Chereads / Overlord (Novela Ligera) / Chapter 78 - Capítulo 4: Amanecer de la Desesperación (Parte 3)

Chapter 78 - Capítulo 4: Amanecer de la Desesperación (Parte 3)

Existía un tipo de habilidad llamada 'Percepción de Peligro'.

Entre los aventureros, bandidos y otros que poseían habilidades basadas en la detección, ésta era considerada la habilidad más importante. Como el mismo nombre daba a entender, era una habilidad que permitía la detección de peligro.

Esta habilidad estaba dividida en dos tipos. Una de ellas no dependía del razonamiento ni de la observación, simplemente dependía la intuición para presentir el peligro. El otro tipo de alerta dependía del razonamiento y la observación acumulados por la experiencia. El primero podría describirse como algo intuitivo o un sexto sentido, y el segundo podría ser descrito como un sentimiento derivado de los cambios en los alrededores— de los minúsculos cambios en los sonidos y en los olores.

Éste último mejoraría de forma natural en el campo de batalla y durante aventuras solitarias, incluso si no fuera practicado intencionalmente. Era obtenido a través de las experiencias, al ponerse uno mismo en situaciones peligrosas.

Y en lo concerniente a las habilidades, este aspecto de los hombres lagarto era mucho mayor que el de los humanos. Básicamente, sus sentidos eran más agudos porque vivían en un ambiente más duro. Los humanos tendían a vivir en lugares seguros, alejados de los monstruos, mientras que los hombres lagarto vivían al lado de estos.

Zaryusu, que era un viajero y que muchas veces había viajado solo, era muy sensible a los pequeños cambios en el medio ambiente.

Sintiendo la tensión en el aire, abrió los ojos.

Ante él se encontraba una habitación familiar — aunque sólo se había quedado aquí por algunos días. Los humanos incluso si lo intentaran, serían incapaces de percibir los detalles en este cuarto que carecía de una fuente de luz, pero no era tan difícil para un hombre lagarto.

No había nada fuera de lo normal.

Miró alrededor, y luego de confirmar que no había nada extraño, suspiró aliviado mientras se movía para sentarse.

Zaryusu era un guerrero excepcional, por lo que incluso aunque estaba durmiendo hace unos momentos, ahora estaba tan despierto como siempre, sin el problema de la somnolencia, tenía la suficiente energía como para entrar en batalla inmediatamente.

Esto también estaba relacionado con el hecho de que los hombres lagarto tenían habitualmente el sueño ligero.

Sin embargo, Crusch que dormía al lado de Zaryusu no mostró signos de levantarse.

Habiendo perdido el calor del cuerpo de Zaryusu, ella simplemente dejó oír un murmullo de descontento.

Si estas fueran circunstancias ordinarias, Crusch también habría sentido el cambio en el aire y se hubiera levantado, sin embargo esta vez pareció no darse cuenta.

Zaryusu sintió algo de remordimiento, por haber permitido que Crusch soportara una carga tan grande.

Recordó la noche anterior, y llegó a la conclusión de que tal vez la carga que soportaba Crusch era más grande que la suya. Durante la operación para derrotar a su poderoso oponente, el lich, la hembra Crusch parecía haber soportado una carga mayor que el macho Zaryusu.

Él deseaba poder permitirle seguir durmiendo, pero luego de escuchar cuidadosamente, pudo oír los pasos frenéticos de muchos hombres lagarto más allá de las puertas de la cabaña. En un momento como éste, cuando ya habían ocurrido varias emergencias, no despertarla podría ser más peligroso.

«Crusch, Crusch.»

Zaryusu usó un poco de fuerza para sacudir a Crusch varias veces.

«Mmm.. mmm…»

Crusch enrolló la cola, e inmediatamente después mostró sus ojos rojos.

«¿Mmm…?»

«Parece que algo ha sucedido.»

Esta frase provocó que la somnolienta Crusch abriera instantáneamente los ojos. Zaryusu tomó a Frost Pain, que se encontraba a su lado, e inmediatamente se puso de pie. No mucho tiempo después Crusch también estaba fuera de la cama.

Los dos caminaron al exterior e inmediatamente entendieron la razón de aquella conmoción.

Vieron una nube grande y espesa cubriendo el cielo sobre el pueblo.

Mirando a la distancia, pudieron darse cuenta inmediatamente que esa nube oscura era completamente diferente a una nube ordinaria. Eso debido a que el cielo estaba despejado por millas a la redonda.

Eso también significaba que—

«¿Está… de vuelta?»

Era la señal de su enemigo para otro ataque—

«Parece que sí.»

Cursch estuvo de acuerdo con esto. Todos los hombres lagarto de las cinco tribus que se habían reunido para luchar podían ver la nube oscura en medio del cielo, y estaban hablando sobre ella. Sin embargo ninguno parecía mostrar miedo en el rostro.

Haber obtenido la victoria en la batalla anterior bajo una situación desfavorable, hacía que todos se sintieran más combativos.

Ambos corrieron hacia la entrada del pueblo, haciendo sonidos en el agua mientras apuraban el paso. Pasaron al lado de varios hombres lagarto que ya comenzaban sus preparativos para la batalla, y no tardaron mucho en llegar a la entrada principal.

Había muchos hombres lagarto de la clase guerrera reunidos en la entrada, todos miraban con cautela hacia el exterior. Incluido entre ellos se encontraba su compañero habitual, uno que junto a ellos había atravesado el infierno y regresado, Zenberu, y a su lado estaba el Jefe de la Tribu Colmillo Pequeño.

Luego de que Zenberu agitara la mano hacia los dos individuos que hacían salpicar el agua mientras se acercaban, inmediatamente hizo un gesto con su mandíbula en dirección de la entrada.

Zaryusu y Crusch se quedaron de pie al lado de Zenberu y observaron hacia el exterior desde la entrada principal.

Al otro lado de la orilla, en el borde entre los humedales y el bosque, se encontraba un ejército de esqueletos.

«Entonces han vuelto nuevamente.»

«Huh…»

Zaryusu respondió a Zenberu y luego chasqueó la lengua.

Había anticipado esto, excepto que había sucedido demasiado pronto. Al principio pensó que ya que sus pérdidas habían sido tan severas, requerirían algún tiempo para reponer sus tropas, y no había considerado que se equivocaría. Aparentemente el enemigo tenía la capacidad de movilizar sus tropas para formar nuevamente un gran ejército.

«… Sin embargo, estos esqueletos deberían ser más débiles que aquellos invocados por el lich.»

Estas palabras tenían un sentido oculto. Lo que Zenberu quería decir era que él creía que este ejército de esqueletos era en realidad más fuerte que el que habían enfrentado antes.

Zaryusu también observó en silencio a las formaciones de esqueletos en la orilla del otro lado. Su intención era medir la fuerza de su oponente, para luego tomar las acciones defensivas adecuadas.

En efecto, todos eran esqueletos, pero estos eran diferentes a los anteriores.

En cuanto a su apariencia exterior, la mayor diferencia eran sus equipos. Los esqueletos de antes estaban equipados sólo con espadas oxidadas, pero los esqueletos esta vez estaban bastante bien equipados. Es más, incluso se veían mejor físicamente que los anteriores. Parecían tener tres tipos diferentes de equipamiento.

Los más numerosos llevaban corazas elaboradas. En una mano sostenían escudos triangulares, escudos de lágrima, y en la otra mano llevaban todo tipo de armas. Incluso llevaban carcajes y arcos compuestos en la espalda. Estos esqueletos estaban equipados tanto para el ataque como para la defensa, con capacidades de combate tanto a larga como a corta distancia.

