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Chapter 96 - Capítulo 3: Aquellos Que Ayudan, Aquellos Que Reciben Ayuda (Parte 5)

Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 09:48

Sebas abrió la puerta de la residencia. Estaba regresando de su tarea habitual de visitar el Gremio de Aventureros temprano por la mañana para tomar nota de las peticiones que habían sido colocadas antes de que los aventureros pudieran aceptarlas.

Registraba cada pieza de información en papel, incluso los rumores que circulaban por la ciudad, y los enviaba todos a Nazarick. Analizar los contenidos resultaba bastante difícil y había sido dejado a cargo de los sabios en Nazarick.

Atravesó la puerta e ingresó en la residencia. Si se hubiera tratado de hace unos días atrás, Solution hubiese estado allí para recibirlo. Sin embargo—

"Bien…venido de… vuelta… Sebas…-sama."

Actualmente, la tarea se le había encargado a la chica que estaba murmurando y que llevaba un uniforme de sirvienta que se extendía hasta sus píes.

El día después de recibir a Tsuare, sostuvieron una discusión y decidieron hacer que la muchacha trabaje en la residencia.

Aunque hubieran podido hacer que se quedara como una invitada, Tsuare estaba en contra de eso. No quería que además de haberle brindado ayuda la trataran como a una invitada. Incluso si no era suficiente para pagarles, por lo menos, quería trabajar.

Sebas vio que el motivo adicional que tenía estaba relacionado con su ansiedad.

En otras palabras, ella sabía muy bien que sus peligrosas circunstancias pronto provocarían un incidente molesto para esta residencia. Por eso estaba intentando hacer todo lo posible para contribuir y no ser echada de la residencia.

Por supuesto, Sebas le había asegurado a Tsuare que él nunca la abandonaría. Si él quisiera echar a alguien que no tenía adonde más ir, nunca la hubiera traído consigo en primer lugar. Sin embargo, también era cierto que él no era lo suficientemente convincente como para sanar las heridas de su corazón.

"He regresado, Tsuare. ¿Hubo algún problema?"

Tsuare negó con la cabeza.

A diferencia de cuando se conocieron, el gorro de sirvienta blanco sobre su cuidadosamente recortado cabello tembló ligeramente.

"No… no hubo… problemas."

"Ya veo, eso es bueno."

El ambiente alrededor de ella seguía siendo oscuro y su extraña expresión permaneció inmutable.

Sin embargo, su voz sonaba como si gradualmente se estuviera haciendo más fuerte, como si aquello que la atormentaba estuviera desapareciendo, poco a poco.

(Entonces, el único problema restante sería…)

Sebas avanzó, con Tsuare siguiéndolo al lado.

Caminar junto al mayordomo, Sebas— un superior directo, era un comportamiento inaceptable para una sirvienta. Pero Tsuare debía ignorar la etiqueta de las sirvientas, ya que nunca había sido educada como una. Sebas también, no tenía intenciones de enseñarle ése estilo de vida.

"¿Que hay en el menú de hoy?"

"Sí. Es… estofado de… papa."

"Ya veo. Estoy deseando que llegue la hora de comer. Tu cocina es deliciosa, después de todo."

Sebas dijo estas palabras con una sonrisa, y Tsuare se puso de color rojo y agachó la cara al mismo tiempo que apretaba su delantal con ambas manos.

"E-eso eso… no… es cierto."

"No, no, por supuesto que es verdad. Es una fortuna ya que yo no puedo cocinar nada. Pero, ¿tienes los ingredientes necesarios? Por favor dime si te falta algo o si hay algo que desees que compre."

"Sí. Voy a comprobarlo… la próxima vez… y le avisaré."

Aunque Tsuare se comportaba de manera normal en la residencia y con Sebas, todavía mostraba una reacción adversa al exterior. No podía realizar tareas que requirieran salir, por lo tanto un trabajo como comprar los ingredientes para cocinar recaía en Sebas.

No había nada exuberante en la cocina de Tsuare. Eran simples comidas caseras.

Por esta razón, no necesitaban ingredientes costosos y las compras podían hacerse con rapidez. De esa manera Sebas pudo aprender sobre muchos ingredientes diferentes y consiguió obtener información sobre los alimentos de este mundo. Consideró que era como matar dos pájaros de un tiro.

De repente, Sebas propuso una idea.

"… ¿Qué te parece si vamos a comprarlos juntos?"

El rostro de Tsuare mostró gran sorpresa. Luego, cada vez más a asustada, negó con la cabeza. Su complexión empeoró y comenzó a sudar.

«No, no… yo…»

Sebas pensó que esto era de esperarse y no dejó que esto se mostrara en su rostro.

Desde que comenzó a trabajar, Tsuare nunca intentó realizar las tareas que requerían salir al exterior. Había logrado mantener su miedo bajo control al considerar esta residencia como las paredes absolutas de un castillo protector. En otras palabras, la única forma en la que era capaz de moverse era luego de haber trazado una línea que separaba este lugar del exterior— del mundo que la había herido.

Sin embargo, a este paso Tsuare jamás sería capaz de poner un pie afuera. Y ellos no podían ocultarla por siempre.

Teniendo en cuenta el estado mental de Tsuare, Sebas sabía que sería cruel pedirle que saliera al exterior luego de sólo unos cuantos días. La opción más segura sería darle más tiempo para que pudiera adaptarse lentamente.

