Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 09:42
Brain salió de la residencia de Gazef.
Miró por sobre su hombro y memorizó su apariencia para poder encontrar su camino de regreso. No podía recordar cómo se veía cuando había sido arrastrado hasta aquí por Gazef; su mente había estado un poco confusa por la hipotermia.
Conocía la ubicación de la casa de Gazef porque había planeado hacerle una visita para retarlo a una pelea. Sin embargo, ya que sólo lo había oído de alguien más, había algunos errores en la información.
"Ese techo no tiene ninguna maldita espada clavada en él."
Observó la casa con cuidado mientras maldecía al informante que le había dado información equivocada. Era mucho más pequeña cuando la comparaba con las casas en las que vivían los nobles. Si uno tuviera que compararla, la casa se veía como si un ciudadano moderadamente adinerado pudiera vivir en ella. De cualquier forma, era más que suficiente para tres personas: Gazef y la antigua pareja que trabajaba de sirvientes con cama adentro.
Guardándola en su memoria, Brain continuó caminando.
No se dirigía a ningún lugar en particular.
No quería ir más por los alrededores en busca de ítems mágicos, armas o armaduras.
"¿Qué debería hacer…?"
Sus murmullos desaparecieron en el espacio vacío.
No importaría incluso si fuese a algún lugar y desaparecía. Incluso ahora, su mente se sentía bastante atraída a esa idea.
Aunque buscó en su corazón por algo que quisiera hacer, sólo encontró un agujero en su lugar. Ni siquiera quedaban las cenizas de su objetivo destrozado.
¿Entonces por qué—?
Mirando hacia abajo, la katana estaba en su mano derecha. Bajo sus ropas, estaba vistiendo su cota de malla.
La razón por la que sostenía la katana antes de llegar a la capital, era por miedo. Aun si sabía que no le serviría contra el monstruo llamado Shalltear, que había bloqueado sus más poderosos ataques con la uña de su dedo meñique, la ansiedad de encontrarse sin ella era demasiada para soportarla.
Entonces ¿por qué la seguía sosteniendo? No habría importando incluso si la hubiera dejado atrás. Como era de esperarse, ¿era porque estaba nervioso?
Pensando sobre ello, Brain inclinó la cabeza a un lado.
No.
Sin embargo, en lo que respecta a la emoción que lo había llevado a traer su katana consigo, no hubo respuesta.
Brain caminaba mientras recordaba la capital de cuando la había visitado por primera vez. Mientras que los edificios como el Gremio de Magos y el palacio no habían cambiado, pudo ver muchos otros edificios que eran nuevos. Mientras Brain intentaba disfrutar de la brecha en sus recuerdos, hubo una conmoción más adelante en el camino.
Frunció el ceño ante la conmoción. El sonido viniendo desde el frente estaba cargado de un sentimiento agudo de violencia.
Cuando estaba a punto de tomar un camino diferente, sus ojos fueron atraídos hacia un hombre mayor. El anciano se veía como si se estuviera deslizando con facilidad entre la multitud mientras se dirigía más al centro.
"… ¿Q-qué? ¿Qué son esos movimientos?"
Sus ojos parpadearon varias veces mientras se le escapaban las palabras involuntariamente. Esos movimientos eran demasiado increíbles. Le hacían pensar que acababa de ver una ensoñación, o tal vez que era el resultado de algún tipo de hechizo.
No era seguro si Brain podía siquiera seguir los movimientos del anciano. Tal técnica sólo sería posible si uno pudiera leer el flujo de las fuerzas de atracción y reacción generadas tanto por cada individuo como por la multitud en conjunto.
—Lo que había visto era la maestría del cuerpo.
Sus pies comenzaron a moverse hacia la multitud sin ninguna duda.
Habiendo hecho a un lado a la gente y habiendo llegando al centro de la multitud, lo que Brain vio fue el momento en el que el anciano golpeaba la barbilla de un hombre a gran velocidad.
(¿Cómo? Ese ataque de hace un momento… si hubiese sido yo, ¿podría haberlo esquivado? Eso podría ser difícil. ¿Acaso le jugó algún truco a los sentidos de ese hombre? ¿Tal vez lo estoy pensando demasiado? De todas formas, fue un golpe limpio de libro de texto…)
Podía sentir sus murmullos de admiración escapándose de su boca mientras reflexionaba sobre el ataque que acababa de presenciar.
No solo no había sido capaz de verlo con claridad, era muy difícil comparar a un espadachín y a un maestro de artes marciales usando la misma unidad de medida. Sin embargo, incluso ese corto espacio de tiempo fue más que suficiente para entender que el anciano era considerablemente poderoso.
Incluso podría ser más fuerte que él mismo.
Mientras mordía sus labios, Brain comparó el perfil de la cara del anciano con los datos de los oponentes hábiles que recordaba. Sin embargo, no se parecía a ninguno.
(¿Simplemente quién es él?)
En un parpadeo, el anciano se alejó de la multitud. Un chico también comenzó a alejarse, como para seguirlo. Actuando por impulso, como si estuviese siendo atraído, Brain comenzó a seguir al chico.