Los siguientes eran esqueletos con cascos que llevaban corazas idénticas, envueltos en capas rojas harapientas y sosteniendo broqueles* y espadas bastardas.

(*Escudos redondos y pequeños de 15 a 45 centímetros de diámetro. Útiles para bloquear espadas o mazas)

Finalmente, y los de menor número, estaban los esqueletos completamente equipados. Llevaban una hermosa y brillante armadura dorada de cuerpo completo, y sostenían lustrosas lanzas en las manos. Sus deslumbrantes capas rojas no tenían ni una mota de polvo en ellas.

Zaryusu observó todo esto, y descubrió un hecho particular. No pudo evitar sino dudar si estaba viendo bien, y frotó sus ojos varias veces. Sin embargo seguía siendo real.

«Eh… eso no puede ser…»

«C-Cómo es eso posible…»

Al mismo tiempo que Crusch se lamentaba, Zaryusu que había descubierto el mismo hecho, no pudo evitar susurrar con dolor. Y esta vez respondió Zenberu:

«… Oh, también te diste cuenta.»

La voz de Zenberu también era extremadamente dolorosa.

«Mmm…» Zaryusu terminó de hablar, y permaneció en silencio. No deseaba hablar porque una vez que lo hiciera, se encontraría aterrado. Y sin embargo era imposible quedarse callado:

«… Sus armas parecen ser mágicas.»

A su lado, Crusch asintió solemnemente.

Todos los diversos equipos que llevaban los esqueletos tenían poder mágico. Algunos llevaban espadas de fuego, algunos martillos eléctricos, y algunos esqueletos incluso tenían lanzas con las puntas cubiertas de una luz verde, o tenían hoces cubiertas de un líquido viscoso de color purpura.

«Parece que no sólo es eso. Ustedes dos deberían mirar con cuidado sus armaduras y escudos. Esos… también son equipamientos mágicos.»

Oyendo a Zenberu decir estas palabras, Zaryusu miró cuidadosamente.

Luego de esto, incluso más que antes, no pudo evitar gemir. Esto se debía a que había descubierto que esas brillantes armaduras y escudos parecían simplemente brillar de forma natural, y de ningún modo era debido al reflejo de la luz del sol.

Simplemente ¿qué clase de autoridad podría permitir a tan numerosos soldados esqueleto estar equipados con tales ítems mágicos? Zaryusu lo entendería si se tratase simplemente de armas que tuvieran el filo aumentado, él había escuchado que esto era algo posible para los grandes países luego de un largo periodo de planeamiento y acumulación. Sin embargo, hacer que cada arma tenga un atributo mágico— y es más, tener una gran variedad de efectos— era un asunto completamente diferente.

Zaryusu pensó en los enanos que Zenberu había mencionado hace unos días.

Los enanos eran una raza de las montañas que destacaba en el trabajo del metal. Durante sus banquetes, los enanos frecuentemente hablaban sobre la leyenda de un héroe en particular—- el Rey que había establecido los grandes Reinos de los Enanos, el héroe que había llevado una armadura de adamantita y había derrotado él solo a un dragón, para luego convertirse en uno de los Trece Héroes, el 'Artesano Mágico'. Incluso en las leyendas contadas por los enanos, preparar a un ejército con equipamientos mágicos— una legión que excedía las cinco mil unidades— nunca se había oído.

Entonces, ¿qué era la escena ante los ojos de Zaryusu?

«… ¿Es ese un ejército mítico?»

Si esta no era una historia de la humanidad, entonces debía ser un escenario de una historia mítica.

Todo el cuerpo de Zaryusu comenzó a temblar. Porque se dio cuenta que esto excedía sus predicciones, y que estaban enfrentándose a un enemigo que de ningún modo debía ser provocado.

Sin embargo, desde un comienzo, él mismo había reunido a todos mientras llevaba en la conciencia el hecho de que todos podrían ser exterminados. ¿Cómo podía él, que había dado inicio a esta horrible batalla, sentir temor? Ya sabía que su oponente era un poderoso enemigo que excedía su imaginación. Lo importante era decidir que debía hacer ahora.

«Imposible. Debe ser una ilusión.»

Todas las personas reunidas en ese lugar que oyeron estas palabras mostraron rápidamente una expresión que podía interpretarse como '¿Qué tonterías estás diciendo?'. Sus oponentes se encontraban en realidad en silencio e inmóviles, pero su existencia era evidente. Incluso la atmósfera que despedían provocaba que las personas temblaran, por tanto no podían ser una simple ilusión.

Sin embargo, estas palabras que podrían causar confusión, fueron dichas por el Jefe de la Tribu Colmillo Pequeño. Era imposible que alguien como él hubiera enloquecido.

«¿En qué te basas para decir algo así?»

Ante la pregunta de Zaryusu, el Jefe de la Tribu Colmillo Pequeño respondió con confianza:

«Nos hemos turnado mandando exploradores, y sin embargo nadie ha visto antes a ese tipo de no-muerto. Con ese número, no hay forma de que hayan podido permanecer ocultos. Por supuesto, todos los exploradores que enviamos regresaron a salvo.»

«Entonces es por eso… sin embargo, no pienso que se trate de una ilusión.»

«… Pero… no, tal vez no sea una ilusión. Si no es una ilusión, podemos imaginar que usaron un túnel para transportarse. Si existiera tal pasaje subterráneo, eso podría explicar el porqué no fueron descubiertos antes de llegar aquí.»

«… No importa si usaron un túnel para llegar o si volaron por el cielo. ¿Qué debemos hacer ahora? Aunque parece que no tuvieran la intención de iniciar el combate, aún así no se siente como si quisieran negociar.»

«Parece ser así… pero, piensa sobre la situación anterior, siento que el oponente iniciará algún tipo de acción.»

Zaryusu observó al ejército de esqueletos.

Estaba buscando al comandante entre las filas enemigas— y en ese momento, sopló un viento helado. Sin detenerse continuó soplando.

Un viento tan extraño y repentino, no podía ser un fenómeno natural. Debía haber sido creado con magia.

«¿Viento? Eh… ¡no puede ser! Esto debe ser otro tipo de magia… Cómo es esto posible…»

Crusch abrazó su cuerpo y tembló. La razón de esto no parecía ser debido a que sintiera frío, por tanto, Zaryusu preguntó:

«Crusch, ¿qué sucede con este viento frío…?»

«… Tal vez no hay forma de que me creas, pero escúchame Zaryusu. En un principio pensé que el cambio en el clima anteriormente había sido creado usando el hechizo de 4to nivel, 「Controlar Nube」, pero estaba equivocada. Aunque 「Controlar Nube」 es capaz de controlar las nubes, es incapaz de generar este tipo de viento frío. Es por ello que esto… no se trata simplemente del control de las nubes, sino de causar cambios climáticos y meteorológicos. Creo que el enemigo ha estado usando magia del 6to nivel… 「Controlar Clima」.»

Sin embargo ese tipo de magia pertenecía a un reino que estaba más allá de sus capacidades, era por eso que no tenía confianza— Crusch le explicó esto a Zaryusu en voz baja, para evitar que nadie más pudiera oírla.

Zaryusu sabía que tan impactante era la magia del 6to nivel. Ese tipo de magia pertenecía a un reino al cual incluso su rival más poderoso hasta ahora, Iguva, era incapaz de alcanzar. Y también se creía que era el más alto nivel de magia en este mundo.

«¿Es esta… la fuerza del Ser Supremo? Entonces es así… entonces tiene sentido…»

Si podía usar magia del sexto nivel, entonces ser llamado 'Supremo' no era una exageración.

«Hey, hey, hey, parece que todos se sienten de cualquier forma menos tranquilos.»