Sin embargo, ellos no tenían tiempo de sobra.

Sebas no tenía la intención de asentarse y pasar el resto de su vida en la capital. Él siempre sería un extraño en estas tierras, uno que sólo estaba aquí para recolectar información. Si su amo fuera a ordenarle que se retirara…

En preparación para ese día, mientras aún era capaz de hacerlo, tenía que instruirla para que tuviera la mayor cantidad de opciones.

Sebas se detuvo y miró directamente a Tsuare. Ella se sonrojó y trató de bajar la mirada, pero él cubrió su mejilla con su mano y le levantó la cara.

"Tsuare, soy totalmente consciente de que tienes miedo. Pero ten por seguro que yo, Sebas, te protegeré. Destruiré cualquier cosa que pueda lastimarte."

"…"

"Tsuare, da un paso hacia adelante. Si tienes miedo no importa si cierra los ojos."

"…"

Sebas tomó la mano de Tsuare mientras ella aún dudaba y le dijo unas palabras que sabía eran crueles.

"¿No confías en mí, Tsuare?"

Mientras el tiempo transcurría, una cortina de silencio colgaba pesadamente sobre el pasillo. Los ojos de Tsuare se humedecieron ligeramente mientras sus labios rosa se separaron, revelando sus dientes frontales parecidos a perlas.

"…Sebas-sama no es…justo. No puedo negarme…si lo dice…así."

"Por favor, mantente tranquila. Aunque puede que no lo parezca, soy bastante fuerte. Sólo unos cuantos aparte de los 41 son más fuertes que yo."

"¿Eso es…bastante?"

Tsuare se rio por el extraño número, creyendo que sólo era una broma para consolarla. Sebas simplemente se rió y no contestó.

Sebas continuó avanzando. Aunque sabía que Tsuare estaba mirando su perfil de reojo, él no lo mencionó.

Sabía que Tsuare tenía sentimientos tiernos hacia él, sentimientos que no podrían llamarse del todo amor. Sin embargo, Sebas sentía que esos sentimientos habían sido inculcados en ella, como un sentimiento de dependencia hacia el benefactor que la salvó de ese infierno.

Sebas también era un hombre mayor y era posible que Tsuare estuviera confundiendo un amor familiar con el amor entre un hombre y una mujer.

E Incluso si Tsuare realmente amaba a Sebas, él no tenía la intención de aceptar sus sentimientos. No cuando estaba escondiendo tanto, no cuando sus circunstancias eran tan diferentes.

"Bueno me reuniré contigo después de hablar con la señorita."

"La señorita… Solu…"

La expresión de Tsuare se oscureció ligeramente. Aunque Sebas sabía por qué, no lo dijo.

Solution intentaba no entrar en contacto con Tsuare y cuando lo hacía, sólo le lanzaba una mirada fría antes de marcharse sin decirle nada. Era normal que ser ignorada a tal grado crearía una sensación de ansiedad y en el caso de Tsuare, un gran temor.

"No te preocupes. La señorita siempre ha sido así con todos. No es que te trata así en particular… Y sólo lo diré aquí, pero la señorita Solution tiene una personalidad bastante difícil, después de todo."

Mientras Sebas parecía haberse vuelto demasiado hablador, la expresión en el rostro de Tsuare se suavizó ligeramente.

"Ella se pone de mal humor cuando ve a una joven hermosa."

"…No lo… soy…en comparación…con ella."

Tsuare agitó apresuradamente ambas manos.

Aunque era cierto que Tsuare era bastante linda, no podía competir contra Solution. Sin embargo, lo que es bello o no es diferente para cada persona.

"Si tuviera que elegir por la apariencia, entre tú y la señorita, entonces tú serías más de mi tipo."

"¡E-e-eso no…!"

Mientras miraba con delicadeza a la cara brillantemente iluminada de Tsuare que apuntaba hacia sus pies, sus cejas se fruncieron ante el repentino cambio en su expresión.

"Y… mi cuerpo… esta sucio…"

Sebas suspiró mentalmente al ver como la cara de Tsuare cambiaba por completo a comparación de cómo estaba antes. Luego habló pensando por adelantado lo que iba a decir.

"Las joyas son así. Las que no tienen arañazos se consideran más hermosas y valiosas." Al oír sus palabras, la expresión de Tsuare se oscureció en un instante. "Sin embargo los seres humanos no son joyas."

Parecía como si Tsuare hubiera elevado ligeramente el rostro.

"Parece que deseas seguir diciéndote a ti misma que estás sucia. ¿Pero en dónde radica la belleza de un humano? Si fuera una joya, podría apreciarse con certeza. Pero la belleza de un humano— ¿con qué se mide? ¿Con el promedio? ¿Con el consenso general? Si es así, ¿tendría que considerarse como inútil la opinión de la minoría?"

Tras una breve pausa, Sebas continuó.

"Por ejemplo, la gente tiene su propia definición de aquello que consideran bello, Yo creo que la belleza de una persona no se encuentra en su apariencia, ni tampoco en su pasado, sino en su corazón. Aunque no conozco toda tu historia, por lo que he podido sentir de tu yo interior en estos poco días que he pasado contigo, no considero que estés sucia en lo más mínimo."

