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Chapter 127 - Epílogo (Parte 2)

Mes de Fuego Bajo (Mes 9), Día 10, 09:08

Hoy era un día propicio para viajar, sin nubes colgando en los cielos azules de arriba.

La capa carmesí hondeaba libremente en viento, detrás de un hombre en una armadura de negro azabache. Evileye le hizo una pregunta.

«¿Regresarás?»

Era una pregunta extraña, pero Evileye sentía una sensación extraña. Se decía que los aventureros no tenían raíces, pero algunos aventureros tomaban ciertas ciudades como sus bases, al igual que Rosa Azul. Para Momon, su base sería E-Rantel.

«Q-quiero decir, hay muchos que querrían ir conti…»

Evileye no podía creer que estuviera haciendo esos sonidos bobos y lloriqueantes. Reflexionó que difícilmente era una colegiala enamorada suspirando por su amado, pero la sola mención de la palabra «amor» sumía su mente en el caos.

«… No te preocupes por eso.»

Ésa fue su respuesta.

Fue fría, pensó Evileye.

Sin saber qué más decir, el viento sopló fuertemente entre ambos.

EL hombre que había estado esperando por este silencio, habló.

Evileye sintió que ésta difícilmente era una despedida adecuada entre un hombre y una mujer, pero no estaban solos. Nabe estaba detrás de Momon, y detrás de Evileye estaban las integrantes de Rosa Azul. Además también estaban los lanzadores de magia que enviarían a Momon de vuelta a E-Rantel.

«Nos hiciste un gran favor.» Momon asintió en respuesta al agradecimiento de Raeven. «Su Majestad deseaba demostrarte personalmente su gratitud, pero…»

Durante el disturbio en la capital, el nombre de Momon se había vuelto famoso por toda la capital. Después de todo, se trataba del héroe oscuro que había desafiado a un duelo y vencido al archidemonio Yaldabaoth. Era natural que el rey quisiera expresarle su gratitud en persona. Si las cosas iban bien, incluso podría haber recibido un señorío. Sin embargo, Momon había rechazado esa última oferta y se había negado a reunirse con el rey.

Había algo malo con esa actitud.

Los nobles, que valoraban sus reputaciones, sintieron que no era más que arrogancia que un campesino sin nombre se comportara así ante el Rey, cuya posición estaba por encima de las de ellos.

Comenzaron a circular rumores de que Momon menospreciaba al Rey.

También hubo quienes estaban indignados de que un simple aventurero pudiera ser tan irrespetuoso.

Un grupo de nobles llegó a decir que Momon había cometido un error al no asestarle el golpe final a Yaldabaoth y en su lugar lo había dejado escapar, pero ya que Momon contaba con el apoyo de Raeven, mantuvieron la boca cerrada.

«Momon-san estaba trabajando para mí, así que si lo desafían a él, me están desafiando a mí,» había dicho Raeven, en tono amenazante.

Y el mismo Momon había añadido, «Simplemente acepté una solicitud como aventurero, y la completé. No es nada que merezca la atención personal de un rey, y para ser honestos, todos los aventureros que participaron en esta batalla deberían recibir reconocimientos también.» Eso había apaciguado a los nobles, y los rumores cesaron.

Pero, las llamas no se habían extinguido aún. Algunos levantaron las voces para criticar a Momon, ya que los nobles sentían que habían sido insultados.

Evileye recordó que Lakyus, una noble, se lo había contado.

Sin Momon, el disturbio en la capital no habría sido resulto, y no sería difícil imaginar la magnitud de los daños que habría causado. Sin embargo, debido a la difícil posición en la que Momon se encontraba, los únicos que habían venido a despedirlo eran las integrantes de Rosa Azul y el Marqués Raeven.

Durante este incidente, los que habían recibido grandes elogios fueron los aventureros, el Rey, el segundo príncipe, y el Marqués Raeven. Entretanto, la opinión pública sobre los nobles fue menos positiva.