La queja de Zenberu señalaba con precisión la atmósfera a su alrededor.

Ese viento frio que no podía aparecer por si solo en ese momento— significaba que éste era un cambio antinatural en el medio ambiente. Esto provocó que la moral de los hombres lagarto se desplomara a los niveles más bajos.

La última vez sólo las nubes habían sido afectadas. Si sólo fuera eso, incluso los druidas podrían haberlo logrado juntos en una ceremonia alrededor de una gran hoguera. Sin embargo, una vez que los hombres lagarto sintieron este tipo de viento invernal, se dieron cuenta que su oponente poseía un gran poder. El poder para controlar las condiciones climáticas, que se suponía era un fenómeno natural incontrolable.

Incluso si no hubieran oído las palabras de Crusch, la incesante corriente helada era suficiente para demostrar que tan poderoso era el adversario de la inminente batalla.

«Cheh, el oponente ha comenzado a moverse.»

Zaryusu apretó los dientes, usando su fuerza de voluntad para evitar que su cola se agitara violentamente. Justo como había anticipado, efectivamente su oponente había escogido este momento para moverse.

Luego de que el ejército organizado de esqueletos comenzara su avance, marchando uniformemente y con precisos pasos equidistantes, los hombres lagarto de la clase guerrera que estaban más cerca, inmediatamente se pusieron frenéticos, y algunos incluso produjeron profundos gruñidos de advertencia. Sin embargo, Zaryusu, que observaba al ejército moverse en silencio, tenía una opinión diferente. Esto no se trataba del inicio de la batalla.

En el momento en que Zaryusu y Zenberu estaban a punto de pedir en voz alta que se calmaran—

«— ¡Cálmense!»

Pudo oírse un grito majestuoso que retumbó en el aire.

Todos miraron en la misma dirección, y se encontraron mirando a Shasuryu.

«Lo diré de nuevo, cálmense.»

En este espacio silencioso, sólo su voz cargada de confianza y de autoridad hizo eco.

«Y, no teman, guerreros. Por sobre todo, no deben decepcionar a los numerosos espíritus ancestrales detrás de ustedes.»

Shasuryu pasó al lado del grupo de hombres lagarto que había logrado calmarse y se encontraban en silencio, y llegó al lado de Zaryusu.

«Hermano menor, ¿qué ha hecho el oponente?»

«Hmm, hermano mayor, Aunque han comenzado a moverse… no parece ser que se preparen para la batalla.»

«Hmm…»

Los quinientos esqueletos que se habían movido se formaron en diez filas.

«¿Qué se supone que están planeando hacer?»

Como si el ejército de esqueletos hubiera estado esperando por esta pregunta, comenzaron a moverse una vez más.

Bajo órdenes perfectas y precisas, la legión se separó a ambos lados desde el centro. Y lo que apareció del espacio vacío en medio de alrededor de veinte esqueletos de diámetro fue… una figura.

La figura no era muy grande. Incluso estando a doscientos cincuenta metros de distancia, era posible ver que la figura era más baja que Zaryusu.

Esa persona llevaba una túnica completamente negra, y emitía un aura terrorífica. El atuendo que llevaba era parecido al del poderoso lich de la batalla de ayer, por tanto, este oponente debía ser también un encantador mágico.

Sin embargo, había una diferencia decisiva entre los dos, y era su fuerza.

Viendo a la figura, Zaryusu sintió escalofríos en la espalda. Su instinto le decía que si fuese a comparar a esta persona con el lich de ayer, la diferencia en sus fuerzas sería como la de un niño contra la de un guerrero.

Incluso con la gran distancia que los separaba, era todavía posible ser afectado por esa terrorífica y paralizante aura emitida por el cuerpo de esa persona. No sólo eso, el equipo de su oponente también era de una clase diferente.

Como si fuera imposible resistir la muerte— era una imagen absolutamente dominante.

«¿Es ese… el Gobernante de la Muerte?»

Zaryusu no pudo resistir decir en voz alta la descripción más apropiada de la criatura, y estas palabras habían acertado.

Esa persona era un Overlord que gobernaba sobre la muerte.

«… ¡Oh, oh!»

¿Qué era exactamente lo que este Overlord de la Muerte intentaba hacer?

Los hombres lagarto que observaban con nerviosismo al encantador mágico dejaron escapar juntos un sonido de pánico. En ese momento, una gran esfera mágica de aproximadamente diez metros de diámetro se expandió hacia afuera con el encantador mágico como centro.

Un resplandor azul y blanco flotaba en la superficie de la esfera mágica, con marcas translucidas que parecían ser palabras o símbolos. Esas marcas translucidas cambiaban rápidamente y en ningún momento los caracteres fueron los mismos.

Incapaz de entender que era exactamente, Zaryusu se sintió confundido.

Cuando un encantador mágico usaba magia, no la proyectaría al aire como había hecho este encantador mágico. Los movimientos de su oponente se encontraban más allá del conocimiento de Zaryusu, por tanto se volvió hacia la mujer lagarto que era la más familiarizada con la magia en ese lugar y le preguntó:

«¿Qué es exactamente eso?»

«N-no lo sé. No puedo entender de que se trata tampoco—»

La respuesta de Crusch se sintió un poco aterrada. Parecía que ella estaba incluso más asustada porque poseía conocimientos sobre magia y sin embargo no era capaz de entender esas acciones.

En el momento en que Zaryusu iba a reconfortarla…

Sin saber si la magia se había activado con éxito, se hizo pedazos, convirtiéndose en numerosas partículas de luz volando hacia el cielo. En el siguiente instante— como si hubiese habido una explosión en el cielo, las partículas se dispersaron—

Y el lago… se congeló completamente.

Nadie pudo entender exactamente lo que había sucedido.

Shasuryu, que era un Jefe de Tribu con calificaciones extraordinarias; Crusch, una druida con poderes excepcionales; incluso Zaryusu, el viajero que había visto tanto y que poseía un amplio volumen de conocimientos. Incluso estos individuos, que dentro de la historia de los hombres lagartos podrían ser considerados poseedores de habilidades milagrosas, no pudieron comprender la situación inmediatamente.

No había forma de que entendieran por qué sus pies se encontraban dentro del hielo.

En poco tiempo— luego de que suficiente tiempo hubiera pasado para que sus cerebros acepten la situación ante sus ojos— se oyeron gritos—

Todos los hombres lagarto— en efecto, todos dejaron oír un grito de lamento.

Incluso Zaryusu hacía lo mismo. Cruch y Shasuryu, y hasta el valiente Zenberu, no hubieron excepciones. Mientras el terror se arrastraba hacia afuera desde la profundidad de sus almas, ninguno pudo evitar gritar.

La escena ante sus ojos era simplemente demasiado aterradora. El lago, que de ningún modo podría congelarse, que nunca se había congelado desde que habían nacido, estaba aparentemente congelado.

Los hombres lagarto levantaron los pies frenéticamente. Por suerte la capa de hielo no era gruesa, y se rompió inmediatamente, pero las áreas rotas inmediatamente se congelaron de nuevo. Un vapor que helaba la sangre venía de debajo, haciendo dolorosamente obvio que esto no era una ilusión.

Luego de que Zaryusu trepara agitadamente el muro de barro, inmediatamente inspeccionó los alrededores, y quedo aturdido y en silencio por lo que vio desde su amplio punto de vista.

Todo en su campo de visión estaba congelado.

En efecto, era inconcebible imaginar que un lago tan enorme podría haberse congelado. Sin embargo, este hielo brillante que cubría todo a la vista también era realidad.

En un rincón de su mente, Zaryusu estaba preocupado por la situación de su granja de peces, pero ahora no era el momento para preocuparse de tales cosas.