Sebas cerró la boca y el mundo cambió a otro donde los únicos sonidos que podían oírse eran los pasos de sus pies. En medio del silencio, Tsuare habló con determinación.

"… Si dice que soy… hermosa… entonces por favor… abráse…"

Sebas no la dejó terminar y la abrazó.

"Eres hermosa."

Mientras hablaba con suavidad, lágrimas silenciosas fluían de los ojos de Tsuare. Sebas le dio unas palmaditas suaves en la espalda como para consolarla y lentamente se separó de ella.

"Tsuare, me disculpo. La señorita Solution me llama."

"E-está bien…"

Con una triste despedida de parte de Tsuare y de sus ojos rojos, Sebas llamó a la puerta y la abrió sin siquiera esperar una respuesta. Mientras cerraba la puerta detrás de él, le mostró una sonrisa a Tsuare que todavía seguía mirándolo.

Debido a que la casa era alquilada, a pesar de tener muchas habitaciones, casi no había muebles.

Sin embargo, esta habitación estaba lo suficientemente decorada como para no quedar en vergüenza al recibir huéspedes. Aun así, una persona perspicaz podría reconocer la falta de historia y la superficialidad de la habitación.

"Señorita, acabo de regresar."

"… Buen trabajo, Sebas."

La falsa ama de la residencia se sentaba en un largo sofá con una expresión de aburrimiento en el rostro. En realidad, esa expresión era una farsa. Debido a la presencia de Tsuare, ella tenía que ponerse la tonta máscara de una dama orgullosa.

Solution trasladó su mirada de Sebas hacia la puerta.

"… Ya se fue."

"Parece que así es."

Mientras cada uno estudiaba el rostro del otro, como de costumbre, Solution fue la primera en hablar.

"¿Cuándo la echará?"

Esto era lo que Solution preguntaba cada vez que se veían. Y como siempre, Sebas le dio la misma respuesta.

"Cuando llegue el momento."

Si todo fuese como de costumbre, la conversación hubiera terminado allí. Solution hubiera suspirado y eso hubiera sido todo. Hoy sin embargo, Solution no parecía querer dejar las cosas así y continuó.

"… ¿Podría explicar claramente de cuánto tiempo está hablando? No hay garantía de que no sucederán incidentes molestos por seguir ocultando a esa humana. ¿Acaso eso no interferirá con la voluntad de Ainz-sama?"

"Hasta el momento no ha habido ningún incidente. …Es sorprendente que entres en pánico debido a que temes lo que algunos seres humanos podrían hacer, ése no es el comportamiento apropiado para alguien que sirve a Ainz-sama."

El silencio se interpuso entre ellos y Sebas dejó escapar un pequeño suspiro.

Era una situación muy peligrosa.

Aunque no había emociones en el rostro de Solution, Sebas podía sentir que estaba enfadada con él. Incluso si esta residencia era sólo una base de operaciones, Solution la seguía considerando como parte de la Gran Tumba de Nazarick. No podía tolerar la presencia de un ser humano que no tuviera el permiso de su amo.

Hasta ahora Solution no había intentado atacar a Tsuare porque Sebas la mantenía firmemente bajo control. Sin embargo, si esto continuaba, sería imposible que él pudiera seguir controlándola en el futuro cercano.

Sebas estaba consciente de que se estaba quedando sin tiempo.

"…Sebas-sama. Si esa humana se convierte en un obstáculo para las órdenes de Ainz-sama entonces—"

"Será eliminada."

Sebas le aseguró eso como para no dejar que terminara de hablar. Solution cerró la boca y miró a Sebas con una mirada difícil de comprender, luego inclinó la cabeza.

"Entonces no tengo nada más que añadir. Sebas-sama, por favor no se olvide de lo que acaba de decir."

"Por supuesto, Solution."

"… Sin embargo." La emoción en el murmullo de Solution fue lo suficientemente fuerte como para parar en seco a Sebas. "…Sin embargo, Sebas-sama. ¿Es correcto no informar a Ainz-sama sobre esa cosa?"

Sebas se quedó en silencio unos pocos segundos, y luego respondió.

"No habrá ningún problema. Sería descortés desperdiciar el tiempo de Ainz-sama por un humano."

"…Todos los días a la hora señalada, Entoma y las demás deberían estar comunicándose con usted usando 'Mensaje'. ¿No podría simplemente decirles unas cuantas palabras sobre el asunto en ese momento? … ¿Está tratando de ocultarlo intencionalmente?"

"Por supuesto que no. No le haría algo así a Ainz-sa—"

"Entonces… ¿no está actuando por interés propio?"

El aire se puso tenso.

Al darse cuenta de que Solution se había colocado ligeramente en una postura de pelea, Sebas entendió que tan peligrosa era situación en la que se encontraba.

Cada miembro de Nazarick juraba lealtad absoluta hacia Ainz Ooal Gown, —y por extensión, hacia los Seres Supremos. Con los Guardianes a la cabeza, no sería exagerado decir que cada uno de sus miembros estaba de acuerdo con ese credo. Incluso el mayordomo asistente, Eclair, que quería conquistar Nazarick para sí mismo, era leal a los 41 Seres Supremos y los miraba con respeto.

Naturalmente, Sebas era uno de ellos.

