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Chapter 7 - CAPITULO 6: PROBLEMAS CON LOS POBLADORES DE MIRACLE TOWN

Ryan despertó cuando debía ser cerca de medio día. Su primer instinto fue el levantarse de donde estaba sentado; pero en lugar de eso, miró a su lado y vio a su costado derecho a su pequeño Jerry dormir mientras colocaba su cabeza sobre su hombro. Sonrió al ver como su hijo aun parecía un bebito, aunque estuviese cerca de cumplir diez años. Por otro lado miró a su izquierda y vio como Colt también dormía, después noto que ella estaba también durmiendo sobre su hombro. Ryan sintió como se sonrojaba al ver aquello. La luz del sol hacia ver su cabellera roja casi flamante, como si fuese un rubí rojo escarlata que brillaba con la luz de aquel cálido sol. Su rostro, aunque se veía un poco sucio, mantenía todavía su blanco original, en lugar de verse totalmente bronceada por el mismo sol y por los vientos del desierto. Su expresión al dormir era más tierna como también bella antes que intimidante o fría, el opuesto a la expresión que solía tomar cuando estaba despierta.

Su respiración era suave, fuese lo que fuese que soñaba era claro que no estaba relacionado con dispararle a las personas o al menos eso esperaba Ryan.

No pudiendo soportar la tentación le dijo

- Buen día

Colt se levantó de inmediato desenfundando su revólver con la mirada totalmente aterrada, por lo que Ryan dijo

- ¡Wow, wow! ¡espera Colt, soy yo, soy Ryan!

Ella se mantuvo totalmente petrificada en ese momento, todavía apuntándole, mientras le miraba con los ojos desorbitados y respiraba con agitación. Luego pareció recordar algo, por lo que su mirada se calmó a la vez que bajaba los revólveres y su respiración se mantuvo por unos minutos más agitada hasta que se normalizó de inmediato.

- ¡Ryan, hijo de puta! ¡menudo susto me has dado!- gruñó ella guardando sus pistolas en las fundas

- Lo siento mucho- se disculpó Ryan asustado- es que te veías tan apacible que creí que estabas teniendo un bello sueño

- Lo tenía- le respondió Colt con una frialdad muy grande- era un recuerdo en realidad

- ¿Puedes recordar de que trataba?- le preguntó Ryan con curiosidad

- De un campo verde y un castillo de gran belleza en los montes de… en realidad no lo recuerdo bien, de todos modos es un sueño tonto, posiblemente no tenga nada que ver con mi pasado o conmigo misma- le contestó Colt intentando recobrar su actitud dura

- ¿Qué hora es Colt?- preguntó Ryan un poco asombrado por la posición del sol

- Considerando que las sombras ya no nos están alumbrando, eso quiere decir que estamos cerca del medio día o en pleno medio día

- ¡Maldición!- exclamó Ryan levantándose de golpe- ¡hoy es martes!, eso quiere decir que la tienda aun estará abierta un poco más de la cuenta

- ¿Qué tienda?- preguntó Colt sorprendida

- La de suministros, luego te explico Colt, ahora debo ir rápidamente por mi carreta de provisiones y mi billetera- luego despertó a Jerry mientras le decía- hora de despertar campeón, se nos ha hecho tarde, tenemos que comprar el alimento

Después de eso corrió a donde podía estar su carreta

- ¿Quieres que yo los acompañe?- preguntó Colt un poco extrañada por esa forma de ser de Ryan

- ¡Ohhh! ¿qué paso?- gimió Jerry luego vio a Colt y le dijo- si, como sea

. . .