Se sentía como si el anciano tuviera ojos en la espalda, haciendo que le fuera difícil seguirlo de cerca. Pero con el chico, eso no era una preocupación. E incluso si el chico fuese descubierto, el mismo Brain seguiría estando seguro.
Podo después de comenzar a seguirlos, Brain detectó la presencia de varios otros perseguidores. Sin embargo, el que persiguieran al anciano o al chico no era asunto suyo.
Eventualmente, los dos doblaron en una esquina y su camino continuó haciéndose más oscuro. Brain se sintió nervioso, era como si estuviera siendo atraído a una trampa.
¿Acaso el chico no encuentra esto sospechoso? Justo cuando Brain comenzaba a preguntarse esto, el chico le habló al anciano.
Ya que acababan de doblar una esquina, Brain fue capaz de esconderse en el callejón y escucharlos.
Para resumir la conversación, el chico quería ser su discípulo.
(Qué tontería. Ese anciano no aceptará a alguien tan verde como él como discípulo.)
Cuando comparaba las habilidades de los dos, si el chico fuese una piedrecilla, entonces el anciano sería como una gema enorme. Vivían en mundos completamente diferentes.
(…Qué lamentable. No pensé que ignorar la diferencia en habilidad entre tú y los otros pudiera ser tan patético. Es suficiente, chico.)
Brain pensó eso para sí mismo sin decirlo en voz alta.
Aunque lo decía para el chico, también estaba dirigido a su antiguo yo que fue lo suficientemente tonto como para creer que era el más fuerte.
Mientras continuaba escuchando a escondidas —sin prestar mucha atención a la parte sobre el burdel— parecía que había sido decidido que el anciano entrenaría al chico tal vez una o dos veces. Brain no podía pensar en nada que valiera la pena que un hombre de ese calibre le pudiera enseñar a un chico como ése.
(¿Qué está sucediendo? ¿Acaso mis ojos se han nublado nuevamente? No, no es eso. ¡La habilidad de ese chico no es nada especial y ni siquiera tiene talento!)
¿Simplemente qué tipo de entrenamiento le iba a dar? Pero desde su posición sólo podía oír, no ver. Incapaz de resistir la curiosidad, Brain ocultó su presencia y lentamente se movió para intentar echar un vistazo desde la esquina. En ese momento—
Una energía aterradora atravesó su cuerpo entero.
Su grito no pudo ser descrito en palabras.
Todo su cuerpo quedó congelado.
Se sintió como si una bestia carnívora gigante estuviera respirando a centímetros de su nariz. El mundo se tiño de una sed de sangre abrumadora, dejándolo incapaz de parpadear siquiera, y mucho menos moverse. Eso le hizo preguntarse si su corazón había dejado de latir.
Esta presencia incluso podría rivalizar con la de Shalltear Bloodfallen, pensó Brain, la que él pensaba era el ser más fuerte en este mundo.
Si la persona fuese de mente débil, su corazón podría haberse detenido de verdad.
Con las piernas temblándole, cayó al suelo con un ruido sordo.
(Si yo estoy así, ¿ese chico podría haber muerto?)
Si fuera afortunado, entonces se habría desmayado.
Encorvado, temblando mientras se apoyaba sobre las manos, Brain buscó la presencia de las dos personas— y fue testigo de una escena imposible. Aunque fue sólo por un instante, la conmoción hizo que olvidara el miedo por completo.
El chico estaba de pie.
Al igual que Brain, sus dos piernas temblaban de terror. A pesar de esto, seguía de pie.
(¿Q-qué está pasando? ¿Cómo puede un crío como ése seguir de pie?)
No podía entender como era que el chico podía mantenerse en pie cuando él mismo se encontraba en desgracia sobre sus manos y rodillas.
¿Acaso el chico tenía algún ítem mágico que bloqueaba el miedo o conocía algún arte marcial que tuviera ese mismo efecto? ¿O poseía algún talento innato especial?
No podía negar con seguridad la existencia de esa posibilidad. Sin embargo, mientras observaba la espalda poco confiable del chico, Brain supo intuitivamente que ése no era el caso. Aunque imposible, era lo único en lo que podía pensar.
El chico era más fuerte que él mismo.
(¡Ridículo! ¡Cómo es posible!)
Aunque parecía que había entrenado su cuerpo, aún le faltaba volumen. De cuando lo había visto mover los pies mientras lo seguía, el chico no parecía tener mucho talento. A pesar de que era así, el resultado había sido diferente.
(¿Q-Qué está pasando? ¿Es que soy tan débil?)
Su vista se oscureció.
Brain sabía que caían lágrimas de sus ojos, sin embargo, no pudo reunir la fuerza para limpiarlas.
"Uuu, ugh… kuh…"
Desesperadamente intentó no llorar. Aun así, sus lágrimas fluyeron sin cesar.
"Po…r…qué."
Brain tomó la tierra en el suelo y concentró sus fuerzas para ponerse de pie. Pero la sed de sangre que golpeaba contra su cuerpo le hizo imposible el moverse un milímetro. Como si estuviera siendo controlado por alguien más, sus piernas no respondían. Lo mejor que pudo hacer fue levantar la cara y ver al chico y al anciano.