Por supuesto, los nobles no estaban de acuerdo. La capital estaba bajo la jurisdicción directa del rey, y siendo ellos mismos propietarios de tierras, aunque habría tenido sentido enviar tropas para prestar ayuda a la capital, ellos no tenían la obligación de hacerlo. De hecho, teniendo en cuenta que sus propios territorios podrían ser atacados por los demonios, para ellos era mucho más sensato proteger sus propias propiedades.

Durante este incidente, la Facción de los Nobles, que estaba a favor de su propia defensa, sostenía que había sido un error que el Rey revelara su identidad y que se debía a su arrogancia. Mientras tanto, la Facción Real afirmaba rotundamente que el Rey debería haberse ocultado en un lugar seguro y no debía haber ido al frente de la batalla. De esta manera, la lucha por el poder entre ambos grupos se había intensificado.

Y los residentes de la Capital Real que no tenían participación en esta lucha tenían otro tipo de descontento. «¿A qué se debe que estos nobles engreídos se preocupan únicamente por protegerse ellos mismos y no a nosotros?»

Por lo tanto, el respeto que sentían por los que realmente habían luchado por ellos había crecido, y las críticas continuaban acumulándose para los nobles que ya de por sí les desagradaban. Se convirtió en un círculo vicioso, y al final, los nobles terminaron culpando de ello a los aventureros.

«Después de todo sólo se trata de maniáticos del combate a sueldo que luchan hasta morir,» y cosas así.

Y en este incidente, Momon, el más respetado de los aventureros de rango adamantita del Reino, se convirtió en un blanco. Como resultado, era obvio que ninguno de los nobles vendría a despedirlo. Aun cuando algunos se mostraban amistosos con él, estarían en una situación complicada debido a las pugnas de poder.

La única razón por la que Raeven era capaz de estar aquí era porque él revoloteaba de un lado al otro entre las facciones como un murciélago.

«Ésta es una carta de reconocimiento del Rey, del segundo príncipe, y de la tercera princesa. Y ésta es una placa que te exime de todos los impuestos de viaje dentro de las fronteras del Reino. Y además, una daga otorgada por el Rey. Por favor acéptalos.»

Siendo una noble, Lakyus no pudo evitar suspirar, y Evileye sabía exactamente por qué.

Recibir una daga del rey tenía el mismo significado que recibir una medalla como un caballero u obtener el botín de una batalla como un noble. Durante estas intensas luchas por el poder, el regalo de la daga podría provocar muchos problemas si los nobles se enteraban. Aun así, todo lo que ella podía decir era que el regalo de la daga de parte del Rey era una jugada brillante.

(Y yo que pensaba que el Rey era un patético don nadie incapaz de causar problemas. Mi opinión sobre él ha mejorado un poco.)

Momon aceptó la daga de manera despreocupada y se la entregó a Nabe, que se encontraba detrás de él.

«No, como reconocimiento es suficiente, pero, ¿los nobles no tendrán algo que decir sobre esto?» dijo Evileye en voz baja.

Desde el punto de vista de los nobles, no sería un asunto de risa que alguien con carisma y poder se convirtiera en noble. Sería especialmente problemático si un guerrero más poderoso que Gazef se unía a la Facción Real. Como tal, si el Rey decidía que quería otorgarle un señorío a Momon, los nobles usarían el regalo de la daga como excusa para criticarlo. Aunque era el Rey el que se la había otorgado, era un regalo demasiado grande incluso como reconocimiento.

Los nobles no lo aceptarían sin hacer nada.

Evileye reflexionó esto en voz alta, pero fue refutada por la persona a su lado.

«… Eres demasiado ingenua, Evileye.»

«Sip, ingenua. La Facción Real está un paso adelante esta vez.»

«¿Por qué?»

«… Porque esa daga es algo otorgado a nobles y caballeros.»

«Así que en el futuro, cuando sea necesario promover a Momon-san, ellos usarán la daga para cerrarles la boca a los nobles. Nunca le sería otorgada a un plebeyo, sabes eso ¿no? Hay un señorío aguardando por él, o por lo menos eso es lo que da a entender.»

«Ya veo… Y pensar que lo analizaste tan a fondo.»

«Por supuesto.»

«No subestimes a una antigua asesi- …no subestimes a los ninjas.»