Jerry había sacado la carreta, la cual era de madera y sin ningún techo de tela que la cubriese, solo una simple y corriente carreta de madera. Un caballo, de negro pelaje, le estaba llevando. Colt se acerco a Ryan para decirle

- Iré contigo, espero que no te moleste

- ¡Colt por amor de Dios!, solo es ir por las provisiones, no adentrarnos al campamento de los Apaches- se quejó Ryan

- Igual iré contigo- gruñó ella

- Si insistes- se quejó Ryan mientras continuaba preparando todo en la carreta

Luego de haber hecho esas preparaciones, vio como su pequeño Jerry se subía a la carreta mientras que Colt, armada con sus pistolas y con una escopeta que guardo en su enorme saco negro, se sentó al lado de ambos. Ella sonriente le dijo

- Bueno, ¿que estamos esperando?

- ¡Allí vamos!, ¡yeehaaa!- exclamó Ryan moviendo las riendas haciendo que el caballo se pusiera en movimiento llevando la carreta con ellos

Al poco tiempo estaban yendo de camino a Miracle Town.

. . .

Cuando llegaron al pueblo, Colt supuso de inmediato que un campamento Apache seria más amistoso en ese momento. Las casas eran parecidas a las que habían en territorios de los estados del sur, como Carolina del Sur o Virginia, los niños se alejaban de su presencia mientras que las mujeres susurraban en una voz no tan baja cosas como "allí van los blasfemos" o "los condenados, ¿Cómo osan entrar aquí? ¿Qué no temen la ira del señor?"

Colt miraba de reojo a esas personas. Después noto una actitud demasiado hostil en las miradas de las personas. Con un gruñido puso su mano sobre la culata de una de sus armas. Obviamente habría problemas muy cerca.

Ryan por otro lado no parecía notar nada extraño. En realidad todos los días martes era lo mismo. Nunca fueron bien vistos en el pueblo; pero si temía que los recientes problemas hiciesen que el trato por parte de Miracle Town fuese un poco más hostil que antes.

Jerry por otro lado si se estaba asustando, su padre no parecía notar el peligro; pero él sí y al parecer Colt también. Se estaban conglomerando más de lo normal, no parecía la típica "bienvenida" de los pobladores sino más bien una turba furiosa alistándose para lincharlos. Sin saberlo, tomó el brazo de Colt y ella le tomó la mano mientras decía

- No te preocupes, no te harán ningún daño

- Si- asintió Jerry

Ryan estaba por llegar a donde se encontraba la tienda de suministros cuando oyó a Colt decirle.

- Ryan, da la vuelta ahora

- ¡¿Qué?!- pregunto Ryan totalmente sorprendido- ¿Por qué?

- Se están conglomerando Ryan, es obvio que no están aquí solo para vernos con mala cara- le contestó Colt

- Bah, tonterías Colt, es así todo el tiempo- gruñó Ryan mientras comenzaba a detener el carruaje

- ¡Papá!- gimió Jerrry- ¡no es verdad!, hay algo más en su mirada

- Hijo, tranquilo, solo bajo a comprar las provisiones y después nos vamos- le aseguró Ryan a la vez que detenía la carreta, después se bajó de la misma para entrar en la tienda. Esta era similar a las demás tiendas en los otros pueblos del oeste, hecha de madera, tenía un cartel que decía "ABIERTO". Sin embargo, antes de que Ryan pudiese llegar a la puerta, el vendedor, quien era un hombre gordo calvo con un grueso bigote negro, puso el letrero en "CERRADO". Aquello sorprendió a Ryan que dijo- ¿eh?, ¡¿qué diablos?!, si todavía no es la una

- ¡Papa!- exclamó Jerry, que notaba como los pobladores se seguían juntando, no tenían armas; pero al parecer si habían muchas rocas en el suelo.

Antes de que Colt le ordenase que volviese a la carreta, oyó una voz que le dijo.