«No puede ser…»

Crusch, que también había trepado, miró alrededor y le faltaron las palabras justo como a Zaryusu. De su boca abierta, dejó oír una voz llena de desesperación.

Al igual que Zaryusu, ella no deseaba creer que la escena ante ella fuera real.

«¡Monstruo!»

Maldijo en voz alta, y mientras lo hacía tenía la esperanza de que esto pudiera mitigar el miedo que sentía.

«Suban aquí, ¡rápido!» — Rugió Shasuryu.

Varios hombres lagarto se habían derrumbado. Los guerreros restantes que aún eran capaces de seguir moviéndose cooperaban juntos, ayudando sacar del terreno congelado a sus compañeros que se habían colapsado.

Los hombres lagarto que recibían ayuda tenían las caras pálidas y temblaban constantemente. El vapor que escapaba hacia arriba probablemente les había despojado de su vitalidad.

«¡Hermano mayor, iré a ver cómo están los otros!»

Zaryusu, que llevaba a Frost Pain, no podía ser afectado por este grado de aire frío.

«No… ¡No vayas!»

«¡¿Por qué hermano mayor?!»

«Probablemente el enemigo comenzará a moverse dentro de poco. ¡No tienes permitido irte! Comprende la situación general, ¡No dejes que nada se te escape! Esto es algo que sólo se te puede encargar a ti que has recorrido todo el mundo y adquirido varios tipos de conocimiento.»

La vista de Shasuryu se movió lejos de Zaryusu y se volvió a hablar a todos los hombres lagarto de la clase guerrera alrededor.

«En este momento usaré un hechizo de resistencia mágica sobre todos ustedes, 「Protección de Energía de Hielo」 ( Protection Energy Ice). Vayan rápido e informen a cada persona en el pueblo, y eviten entrar en contacto con el hielo.»

«Yo también ayudaré con los hechizos.»

«¡Por favor hazlo! Entonces, Crusch, actuemos por separado. ¡Si descubres a alguien en una situación de emergencia, usa inmediatamente magia de curación!»

Crusch y Shasuryu comenzaron a usar magia defensiva en los hombres lagarto ilesos.

Zaryusu permaneció en la cima del muro de barro, y miró hacia la posición enemiga con ojos agudos, asegurándose de captar cada uno de los movimientos de su oponente. Era imperativo que llevara a cabo a la perfección la tarea que le había dado su hermano.

«Hey.»

Zenberu que había subido al lado de Zaryusu miró tranquilamente a la posición enemiga.

«Necesitas relajarte un poco. Tu hermano mayor está confiando en tu sabiduría ¿cierto? Incluso si se te escapa algo, él no te culpará. Lo más importante es no centrarte demasiado en algo y terminar reduciendo tu visión.»

Zenberu con su tono de voz despreocupado, le dio una advertencia severa a Zaryusu.

Justo como en la batalla contra el lich, todos debían colaborar, dividir el trabajo, y enfocarse en su propio papel lo mejor que pudieran.

Zaryusu miró a su alrededor y descubrió a hombres lagarto de la clase guerrera trepados del mismo modo sobre los muros de lodo para observar al enemigo. Correcto, él no estaba allí para luchar una guerra por sí mismo, sino para luchar hombro a hombro junto a todos.

Parecía que él, que había presenciado ese poder sobrecogedor —magia— estaba conmocionado.

Zaryusu exhaló con fuerza, como para librarse de todas sus preocupaciones de una sola vez.

«Lo siento.»

«No hay nada que lamentar.»

«… Cierto, porque tú, Zenberu, también estás aquí.»

«Ja, no busques mi ayuda para asuntos que requieran usar la cabeza.»

Los dos rieron, y luego continuaron observando los movimientos de su enemigo.

«Sin embargo, ese realmente es un monstruo.»

«¡Cierto! Básicamente está en un nivel completamente diferente…»

El gobernante de la muerte tenía la insufrible postura de un rey, y observaba pomposamente en dirección de Zaryusu y del pueblo. Ese cuerpo supuestamente pequeño pareció expandirse a diez veces su tamaño.

«… Él debería ser al que llaman 'Supremo'.»

«Eso debería ser bastante acertado. Es más, realmente espero que no haya otros lo suficientemente poderosos como para usar magia capaz de congelar todo el lago.»

«Correcto, también espero eso. A los ojos de ese monstruo que incluso es capaz de congelar el lago, los hombres lagarto no somos más que hormigas. Ah~ ¡es una pena! No somos diferentes a insectos pequeños. Hablando de ello… hay movimiento.»

El encantador mágico que había congelado el lago levantó la mano en la que no sostenía un bastón, y la agitó en dirección al pueblo. Esa acción debía ser una orden— Zaryusu sintió eso, y al siguiente momento recibió una aterradora prueba de ello.

«¡Oh oh oh oh!»

El sonido vino de varios lugares dentro del pueblo.

«¡Qué es… eso! ¡¿Qué demonios es eso?!»

Después Zaryusu, que en este punto creía profundamente que no podría haber nada más que pudiera sorprenderlo, vio la escena ante sus ojos, y emitió un grito de angustia por reflejo.

Lo que apareció ante él fue un coloso de dos brazos y dos piernas, que parecía haber sido tallado en piedra.

Y en la región rocosa de su pecho había una luz roja que brillaba justo como el latir de un corazón. Con manos gruesas y piernas regordetas, su robusto cuerpo era incluso algo bonito, eso claro, si no tuviera más de treinta metros de altura.

La figura de roca comenzó a moverse lentamente, y levantó una enorme roca de quién sabe dónde.

Y la arrojó.

Zaryusu involuntariamente cubrió sus ojos. Sin ninguna duda, lo que les esperaba a todos aquellos que chocaran con aquella roca gigante no era más que la muerte absoluta.

En la oscuridad, Zaryusu escuchó los sonidos de los movimientos de personas sorprendidas, y luego le alcanzó el sonido de una enorme colisión. Incluso los muros de barro temblaron violentamente.

A esto le siguió el sonido de una lluvia intensa— era el sonido de la grava que había sido arrojada que caía de vuelta al suelo, y en el pueblo, los gritos de sorpresa tanto de niños como de adultos.

Aunque él ya estaba acostumbrado a la muerte, no podía soportar este horror que excedía su imaginación. La sorprendente demostración de hace unos momentos incluso había provocado que aquellos que habían luchado y salido victoriosos en la guerra anterior gritaran como niños pequeños.

Reconfortándose a sí mismo por el hecho de que todavía seguía con vida, Zaryusu exhaló y se calmó a sí mismo. Luego de abrir los ojos con cautela, lo que vio reflejado en ellos fue la visión del ejército de no-muertos comenzando a moverse, y la figura del gigante de piedra no se veía por ninguna parte.

En los humedales, entre los dos ejércitos, se encontraba una roca gigantesca que hace unos momentos no había estado allí. La legión de no-muertos se reunió cerca a la roca, levantaron sus escudos de forma recta sobre ellos mismos y se arrodillaron. Otros esqueletos saltaron sobre los escudos levantados, y manteniendo ágilmente su balance, del mismo modo que los esqueletos debajo de ellos, levantaron sus propios escudos.

En ese momento Zaryusu entendió lo que su oponente estaba haciendo, y, como si un rayo lo hubiera golpeado, comenzó a temblar.

«¿Podría ser… una escalera? ¡Aparentemente incluso este ejército mítico es usado como una mera escalera!»

Los esqueletos se acercaban a la roca gigante a una velocidad antinatural— y la escalera hecha de no-muertos finalmente fue completada.

