El choque de espadas resonaba por toda la catedral.
Dos personas estaban chocando sus espadas en un último intento de acabar con la vida de otro.
" ha.....ha...ha"
"ha....ha...ku"
Ambos hace tiempo ya llegaron a su límite, su cuerpo llegó a su limite hace mucho pero ellos se obligaron a seguir peleando. A pesar de que ellos saben que no ganarán nada con acabar con la vida del otro.
".....Ríndete....Ingrat, ya no hay nada por lo que luchar", contraria a su apariencia exterior, su tono de voz tenía toques de desdén y burla.
Ingrat no respondió, él simplemente dejó que su espada hablara.
Con el poco mana que le quedaba el lo redirigió para darle un aumento de fuerza a sus brazos y piernas.
"Esto acaba ahora"
"(Mocoso)"
Moviéndose más rápido de lo que un ojo humano puede ver, ambos se encontraron en un fuerte choque que terminó destruyendo lo que quedaba de la catedral.
La vista fuera sorprendente, tanto que si los religiosos estuvieran aquí ellos se arrodillaron para rezar a su dios, no era para menos ya que todo parecía haberse ido al carajo.
Grandes extensiones de tierra marchita estaban alzándose en el suelo mientras se separaban cada vez más del núcleo del planeta, el cielo parecía roto, no, el cielo tenia agujeros que permitían que la atmósfera se rasgara y el oxígeno se filtra a las profundidades del vacío del espacio.
Los mares se estaban evaporando, no, se estaba filtrando hacia el espacio debido a las fisuras.
La presión gravitatoria se reducía a cada minuto, pero a ellos no parecía importarles, ellos no dejaban que cosas innecesarias como el fin del mundo interfiriera en su combate.
Los movimientos de espada que ambos cultivaron al punto que ya no solo es un arte de espada, sino un extensión de su alma, ambos alcanzaron el pináculo de este pequeño mundo moribundo de rango 3.
Los choques se intensificaron al punto en que las pocas extensiones de tierra que quedaban se rompían y evaporan debido a la enorme fuerza de fricción.
A ellos ya no les importaba el mundo o su propio bienestar, una prueba era que ellos hace mucho se quedaron sin mana, reemplazandolo con su propia fuerza vitalidad, ambos hace mucho que superaron el rango de superhumano gracias a esto pero, su cuerpo estaba envejeciendo a un ritmo visible.
Ingrat sabia que su cuerpo no duraría mucho, así que él junto con su voluntad y toda su fuerza vital redirigida hacia su espada planeo hacer un último tajo con su espada para finalizar esto, envejeciendo al punto en que parecía un anciano que moriría en cualquier momento.
Pero su oponente no se quedo atrás, el hizo los mismo y ambos con su voluntad y fuerza vital chocaron gritando sus últimas palabras.
"¡I AM ATOMIC!"
"¡Represalias del arcángel!"
Ambos chocaron y una gran explosión resonó por todo el mundo antes de que este colapsara.
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