajo este estuviera dentro de un glorioso rayo de luz.
El techo de la sala no estaba menos decorado, con gloriosas pinturas de luchas dibujadas en cúpulas sujetadas por los fustes de las columnas con gárgolas y decoradas en relieve, estas pinturas representaban algunas de mis batallas más importantes, saliendo en ellas alienígenas luchando con un terrible demonio, en el fondo se podían ver poblados arrasados, majestuosos paisajes, incluso parte de un mundo completo siendo destruido.
Mientras seguía admirando mi sala del trono, un ruido me sacó de mis pensamientos.
La gran puerta dorada decorada en relieve con decoraciones negras se había abierto, con unas figuras en una armadura parecida a la medieval entraban en la sala, eran 50 para ser exactos.
Esas figuras caminaron como en un desfile militar, con cada gran zancada el metal de sus armaduras resonaba al unísono como una gran sinfonía, finalmente al llegar ante las escaleras todos se arrodillaron ante mí mientras agachaban la cabeza mirando hacia el suelo.
Estos eran los altos miembros de mis ejércitos, clasificándose de más importante a menos dependiendo de qué tan cerca se encontraran del trono, también de qué tan cerca del centro estaban, con ello había una gran diferencia entre mi general más cercano en el centro que uno de mis generales cercanos que ni siquiera estaba arrodillado en la alfombra roja, sino en el suelo cerca de los pilares.
De hecho, esto formaba una agrupación por sí misma, cada vez que tuviera que utilizarlos los demás ejércitos serían dirigidos por unos vicelideres que había preparado.
Eran mis fuerzas especiales, preparados para las situaciones más peligrosas y entre ellos estaban algunos de mis generales más confiables además de fuertes.
Al final no es posible usar solo el miedo para controlar a la gente, para algunas personas importantes había que usar recompensas para que no me traicionaran cuando les mande un trabajo que yo no pueda hacer, como es este caso.
Mi general más confiable, el cual estaba en el centro de la alfombra roja y en la fila más cercana a mí, mostró un comunicador en su mano, di mi aceptación verbal y él se levantó, comenzando a caminar hacia mí, subiendo los escalones y posicionándose al lado de mi trono y no en el frente.
Agarre el comunicador que me estaba ofreciendo con las dos manos mientras hacía una reverencia, le asentí con la cabeza con aprobación permitiendo que volviera a su posición anterior.
Sin esperar más, miré el comunicador y pulsé unas opciones en la pantalla del objeto rectangular, era como un teléfono móvil de mi anterior mundo.
Unos tonos resonaron, después una pequeña melodía... Finalmente después de unos segundos alguien respondió la llamada.
¿?:"¿Killiath? ¡¿Eres tú?! Digo- ¡Jeh! Sabía que acabarías llamando"
Ugh... Tal y como la recordaba...
Killiath:"Está bien... Aceptaré tu anterior trato, espero que no me arrepienta de esto..."
¿?:"¡Jah! ¡Claro que lo harías! Estaba claro, no podrías seguir así por mucho tiempo"
Killiath:"Bien, bien... Nos vemos en aquel planeta, en 24 horas a partir de ahora"
¿?:"¿Aquel planeta? ¡Oh! Claro, desde luego... ¡¿24 horas?! ¡Jah! ¡No me hagas reír! Entonces sería de noche allí... ¡Qué sean 34!"
Killiath:"Ugh... Lo que sea..."
Pulsé el botón de terminar llamada sin darle tiempo a que siga hablando.
Jum... Hacía tiempo que no hablaba inglés... Mi pronunciación se ha quedado algo oxidada... No importa.
Mi mirada recorrió a los generales arrodillados ante mí, ninguno habría podido entender nada, ya que el inglés no era un idioma que sea conocido en el universo, a lo mucho existiría en la Tierra de este mundo, y ni siquiera sé si existe allí.
Quién hará el trabajo... Necesito un buen espía...
Entre los generales había muchos tipos de alienígenas, algunos hombres grandes y fuertes, otros más delgados, mujeres bellas y algunas con menos belleza, lo que era cierto es que todos eran muy capaces.
Mis ojos se posaron en una de las bellezas del grupo, peor rápidamente negué, este es un trabajo para alguien que pueda confiar, ya que podrían fácilmente huir y contarle todo al enemigo.
Por lo que la mayoría de mujeres aquí no servían para este trabajo, después de todo había "hecho uso" de ellas muchas veces anteriormente, y sobra decir que no lo hice con consideración o esperé a oír un sí, escaparían nada más tengan oportunidad, servirían para otras muchas tareas, pero si envío a una a esta misión no sería diferente de dispararme en el pie... ¿A quién engaño? ¡Sería casi como dispararme en la cabeza!
Mi general confiable... Es una buena elección, no tengo que preocuparme por qué me traicione, pero es muy impulsivo... Acabaría revelándose...
Mis ojos se centraron en un miembro en el centro de la segunda fila más cercana a mí, otro en el borde de la alfombra en la cuarta fila... Jum...
Finalmente tres personas quedaron de pie entre los generales arrodillados, los dos mencionados anteriormente y el que estaba al lado del de la segunda fila, ambos eran hermanos.
Esto servirá, podrán subir de rango rápidamente y darme toda su información sin mostrarse, además de que eran bastante confiables, con prometerles algunas recompensas e incluso un ascenso lo harán felizmente, evidentemente no se los diría así, pero es una forma de hablar.