Sin embargo, él seguía creyendo que estaba mal echar fuera a un ser patético a causa de meras posibilidades. Aunque dicho esto, también sabía que la mayoría de Nazarick no estaría de acuerdo con él.

No, él creyó haberlo sabido pero la reacción de Solution le reveló que tan superficialmente lo había entendido.

Solution hablaba en serio. Dependiendo de su respuesta, estaba preparada para enfrentarse a Sebas el mayordomo, en otras palabras, su superior en lo que respecta a las labores cotidianas de Nazarick y uno de los más fuertes en el combate cuerpo a cuerpo. Él no tenía idea de que Solution estuviera dispuesta a ir tan lejos para deshacerse del problema.

—Sebas mostró una sonrisa.

Debido a su sonrisa, Solution lo miró con extrañeza.

"…Por supuesto que no. La razón por la que no he informado sobre esto a Ainz-sama no es a causa de mi propio egoísmo."

"¿Entonces puede decirme los fundamentos de sus acciones?"

"Tengo en muy alta estima su habilidad de cocina."

"¿Dijo…cocina?"

Parecía como si unos signos de interrogación estuvieran flotando sobre la cabeza de la Solution.

"Ciertamente. Además ¿no sería extraño para los demás si sólo dos personas vivieran en esta gran mansión?"

"… Eso es posible."

Solution no tuvo más remedio que reconocer este punto. No tener sirvientes mientras vivían una vida de lujo en una gran residencia definitivamente se vería extraño.

"Siento que por lo menos, deberíamos tener un sirviente con nosotros. Si fuéramos a invitar huéspedes a la casa, ¿no sería sospechoso si ni quiera podemos servirles una comida?

"¿…En otras palabras, está usando a esa humana como parte de nuestro disfraz?"

"Así es."

"Pero no hay necesidad de que sea esa humana en particular."

"Tsuare se siente en deuda conmigo. Eso significa que nunca filtrará información incluso si se siente en peligro. ¿Me equivoco?"

Muy brevemente, Solution lo pensó, asintiendo con la cabeza poco después.

"Tiene razón."

"Así son las cosas. No debería haber ninguna necesidad de pedir el permiso de Ainz-sama cuando el asunto solamente está relacionado con nuestra pantalla. No sólo eso, incluso podría llegar a enojarse y a decirnos que manejemos esos asuntos por nuestra propia cuenta."

Sebas tranquilamente le preguntó a Solution, que permanecía en silencio:

"¿Ahora lo entiendes?"

"…Sí."

"Entonces, esto debería ser suficiente por aho—"

Sebas detuvo sus palabras. Había oído un sonido, como si dos objetos chocaran entre sí.

Era tan sutil que cualquiera a excepción de Sebas podría haberlo pasado por alto.

La repetición errática del ruido confirmó que alguien lo estaba haciendo a propósito.

Sebas abrió la puerta de la habitación y enfocó sus sentidos hacia el final del pasillo.

Ambos se congelaron al darse cuenta de que el sonido provenía de la aldaba en la puerta principal. Desde que llegaron por primera vez al Reino, nadie había llamado a la puerta. Cualquier trato que tuvieran siempre lo realizaban en el exterior y nunca invitaban a nadie a la residencia. Era una medida desesperada para evitar que otros se enteraran de que en esta gran mansión sólo vivían dos personas.

Pero hoy, tenían visitantes. Sería más que suficiente para causar un incidente molesto.

Sebas dejó a Solution en la habitación y se acercó a la entrada. Abrió la tapa de la ventana adjunta a la puerta principal.

Lo que vio a través del agujero fue a un hombre de hombros anchos rodeado a ambos lados por soldados del Reino.

El hombre de hombros anchos estaba vestido decentemente bien. En su pecho, llevaba un emblema pesado que brillaba con el destello metálico del cobre. El aspecto saludable de su cara estaba acolchado con grasa y era realmente gordo, tal vez debido a sus hábitos alimenticios.

Y finalmente— había un hombre que parecía diferente al resto.

Su piel era pálida, como si nunca hubiera estado expuesto a la luz solar. Con los ojos afilados y de mejillas demacradas, parecía un ave de presa— como los carroñeros que asolaban los cadáveres podridos. Sus ropas negras colgaban libremente de su cuerpo, haciendo obvio que estaba escondiendo armas.

Lo que irritó el sexto sentido de Sebas fue el aire con olor a sangre y a rencores que flotaba a su alrededor.

Verdaderamente eran un grupo desigual. Sebas no pudo determinar su identidad o su objetivo.

"… ¿Quién es?"

"Soy el oficial de patrulla Stafan Hevish."

El hombre regordete en la parte frontal habló con voz chillona y reveló su nombre.

Era un oficial de patrulla, un funcionario encargado de mantener el orden público. Una posición similar a la del jefe de las patrullas normales que hacían sus rondas por la ciudad; sus funciones incluían una amplia gama de categorías. Debido a esto, Sebas no podía predecir cuál era la razón por la que este hombre llamado Stafan había decidido visitarlos y se preocupó.

Ignorando a Sebas, Stafan continuó hablando.

"El Reino tiene una ley que prohíbe la compra y venta de esclavos. Fue impulsada por la Princesa Renner que elaboró los planes que permitieron su aprobación. Hemos recibido un informe de que las personas de esta residencia podrían estar incumpliendo esta ley y venimos a investigar."