Luego de esto, los otros soldados no-muertos también comenzaron a moverse. Estos no-muertos se veían incluso más impresionantes que los esqueletos de hace un momento atrás, y sus números eran de aproximadamente un centenar. En sus manos llevaban lanzas con una pieza de tela unida, como las que usarían jinetes a caballo.

Una tela de un rojo brillante— todas sus lanzas-estandartes tenían un mismo emblema.

Los no-muertos que vestían mantos que ondeaban en el viento, ingresaron a los humedales uno después del otro al mismo tiempo en un movimiento perfecto, avanzando en silencio mientras resquebrajaban el hielo bajo sus pies. Esto fue seguido por otro grupo de esqueletos que también ingresó a los humedales en un movimiento perfectamente uniforme. El segundo grupo se mantudo a una distancia fija al lado del primer grupo antes de detenerse y cruzar sus lanzas con cada esqueleto en el lado opuesto.

Las lanzas cruzadas formaban un camino único que llevaba directamente hacia la gran roca.

«… ¿Es un camino para su amo?»

Zenberu estaba en lo correcto.

El encantador mágico de la muerte avanzó a través del camino hecho por los no-muertos y detrás de él le seguían numerosas figuras que aparentemente habían aparecido de la nada.

A la cabeza iba el encantador mágico cuya verdadera fuerza había llegado a extremos incomprensibles.

En su cuerpo llevaba un changpao totalmente negro, tan oscuro que parecía como si hubiera sido confeccionado con un pedazo de la noche, y en su mano sostenía un bastón que irradiaba un aura negra. Esa aura pareció transformarse en la expresión agonizante de un humano, que luego colapsó y desapareció. Incluso bajo la capucha había un cráneo con las cuencas oculares vacías y pequeñas luces brillando en cada una de ellas.

Su oponente llevaba innumerables accesorios mágicos que parecían estar absolutamente más allá de la comprensión de Zaryusu, y los pasos que daba al caminar tenían el ritmo y la autoridad propios de un rey.

Había una mujer vestida de blanco siguiendo por detrás al Overlord de la Muerte. Aunque tenía apariencia humana, había un área en particular que era diferente. Concretamente, eran las alas unidas a su cuerpo en su cintura.

«¿Ella no puede ser… un akuma?»

Akuma*.

(*Demonio.)

Los demonios (Demon) eran aquellos que usaban la violencia para provocar destrucción, y los diablos (Devil) eran aquellos que usaban su inteligencia para provocar perversidades. En conjunto estos tipos de existencias de otro mundo eran conocidas como demonios. Era dicho que eran monstruos crueles cuya existencia tenía el único propósito de exterminar a todos los seres conscientes y bondadosos. También eran sinónimo de la palabra 'maldad'.

Zaryusu había oído una vez sobre los demonios durante sus viajes.

Había oído que tan aterradores eran. Era dicho que doscientos años atrás, un ser conocido como el Rey de los demonios —el Dios Demonio— había liderado a los demonios bajo su estandarte, y casi había exterminado al mundo entero.

El Dios Demonio encontró su fin a manos de los Trece Héroes que lo derrotaron, y en cierto lugar aún era posible ver rastros de su batalla.

Si los no-muertos podían ser descritos como criaturas que detestaban a los vivos, entonces los demonios eran criaturas que atormentaban a los vivos.

Un par de elfos oscuros siguieron detrás del demonio, y detrás de ellos iba una joven de cabello plateado. No sólo eso, también había una criatura de aspecto extraño flotando en el aire, y por último había un hombre de aspecto humano con una larga cola.

Aunque la criatura extraña no daba la impresión de ser fuerte, un solo vistazo a los otros era suficiente para que su cola comenzara a temblar. Sus instintos salvajes le advertían fuertemente que era crucial escapar tan rápido como pudiera.

La fila de personas caminó hacia adelante silenciosamente, pasaron por debajo de las lanzas y los estandartes, y subieron las escaleras que llevaban hacia la roca gigante. Sin ninguna duda, caminaron sobre los soldados no-muertos, y se quedaron de pie sobre la roca gigante como si fueran realeza. El Overlord de la Muerte, que caminaba en frente, estiró una mano y la agitó.

Al siguiente instante, apareció un trono irradiando un aura negra, y el Overlod de la Muerte procedió a sentarse en él.

Los que caminaban detrás, que debían ser sus personas de confianza, formaron una línea y como si esperaran por algo, miraron hacia el pueblo. Sin embargo aparte de esto, no hicieron otros movimientos.

¿Qué tipo de situación era ésta?

Varios hombres lagarto se miraron los unos a los otros incómodamente, y finalmente decidieron dejar que la persona más lista en el lugar tomara una decisión.

«… P- Por favor dinos, ¿Qué debemos hacer, Zaryusu-sama? ¿Deberíamos prepararnos para escapar?»

Estas palabras carecían de la voluntad de luchar. Sus colas alicaídas decían mucho sobre cómo se sentían por dentro.

«No, eso no será necesario. Recuerden al lich anterior. Nuestro oponente es un encantador mágico mucho más poderoso que ese lich, y atacar a esa distancia debería ser un juego de niños para él. Lo más aterrador es… ¿qué tipo de palabras nos tendrá reservadas?»

Los hombres lagarto revelaron una expresión de estar de acuerdo.

Durante este periodo de tiempo, la vista de Zaryusu permaneció enfocada sobre el grupo de personas que se habían acercado. Como un plebeyo mirando a la realeza, no podía dejar de observar a las poderosas criaturas de pie sobre la roca gigante.

Esto también se debía a que no quería que se le escapara ninguna información.

Cuando la distancia entre ellos se había acortado, él ya había podido hacer algunas observaciones detalladas, e incluso podría decirse que estaban lo suficientemente cerca como para intercambiar miradas.

¿Estaba el Overlord de la Muerte sentado en su trono observando a los hombres lagarto? La apariencia externa de los elfos oscuros no mostraba ningún sentimiento hostil, la joven de cabello plateado tenía una expresión burlona, la mujer demonio de apariencia gentil por el contrario le ponía los pelos de punta, era imposible ver si la criatura extraña estaba haciendo algo sospechoso, y el hombre con cola no mostraba emoción en los ojos.

Luego de intercambiar observaciones de esta forma por un momento, el Overlord de la Muerte una vez más levantó la mano que no sostenía el bastón hacia las cercanías de su pecho. Varios hombres lagarto que vieron esta acción agitaron sus colas intensamente.

«— No tengan miedo. No muestren una escena vergonzosa frente a nuestro oponente.»

La severa reprimenda de Zaryusu hizo que todos los hombres lagarto en el lugar levantaran las cabezas y enderezaran las espaldas.

Un número de nubes negras aparecieron en frente del Overlord de la Muerte, eran veinte. Las nubes negras giraron sin cesar, incrementando su tamaño hasta tener aproximadamente un metro cincuenta de altura. En un instante, muchas caras horribles aparecieron flotando dentro de las nubes negras.

«Esos son…»

Zaryusu recordó que era el monstruo que se había acercado al pueblo y también el mismo tipo de monstruo no-muerto con el que se había topado durante de sus viajes.

Aunque ya había explicado esto en el pueblo de Crusch, a no ser que fueran a usar armas mágicas, armas forjadas con metales especiales, magia o algún arte marcial, sería extremadamente difícil dañar a este tipo de criatura incorpórea.

Incluso cuando todas las tribus se habían juntado, sólo poseían un pequeño número de armas mágicas, lo que significaba que incluso derrotar a uno solo era muy difícil.

Sin mencionar que su oponente había aparentemente invocado a veinte de ese tipo de monstruos con gran facilidad.