«Entonces ya tenemos que partir, Marqués Raeven. Gracias por todo.»

«No hay de qué. Espero que podamos continuar con nuestra relación cordial en el futuro.»

«Siento lo mismo. Y para Rosa Azul, mis colegas aventureras de rango adamantita, espero que podamos mantenernos en contacto cercano. Estaré contando con ustedes por si algo sucede.»

«Somos nosotras las que deberíamos decir eso, Momon-san. Después de presenciar tu poder, casi sentimos vergüenza de llamarnos aventureras de rango adamantita como tú, pero haremos nuestro mejor esfuerzo para alcanzarte. Ansío trabajar nuevamente junto a ti.»

Lakyus y Momon asintieron con la cabeza el uno hacia el otro.

Y entonces, Evileye sintió que la mirada de Momon se movía hacia ella. No era un error. La prueba fue que Momon pareció estar a punto de decir algo, luego se detuvo a medio camino, luego quiso hacerlo de nuevo y finalmente terminó deteniéndose una vez más.

Evileye sintió que su corazón inmóvil latía en su pecho.

Si Momon le pedía que se convirtiera en su compañera, Evileye aceptaría sin ninguna duda. Sería una traición hacia sus camaradas con las que había estado en las buenas y en las malas, pero incluso así, Evileye quería serle fiel a su corazón.

Como confundido, Momon continuó mirándola y deteniéndose varias veces antes de suspirar finalmente y de darse la vuelta. La capa carmesí se arremolinó con su movimiento.

Al ver su espalda alejándose lentamente, Gagaran fastidió a Evileye.

«Te dejó.»

«No, no es verdad. Es simplemente la clase de hombre que es.»

Momon subió a la Tabla Flotante creada por los lanzadores de magia de Raeven y flotó lentamente hacia arriba, pero Evileye no apartó los ojos de él ni por un instante.

«¿Me pregunto si nos volveremos a ver?»

«Estaría bien si se tratara de una solicitud simple y tranquila, en lugar de un gran disturbio como éste.»

«Puede que sea difícil.»

«Exacto.»

Las integrantes de Rosa Azul estaban de acuerdo en eso.

Si los aventureros de rango adamantita se reunían para un trabajo, definitivamente sería algo grande.

(*Me parece que está parte que sigue sobre Evileye no está muy bien traducida en inglés, o tal vez simplemente no la entiendo, espero que Nigel la corrija pronto.)

«Entonces una reunión normal debería estar bien, ¿cierto? Evileye sabe usar magia de teletransportación. Ir a E-Rantel no debería ser tan malo. Hablando de eso, ¿ir con Momon no mataría dos pájaros de un tiro? Ser protegida por él también significaría que no tendrías que preocuparte de los peligros al moverte.»

Evileye había quedado sin palabras, mirando a Gagaran. Aunque estaba usando su máscara, su expresión cómica se vislumbraba por su actitud.

«Oye, oye, ¿no te has dado cuenta aún? Las relaciones a larga distancia nunca terminan bien… ¿O es que no están saliendo todavía?»

Gagaran miró hacia arriba, y la mirada de Evileye la siguió a los cielos también. A lo lejos, vio la figura de Momon alejándose.

«¡Uwaaaaaaaaaaa!»

El gemido de desesperación de Evileye fue como un grito de rabia, y las integrantes de Rosa Azul rieron a su alrededor.

♦ ♦ ♦

Mes de Fuego Bajo (Mes 9), Día 10, 18:45

La reunión de emergencia de los Ocho Dedos había sido inusual desde el comienzo. Para comenzar, no todos estaban presentes. Una de las personas que faltaban era Cocco Doll, Pero todos sabían que había sido arrestado, así que no era parte de las cosas. El problema era que la otra persona faltante era Zero.

Todos sabían que él no era un traidor. Eso sólo empeoraba las cosas.

De la información que habían reunido, habían confirmado la muerte de Zero. Ese mismo día, los subordinados que había llevado a una misión de «matar a todos los que nos han insultado» también habían sido masacrados.