Finalmente terminó preguntando si podía entrar.

Aunque Sebas pensó en varias palabras para rechazarlo, negarles la entrada podría causar un problema mayor. Tampoco había ninguna garantía de que Stafan fuera un funcionario real. A pesar de que los funcionarios del Reino, efectivamente usaban el mismo emblema que Stafan traía en el pecho. Sin embargo, esto todavía no era razón suficiente. Existía la posibilidad —aunque fuese un gran crimen— de que se tratara de una falsificación.

Dicho esto, cualquier cosa que unos cuantos humanos intentaran hacer dentro de la residencia no platearía ningún problema. Si había un enfrentamiento entonces Sebas podría encargarse con facilidad. De hecho, sería mejor si fueran impostores.

Deduciendo algo en el silencio formado mientras Sebas lo pensaba, Stafan abrió la boca por segunda vez.

"Primero que nada, lo siento pero ¿podría hablar con el dueño de esta residencia? Por supuesto, si no está presente, entonces no hay remedio. Pero no creo que el resultado sea favorable si los que vinimos a investigar nos vamos con las manos vacías."

Stafan sonrió con una cara que no tenía ni el más mínimo indicio de que lo sentía. Escondida detrás de esa expresión se encontraba una amenaza respaldada por el poder de la ley.

"Antes de eso, tengo algo que me gustaría preguntarle. ¿Quién es el hombre de pie detrás de usted?"

"¿Hmm? Su nombre es Succulent. Es un representante del establecimiento que presentó la denuncia."

"Me llamo Succulent. Un placer conocerlo."

Al ver la leve sonrisa en el rostro de Succulent, Sebas entendió que había perdido.

Su sonrisa era la de un cazador cruel burlándose de su presa por caer en su trampa. Era seguro asumir que había venido después haber preparado todo a la perfección. En ese sentido, era bastante probable que Stafan fuera un funcionario real. Lo más probable era que también tuviera un plan preparado en caso de que Sebas se negara a recibirlos. Entonces, como mínimo, Sebas tenía que tratar de averiguar las intenciones de su oponente.

"…Entiendo. Voy a informar a la señorita. Por favor, esperen allí un momento."

"Por supuesto, esperaremos."

"Pero por favor, que sea rápido. No podemos perder el tiempo."

Succulent sonrió y Stafan se encogió de hombros.

"Entendido. Entonces, discúlpenme."

Sebas cerró la tapa y se volvió en dirección a la habitación de la Solution. Pero antes de eso, tendría que decirle a Tsuare que se ocultara más al fondo—

Con los soldados en el exterior al lado la puerta, las personas que fueron guiadas al interior— Stafan y Succulent— cada una tenía expresión de asombro al ver a Solution.

No habían esperado encontrar tal belleza. La expresión de Stafan se relajó lentamente y sus ojos viajaron de ida y vuelta entre la cara y el pecho de Solution. Luego tragó saliva con los ojos llenos de lujuria. Por otro lado, el rostro de Succulent se endureció gradualmente.

Para Sebas, fue obvio de quien debía estar alerta. Les ofreció a ambos el sofá frente a Solution.

Con Solution ya sentada, Stafan y Succulent se sentaron y se presentaron.

"Así que, ¿qué está pasando exactamente?"

Ante la pregunta de Solution, Stafan fingió toser mientras hablaba.

"De acuerdo al reporte de cierto establecimiento, aparentemente, un individuo secuestró a uno de sus empleados. Al hacerlo, el individuo indebidamente entregó dinero a otro empleado diferente. La compra de esclavos está prohibida en nuestro país… ¿no cree que lo que hizo esa persona fue ilegal?"

El tono de voz de Stafan se hizo gradualmente más fuerte debido a la emoción y Solution respondió como si estuviera aburrida.

"¿Ah, si?"

La actitud detrás de su respuesta dejó perplejos a ambos hombres. Aunque estaban aplicando presión, el comportamiento de Solution fue completamente inesperado.

"Siempre dejo todos los asuntos complicados a Sebas. Sebas, encárgate del resto."

"¿C-cree que eso estará bien? Dependiendo de cómo acabe todo, podría ser tildada de criminal."

"Vaya, qué miedo. Sebas, si parece que me convertiré en una criminal entonces ven a decírmelo. Bueno todos, les deseo lo mejor."

Solution se despidió y los dejó con una sonrisa brillante. Nadie pudo decirle nada mientras dejaba la habitación. El poder de la sonrisa de una belleza se confirmó en ese momento.

Antes de poder oír el sonido de la puerta al cerrase, pudieron oír las voces de asombro de los soldados al ver a Solution.

"—Entonces, escucharé lo que tenga que decir en su lugar."

Sebas sonrió y tomó asiento frente a los dos hombres. El comportamiento de Stafan era extraño, aún estaba fascinado por la sonrisa de Solution. Sin embargo, como para cubrirlo, Succulent interrumpió.

"Muy bien, entonces ¿podría hacerle algunas preguntas? Verá, como ha oído de Hevish-sama en la entrada, nuestra… bueno, nuestra empleada ha desaparecido. He interrogado a cierta persona y él dice que la entregó luego de recibir dinero. Aunque no quisiera siquiera imaginar que uno de nuestros empleado hizo algo como eso, no tuve otra opción más que avisar a las autoridades."

