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Chapter 38 - La Fortaleza de los Elegidos parte 2 (VI)

Fui corriendo hacia él y lo golpee con mi espada. El usó su escudo para bloquearlo sin mayor esfuerzo. De su centro salió una luz que me cegó y me hizo retroceder. Por alguna razón mi mano izquierda comenzó a doler.

[¡Ahhh! ¿¡Qué está pasando!?]

Mi mano no me hacía caso por más que lo intentara, como si alguien estuviera apretándola con fuerza y me lo impidiera.

[Parece que tienes un cierto poder ahí que no has mostrado todavía, ¿qué tal si lo ponemos a prueba?]

Lentamente mi guante se alzo y apuntó a mi cabeza. El dedo índice comenzaba a cargarse poco a poco. Oh no, ¿puede controlar mis poderes?

[¡No te dejaré!]

Con mi derecha usé mi espada para intentar cortar mi dedo, lo cual no funcionó, aunque logré desviar el ataque hacia otro lugar.

[¿Puedes mantener la cordura después de todo esto? Ciertamente eres un enemigo al que temer, mi habilidad de control parece ser inefectiva contra esa otra arma tuya. Interesante...]

[¿¡De qué diablos hablas tanto!?]

[Hay algo extraño en ti, ¿a pesar de tener dos armas eres así de débil?] siguió explicando luego de alzar su mirada al cielo. [Tu espada está vacía, no hay alma en ella, por eso no puedo manejarla]

[¿Alma? ¿A qué te refieres con eso?] le respondí confundido.

[Posees un arma inútil. Es por eso que tienes dos, una con un potencial creciente y la otra incompleta, como una coraza sin relleno. Eso explicaría el tono de color extraño. Eres un caso anormal, quizás si tuvieras más tiempo podrías desarrollarlo al máximo como yo... pero para tu desgracia no lo tendrás]

Victor arremetió con su escudo y me embistió con toda su fuerza. Salí volando por el golpe y caí a unos pocos centímetros del borde del edificio.

[... aun puedo continuar] dije poniéndome de pie.

[Vaya que decepción, pensé que tendría a alguien prometedor que agregar a mi colección; digo, a mi causa] dijo levantando su espadón. Esta se cubrió de una luz que empezó a girar a su alrededor y acumularse en la punta. [Pero ni siquiera pudiste entretenerme por mucho tiempo. En ese caso desaparece de mi vista]

Entonces lo enterró en el piso, el impacto rápidamente generó unas grietas que terminaron en donde estaba, lo que causó que todo se comenzara a destrozar. Mi cuerpo caía mientras veía los escombros descender conmigo.

El golpe al final me dejó muy adolorido, creo haber caído como mínimo unos 2 pisos. Mi guante perdía su resplandor levemente en pequeños lapsus hasta que se desfragmentó, por otra parte mi espada está tirada a unos metros. Me arrastré lentamente hacia ella al no tener las fuerzas necesarias en mis piernas para ponerme de pie. En mi cabeza repasaba las palabras que me había mencionado antes.

¿Acaso está vacía? ¿No tiene alma?

Es verdad que surgió porque lo desee desde lo más profundo de mi ser cuando más lo necesitaba y apareció gracias a mi guante. Me ha llamado la atención todo este tiempo como el único factor común que tienen los elegidos de la luz es el mismo color cian en lo que sea que materialicen.

¿Por que sólo esta es distinta? ¿Estará incompleta como dice Victor? En todas estas peleas no ha demostrado ningún poder especial, podría pasar por un arma común y corriente.

No causa efecto de rechazo contra las criaturas. De hecho me da una sensación diferente... como si no fuera mía, tal como si fuera prestada.

(¿Quieres obtener el verdadero poder?) escuché decir una voz en mi mente.

¿De donde proviene?

[¿Me está hablando a mi?]

(¿Quieres ver hasta donde puedes llegar?) nuevamente resuena algo en mi interior.

Parece llamarme desde mi espada.

[¿Hay alguien ahí?]

(¿Quieres saber de lo que eres capaz?) dijo otra vez.

[...]

Claramente viene de su dirección. Quizás no es sólo que esta arma sea incompleta, es que yo no soy merecedor de ser su portador. No he podido usar todo el potencial que tiene que ofrecer. En esta situación debo apostar a lo que pueda hacer si es que realmente quiero vencerlo.

Finalmente llegué lo suficientemente cerca y estiré mi mano intentando alcanzarla.

(¿Estás dispuesto a arriesgarte y demostrar que eres digno?] preguntó.

Sin pensarlo dos veces respiré hondo y respondí.

[No he llegado tan lejos para morir aquí. ¡Dame lo que tengas!]

(Bien. Que comience el desafío)

Una luz cristalina envolvió los alrededores y se lo tragó todo.

El espacio y el tiempo parecen colapsar.

Todo se tiñe de negro.

Mi conciencia se hace una con el vacío.