Vio su espalda.
El chico seguía de pie.
Incluso ahora, el chico seguía en pie, cara a cara contra el anciano y su sed de sangre. La espalda que había pensado era tan débil parecía ahora increíblemente lejana.
"Acaso yo…"
¿Fui siempre tan débil?
Sintió rabia contra sí mismo, porque aun después de que la sed de sangre hubiera desaparecido, lo mejor que pudo hacer fue ponerse de pie.
Parecía que el entrenamiento iba a seguir. Incapaz de soportarlo más, Brain extrajo todo su valor y gritó mientras salía de su esquina.
"—¡E-espere! ¡Tengo una pregunta!"
Ya no podía darse el lujo de pensar que no debía interferir con su entrenamiento o de que debería esperar el momento adecuado para mostrarse.
Los hombros del chico dieron un salto al mismo tiempo que la desesperada voz le hizo darse la vuelta, revelando su expresión de sorpresa. Si sus posiciones se hubieran invertido, Brain también, hubiera mostrado la misma reacción.
"En primer lugar, me disculpo sinceramente por interrumpirlos a los dos. Perdónenme. No podía soportarlo por más tiempo."
"…Es alguien que usted conozca, ¿Sebas-sama?"
"No, no lo es. Ya veo, entonces tu tampoco lo conoces."
Ambos lo miraron con suspicacia. Sin embargo, eso era algo que Brain ya había anticipado.
"Ante todo, mi nombre es Brain Unglaus. Una vez más, permítanme expresarles mis disculpas por interrumpirlos. Realmente lo siento."
Hizo una reverencia incluso más profunda que antes y pudo sentir que ambos se movían ligeramente.
Luego de lo que a su parecer fue un tiempo suficiente para expresar su sinceridad, Brain levantó la cara y vio que sus expresiones eran menos suspicaces que antes.
"¿Y qué desea de nosotros?"
De la pregunta del anciano, Brain observó al chico.
"¿Qué sucede?"
Cuando el chico se preguntaba eso, Brain le hizo una pregunta, como tosiendo sangre.
"Por qué… ¿cómo pudiste permanecer de pie mientras recibías esa sed de sangre?"
Los ojos del chico se ensancharon ligeramente. Ya que su rostro no mostraba expresión ninguna expresión, un movimiento así de ligero se sintió como un gran cambio en sus emociones.
"Me gustaría oírlo. Esa sed de sangre estaba más allá lo que podría soportar una persona. Aun con este cuerpo mío yo… discúlpame, incluso yo fui incapaz de soportarlo. Pero contigo fue diferente, tú lo soportaste. Estuviste de pie. ¡¿Cómo fuiste capaz de hacerlo?! ¡¿Cómo fue posible algo así?!"
No podía hablar como de costumbre debido a la emoción. Por lo que fue difícil de contener. Él, que había sucumbido a su miedo y había huido frente a la fuerza abrumadora de Shalltear Bloodfallen, y el chico que habiendo recibido una sed de sangre que estaba a la par de la de ella, había permanecido de pie, ¿simplemente de donde venía esa diferencia?
Tenía que saberlo sin importar qué.
Como si sus pensamientos le hubieran sido transferidos, aunque el chico parecía estar perdido, lo pensó con seriedad y respondió.
"…No lo sé. Dentro del torbellino inundado de tanta sed de sangre, no tengo idea de cómo fui capaz de soportarlo. Pero tal vez… podría deberse a que estaba pensado en mi ama."
"… ¿Ama?"
"Sí. Cuando pensé en la persona a la que sirvo… pude permanecer firme."
¿Cómo pudiste soportarlo con algo como eso? Aunque Brain quería gritar eso en voz alta, antes de que pudiera hacerlo, el anciano habló en voz baja.
"Significa que su lealtad era mayor a su miedo. Unglaus-sama, los humanos son capaces de mostrar un poder increíble si es para aquellos que les son importantes. Del mismo modo que una madre levanta un pilar para salvar a su niño atrapado en una casa, del mismo modo que un marido sostiene a su esposa de la mano cuando ella está a punto de caer, creo que ésa es la fuerza de los humanos. Esta persona aquí también, demostró esa fuerza. Y él no es el único en esto. Si tienes algo que no cambiarías por nada, entonces, Unglaus-sama, serás capaz de mostrar un poder más grande del que estás acostumbrado a esperar de ti mismo."
Brain no podía llegar a creerlo. Lo que nunca cambiaría por nada, su 'deseo de obtener poder', había terminado siendo insignificante. Fácilmente, fue destruido. ¿Acaso no se había asustado y había huido?
Al mismo tiempo que su expresión se oscurecía gradualmente y su cara se dirigía al suelo, las siguientes palabras del anciano hicieron que levantara el rostro.
"…Lo que se cría solo, será débil. Al fin y al cabo, todo terminará una vez que tú mismo seas destruido. En lugar de eso, si creces junto a otro, si puedes dar todo de ti por alguien más, entonces incluso si estás en las peores condiciones, no caerás."
Brain lo pensó para sí mismo. ¿Tenía ese algo?