"Así es. ¡Un delito sucio como el tráfico de esclavos no será tolerado!" Y golpeó la mesa. "Es por eso que Succulent-kun, que nos avisó sin temer porque se esparcieran malos rumores sobre la tienda, ¡es un ciudadano ejemplar!"

"Gracias, Hevish-sama."

Succulent agachó la cabeza hacia Stafan, que hablaba con un entusiasmo tal que estaba escupiendo.

(¿Qué pasa con este teatro?)

Pensando eso, Sebas comenzó a meditarlo. Los dos hombres frente a él definitivamente estaban trabajando juntos. Entonces sin ninguna duda, habían hecho preparativos antes de comenzar su ataque. Como tal, la derrota de Sebas era segura. La pregunta entonces era, cómo minimizar sus pérdidas.

Y por otro lado, ¿cuál era la condición de victoria de Sebas en esta situación?

La condición de victoria para el mayordomo de Nazarick, Sebas, era el resolver el problema sin atraer más atención. No era el proteger a Tsuare.

Sin embargo—

"Sospecho que el hombre que afirma haber recibido dinero podría estar mintiendo. ¿En dónde se encuentra ahora?"

"Ha sido arrestado por involucrarse en el tráfico de esclavos y actualmente está encerrado en una celda. Y el resultado de su testimonio y de nuestra cuidadosa investigación es—"

"—Que el hombre que compró a nuestra empleada es usted, Sebas-san."

Eso significaba que aquel hombre había sido atrapado y que había confesado todo. Había una alta probabilidad de que hubiera sido presionado para cambiar su testimonio para que los beneficiara.

Sebas se debatía entre si debía fingir ignorancia, mentir, o negarlo rotundamente.

¿Qué tal si decía que ella no se encontraba en la residencia? ¿Y si los hombres decían que él la había matado?

Incontables ideas corrían por su mente pero la posibilidad de que funcionaran era baja. Ellos no se retirarían tan fácilmente. Aunque antes de eso, él tenía que saber una cosa.

"¿Pero cómo llegaron a la conclusión de que fui yo? ¿Dónde están sus pruebas?"

Eso era lo que Sebas no podía entender. Siempre y cuando no hubiera dejado nada detrás que pudiera revelar su nombre o identidad, no debería haber ninguna evidencia. ¿Entonces cómo habían averiguado la ubicación de este lugar? Siempre que salía tenía cuidado de que no lo siguieran. Le costaba creer que alguien en esta ciudad pudiera seguirlo sin que se diera cuenta.

"El pergamino."

Un destello atravesó la mente de Sebas.

—El pergamino que compró en el Gremio de Magos.

Ese pergamino era definitivamente diferente a otros por su impresionante artesanía. Alguien que supiera cómo se veían podría reconocer que su pergamino había sido comprado en el Gremio de Magos. Entonces podría rastrear sus pasos y deducir algo de ello. Una persona vestida de mayordomo y en poder de un pergamino llamaría demasiado la atención.

Pero incluso así, esa no era evidencia suficiente para deducir que Tsuare se encontraba en la residencia. Él podría argumentar que simplemente era alguien parecido. El problema sería que las cosas se complicarían si ellos fueran a revisar la mansión. Así era. Se verían forzados a admitir que incluyendo a Tsuare, sólo tres personas vivían en esta gran mansión.

Sebas se resignó.

"…Es cierto que traje a la joven aquí conmigo. Sin embargo, en aquel momento la joven estaba gravemente herida y al filo de la muerte. No tuve otra opción más que traerla."

"¿En otras palabras está admitiendo que usó dinero para comprar a la chica?"

"Antes de eso, ¿podría hablar con el hombre que arrestaron?"

"Desafortunadamente eso no será posible. No podemos arriesgarnos a que se pongan de acuerdo en sus historias."

"Entonces—"

—No me importa si escuchan nuestra conversación.

Cuando estaba a punto de decir eso, Sebas cerró la boca.

Al final, ésta era una carrera planeada de antemano. Había pocas probabilidades de que la situación pudiera mejorar incluso si él fuera al lugar en el que se encontraba aquel hombre. Pasar a la ofensiva desde este ángulo sólo sería una pérdida de tiempo.

"… ¿Entonces están admitiendo el hecho de que la joven era en verdad victima de aquellas horribles heridas? Desde la perspectiva del gobierno, siento esto podría considerarse peor —"

"El trabajo en nuestro establecimiento es bastante difícil. No se puede hacer nada si ella fuera a sufrir una lesión. Eso se ve casi siempre en minas y similares, es lo mismo."

"…No creo que las heridas de las que habla y las de ella sean similares."

"Jajaja, es el negocio del entretenimiento pero tenemos una gran cantidad de clientes diversos. Aunque siempre intentamos tener cuidado. Bueno, puedo entender su punto, Sebas. Seremos un poco— sí, un poco más cuidadosos."

"… ¿Un poco?"

"Bueno, sí. Cualquier otra cosa más y costaría dinero aquí y allá."

Ante la pregunta de Sebas, Succulent mostraba una sonrisa burlona, del tipo en el que sólo las comisuras de los labios se doblaban hacia arriba.

Sebas también respondió con una sonrisa.

