Aun así, a cada segundo aparecen más y más.
Las columnas de humo se dividen y expanden, tomando una forma definida reminiscente a esqueletos etéreos que rondan a nuestro alrededor. Dimitri de seguro es la fuente, si conseguimos derrotarlo estos fantasmas de seguro se detendrán y tal vez consigan descansar en paz.
Sin embargo es tal la cantidad de oponentes que no nos podemos acercar.
Esto se está saliendo de control, tengo que intentar otra cosa. Solo los 2 no podemos con tantos objetivos a la vez.
Necesito pensar como salir de esta. Si alguien más nos ayudara, puede que...
[María, ¿puedes conseguirme unos segundos?]
[¿Eh? Creo que puedo, ¿que planeas hacer?]
[Es algo arriesgado pero es la única opción que se me ocurre]
[Ok, haré lo posible]
[Gracias, te lo encargo]
Rodé hacia un lado para esquivar un ataque y retrocedí unos pasos. María se puso en el camino y comenzó a girar su lanza para alejar a todos los que pudiera.
[¡De aquí no pasarán!] gritó y pude observar como la luz se reunía en la punta de su arma, el resplandor siguió incrementándose. [¡Shining Shield!]
En ese momento el brillo se manifestó como una pared transparente y sólida que actuó como un escudo que nos protege, un poco similar a las que Alex genera con sus kunais. Los fantasmas no pueden atravesarla por más que lo intenten.
¿Cuando aprendió eso? Recuerdo que Victor mencionó que habían algunos Spiritist que podían obtener alguna habilidad extra, el mismo tenía la capacidad de controlar las demás armas de sus compañeros, y hasta su mente a un cierto grado.
Esto quiere decir que ella ha superado a un simple Spiritist, habiendo evolucionado su arma y ganando un nuevo poder. Realmente es una chica prodigio.
Aunque no es tiempo de admirarla, ya habrá tiempo para ello.
Ahora respiro profundo, cierro los ojos y me concentro.
Apostaré a esta nueva conexión que siento, esta pequeña calidez que viene desde mi pecho.
En ese instante. Si, ciertamente sucedió algo entre ambos, una especie de acuerdo.
No, no es cualquiera, fue un encuentro especial. Nuestras almas se tocaron por un momento.
Al concentrarme puedo sentir su latir, no importa en que parte del mundo te encuentres.
Tu vida y la mía se hicieron una por un segundo.
... es por eso que creo.
Confío en ti.
En que no es sólo un contrato, es una promesa.
Si te llamo, vendrás en mi ayuda.
En tus ojos, la roja furia de la justicia.
En tu alas, que se alzan hacia la victoria.
En tu figura, que impone una gran presencia protectora.
Abandona tu viejo ser de maldad y levántate nuevamente como mi guardián.
Sigue el llamado de tu compañero, encuentra mi mano que te nombra y trae el final a mis enemigos.
[Yo te convoco. ¡Ven a nuestra ayuda, Kurogane!]
Desde mi guante con mi dedo meñique iluminado aparece un círculo de convocación, este se expande y queda flotando en el aire a mi lado, sin dudas es el mismo que había aparecido aquella vez.
En un flash una negra sombra se presentó con fuerza, como si un meteorito hubiera caído en el sitio.
El viento del impacto hizo temblar la tierra y el sonido ensordecedor dejó en silencio a todos los presentes.
De la nube de polvo una silueta se vislumbra haciendo un rugido que hizo que Dimitri se estremeciera de terror.
Una imponente figura. Alas tan grandes como una persona, una mirada penetrante y que infunde respeto a sus oponentes.
Es un dragón de las sombras, Kurogane.
El ha llegado aquí siguiendo mi llamado gracias al poder de mi dedo meñique.
Como pensé, esa vez que hicimos ese pacto se creó un nexo entre ambos. No solo nos permitió entendernos, también me dio la habilidad de llamarlo en esta ocasión para que nos ayude.
[Esa figura demoníaca... ¿¡realmente trajiste un demonio de carne y hueso a este sagrado lugar!? Imperdonable... ¡imperdonable!]
[¿¡Me dices demonio cuando traes a las almas de tus antiguos enemigos para que hagan el trabajo sucio!? ¿¡Cómo tienes cara para decir eso!?]
En serio, ¿qué tan descarado puede llegar a ser?
[Asriel, ¿es este el dragón de la otra vez?]
[Si, ha venido a darnos una mano]
Estiré mi mano para tocarlo, a lo que el se quedó tranquilo. No se si estará cómodo si lo trato como una mascota, sin embargo al vernos María un poco reacia se nos acercó e hizo lo mismo.
[Ohhh, es una sensación algo extraña, aunque no está mal. Encantada Kurogane~]
El respondió con un leve gruñido, supongo que él también lo siente.
[Bueno...] dije devolviendo la mirada a Dimitri. [Como vez, ahora somos 3 contra ti y tus marionetas. Veamos que es mejor, un montón de fantasmas o mi dragón. ¡Vamos María, Kurogane!]