Sin embargo, no había nada. Los había hecho a un lado, pensando que eran inútiles e innecesarios para su búsqueda de fuerza. Ahora resultaba que eran lo que realmente era importante.
Brain se rio a carcajadas. Su vida no había sido más que errores. Antes de que se diera cuenta, las palabras salieron de su boca como en una confesión.
"Lo he desechado todo. ¿Es demasiado tarde para que pueda volver a intentarlo?"
"Todo saldrá bien. Incluso alguien sin talento como yo fue capaz de hacerlo. ¡Si se trata de Unglaus-sama, no tengo dudas de que será capaz de hacerlo! ¡Definitivamente aún no es muy tarde!"
Las palabras del chico no tenían base. Sin embargo, por extraño que parezca, Brain sintió una sensación cálida esparciéndose por su corazón.
"Eres amable y fuerte… perdóname."
El chico se agitó por la súbita disculpa. Era una persona de tanto coraje, y Brain se había burlado de él llamándolo crío.
(Tonto. Fui tan, tan tonto…)
"A propósito, dice que es Brain Unglaus… ¿usted podría ser el que luchó contra Stronoff-sama en el pasado?"
"…Así que lo recuerdas… ¿Por casualidad viste la pelea?"
"Ah, no pude verla. Simplemente lo oí de alguien que lo hizo. Esa persona dijo que Unglaus-sama era un espadachín increíble y que en el Reino se podía contar con los dedos de una mano a las personas con su nivel de habilidad. ¡Ahora que he visto su postura y cómo mantiene su centro de gravedad mientras se mueve, sé que esa persona decía la verdad!"
Sorprendido por los genuinos elogios, Brain balbuceó una respuesta.
"…Emm, gr-gracias, e-en verdad no pienso que sea tan grandioso, pero… estoy algo contento por recibir tantos elogios de tu parte."
"Hmm… Unglaus-sama."
"Anciano, sólo llámeme Unglaus. ¡No soy digno de que alguien como usted se refiera a mí con honoríficos!"
"Pues bien, ya que mi nombre es Sebas Tian, por favor llámame Sebas. …Entonces Unglaus-kun."
Aunque se sentía un poco incómodo el tener un 'kun' añadido a su nombre, no era extraño cuando consideraba la diferencia en sus edades.
"¿Qué tal si le enseñas el manejo de la espada a Climb-kun? Creo que también será beneficioso para ti."
"Ah, ¡me disculpo! Me llamo Climb, Unglaus-sama."
"Entonces anciano… discúlpeme, Sebas-sama ¿no será usted el que lo instruya? Parecía que estaban discutiendo eso antes de que los interrumpiera."
"Sí, eso es lo que pretendía inicialmente. Pero sentí que era necesario que me ocupara de mis invitados— ah, aquí están. Parece que estuvieron ocupados preparando sus equipos."
Tardíamente, Brain volvió los ojos en la dirección que Sebas estaba mirando.
Tres hombres se mostraron lentamente. Cada uno vestía una camisa de cota de malla y sostenía un arma en sus gruesos guantes de cuero.
Claramente emitían unas ganas de matar que sobrepasaba la simple hostilidad. Aunque su sed de sangre sólo estaba dirigida hacia el anciano, no parecían del tipo que tendrían piedad y que perdonarían a los testigos.
Viendo a los hombres, Brain habló sin querer en una voz estridente y llena de sorpresa.
"¡Imposible! ¿Se están acercando aun luego de recibir esa sed de sangre? ¡¿Es que son tan fuertes?!"
Lo único que podía imaginar era que cada uno de ellos era tan hábil— no, incluso más fuerte que él mismo. Entonces ¿la razón por la que su técnica de seguimiento en secreto era tan descuidada se debía a que se habían enfocado en perfeccionar su habilidad como guerreros?
Sin embargo, los miedos de Brain fueron hechos a un lado por Sebas.
"La sed de sangre de antes sólo estuvo dirigida hacia ustedes dos."
"… ¿Qué?"
Incluso Brain pensó que su propia voz sonaba aturdida.
"En el caso de Climb, fue para entrenarlo. En tu caso, fue porque parecías no tener intenciones de mostrar tu rostro, la dirigí hacia ti para intentar hacer que te mostraras y para arrancar cualquier hostilidad que pudieras tener junto con tu voluntad de luchar. No la dirigí a esos hombres porque sabía desde el comienzo que eran enemigos. Después de todo, sería problemático para mí si se hubiesen asustado y hubiesen escapado."
Sebas había dado a entender algo aterrador en su explicación. Brain ya ni siquiera podía sorprenderse. Pensar que podía controlar su sed de sangre con tanta precisión a esa escala; eso ya no era algo que pudiera ser entendido dentro de los confines del sentido común.
"Y-ya veo. Entonces ¿conoce la identidad de esos hombres?"
"Podría aventurar una hipótesis pero no estoy seguro. Es por eso que pretendo capturar a uno o a dos para obtener información. Sin embargo—"
Sebas agachó la cabeza.
"No deseo que ustedes dos se vean envueltos en esto. ¿Podrían abandonar este lugar inmediatamente?"
