Los días pasan y apenas puedo ponerme de pie. He contado con la ayuda de María para conseguir comida y agua.
Me siento como si tuviera algún tipo de maldición que hace que mi cuerpo esté constantemente agotado. ¿Debería considerarme afortunado de no estar peor?
En fin, eventualmente fui capaz de salir de la cueva usando un palo de madera como el tan querido de ella para apoyarme y no perder el equilibrio.
[Wow, en serio es precioso]
La vista que me esperaba era maravillosa. Estábamos en lo alto de una montaña, donde solo se veían unas cuantas aves en el cielo azul, un par de nubes blancas, y el sol escondiéndose en el horizonte. El frío del ambiente también se hacía notar de igual manera.
[¿No te lo había dicho? Es un poco complicado el caminar por aquí, pero la brisa se siente genial~]
[Ciertamente. Aun así, se agradece tomar aire fresco después de tanto tiempo]
[Es parte importante de tu recuperación]
Cerré los ojos para respirar hondo y disfrutar del momento. Cuando los abrí, retomé la inspección de los alrededores.
Por lo puedo observar y lo que me contó ella, estamos al sureste del valle donde tuvimos la batalla contra Dimitri. En la lejanía creo vislumbrar lo que parecen ruinas y destrucción reciente, ni parecido al hermoso paisaje utópico el que habíamos visitado.
Si seguimos avanzando al oriente, llegaremos al país vecino. ¿Valdrá la pena seguir adelante? Ya hemos recorrido bastante como para devolvernos, tal vez sea un indicador que vamos por buen camino. Además, nos queda más cerca que dar la vuelta.
Nuestra intuición nos sirvió para llegar hasta aquí, sin ninguna señal clara a donde seguir supongo que es lo mejor que tenemos.
Tras entrar nuevamente a la cueva conversamos los 2 sobre el tema, y ambos acordamos que ese sería nuestro nuevo destino.
Pasamos una semana caminando entre las montañas, descendiendo lentamente para evitar caer por los barrancos. La ruta por lo cual pasamos es bien similar a la que tomamos inicialmente al subir la cordillera.
No había mucho que destacara para mencionar, por lo que inevitablemente nos llamó la atención una mancha en la distancia que desentonaba con el gris en donde nos encontramos. Decidimos ir ahí para confirmar nuestras dudas.
En cuanto llegamos, nos llevamos una grata sorpresa.
[¡Mira Asriel! ¡Es pasto! ¡Pasto verde!]
Es genial ver algo de naturaleza otra vez luego de casi 1 mes rodeado de rocas.
[Siento que debería hacer una broma al respecto... sin embargo, realmente se sintió como una eternidad desde la última vez que hemos visto este tipo de vegetación]
Ahora si que nos hemos alejado del punto de inicio. Me pregunto si alguna vez tendremos algún poder para volar o teletransportarnos, definitivamente sería lo más útil en estos momentos donde estamos literalmente vagando a nuestra suerte.
Nunca tomé tan en cuenta la duración de nuestro viaje. A este paso, es muy posible que recorramos todo el mundo, cosa que me fascinaría. Aunque me gustaría que podamos regresar un día, o al menos encontrar un lugar seguro al que llamar hogar.
[¿Estás bien Asriel?] dijo ella mirándome y girando levemente su cabeza hacia el lado.
[Si, gracias a ti me recuperé completamente]
[Pero... tenías una cara triste hace poco]
¿Es que acaso ella aprendió a leer la mente o algo así?
[Es solo que pensaba en cuan lejos de casa hemos llegado. Me preguntaba cuanto nos demoraremos en volver a nuestro hogar cuando esto termine]
[Asriel...] ella se acercó y me abrazó del brazo. [Si estamos los dos juntos, no me importa donde lleguemos a parar. Tú eres mi hogar]
Tras decir eso apartó su mirada, sus mejillas estaban rojas. A pesar de que su discurso podría ser catalogado de cursi, yo creo que fue adorable.
[Gracias María, tus palabras de verdad me alegran la vida. Tienes razón, mientras estemos los 2 nada más importa] respondí acariciando su cabello.
Continuamos andando por el prado y los restos de flora hasta que nos topamos con un sendero.
[Ohhh, creo ver unas cuantas pisadas]
[No parecen recientes, no obstante, es una clara señal de que hay gente cerca. Sigámoslo]
[Ok~]
Caminamos por varios minutos hasta llegar a una villa llena de cabañas de madera. Todas intactas y aparentemente deshabitadas. Definitivamente los invasores prefieren quedarse cerca de asentamientos más poblados.
[Siento una especie de deja vu. Esta vez te dejo los honores]
[¿Eh...? Ah, ¡entiendo! Ejem, ¿¡hay alguien aquí!? ¡Solo somos un par de viajeros que buscan refugio por unos días, y una taza de té no estaría mal~!]
Solo el silencio respondió a aquel peculiar petición. A diferencia de la otra vez, puedo afirmar que somos las únicas personas aquí.
Aproveché para revisar una de ellas, y noté que en efecto estaba desocupada. Al intentar tocar la puerta, esta se abrió sin problemas.
[Realmente está deshabitada. Ven María]
[¿Qué sucede Asriel?]
[Nos apropiaremos de esta casa por un tiempo]
De esta manera entramos y revisamos su interior. Tenía 2 piezas, un living, baño y cocina. Todo intacto y sin rastros de daño, por lo que decidimos dejamos nuestras cosas aquí.
Aprovechamos de ver otras cabañas, las cuales eran similares, e incluso algunas tenían comida. ¿Quizás fueron habitadas hace poco? Y de ser así, ¿qué les habrá pasado a sus ocupantes? Bueno, a estas alturas no sacamos nada con preocuparnos. Si nadie las utiliza, la ocuparemos para poder descansar bien hasta decidir donde ir ahora.