"—Suficiente." Stafan suspiró profundamente, como si estuviera tratando con un idiota. "Mi deber es revisar si hubo o no una transacción que involucre a esclavos. La revisión de la forma en que los trabajadores son tratados le corresponde a alguien más. Parece que ese incidente no está conectado al tráfico de esclavos."

"…Entonces ¿podría decirme el nombre del funcionario encargado de las condiciones laborales?"

"…Hmm. Me gustaría decírselo pero es complicado. Desafortunadamente, alguien que interfiere con el trabajo de otro no es muy popular."

"…Entonces por favor espere hasta entonces."

Stafan sonrió, como si hubiera estado esperando por esas palabras.

"…Me gustaría hacer eso, de verdad. Pero ya que el reporte ha sido hecho, tengo que ponerlos a ustedes bajo custodia e investigar lo más rápido posible, por la fuerza si fuera necesario."

En otras palabras, Sebas no tenía tiempo.

"Incluso ahora, observando la evidencia circunstancial, es obvio que usted es culpable. Pero el establecimiento desea resolver el asunto generosamente. Por supuesto, deberá haber una compensación dependiendo del acuerdo. Y también será un poco costoso el destruir el reporte escrito falsamente sobre el tráfico de esclavos."

"¿Qué es lo que pide, exactamente?"

"Bueno, verá, necesitaremos que nos regrese a nuestra empleada junto a una compensación por las pérdidas que tuvimos durante el tiempo en que estuvo fuera."

"Ya veo, y ¿cuánto sería eso?"

"En monedas de oro… veamos. Bueno, le daré un descuento, un ciento de monedas de oro y un adicional de 300 para la compensación, haciendo un total de 400. ¿Qué le parece?"

"…Toda una fortuna, ¿por qué es tanto? ¿Qué tipo de trabajo hacía ella en un día cualquiera? ¿Por cuánto tiempo?"

En ese momento, Stafan lo interrumpió.

"Ah, espera un momento. Eso no debería ser todo, Succulent-kun."

"Cierto, casi se me olvida. Usted mencionó que ya que el reporte se ha presentado, destruirlo requerirá una tarifa, incluso si llegamos a un acuerdo."

"Por supuesto, Succulent-kun. No puedes olvidar esa parte."

Stafan sonrió.

"…Pero."

"¿Hmm?"

"No, no es nada."

Sebas se tragó sus palabras y sonrió.

Succulent inclinó la cabeza ante Stafan y continuó hablando.

"Hmm, me disculpo por eso, Hevish-sama. De todas formas, la tarifa será un tercio de la compensación, así que 100 monedas. En total, sumarían 500 monedas."

"Cuando la traje aquí hice un pago, ¿eso también está incluido?"

"¿Qué está diciendo? Escuche bien, desde el momento en que estuvo de acuerdo, usted nunca compró un esclavo. En otras palabras, el dinero involucrado en esa transacción nunca existió. Probablemente lo dejó caer en algún lugar."

¿Acaso este hombre esperaba que Sebas pretendiera que había dejado caer un ciento de monedas de oro? Bueno, lo más seguro era que ya se habían dividido el dinero entre ellos.

"…Sin embargo, el cuerpo de la chica no ha sanado por completo. Si intentan llevarla con ustedes en este momento, podría sufrir una recaída. También es posible que pierda la vida en los tratamientos que quedan por seguir. Creo que sería más seguro si se queda con nosotros por el momento."

Los ojos de Succulent brillaron extrañamente. Dándose cuenta del cambio, Sebas supo que había cometido un error. Le había revelado que Tsuare era importante para él.

"Por supuesto, por supuesto, tiene razón. Si muere entonces obviamente tendría que darnos una compensación, ¿entonces qué tal si nos presta a la dueña de esta casa hasta que su tratamiento haya terminado?"

"¡Ohh! Es una idea espléndida. ¡No hace falta decir que él debería hacerse responsable de llenar el agujero que provocó!"

La sonrisa que cubría el rostro de Stafan claramente estaba llena de lujuria. Probablemente se encontraba desvistiendo a Solution en su mente.

La sonrisa de Sebas desapareció y su rostro se mostró inexpresivo.

Aunque Succulent probablemente estaba bromeando, sin ninguna duda insistiría en la idea si Sebas fuera a mostrar alguna debilidad. Desde el momento en que había revelado que se preocupaba por Tsuare, la posibilidad de que este incidente molesto se hiciera más grande en el futuro estaba justo ante sus ojos.

"… ¿No le traerá problemas la codicia excesiva?"

"¡Ridículo!"

El rostro de Stafan se tiñó de rojo mientras gritaba en voz alta.

(Como un cerdo en el matadero.)

Pensando esto para sí, Sebas observó a Stafan sin decir nada.

"¡¿Qué quiere decir con codicia?! ¡Todo nace de mi corazón que sólo desea salvaguardar la ley tal como fue establecida por la estimada Princesa Renner! ¡Cómo se atreve a ser tan irrespetuoso!"

"Tranquilo, tranquilo, cálmese, Hevish-sama."

Tan pronto como Succulent intervino, Stafan, que estaba gritando, controló inmediatamente su temperamento. El súbito cambio sugería que su ira no era genuina, sino solo una treta para parecer más amenazador.

(Incluso tu actuación es torpe.)