«… Entonces, eso es lo que significa controlar a la muerte misma.»

Zaryusu pensó desesperadamente para sí mismo el oponente era de hecho un ser extremadamente poderoso capaz de hacer que los poderosos liches le juraran lealtad.

Luego de que Overlod de la Muerte dijera algunas palabras desconocidas, estiró la mano y la agitó como si pretendiera que todos atacasen. Tras esto, los monstruos se acercaron volando, rodearon el pueblo y comenzaron a proclamar al unísono.

「De este modo el Supremo les trasmite su mensaje.」

「El Supremo solicita un dialogo. Que los representantes por favor se acerquen.」

「Hacernos perder el tiempo, sólo servirá para agraviar al Supremo.」

Luego de esta declaración unilateral, los no-muertos incorpóreos regresaron al lado de su amo.

«¿Ah…? No puede ser… ¿eso es todo?»

Zaryusu tenía una expresión de perplejidad mientras decía esto.

(¿Entonces sólo envió a estos poderosos no-muertos para transmitir este mensaje?)

Sin embargo, lo que fue incluso más difícil de creer sucedió cuando la joven de cabello plateado, que estaba esperando atenta en la parte de atrás, uso las dos manos con fuerza para dar una palmada una vez que recibió instrucciones del Gobernante Supremo de la Muerte.

En el momento que dio la palmada— esos no-muertos fueron exterminados.

«¡Qué!»

Zaryusu, que había sufrido una gran conmoción, involuntariamente gritó.

Ya que el movimiento no había sido para liberar a los monstruos invocados, sino para exterminarlos.

Los Sacerdotes podían exterminar no-muertos. Aunque normalmente enviarlos de vuelta no era fácil, si hubieran dos individuos y hubiera una gran diferencia en sus fuerzas, podrían hacer que los no-muertos se retirasen, e incluso podrían exterminarlos. Sin embargo, exterminar a un grupo de no-muertos al mismo tiempo era imposible.

Lo que eso significaba era que la fuerza de la joven de cabello plateado estaba a la par del Overlord de la Muerte. Si eso era así, entonces los otros a su lado también eran igual de temibles.

«Ja, ja, ja, ja—»

Zaryusu no podía detener su propia risa.

Era natural. En este momento, ¿qué otra cosa podría hacer sino reír? Si la diferencia en sus fuerzas era tal—

«¡Hermano menor!»

«— ¡Ah, hermano mayor!»

Zaryusu respondió al mismo tiempo que miraba hacia la voz que venía de debajo de la pared de lodo, y descubrió que tanto Shasuryu como Crusch habían llegado al muro. Ambos escalaron la pared de barro y miraron en dirección del séquito del encantador mágico.

Crusch se interpuso a la fuerza entre Zenberu y Zaryusu, casi provocando que Zenberu se caiga. Sin embargo, esta acción debería contar como algo perdonable.

«¿Es ése el líder enemigo? La atmósfera alrededor de él es tan fuerte que simplemente mirarlo haría temblar hasta los huesos a cualquiera. Aunque su apariencia es similar a la del lich que derrotaste… pero la fuerza de ambos individuos simplemente no puede compararse…»

«… Hermano mayor, ¿has terminado con tu lado?»

«Hm, casi del todo. Las reservas mágicas de Crusch y las mías se han agotado. Es más, luego de oír las palabras de ese ser… también creo que debemos resolver este asunto primero. Sobre lo que dijo… Zaryusu, ¿estás dispuesto a acompañarme?»

Zaryusu miró en silencio a Shasuryu por un momento, luego asintió seriamente. Shasuryu mostró momentáneamente una mirada de angustia, pero inmediatamente regresó a la normalidad, tan rápido que nadie se dio cuenta de esto.

«Lo siento.»

«No te preocupes, hermano mayor.»

Shasuryu sólo se había disculpado antes de saltar del muro de barro, pisando en la delgada capa de hielo que cubría los humedales, y dejando oír las salpicaduras del agua.

«Entonces, parto.»

«Ten cuidado.»

Luego de que Zaryusu abrasara fuertemente a Crusch, él también siguió a Shasuryu y saltó hacia los humedales.

Zaryusu y Shasuryu avanzaron juntos a través de la delgada capa de hielo sobre el lago. Luego de pasar la entrada principal, Zaryusu sintió que las miradas del grupo del Overlord de la Muerte se fijaban intensamente sobre los dos, como si sus miradas estuvieran cargadas de una fuerza real que los presionaba. Desesperadamente intentó contener sus fuertes emociones diciéndose que no debía huir.

En ese momento, Shasuryu habló.

«… Perdón.»

«… ¿Perdón por qué?, hermano mayor.»

«… Si fallan las negociaciones, el oponente podría matarnos a ambos en ese lugar.»

Zaryusu ya se había preparado a sí mismo mentalmente hacía mucho tiempo atrás. Éste era el porqué había abrasado tan fuertemente a Crusch.

«… Considerando los números del oponente, no puedo permitir que mi hermano mayor vaya sólo. Si estuvieras sólo, el oponente podría pensar que no estamos demostrando suficiente respeto.»

Entre los hombres lagarto, Zaryusu era de hecho ampliamente conocido, y era extremadamente adecuado para tomar parte en las negociaciones. Sin embargo, ya que se trataba de un Viajero, incluso si era sacrificado, esto no afectaría la estructura de grupo de los hombres lagarto. Desde este punto de vista, perderlo no sería lamentable.

Incluso si el héroe fuera a morir, mientras que quedaran otros Jefes de Tribu, la batalla continuaría. Lo único lamentable sería la perdida de Frost Pain. Sin ella, no tendrían forma de bloquear el viento helado que venía del lago congelado.

Los dos continuaron avanzando en silencio, acercándose paso a paso a la muerte.

Llegaron ante las escaleras de no-muertos que llevaban al trono, y anunciaron en voz alta su llegada. Si el trono estuviese situado más al fondo, ellos habrían escogido subir las escaleras primero, pero su oponente estaba al borde de la escalera, mostrando que no había necesidad de que subieran.

El Rey debe estar en un nivel superior.

Aunque los hombres lagarto no tenían tal regla, muchas tribus tenían la costumbre de que los que estaban en una posición superior miraban desde arriba a los otros. Por supuesto, desde la perspectiva de mantener negociaciones, esto era considerado un trato irrespetuoso hacia el otro grupo.

Por tanto, aunque en apariencias esto era llamado una negociación, abiertamente no había intenciones de que estas negociaciones sean entre iguales.

Sin embargo, solicitar una charla de igual a igual sería un exceso de confianza. Efectivamente, Zaryusu y los otros habían ganado la batalla anterior, pero luego de ver las filas de soldados enemigos sobre la enorme roca, habían sido forzados a reconocer que la batalla anterior no había significado nada incluso si no quisieran creerlo. Todo había sido sólo un juego.

«¡Nuestra delegación ha llegado! ¡Soy el representante de los hombres lagarto, Shasuryu Shasha!, ¡y éste es el héroe más fuerte entre los hombres lagarto!»

«¡Soy Zaryusu Shasha!»

Incluso de esta forma, no había adulación en sus voces. Ellos sabían que era una tontería, pero esto era lo que les quedaba de dignidad. Tal vez la batalla anterior había sido sólo un juego ante los ojos de su oponente, pero ellos de ningún modo no podían olvidar honrar a los que habían sacrificado sus vidas en esa batalla.

No hubo respuesta. El Overlord de la Muerte sentado sobre el trono simplemente los miraba con ojos críticos, midiéndolos sin miramientos. Era completamente imposible decir si estaba planeando algo.

