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Chapter 91 - Paraíso en la Tierra parte 2 (III)

Empujamos a María a un lado y recibimos de lleno el imprevisto ataque.

[¡Asriel!]

Salimos volando y nos arrastramos por el suelo unos segundos. ¿Qué es lo que sucedió? Esa fuerza no tiene comparación con la de antes.

Esta sensación es diferente... ¿nos supera el miedo?

[¿... qué clase de ser eres?]

[C, creo que es un espíritu] dijo ella luego de venir corriendo hasta nuestro lado.

[¿Espíritu? ¿Cómo los que estamos buscando?]

[P, parece que es distinto. No demuestra ser benevolente, solo desborda maldad]

[¿En verdad esto es lo que nos esperaba al final del camino?]

[E, existen varios tipos como Lavos explicó. Los elementales deberían estar en la cima de la jerarquía... aunque no se lo que esto sea. N, no puedo descartar que alguno maligno exista]

[Ese desgraciado, ¿trajo algo tan terrible a este mundo?]

Si lo pensamos tiene sentido. Sería estúpido de nuestra parte el dar por sentado que todas las criaturas pertenezcan al bien, por muy elevadas y desconocidas que sean para nosotros.

[Antes solo podía sentirlo y más o menos comprender que era... ahora consigo verlo con claridad. Creo que es porque está usando el cuerpo de ese señor como medium]

Ciertamente, podemos sentir como la presencia de una cosa más allá de la comprensión tomó posesión de él.

En si es una masa negra en forma humanoide que consigue flotar en el aire, de forma amenazante.

Debemos pelear, tenemos que protegerla a como de lugar.

Si usa el cadáver para quedarse en este planeta, solo basta con hacerlo trizas.

Alzamos nuestras alas y vamos a enfrentarlo.

[¡Espera Asriel!]

Ignoramos su grito y nos concentramos en esta amenaza.

[¡..!]

Esta presencia dejó salir unos terroríficos sonidos y comenzó a atacarnos.

Aunque sus golpes no pueden destruir nuestra armadura son bastante fuertes y nos hacen daño.

Uno tras otro, los ataques seguían y seguían. Su cuerpo se movía de una forma innatural, como si un niño sin experiencia intentara controlar una marioneta y la moviera de un lado a otro sin control.

Nos resulta imposible predecir de donde llegarán.

No queda otra más que tomar distancia, por ello nos elevamos al cielo.

[¡Cuidado!]

Gracias a su llamada logramos esquivar un láser de energía que se disparó en nuestra dirección. ¿Puede atacar a distancia? ¿Qué diablos fue eso que lanzó? ¿Es energía oscura...?

Nos molesta. Que haya obtenido tanto poder de golpe nos hace hervir la sangre.

Nosotros somos los más poderosos. Nadie nos puede hacer frente.

¿Es que vamos a seguir esquivando? ¿Sólo girando a su alrededor?

Hay que contraatacar. Hay que hacerlo pagar por sus pecados.

Sin pensarlo más nos abalanzamos hacia él y logramos atravesar su oscuridad y rasgar su carne. Pero como si no sintiera dolor por las heridas siguió contraatacando.

¡Maldición! ¡Debe sufrir!

¡Ha de gritar lamentándose! ¡He de hacerlo añicos!

Lo abrazamos con fuerza y damos un mordisco a la yugular, un golpe que debería haber sido mortal.

Sin embargo no fue así.

Con nuestra garra atravesamos su pecho donde debería estar su corazón.

Pero sigue en pie.

Con la cola penetramos su cabeza, su cerebro.

... aun permanece intacto.

¿Es qué acaso no puede morir? Si es un espíritu... tal vez sea posible.

El aura alrededor de este se incrementó tanto que comenzó a quemar, lo soltamos y nos alejamos.

En ese momento esa energía se concentró en una esfera negra que nos la lanzó. Eso fue suficiente para mandarnos lejos.

Mientras flotábamos en el aire este se acercó rápidamente, nos tomó del cuello y de un golpe nos devolvió al suelo.

[¡Asriel!]

Tan solo escuché el grito de María.

Cuando me di cuenta estaba en el piso desplomado, mi guante se había desvanecido.

En la lejanía observé la figura de Kurogane sin reaccionar, a los pocos segundos desapareció en un círculo de convocación.

Así que ese ataque fue tan poderoso que canceló nuestra unión de alguna manera, probablemente lo mandó de regreso a su hogar si es que sigue con vida.

Mi cabeza me pesa mucho, al tener fusionada la conciencia con otro hizo que su lado salvaje se apoderara de mi juicio, cosa que nos puso justo en la boca del enemigo. Sin embargo estoy seguro que de no ser por la armadura de dragón todos mis huesos estarían rotos en este instante.

[Maldición...]

Que descuido. Ahora no poseo las fuerzas ni para mover un dedo.

[¡Asriel aguanta! ¿¡Puedes oírme!? ¡Resiste!]

María llegó corriendo a revisar como me encontraba.

[... lo siento]

Ni siquiera puedo pensar con claridad.

A pesar de que tengo los ojos abiertos no veo más que niebla.

[Ese enemigo es muy poderoso para nosotros. ¡Debemos huir!]

[... déjame aquí]

[¿¡Pero qué dices!?]

[No puedo moverme, si te quedas a curarme el vendrá por ti...]

[¡No bromees! ¡En ese caso te llevaré conmigo!]

Ella intentó levantarme, aunque sus pequeños brazos no tenían la fuerza suficiente para hacerlo.

[María, solo seré una carga...]

[¡No digas eso!]

[Ya no me queda mucho...]

[¡N, no! No te mueras]

[Perdón... siento no poder-]

[¡No te vayas! ¡No me dejes sola!]

Sus lágrimas comenzaron a brotar y cayeron sobre mi cara.

[... cumplir la promesa... de protegerte]

[¡No, Asriel! Alguien, ¡que alguien nos ayude por favor!]

[Sálvate María... vive...]

Esas fueron mis últimas palabras.

Mi voz se secó y no pude seguir hablando. Mis ojos habían perdido el color, y eventualmente toda la luz.

Ya no puedo sentir nada, ni mis extremidades, cabeza o el calor de ella.

Mi audición es lo único que me queda, aunque poco a poco los sonidos van desapareciendo.

Alcanzo a escuchar un llanto. Un grito de desesperación realizado por la chica que me ha salvado, la más importante en este mundo, y la cual no podré devolverle las gracias...

[¡Por favor! ¡Que alguien nos ayude!]

...

..

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