Sebas pensó eso en su cabeza.

"Pero de todas formas, Succulent-kun…"

"Hevish-sama, ya que hemos dicho todo lo que vinimos a decir, ¿qué tal si regresamos en dos días para oír su respuesta? ¿Eso estará bien, Sebas-san?"

"Sí, lo entiendo."

Con eso, la discusión había terminado. Sebas los acompañó a la entrada.

Como el último en salir, Succulent sonrió y le dijo unas palabras a Sebas.

"Pero realmente debería agradecerle a esa prostituta. Nunca esperé que una mercancía a punto de ser desechada fuera capaz de poner un huevo de oro tan grande… o eso fue lo que dijo cierta persona."

Dejando esas palabras detrás, la puerta se cerró del todo con un ruidoso golpe.

Sebas continuó mirando la puerta, como si fuera invisible. Su rostro estaba calmado, no mostraba ninguna expresión en particular. Sin embargo, algo estaba claramente presente dentro de sus pupilas.

Estaba enojado.

—No, esa palabra tan vaga no describía con exactitud lo que estaba sintiendo.

Furia, rabia, éstas serían más adecuadas.

La razón por la que Succulent le mostró sus verdaderas intenciones en el momento en que se marchaba se debía a que había bloqueado todas las rutas de escape, a que Sebas no tenía forma de responder— estaba seguro de su propia victoria.

"Solution, muéstrate."

En respuesta a sus palabras, Solution emergió como agua fluyendo de las sombras. Ella había usado una habilidad de su clase de tipo asesino para fundirse en las sombras.

"Asumo que oíste nuestra discusión."

Las palabras de Sebas meramente lo estaban confirmando. Solution asintió con la cabeza, como si ni siquiera necesitara decirlo.

"¿Entonces qué planea hacer, Sebas-sama?"

Él no pudo responder inmediatamente su pregunta. Su falta de respuesta obviamente hizo surgir una mirada fría de parte de Solution.

"… ¿Les entregará a la humana para dar por concluido el asunto?"

"Dudo que el problema se resuelva de esa manera."

"… ¿Es así?"

"Si mostramos debilidad entonces vendrán por más. Son ese tipo de gente. El problema no se resolverá incluso si fuéramos a entregarles a Tsuare. El mayor problema es cuánta información han deducido al investigarnos. Aunque vinimos a la capital disfrazados de comerciantes, si indagan más a fondo y encuentran un punto ciego— sabrán que nuestras identidades son falsas."

"Entonces ¿qué planea hacer?"

"No lo sé. Saldré a dar un paseo y a pensar en ello."

Sebas abrió la puerta principal y salió.

Solution observaba en silencio mientras la espalda de Sebas se hacía cada vez más pequeña en la distancia.

(—Absurdo.)

Si no hubiera traído a esa humana, esta serie de incidentes jamás hubieran ocurrido. Dicho esto, ahora todo estaba en el pasado. Lo importante era qué hacer de ahora en adelante.

Como subordinada de Sebas, ella no debería actuar de manera arbitraria sin tener en cuenta las palabras de su superior. Sin embargo, parecía que no hacer nada y dejar las cosas tal como estaban sería más peligroso.

(Si nuestra hermana menor estuviera aquí… si pudiéramos movernos como Pléyades entonces no tendríamos ningún problema…)

Vaciló.

Vació hasta el punto de creer que era excesivo.

Finalmente, se decidió y abrió su mano izquierda.

Un pergamino fue expulsado de su mano, como si estuviera flotando a su superficie. Era un pergamino que había sido almacenado dentro de su cuerpo hasta ahora. Actualmente, gracias a los esfuerzos de Demiurge, el día en el que sería posible la producción en masa de pergaminos de bajo nivel casi estaba a su alcance. Sin embargo, ése no era el caso en el momento en que Solution había sido movilizada y por tanto, este pergamino de 'Mensaje' se le había entregado para que lo usara sólo en caso de emergencias. Solution había decidido que la situación actual lo requería.

Abrió el pergamino y activó la magia que contenía dentro. Habiendo sido usado, el pergamino se redujo a cenizas y éstas se desvanecieron completamente en el momento en que tocaron el suelo.

En sincronía con la activación del hechizo, Solution sintió que algo como un hilo la conectaba con su objetivo y le transmitió su voz.

"¿Ainz-sama?"

「¿Eres— Solution? ¿Qué sucede? Ya que eres tú la que se está comunicando, ¿se trata de una emergencia?」

"Sí."

Por un instante, Solution se quedó en silencio. Ese momento nació de sus sentimientos de lealtad hacia Sebas, considerando la posibilidad de que todo era un mal entendido. Sin embargo, su lealtad hacia Ainz era más fuerte que todo.

Y aunque ellos debían actuar siempre en interés de Nazarick, de uno de los 41 Seres Supremos, podría decirse que la situación actual de Sebas ignoraba este credo.

Fue por esta razón que Solution abrió la boca para oír el juicio de su amo.

"Existe la posibilidad de que Sebas-sama nos haya traicionado."

「¿Eh?… ¿Ehhhh? …Espera, imposible… Ejem… basta de bromas, Solution. Decir tales cosas sin pruebas es inexcusable… ¿las hay?」

"Sí. Aunque no son suficientes para ser llamadas pruebas—"