Oyendo sus palabras, Climb preguntó:
"Antes de eso, tengo una pregunta que hacerle. Esos hombres… ¿son criminales?"
"…Eso es lo que parece. No creo que sean del tipo de personas que lleven vidas honestas."
Habiendo oído la respuesta de Brain, un fuego ardía en los ojos de Climb.
"Aunque tal vez sólo seré un estorbo, también quiero luchar. Como alguien que protege la paz en la capital, es obvio que debo proteger a sus ciudadanos."
Brain pensó que no había ninguna garantía de que la justicia estuviera de parte de Sebas en esta situación. Sin duda cualquiera que comparase a los hombres que acababan de aparecer con la apariencia de integridad de Sebas, creería que éste estaba en lo correcto. Aún así, no había garantía de ello.
(Novato…)
Sin embargo, simpatizaba con los sentimientos del chico.
Cuando comparaba al anciano que había salvado a aquel chico de los borrachos con estos hombres, no había duda sobre qué lado escogería Brain.
"Aunque probablemente no necesita ninguna ayuda… Sebas-sama, yo también le daré una mano."
Brain se paró junto a Climb. Sebas no necesitaría ninguna ayuda…no, el que ellos estuvieran allí no significaría nada. Sin embargo, con el objetivo de imitar a Climb quien estaba luchando por el bien de alguien más, Brain escogió una respuesta que su yo pasado no escogería. Aun si el corazón del chico era fuerte, su habilidad con la espada era deficiente. Él lo protegería.
Brain echó un vistazo a las armas que los hombres sostenían y frunció el ceño.
"Veneno… parece que son experimentados ya que usan armas con el potencial de matarlos a ellos mismos… ¿Asesinos?"
Había líneas grabadas en las hojas de sus dagas, llamadas 'rompe armaduras', y el fluido en las hojas tenía un brillo siniestro. Además, la forma en que sus ágiles movimientos se enfocaban en la movilidad, diferentes a los de un espadachín, no hacía sino confirmar las palabras de Brain.
"Climb-kun, sé cauteloso. Aunque sería diferente si tuvieras un ítem mágico que bloqueara los venenos, considérate muerto si llegas a ser golpeado siquiera una vez."
Aunque la gran habilidad física de Brain hacía inútiles los venenos corrientes, sería difícil que Climb pudiera resistirlos.
"Viendo que no han atacado inmediatamente después de revelarse abiertamente, es seguro asumir que planean un ataque de pinza y tienen a otros dos hombres esperando. Ya que hemos pasado ese punto, primero, ¿debería abrirnos paso por el frente?"
Sebas habló deliberadamente lo suficientemente fuerte como para que sus oponentes pudieran oírlo, provocando que los hombres se congelaran momentáneamente. Estaban conmocionados porque su plan de atacar al mismo tiempo que los rodeaban había sido descubierto.
"Parece que ésa es la opción más segura. Sería mejor aplastar a los del frente y luego atacar a los de la retaguardia."
Brain estuvo de acuerdo con Sebas. Sin embargo, la idea fue rechazada por la misma persona que la había propuesto.
"Ah, pero entonces es posible que escapen. Yo me haré cargo de los tres en el frente. ¿Qué les parece si ustedes se encargan del otro grupo y se enfrentan a los dos que están por llegar?"
Brain respondió que lo entendía y Climb asintió con la cabeza estando de acuerdo. Ésta era la batalla de Sebas y ellos eran los que lo estaban ayudando a la fuerza. Mientras que Sebas no cometiera un grave error, ellos tendrían que seguir sus instrucciones.
"Muy bien, vamos."
Brain habló con Climb y les dio la espalda a los hombres. Aunque les estaba mostrando un lado desprotegido a unas personas desbordantes de hostilidad, gracias a Sebas, no estaba preocupado. Mientras le dejaba su espalda, sintió un creciente sentimiento de seguridad, como si la gruesa pared de un castillo hubiera sido construida alrededor de él.
"Ahora, aunque es desafortunado… yo seré su oponente. —Oh no, no puedo permitir que sean desleales con estos dos."
Cuando Brain miró por encima de su hombro, Sebas estaba sosteniendo tres dagas en los dedos de su mano derecha. Movió los dedos y las dagas que los hombres habían arrojado contra las espaldas indefensas de Brain y Climb cayeron al suelo.
La sed de sangre en los ojos de los hombres se redujo considerablemente.
(Obviamente, cualquiera perdería su voluntad de lucha al ver que las dagas que habían arrojado fueron bloqueadas de esa forma. Entonces muchachos, finalmente se han dado cuenta de cuán fuerte es Sebas-sama, eh. Pero ya es muy tarde.)
No había forma de escapar de ese anciano. Incluso si los tres fueran a escapar en diferentes direcciones.
"Increíble."
Climb caminó hasta quedar al lado de Brain.
"Ciertamente. Si alguien fuera a decir que Sebas-sama es el más fuerte en el Reino, tendría que estar de acuerdo."
"¿Aun más fuerte que el Capitán Guerrero?"
"Quieres decir Stronoff. En verdad, contra ese anciano, yo… yo…, lo siento. Hablaré como hablo normalmente. Incluso si Stronoff y yo lo atacáramos juntos, no hay forma de que podamos ganar. …Ah, ya están aquí."