La que respondió fue la mujer demonio que tenía un par de alas negras que crecían de su cintura.

«Nuestro amo no considera que la postura en la que escuchan demuestra suficiente respeto.»

«… ¿Qué?»

Una vez que la mujer oyó su confundida voz, llamó al hombre con cola que estaba a su lado.

«— Demiurge.»

«「Póstrense」.»

De pronto, Zaryusu y Shasuryu se arrodillaron, con las cabezas enterradas en los humedales. Sus acciones hacían parecer que estos dos pensaban que era natural hacerlo.

El frio barro manchaba los cuerpos de ambos, y el hielo resquebrajado se congeló inmediatamente.

Era imposible ponerse de pie. Incluso si usaban toda la fuerza de sus cuerpos, estos no se movían. Como si hubiera una mano gigante que los presionaba desde arriba, sus cuerpos habían perdido toda libertad de movimiento.

«「No se resistan」.»

En ese momento, el sonido del hielo pudo oírse nuevamente en sus cabezas, Zaryusu y Shasuryu sentían que de sus cuerpos nacían otras conciencias— un órgano para recibir las decisiones de otro. Sus cuerpos parecían actuar de acuerdo a las instrucciones de ese órgano.

Luego de ver a las dos personas sin energía agachadas incómodamente en el suelo lleno de barro, la mujer demonio pareció mostrarse satisfecha, y mirando a su amo reportó:

«Ainz-sama, sus posturas para escuchar respetuosamente está listas.»

«Gracias por tu arduo trabajo— Levanten las cabezas.»

«「Tienen permitido levantar las cabezas」.»

Zaryusu y Shasuryu levantaron las cabezas que era la única parte de sus cuerpos que podía moverse libremente, y miraron hacia arriba como si le dieran una respetuosa bienvenida a un Rey.

«Soy… el amo de la Gran Tumba de Nazarick, Ainz Ooal Gown. Primeramente, les agradezco por ayudarme a completar mi experimento.»

(¿Experimento? Tantos de nuestros compañeros perdieron la vida, ¿y sin embargo se atreve a llamarlo un experimento?)

El desprecio en sus corazones hizo que ardieran de cólera, pero aún así contuvieron sus emociones. Era debido a que éste no era el momento de dar vuelta a las cosas.

«Entonces, abordemos el asunto principal… acepten mi autoridad.»

Ainz, el encantador mágico, levantó su mano deteniendo las palabras que Zaryusu quería decir.

Sabiendo que insistir en hablar no sería prudente, Shasuryu sólo pudo permanecer en silencio obedientemente.

«— Sin embargo nos derrotaron anteriormente, lo que debe significar que no están dispuestos a aceptar mi autoridad. Es por esto que atacaremos de nuevo dentro de cuatro horas. Si son capaces de ganar, les prometo no tomaré ninguna otra acción contra ustedes, e incluso les garantizo una compensación razonable.»

«¿… Podría por favor hacer una pregunta?»

«Puedes hacerlo, adelante.»

«El que nos atacará… ¿será usted, Su Excelencia?»

La joven de cabello plateado en el fondo levantó las cejas ligeramente y la mujer demonio sonrió más profundamente, posiblemente porque no estaban satisfechas con el título de 'Su Excelencia'. Sin embargo, no hicieron nada en particular, tal vez porque su amo no lo había mencionado.

Ainz ignoró a esas dos personas, y continuó hablando.

«Cómo podría ser eso posible. No actuaré yo mismo. En lugar de eso, el que atacará será mi leal asistente… es más, sólo enviare a una persona. Su nombre es Cocytus.»

Oyendo estas palabras, Zaryusu sintió una profunda desesperación como si el mundo se hubiera acabado.

Si fuera un gran ejercito el que los atacaría, tal vez los hombres lagarto tendrían una oportunidad de ganar. Esto significaba que él había creído que esta ocasión sería una continuación de la lamentable batalla de ayer, la que había sido llamada un experimento. Si fuera así, entonces debería haber una oportunidad minúscula de obtener la victoria.

Sin embargo, no iba a ser un ejército enorme el que sería enviado a atacarlos.

El que atacaría sería una sola persona.

El ejército anteriormente derrotado había mostrado un espectáculo tan grande, pero esta vez sólo enviarían a una persona. A no ser que se tratase de un castigo, o de que hubiera algún significado oculto en sus palabras, él debía de confiar completamente en esa persona.

Alguien en quien confiaba el Overlord de la Muerte que poseía una fuerza abrumadora. Entonces, sólo había una respuesta: esa persona también poseía una fuerza abrumadora, y es más, era del tipo de fuerza que haría que los hombres lagarto sintieran que no tenían oportunidad de ganar.

«Escogemos rendir…»

«Perder sin dar batalla es simplemente demasiado aburrido. Resistan un poco, también quisiéramos saborear un poco la victoria.»

Ainz interrumpió a Zaryusu, y no le permitió continuar.

Tan descaradamente, hará un ejemplo de nosotros, el bastardo.

Zaryusu maldijo de ese modo para sí mismo.

El poderoso usando una matanza para borrar la vergüenza de la derrota.

Lo que eso significaba era que dentro de poco tiempo su oponente llevaría a cabo un sacrificio. Sería una demostración, para erradicar la rebeldía de los corazones de los hombres lagarto.

«Eso es todo lo que deseo decir. Entonces, hasta dentro de cuatro horas, hagan lo mejor para disfrutarlas.»

«Por favor espere un minuto— ¿se derretirá este hielo?»

Sin importar quien gane o pierda, con el lago congelado, los hombres lagarto tendrían escasas posibilidades de sobrevivir.

«… Ah, casi lo olvido.»

Diciendo que lo había olvidado. La actitud despreocupada de Ainz se sintió en su respuesta.

«Lo único que deseaba era evitar ensuciarme con el barro de los humedales mientras caminaba, es por eso que, luego de regresar a la orilla, el efecto mágico se disipará.»

«¡Qué!»

Zaryusu y Shasuryu quedaron en silencio por la conmoción, y se preguntaron si habían oído correctamente.

(¿Congeló el lago simplemente porque no deseaba ensuciarse?)

Esto ya no era algo simplemente difícil de creer. La fuerza de su oponente era simplemente demasiado abrumadora, incluso era capaz de altear las fuerzas de la naturaleza, y lo que es más, por semejante tontería.

Entonces resultó que estaban enfrentándose a un ser así de poderoso— Zaryusu y Shasuryu, ambos, sintieron el mismo miedo que un niño al encontrarse completamente solo.

«Hasta la próxima vez, hombres lagarto— 「Portal」.»

Sintiendo que todo lo que tenía que decirse había sido dicho, Ainz estiró su mano y la agitó suavemente. Una semiesfera negra apareció frente al trono. Luego, saltó hacia la oscuridad.

«Nos vemos, hombres lagarto.»

«Adiós, señores lagarto.»

«Que les vaya bien, hombres lagarto.»

Las dos mujeres presentes y también un hombre saltaron hacia la oscuridad luego de hablar con una actitud que era como si hubieran perdido el interés.

«E-Eh, e-entonces, adiós, cuídense.»

«drows ym fo enob eht ma I (Entonces, adiós.)»

Luego de la elfa oscura, la criatura extraña también le siguió y entró en la oscuridad.

«「Libertad concedida」. Entonces, traten de disfrutarla lo mejor que puedan, hombres lagarto.»

Al mismo tiempo en que el último, el hombre con la cola, entraba en la oscuridad, habló con un tono de voz amable y el peso que aplastaba a los dos hombres lagarto desapareció también sin dejar rastro.

Zaryusu y Shasuryu, que habían sido dejados atrás, estaban tendidos en el barro y no se movieron. Esto era debido a que les faltaban las fuerzas para levantarse.