Las pérdidas habían sido demasiado grandes. Aunque los subordinados que había llevado eran prescindibles, la muerte de Zero, el hombre más fuerte entre los Ocho Dedos y el líder de la división de seguridad, no era algo que simplemente podían ignorar.

Cada una de las divisiones competía la una contra la otra, pero seguían perteneciendo a la misma organización. Esta pérdida tendría repercusiones para todos.

Comenzaron a debatir entre ellos.

¿Qué debían hacer sobre la vacante dejada por la muerte de Zero? ¿Y sobre Cocco Doll?

Bajo circunstancias normales simplemente recomendarían a uno de los suyos para esas posiciones, pero había una razón por la que no podían hacer eso.

Era porque debido a la invasión de demonios en la capital, las consecuencias de ese incidente no tenían buen aspecto. Aunque sus escondites habían sido atacados el mismo día, una de esas pérdidas resaltaba por encima del resto. En particular era una pesadilla para el jefe de la división de contrabando.

Muchos de sus almacenes habían sido saqueados, y luego de revisar los que quedaban intactos, más de la mitad del contrabando había desaparecido.

«De cualquier forma, tenemos que trabajar juntos hasta que logremos recuperarnos.»

«¿Y no es lo hemos estado haciendo hasta ahora?»

«Basta de tonterías. Esta vez es realmente necesario que cooperemos. Creo que deberíamos reorientar nuestras actividades hacia el exterior de la capital. ¿Qué les parece?»

«No. Por el contrario, creo que es ahora cuando deberíamos estar trabajando en la capital. Éste es el momento de meternos al bolsillo al capitán de los guardias. Si escapamos de aquí, eso significaría abandonar la capital y todo lo que hemos logrado.»

«Mm. Ciertamente es una posibilidad. Sin embargo, con la división de seguridad… con nuestra fuerza de combate hecha añicos, ¿no sería una jugada peligrosa seguir operando en la capital?»

Los cinco líderes de división analizaron el problema, luego se dirigieron hacia la líder que no había dicho ni una sola palabra hasta ahora.

«Hilma, ¿qué te parece?»

El cuerpo de la mujer tembló.

Ella nunca había mostrado esta reacción en sus reuniones anteriores.

Los círculos oscuros bajo sus ojos era imposibles de ocultar con maquillaje, y transmitía el aura de un muerto en vida.

«¿Qué sucede? Escuché que tu mansión también fue atacada… pero lograste huir a través de tu túnel de escape, ¿cierto? ¿Hubo algo que te asustó?»

Todos los líderes de división tenían guardias detrás de ellos, pero Hilma estaba sola.

«…»

«¿Bueno, de qué se trata?»

La puerta de la sala de reuniones se abrió al mismo tiempo que Hilma abría la boca.

«¡Muy bien! ¡Eso será todo por ahora!»

La alegre voz fue seguida por un niño Elfo Oscuro ingresando al cuarto, éste a su vez seguido por una niña Elfa Oscura de apariencia nerviosa.

Todos los presentes estaban sorprendidos.

Si hubieran sido adultos, tal vez habrían reaccionado de manera diferente, pero el par de niños frente a sus ojos estaban completamente fuera de lugar en un cuarto como éste. Los líderes seguían intentando averiguar desesperadamente si se trataba de enemigos.

«Bueno, ahora todos ustedes se convertirán en sirvientes de nuestro gran Señor~»

De su silencio, era probable que no hubieran entendido ni una palabra de lo que el niño decía, así que lo repitió de nuevo.

«Mi gran Amo ha concluido que en lugar de tomar el control de los dirigentes de este país, sería más efectivo tomar el control de todos ustedes. Así que perdonaremos sus muchos pecados y les permitiremos ser nuestros sirvientes… hm, ¿esclavos? ¿Marionetas? Ah, bueno, ¿a quién le importa? ¡De cualquier manera, felicidades!»

El niño Elfo Oscuro comenzó a aplaudir, seguido en breve por su nerviosa hermana, que sostuvo su bastón bajo el brazo para aplaudir también.

«Fe-felicida-»

«¡¿Es una broma?!»