Dos hombres aparecieron luego de dar la vuelta en una esquina. Como era de esperarse, estaban vestidos de la misma forma que los tres anteriores. Hubo un sonido de espadas desenvainándose y Brain hizo lo mismo.
"La razón por la que no dejaron a uno escondido para emboscarnos y arrojar una daga fue probablemente porque el anciano descubrió lo que planeaban."
Una emboscada sólo era efectiva si se hacía por sorpresa, sin eso, únicamente estarían dividiendo sus fuerzas. Ya que habían sido descubiertos, probablemente habían determinado que trabajar juntos desde el principio les daría una mayor oportunidad de obtener la victoria.
"Es ingenuo pensar de ese modo. …Climb-kun, yo me encargaré del hombre de la derecha, tu encárgate del de la izquierda."
Brain había estudiado la forma en que se movían y habiendo deducido cuál de los dos era el más débil, le dio instrucciones a Climb. El chico asintió con la cabeza y levantó su espada. La falta de vacilación era única en las personas que habían experimentado situaciones en las que sus vidas estuvieran en peligro. Brain se sintió aliviado de que el chico hubiera experimentado batallas reales.
(Climb debería ser capaz de derrotar a ese tipo pero… ya que está usando veneno, será una pelea reñida.)
Aunque Climb tenía experiencia en batallas reales, no parecía ser alguien que hubiera recorrido el tipo de camino cubierto de sangre en el que las batallas contra usuarios de veneno eran frecuentes. Ésta incluso podría ser la primera vez que luchaba contra armas envenenadas.
Brain también, siempre era demasiado cuidadoso cuando luchaba contra monstruos que usaran ácido o veneno y estas situaciones le hacían difícil demostrar toda su fuerza.
(¿Sería mejor si matara al tipo de la derecha rápidamente y luego ayudara a Climb? ¿Será eso beneficioso para él? ¿Si hago eso estaría interponiéndome en su determinación de ayudar con su propia fuerza? ¿Debería simplemente luchar en su lugar? No… ¿será que Sebas-sama lo ayudará si está en un aprieto? ¿Tengo que interceder si no hay señales de que Sebas hará eso? Increíble que me esté preocupando de cosas como estas…)
Brain se rascó la cabeza con la mano que no sostenía la katana y miró ferozmente al enemigo.
"Ahora, perdón por esto pero te convertirás en un sacrificio para compensar mi periodo de inactividad."
Tres golpes.
Sebas se acercó y con su puño, golpeó una vez a cada hombre. Ni siquiera pudieron reaccionar, ni mucho menos defenderse. Y con eso, había terminado.
Era algo obvio. Con una fuerza de pelea que se consideraba de primera clase inclusive en Nazarick, Sebas podía derrotar asesinos de este nivel con su dedo meñique.
Apartó los ojos de los hombres colapsados y observó la pelea detrás de él.
Brain estaba abrumando a su oponente desde el comienzo hasta el final y Sebas podía mirarlo sin preocuparse.
El asesino al que se estaba enfrentando parecía estar buscando una oportunidad para poder escapar. Sin embargo, Brain no lo se lo permitía y luchaba como si estuviera jugando con él. No, en lugar de llamarlo así, se veía como si estuviera usando una gran variedad de ataques para intentar remover el óxido de su cuerpo.
(Ciertamente, él mencionó algo sobre un periodo de inactividad. Y parece que la razón por la que no ataca en serio es porque está preocupado por Climb y quiere estar listo para interceder y ayudarlo en cualquier momento. Es más considerado de lo que pensaba.)
Sebas movió los ojos de Brain hacia Climb.
(Este lado tampoco debería tener problemas.)
Un intercambio de golpes. Aunque el arma envenenada le causaba un poco de inquietud, la situación no era tan mala como para que tuviera que ir y ayudarlo inmediatamente. Le dolía que un extraño amistoso se viera envuelto en el problema que él mismo había causado. Sin embargo—
(Si no me hubieras dicho que deseabas volverte más fuerte, hubiera ido a ayudarte. Una batalla en la que la vida de uno está en juego, es también un buen entrenamiento. Ye ayudaré si la situación se torna peligrosa.)
Sebas observaba la pelea de Climb mientras acariciaba su barba.
Climb usó su espada para redirigir el ataque de su oponente.
Su espalda estaba cubierta de un sudor frío. Ese ataque casi había conseguido atravesar su armadura. Una mirada de decepción se veía en el rostro de su oponente.
Climb colocó su espada frente a él y midió el espacio entre él y su oponente. Su oponente al otro lado se movía hacia adelante y hacia atrás para evitar que midiera la distancia.
Usualmente, Climb bloquearía con su escudo y usaría su espada para atacar. Su actual predicamento de tener que luchar sólo con su espada lo desgastaba física y mentalmente. No sólo eso, el arma envenenada también era un gran peso sobre él. Él sabía muy bien que los rompe armaduras eran armas especializadas para estocadas, y como tales, eso era lo único de lo que tenía que cuidarse. Pero aun así, como era de esperarse, el temor a recibir siquiera un rasguño entorpecía sus movimientos.