Ya ni siquiera sentían dolor por el continuo viento congelante, porque habían sufrido un ataque mental que excedía por mucho el dolor físico.

«Maldición…»

Shasuryu maldijo en voz baja, bastante diferente a como era su personalidad, y contenidos en ello había una mezcla de muchas emociones.

Los dos fueron recibidos por los varios Jefes de Tribu que habían subido a la cima de los muros de barro para evitar el gas frío. No había otros hombres lagarto en los alrededores.

Posiblemente, esto había sido dispuesto de este modo porque habían considerado de antemano que estos eran asuntos que debían ser discutidos confidencialmente. Shasuryu pensó más o menos que ese era el caso, y que no había necesidad de seguir escondiéndolo más. Luego informó directamente a todos él mismo de lo que había acontecido en esa reunión que difícilmente podría llamarse negociación.

Nadie reaccionó demasiado, aparte de asustarse ligeramente, ante la explicación que Shasuryu había dado en un tono de voz pesado. Probablemente se comportaban así porque ya desde antes habían predicho cuál sería la conclusión de las negociaciones.

«Entendido… entonces el hielo se derretirá, ¿cierto? Si no se derrite, entonces no seremos capaces de luchar incluso si quisiéramos.»

«No hay problema. El oponente dijo que la magia se disiparía.»

«¿Fue ése un intercambio conseguido en las negociaciones?»

Shasuryu no respondió a la pregunta del Jefe de la tribu Colmillo Pequeño, simplemente sonrió un poco. Viendo esa reacción, y entendiendo su significado, el Jefe de la Tribu Colmillo Pequeño agitó la cabeza con desaliento.

«Cuando se dirigían a la negociación, llevamos a cabo una investigación… y descubrimos las sombras de enemigos dentro del lago que parecían ser soldados esqueleto. Tememos que se encuentren en formación rodeándonos y esperando órdenes.»

«No creo… que nuestro oponente… planee dejarnos ir.»

«El oponente era bastante serio, entonces esto significa…»

«Sólo es especulación.»

Los cuatro que no habían participado en las negociaciones suspiraron. La conclusión a la que habían llegado debía de ser también la creencia de que lo que seguiría sería un ritual de sacrificio.

«¿Entonces qué haremos?»

«… Movilizar a todos los hombres lagarto de la clase guerrera, y también… a los aquí presentes.»

«Hermano mayor… ¿podrías dejar que participen sólo cinco personas?»

En el rabillo del ojo, Zaryusu vio la expresión de confusión en el rostro de Crusch. Y continuó, haciendo un llamado a todos los hombres incluyendo a su hermano.

«Si el objetivo del oponente es demostrar su propia fuerza, entonces los hombres lagarto no seremos completamente exterminados. Por tanto, necesitamos a alguien que sea capaz de liderar, una figura central que pueda reunir a los sobrevivientes. Si todas las personas aquí fueran a perder la vida, sería una pérdida enorme para el futuro de los hombres lagarto.»

«… Ése es un punto válido. ¿No es cierto, Shasuryu?»

«Hmm, Zaryusu… está en lo correcto.»

Los dos Jefes de Tribu miraron alternativamente a Zaryusu y a Crusch, luego ambos expresaron estar de acuerdo.

«— No hay nada inaceptable con eso. También estoy de acuerdo.»

Luego de la aprobación final por parte del Jefe de Tribu Zenberu, Shasuryu no pudo encontrar ninguna razón para negarse al pedido de su hermano menor.

«Nuestra decisión entonces ha sido acordada. También he pensado sobre ello, sobre la necesidad de que alguien sobreviva para liderar y reunir a las tribus— Crusch debería ser adecuada para llevar a cabo esta responsabilidad. Su albinismo tal vez sea un obstáculo, pero sus habilidades como druida son indispensables.»

«Espera un momento. ¡Yo también quiero luchar junto a ustedes!»

Crusch gritó fuerte, protestando el porqué era excluida en este momento precisamente.

«Es más, si fuéramos a dejar a alguien, ¿no sería mejor dejar a Shasuryu? ¡Entre nosotros, él es el Jefe de Tribu en el que todos confían más!»

«Y es exactamente por eso que no podemos dejarlo atrás. El objetivo de nuestro oponente es demostrar una fuerza abrumadora, probablemente con la esperanza de que caigamos en la desesperación, para que nos rindamos fácilmente a su autoridad. Sin embargo, ¿qué pasaría si hubiera alguien entre los sobrevivientes al que estos podrían depositarle sus esperanzas, hmm?»

«Y… entre los Jefes de Tribu presentes, la que tiene la popularidad más baja es Crusch.»

Crusch perdió el habla. Era un hecho indiscutible que ella siendo albina era la menos popular.

Sabiendo que nada de lo que diría podría convencerlos, Crusch se fijó en Zaryusu.

«También quiero ir con ustedes. Cuando me pediste que viniera aquí, habías decidido dejarme tomar mis propias decisiones, ¿entonces por qué aún así dices tales palabras?»

«… Porque en ese momento, era muy probable que todos moriríamos, pero ahora tenemos una oportunidad relativamente amplia de permitir que una persona sobreviva.»

«¡No bromees conmigo!»

El aire temblaba como si estuviera haciendo eco a la cólera de Crusch. Debido a sus emociones agitadas, se podía oír el sonido de la pared siendo golpeada numerosas veces mientras la cola de Crusch se movía incontrolablemente.

«— Zaryusu, tú convéncela. Nos vemos de nuevo en cuatro horas.»

Shasuryu dijo estas palabras antes de partir rápidamente con grandes zancadas, seguido por el sonido del hielo partiéndose y del agua salpicando. Los tres Jefes de Tribu bajaron de un salto del muro de barro y siguieron a Shasuryu. Zenberu también tenía la espalda hacia los dos mientras agitaba la mano suavemente para despedirse.

Luego de verlo partir, Zaryusu se volvió hacia Crusch.

«Crusch, por favor entiéndelo.»

«¡Cómo puedo entenderlo! ¡Y no es seguro que perderás! ¡Si tuvieras la ayuda de mis poderes de druida, tal vez podrías ganar!»

Estas palabras sonaron tan vacías que incluso Crusch que las había dicho no creía en ellas.

«No deseo que mi amada mujer lagarto muera. Por favor cumple el deseo de este tonto hombre lagarto.»

Crusch mostró una expresión de dolor en el rostro, y abrasó a Zaryusu.

«¡Eres tan egoísta!»

«Lo siento…»

«Podrías morir.»

«Uh huh…»

Efectivamente, las posibilidades de sobrevivir eran increíblemente bajas. No, en realidad podría decirse que con certeza no había oportunidad de sobrevivir.

«En sólo una corta semana, has logrado capturar mi corazón, ¿y sin embargo me dices que mire sin poder hacer nada mientras te matan?»

«Um…»

«Encontrarte fue mi golpe de suerte, pero también mi desgracia.»

Crusch que estaba abrazando a Zaryusu apretó más fuerte, como si no tuviera intenciones de dejarlo ir.

Zaryusu no dijo una palabra.

¿Qué debería decir?

¿Qué podía decir?

Todo este tiempo había estado atascado pensando sobre el mismo problema.

Luego de algún tiempo, Crusch levantó la cabeza, con una expresión llena de determinación.

Zaryusu se sintió incómodo en su corazón porque sentía que Crusch no daría su brazo a torcer sobre acompañarlos. En ese momento, Crusch le dijo brevemente a Zaryusu:

«— Déjame embarazada.»

«— ¿Hah?»

«¡Ven rápido!»