Los líderes seguían tratando de averiguar si eran enemigos o aliados. Era demasiado pronto para concluir que eran enemigos, pero la vida en el bajo mundo les había enseñado a no pensarlo demasiado, en su lugar buscar su propia seguridad primero y luego se preocuparían por matar a sus enemigos.

Ellos no entendían las verdaderas intenciones de los Elfos Oscuros, pero ya que había interrumpido descaradamente su reunión, eso probablemente significaba que podían luchar contra todos en este lugar. Si eso era así, entonces ni siquiera los mejores guardaespaldas que cada líder de división podía contratar sería capaz de vencerlos. Ya que ningún enemigo sería tan estúpido como para irrumpir si existía la más mínima posibilidad de perder, parecería que lograr escapar a salvo era la mayor prioridad en este caso.

Cada uno de los líderes de división no dudaría en usar a sus propios guardias como escudos. Todos pensaban lo mismo, y pasaron a la acción.

Sin embargo, ya era demasiado tarde.

Lo primero que notaron al intentar levantarse fue que no podían moverse.

«¡¿Ah? ¿Oghhhaaaah? ¿Ahhhh?!»

Sus cuerpos estaban completamente inmóviles, y ni siquiera eran capaces de mover la lengua. La saliva se derramó por los costados de sus bocas.

El niño que acababa de suspirar, comenzó a reír.

«Entonces, los llevaremos a todos a un lugar divertido~»

«S-sí. P-por favor vengan.»

El cuerpo de Hilma comenzó a temblar violentamente.

«¡E-esperen! A mí no, ¿cierto? Les ayudé, ¿no?»

Mientras se daban cuenta de quién los había traicionado, los hombres volvieron la mirada hacia la única mujer que podía moverse.

«¡Por favor! ¡Se los ruego! ¡No puedo soportarlo! ¡No puedo soportarlo más!»

«Hmmmm~ ¿De qué hablas?»

«C-creo que se refiere a ser llevada a la habitación de Kyouhukou, donde sus órganos eran constantemente devorados por dentro.»

El niño Elfo Oscuro retorció el rostro con un «uwah~»

Hilma debió haber recordado algo. Se abrazó fuertemente, sosteniendo su cuerpo con ambas manos, y tembló violentamente. Una de sus manos cubrió su boca mientras las lágrimas brotaban libremente de sus ojos. Por el tono verde de su rostro, parecía a punto de vomitar.

«A-adem-»

«Basta. Curamos todas sus heridas con magia. Así que es natural que sea una buena niña. Aunque, es extraño que no la hayamos matado…»

«S-sí. Ya tenemos muchos cadáveres, y la necesitamos para que dirija la organización.»

«Ya veo. Bueno, tiita, buena suerte~ Si nos traicionas, te encerraremos más tiempo en ese lugar~»

«¡Hiiii!»

Hilma asintió varias veces con la cabeza, conservando el tono verde de su cara. Estaba claro que era la expresión de alguien cuya voluntad para resistirse había sido completamente destruida, y que obedecería sin dudarlo cualquier orden que se le diera.

«En cualquier caso, antes de que sepamos que harán lo que se les ordena, puedes tomarte tu tiempo con ellos. ¿Bien?»

«¡E-entendido! ¡Déjemelo a mí! ¡Definitivamente podemos encontrarles un uso!»

Del patético y desesperado gesto de sumisión de Hilma, los hombres se dieron cuenta de que ellos también experimentarían los tormentos que los transformarían en algo parecido a ella, y palidecieron.

«Entonces, ya he traído a unos cuantos de mis chicos para ayudarte. Has buen uso de ellos. Hay unos cuantos más que por ningún motivo puedes matar o luchar en su contra, luego te lo explicaré.»

El niño Elfo Oscuro era todo sonrisas.

«Entonces, ya hemos completado la mitad del trabajo de apoderarnos de este país. Pero… ¿qué era lo que Demiurgo decía sobre plantar las semillas de un reino…? Ah, ¿a quién le importa? ¡A continuación, algún otro lugar!»

– FIN DEL VOLUMEN 6 –