Podía sentir que su fatiga se incrementaba, no solo física, sino mental también. Su respiración se hacía dificultosa.
(Es lo mismo para mi oponente. No soy el único agotado.)
Como la de él, la frente de su oponente estaba empapada de sudor. Era ágil, usando movimientos rápidos para confundir a sus enemigos; un estilo idóneo para un asesino. Era por eso que el infligir una sola herida en sus brazos o piernas haría que el asesino perdiera su ventaja y destruiría el balance de poder entre ellos.
La batalla se decidiría en un solo ataque.
Ésa era la razón de la inquietud que fluía entre ellos. Por supuesto, así sería una batalla entre personas de un nivel de habilidad similar. De cualquier forma, era mucho más pronunciado en este caso en particular.
"¡Haa!"
Climb atacó exhalando con fuerza. Fue un golpe estrecho con poco poder detrás de él. Un golpe más abierto le dejaría un gran punto ciego si fuera a fallar.
El asesino esquivó su ataque con facilidad y dirigió una estocada a su pecho. Prediciendo su siguiente movimiento, Climb observó con cuidado la otra mano del asesino.
Climb bloqueó con su espada la daga que voló hacia sus ojos.
Fue afortunado. Había sido capaz de bloquear el ataque porque había enfocado su atención con cuidado.
Pero sin darle oportunidad a que respire aliviado, el asesino se lanzó desde abajo.
(¡Oh no!)
Un escalofrío recorrió su espalda.
No tenía forma de bloquear este ataque adicional. El miedo a la daga le hizo bloquearla con un golpe demasiado abierto. Debido a que su espada seguía en el aire, Climb no podía bajarla lo suficientemente rápido como para defenderse del contraataque. Aunque quería enfocarse en esquivarla, el asesino lo sobrepasaba en agilidad.
Estaba acorralado. Por lo menos, usaría su brazo como escudo y—
Mientras Climb se decidía, el asesino que estaba lanzándose contra él de pronto se cubrió la cara y retrocedió una gran distancia.
Una pequeña piedra del tamaño de un guisante había venido volando y golpeó al asesino en el párpado izquierdo. Empujada hacia sus límites, la mente acelerada de Climb lo confirmó.
Aun sin darse la vuelta, él sabía quién la había arrojado. Como prueba de ello, oyó la voz de Sebas viniendo desde atrás.
"El miedo es una emoción preciosa. Sin embargo, no debes dejarte abrumar por él. Estuve observando desde hace poco, pero ésta es una batalla bastante aburrida y poco entusiasta. Si tu oponente tuviera la determinación de sacrificar un brazo, con seguridad significaría tu muerte. Si tu fuerza te abandona, gana con tu cabeza. Hay momentos en los que la mente sobrepasa al cuerpo."
¡Sí!, respondiendo en su mente, se sorprendió de haber recuperado la compostura. No era un sentimiento de seguridad provocado por confiar en que alguien más lo ayudaría. En lugar de eso, se debía a que alguien lo estaba cuidando.
No podía eliminar por completo el miedo de morir. Sin embargo—
"Si… muero, por favor dígale a Renner-sama, por favor dígale a la princesa que luché bien."
Exhaló profundamente y en silencio levantó su espada.
Climb se percató de que la luz en los ojos del asesino era diferente a antes. Aunque se acababan de conocer, tal vez sus corazones habían encontrado una conexión en esta batalla con sus vidas en juego.
Del mismo modo que Climb había encontrado su determinación, el asesino parecía haberse dado cuenta de esto y encontrado la suya propia.
El asesino dio un paso al frente. Sobre decir que acortó la distancia sin decir una palabra.
Confirmando que había entrado en su rango, Climb movió su espada hacia abajo. En ese instante, el asesino saltó hacia atrás. Había leído la velocidad de la espada de Climb y se había usado a sí mismo como carnada para un amago.
Pero había una cosa que el asesino había pasado por alto.
Sin ninguna duda, el asesino había visto a través de la mayoría de las técnicas de Climb. Sin embargo, eso sólo era cierto si se excluía un ataque; el corte vertical en el que Climb confiaba. El que era más pesado y rápido que cualquiera de sus otros ataques.
La espada que se incrustó en el hombro del asesino fue detenida por la cota de malla y no lo cortó completamente en dos. Sin embargo, había atravesado su clavícula con facilidad, cortando a través de la carne, e incluso destrozando su omóplato.
El asesino se retorció mientras rodaba por el suelo. El dolor era tan intenso que su grito fue silencioso, escupiendo saliva de la boca.
"Espléndido."
Sebas apareció desde atrás y sin ningún esfuerzo pateó al asesino en el abdomen.
Con solo eso, el asesino se quedó quieto, como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas. Había quedado inconsciente.
Por el rabillo de sus ojos, Brain ya había derrotado a su asesino y levantaba ligeramente una mano para felicitarlo.
"Entonces comencemos el interrogatorio. Si hay algo que les gustaría oír, por favor no duden en preguntar."