Cada uno de estos tenía familia aquí, los cuales vivían bastante bien, pero básicamente se mantenían solo por ellos, si ellos se quedaran en su organización entonces sus familias morirían de hambre a consecuencia... Una zanahoria en una mano y un palo en la otra, un método antiguo y aún así sigue siendo uno de los más útiles...
Jejeje... Sigue pensando que todo va bien mientras las llamas del infierno se van asomando cada vez más bajo tu imperio... Veremos quién ríe el último... ¡Jejejeje! ¡JAJAJAJAJA!
...
(POV Baël)
Finalmente lo he completado... El papeleo fue más pesado de lo que esperaba.
Inicialmente, antes de ese... "Encuentro" con Killiath, me dirigía a una de las sedes de la Patrulla Galáctica.
A pesar de su nombre, no era únicamente la policía del universo, era una organización legal que tenía el apoyo de todas las civilizaciones del universo.
Básicamente, cada organización debía de estar registrada en la Patrulla Galáctica, para mantener su seguridad y saber de ella, así podrían también verificar si se estaba cometiendo algún delito.
Cualquier organización que no lo hiciera, podría ser borrada por cualquier pirata galáctico, otra organización e incluso civilizaciones y no podrían reclamar nada, básicamente también servía de respaldo para algunas organizaciones, aunque evidentemente estas aún usaban algunos métodos ilegales en secreto contra ellas, nada fuera de lo común.
La Patrulla Galáctica existía desde hace millones de años, y es una de las pocas organizaciones que puede contactar a los Kaio.
Es algo gracioso, al final los Kaio dejaron su trabajo a una organización para mantener la paz en el universo después de que no se supiera nada de Majin Buu y otras personas peligrosas estuvieran encerradas, así solo se preocuparon de vivir la vida en sus planetas y de hacer competiciones entre ellos, su superior, el Gran Kaio, también les seguía la corriente, y no es que tuvieran otro superior.
¿Y los Kaio-Shin? O Kaio supremo en español, pues... Solo queda uno, todos los demás fueron asesinados por Majin Buu, por lo que este "joven" Kaio-Shin se quedó sin nadie que le enseñe sus deberes, y por lo tanto sin prestar atención al mundo mortal, él solo se centró en buscar venganza contra Majin Buu.
¡Ni siquiera sabía de la existencia de Bills! ¡El dios de la destrucción! ¡El ser con la que su vida está ligada!
Jeh... Aunque este tampoco se salva... El trabajo de un Kaio-Shin es crear vida, mientras que los Kaio eran sus administradores ayudándole en el trabajo, y el dios de la destrucción se encarga de destruir esa vida y creaciones, después de todo a palabras mismas de este dios "Antes de la creación viene la destrucción", haciendo un ciclo y manteniendo un equilibrio perfecto.
Pero no, este dios de la destrucción solo duerme por montones de años y después destruye planetas dependiendo de si le gusta o no si comida... ¡Casi era un filtro para las habilidades culinarias a nivel universal!
Básicamente los únicos que hacían algo eran los Kami-Sama o Kami a secas, algunos planetas tenían uno de estos, aunque sinceramente no era la norma, administraban la vida de ese planeta... Aunque no suelen hacer mucha cosa, ya que no pueden actuar por ellos mismos y su poder generalmente es menor a las mil unidades, si yo fuera ahora mismo y destruyera la Tierra el Kami-Sama de la Tierra no podría hacer nada para detenerlo, solo se dedica a entrenar a los mortales contra estas calamidades y... Ya... No hace mucho más.
También estaba Enma Daio o Gran Rey Enma, el que dicta si vas al cielo o al infierno, básicamente regula las almas de los mortales después de la muerte... Es uno de los pocos que hace su trabajo.
Toda esta ineptitud y corrupción es lo que hizo que nuestro universo se encuentre en una de las posiciones más bajas del ranking de los 12 universos, y por ello iba a ser destruido.
Y no es tan "fácil" como irse a otro universo, ya que no borró únicamente este, borró a cada ser y cosa que era originaria de este universo, junto a otros universos con un ranking bajo.
Toda esta situación se solucionó en la versión original gracias a que Goku propuso un torneo entre todos los universos, en el que solo sobreviviría el que gane, al universo ganador le sería otorgado un deseo de las Super Dragon Balls, las cuales son supuestamente capaces de conceder cualquier deseo.
Sin embargo, en esta realidad todo es diferente... Nunca hubo un Raditz que le contara a Goku que es un Saiyajin, nunca hubo un Vegeta o un Nappa que le contara sobre Freezer, el poder de Goku se quedará atrás.
Los androides del Dr. Gero seguramente serán más débiles que los originales, después de todo su propósito era matar a Goku, célula no existirá como era en el universo original, después de todo no tiene los genes de Freezer ni de otros alienígenas, tampoco será tan poderoso.
¿Majin Buu? Es posible que vuelva a la vida, sin embargo no hay Vegeta ni seres tan poderosos de los que absorber la energía maligna, si Babidi sale a la luz ante Goku y los demás lo matarán rápidamente, aunque no tendrían una posibilidad contra Dabura, así que podrían ser exterminados.
De todas formas, no acabarían conociendo a Bills, mucho menos a Zeno-Sama, por lo que no habría torneo de poder y por lo tanto este universo sería borrado... Y junto al universo yo desaparecería.
Por lo tanto, mi trabajo es evitar que eso ocurra...
Zak:"Exactamente, un trabajo sencillo ¿No crees?"
Baël:"Jeh... Claro, después de todo si me detengo ante esto ¿Para qué hice nada en un primer lugar?"
...
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