- ¡Ryan Billswourd!- después los tres vieron a un hombre vestido como si fuese un cura, solo que este tenía una sotana de color rojo, con una cinta blanca con inscripciones doradas que tenían la forma de una cruz, su cabeza estaba tapada por una capucha de color rojo que tenía el aspecto similar a la de los monjes españoles o a la del conocido infame grupo llamado el Klux Klux Klan. Se trataba del Ángel Vengador del Profeta y también el juez, jurado y verdugo de aquel pueblo- ¡el Profeta te ha condenado a muerte por blasfemia!, debido a que has pecado al negarte ante sus demandas divinas, que has osado matar a los mensajeros de Dios y a burlarte de nosotros al aparecer aquí hoy, se te ha condenado a ti y a tu hijo junto con tu amiga a ser ejecutados por medio del apedreamiento, ¡que comience el castigo!

Luego todos los ciudadanos, fuesen hombres mujeres o niños, tomaron las piedras y comenzaron a lanzarlas a los tres ocupantes de la carreta.

. . .

Colt no esperó ni un minuto para sacar sus armas, mientras lo hacía le gritó a Jerry

- ¡Conduce!- luego le gritó a Ryan- ¡a la carreta ahora!

Solo por haberse distraído unos minutos, una piedra la golpeó en la cara, dejándola mareada. Ryan corrió a donde estaba la carreta mientras que las piedras golpeaban sus costillas y brazos, se cubrió con estos, a pesar de dolerle, a la vez que Jerry intentaba manejar la carreta. Algunos ciudadanos se abalanzaron sobre el caballo para evitar que escapase.

Colt, en medio de la confusión, sintió como las piedras la golpeaban en las piernas, después vio que algunos niños iban por Jerry, quien recibió también un golpe fuerte en la quijada, no se la rompió por suerte; pero si le astillo un diente. Furiosa, ignoró el dolor para dispararle instintivamente a la cabeza de los niños que iban a golpear con sus rocas a Jerry. Después, con su pistola de la mano izquierda, disparó con rapidez a los que estaban cerca del caballo, siendo mujeres las que estaban allí. Los ciudadanos al ver que Colt no tenía un límite moral a la hora de disparar, se asustaron un poco; pero era tarde, ella no dejaría ni uno con vida.

Ryan hizo a mover el caballo haciendo que la carreta comenzase a tomar velocidad; pero Colt le dijo

- ¡Espera!, antes quiero dejarles un recuerdito- después de eso saco su escopeta y le apuntó al dueño de la tienda, que se encontraba tras las ventanas mirando la batalla, ella disparo y la bala entro por la ventana, siguió camino hasta el cráneo del dueño y continúo su trayecto hasta salir del cráneo llegando al suelo.

Después le apuntó a uno de los hombres que había lanzado las piedras a donde estaba Jerry, ella le disparó reventándole el cuello. Aquel hombre anciano se tomó su herida, la cual estaba sangrando, para luego de emitir un gemido ahogado, cayendo al suelo.

Con rapidez vio cuantas balas le quedaban en sus armas. Cuatro en la izquierda. Tres en la derecha. Lo mejor sería que supiese administrarlas bien. Con rapidez disparó a una de las mujeres la primer bala de la pistola derecha, después la segunda a un hombre joven en su pecho. Disparó la primera de la izquierda sobre un niño que estaba tratando de apedrear al caballo, luego la tercera de la derecha a una anciana que gritaba

- ¡Mátenlos!, ¡en nombre de Dios, maten…!- no pudo continuar por que la bala le reventó el ojo y gran parte de su cerebro

El arma de la derecha ya no tenía balas. De todos modos ya no importaba porque Ryan estaba logrando salir y la mayor parte de los pobladores estaban comenzando a huir por sus vidas, al parecer habían elegido una mala presa para sus ejecuciones religiosas y fanáticas. Por desgracia había uno que no estaba escapando, el Ángel Vengador, el cual tenía un rifle Winchester en sus manos y un caballo bastante veloz. Colt por otro lado tenía una pistola con tres balas en su tambor, dos armas sin munición ni tiempo para poder cargarlas ya que el Ángel Vengador les tenía en su mira, comenzando la persecución.