[Woooow~ ¡es precioso!]
[Oh...]
La vista me sorprendió tanto que no pude evitar quedarme sin palabras, al punto que mi boca se abrió de golpe y se mantuvo así por unos segundos.
Aquí, entre esta gris cordillera, al final del estrecho trayecto, lo que nos esperaba era un hermoso paisaje. Verdes planicies con un pasto demasiado verde que cubre todo el lugar, varios árboles retocan los alrededores indicando que la vida florece incluso en estos sitios tan extremos y recónditos, unos cuantos animales se alimentaban de la flora, y altos cerros actuaban como una especie de cerca ovalada que separa el ambiente donde nos encontramos del crudo clima exterior, protegiendo y aislando la zona como generando su propio ecosistema.
Me asomo mirando hacia afuera y solo puedo contemplar nubes hasta que se termina la vista, esto es reminiscente a estar en una simple isla en un océano azul. Arriba de nosotros el cielo está despejado, pudiéndose ver sin problemas el sol cerca del horizonte en el oeste y extrañamente su brillo no es molesto.
Puede que esto sea-
[¡Es como un oasis en medio del desierto!] gritó María con una sonrisa. [Aunque más exacto estamos en medio un valle en la cima de las montañas, ¡eso es aun más raro y emocionante!]
[Es como dices, quien hubiera pensado que existiría un lugar así]
Ella se sacó su equipaje y comenzó a saltar por ahí desbordando felicidad, yo dejé mi mochila en el suelo y empecé a caminar observando en más detalle.
Algunos árboles tenían fruta, más jugosa y sabrosa de la que jamás había probado. Puede ser que el cansancio y el hambre me hallan jugado en contra, pero eso no quita que estuviera deliciosa.
Agua emanaba de uno de los cerros haciendo un charco donde podrían entrar varias personas a bañarse, esta era de lo más fresca que se pudiera encontrar, literalmente agua de manantial.
Realmente es como si fuera un paraíso.
Me sorprende que no haya ningún rastro de civilización. Ninguna casa, asentamiento, antena o algo que indique que hayan habido humanos antes. Si bien llegar aquí caminando es casi imposible, lo encuentro sospechoso.
Antes del día del Apocalipsis sería sencillo detectar este sitio por medio de satélites, de seguro alguien sería lo suficientemente loco como para venir en un helicóptero. A pesar de eso no hay nada... ¿quizás no haya valido la pena recorrer todo el trayecto hasta acá?
María sigue bailando de alegría sobre el pasto mientras yo me siento bajo un árbol a descansar.
Tanta tranquilidad hace olvidarne de todas mis preocupaciones y querer cerrar los ojos a disfrutar de la suave brisa.
Este es un lugar perfecto.
Sin necesidades, sin problemas, sin guerras.
Si, es lo más hermoso que he visto en este nuevo mundo lleno de desgracia y sufrimiento.
Tal vez, sólo tal vez, podríamos terminar este viaje y vivir los 2 aquí en paz...
[¿Quiénes son ustedes?]
[¿Eh?]
Una voz sonó de la nada y me sacó de mis sueños utópicos, estaba tan relajado que no noté su presencia.
Me puse de pié rápidamente y busqué el origen del sonido.
[¿Cómo pudieron llegar a este lugar? ¿Lograron atravesar la barrera santa?]
Miré en su dirección. Un señor de aparente edad se acercaba lentamente hasta nuestra posición. Tenía una gran barba de color blanco que destacaba de sus largas túnicas grises, me recuerdan un poco a las de Lavos... aunque su mirada no reflejaba maldad alguna.
¿Será este el tipo que él ha estado buscando? ¿Un anciano inofensivo como este? Lo dudo mucho.
[¿Usted vive aquí?] preguntó María sin escrúpulos.
Hasta ella no tuvo miedo alguno al verlo ni la necesidad de esconderse detrás de mi, no parece sentir algo extraño como cuando observó a Lavos por primera vez. Puede que no estén relacionados después de todo.
Sin embargo... ¿qué es lo que dijo? ¿Barrera? ¿De qué está hablando? No vi nada como eso. Por la expresión que ella puso tampoco se ha percatado.
[Lo siento por irrumpir sin permiso, nos quedamos impactados por la belleza del lugar] añadí.
Me gustaría confirmar sus intenciones antes de darle información sobre nosotros, no puedo descartar el hecho de que esté en un sitio tan inaccesible, es sospechoso.
[Si, ¡así es! ¿Cómo puede ser tan hermoso? ¡Es increíble! ¿Usted lo ha estado cuidando?] acotó ella.
No se si entendió mi plan, pero es una buena distracción para desviar el tema.
[No fui yo señorita, no fue necesario. Esta es una de las pequeñas bendiciones que los dioses nos han otorgado, podría decirse que es un milagro] la voz del hombre era serena y confiada. Cada palabra demostraba sabiduría y absoluta confianza. [Es perfecto para ser considerado el nuevo Edén]
[¿Edén?] nos preguntamos al unísono María y yo.
[Hay varios nombres que hacen alusión al reinado de los cielos en nuestro plano terrenal. Este espacio ha sido bendecido como el nuevo lugar de nacimiento de la raza humana. Luego de que las criaturas demoníacas siembren la destrucción en el mundo y acaben con todo, será el final de una época y el comienzo de una nueva]
Tras terminar su discurso hubo unos segundos de silencio.
Tenía demasiadas dudas en mi mente, aunque por alguna razón no pude poner ninguna en palabras.
Los pelos de mis brazos se me erizaron repentinamente, seguido sentí unas manos que me abrazaban por la espalda, parece que no soy el único que se siente incómodo por el peculiar comentario.
Dejé esos sentimientos atrás, necesito mantenerme fuerte frente a ella para protegerla.
Me concentro en decirle una pregunta crucial, una que determinará el destino de este contacto.
[Tú... ¿eres Dars?]
Dependiendo de su respuesta puede que estemos en el peor escenario posible. Me preparo para sacar mi katana de ser necesario.
[¿Dars? Han pasado muchos años desde que escuché el nombre de ese sujeto. ¿Pasa algo con él?]
[Así que lo conoces, eso significa que también eres de esa tribu]
[En efecto, una vez formé parte de ella. Hasta que me expulsaron por descubrir e intentar difundir la verdad]
[¿La verdad?]
Ahora puedo decir el porque de esos extraños sentimientos que tenía antes. Tan sólo me bastó ver como la calmada voz del señor lentamente se transformaba en algo cada vez más... retorcido.