Sebas trajo a uno de los hombres y lo despertó. El cuerpo del hombre tembló en el momento en que recobraba la conciencia, y entonces Sebas movió una mano a la frente del hombre. Todo esto no tomó ni dos segundos. Aunque no estaba presionando con mucha fuerza, la cabeza del hombre se dobló hacia atrás y regresó hacia adelante como un péndulo.
Los ojos del hombre estaban desenfocados, como los ojos de un borracho.
Sebas comenzó con el interrogatorio. Aunque los labios de un asesino deberían de estar sellados, el hombre no escondió nada y habló libremente. Viendo la extraña escena, Climb preguntó:
"¿Qué hizo?"
"Es una habilidad llamada 'Palma del Titiritero'. Fue algo afortunado que se activara sin dar problemas."
Aunque era una técnica de la cual nunca había oído, no era lo más importante. Climb frunció el ceño ante la información del hombre.
Se trataba de asesinos de los Ocho Dedos que habían sido entrenados por uno de los 'Seis Brazos', los miembros más fuerte del grupo de seguridad. Estaban siguiendo a Sebas para matarlo. Brain le preguntó a Climb:
"…No estoy muy seguro pero, ¿los Ocho Dedos no son una gran organización criminal? Creo que tienen conexiones con los grupos mercenarios…"
"Está en lo correcto. Los 'Seis Brazos' es el nombre de los seis miembros más fuertes de esa organización. He oído que cada uno de ellos rivaliza en fuerza con los aventureros de rango adamantita. No sabemos cuál es su apariencia ya que es un asunto concerniente al bajo mundo."
Y Succulent, el que había aparecido en la residencia de Sebas, era un miembro de los Seis Brazos que se hacía llamar 'Diablo Fantasma'. Su plan era matar a Sebas para poder manipular libremente a su hermosa ama.
Habiendo oído hasta este punto, Climb sintió un escalofrío apoderándose de él. El frío venía de Sebas.
Mientras Sebas se ponían de pie lentamente. Brain le hizo una pregunta:
"Entonces Sebas-sama, ¿Qué hará de aquí en adelante?"
"Ya lo he decidido. Primero destruiré ese lugar problemático. De lo que dijo el asesino, parece que Succulent también se encuentra allá. Una pequeña llama debe extinguirse con rapidez."
Tanto Climb como Brain contuvieron el aliento ante su respuesta completamente despreocupada.
El hecho de que iba a atacarlos significaba que tenía la confianza suficiente de ganar contra aventureros de rango adamantita— en otras palabras, los más fuertes de la humanidad.
Pero incluso eso se sentía aceptable.
(Ha derrotado a tres de estos asesinos en un instante e incluso el famoso Unglaus-sama muestra respeto por él. ¿Quién es Sebas-sama? ¿Acaso fue un aventurero de rango adamantita en el pasado?)
"…Sin embargo, al parecer han secuestrado a muchas personas. Será mejor que actúe con rapidez."
"Cierto, si los asesinos no regresan, ellos se darán cuenta de que algo salió mal y moverán a las personas secuestradas a algún otro lugar. Entonces no seremos capaces de rescatarlos."
Mientras más tiempo pasaba, su situación sería más desventajosa mientras que la situación de sus enemigos sería más ventajosa. Esa era la situación actual para el hombre llamado Sebas.
"Entonces comenzaré mi ataque de inmediato. Me disculpo pero no tengo intenciones de cambiar de parecer. ¿Podría pedirles que lleven a estos asesinos a un puesto de guardia?"
"¡Ahh, espere Sebas-sama! Si está bien con usted, ¡por favor permítame ayudarle! Por supuesto, sólo lo haré con su aprobación."
"Pienso lo mismo, Sebas-sama. Como subordinado de Renner-sama, velar por la seguridad del orden público en la capital obviamente es mi tarea. Si la gente del Reino está sufriendo, yo los salvaré con mi espada."
"…Aunque probablemente Unglaus-kun estará bien, podría ser un poco peligroso para Climb-kun."
"Estoy consciente de los peligros."
"Eh, Climb… ¿alguna vez has oído que no debes ser una carga? Bueno, desde el punto de vista de Sebas-sama, probablemente no hay mucha diferencia entre tú y yo."
"No no, eso no fue lo que quise decir. Solamente estaba preocupado por la seguridad de Climb-kun. Por favor ten en cuenta que no seré capaz de protegerte como antes."
"Estoy preparado."
"…Lo que estamos por hacer, podría terminar dañándote a ti o al honor de tu ama. ¿No habrá otras oportunidades más adecuadas para que arriesgues la vida?"
"Cerrar los ojos debido al peligro sólo probaría que no soy un hombre digno de servir a mi ama. Del mismo modo que ella ayuda a otros, si es posible, me gustaría extender una mano a aquellos que sufren."
(Como cuando ella extendió la suya hacia mí—)
Como si hubieran dado un vistazo a su firme determinación, Sebas y Brain se miraron el uno hacia el otro.
"… ¿Estás decidido a ello?"
Ante la pregunta de Sebas, Climb asintió una vez con la cabeza.
"Lo entiendo. Entonces, si no hay más que agregar. Por favor préstenme su fuerza."