Qué vida miserable.
Zack caminaba rápidamente, mientras pensaba sobre que tan miserable había sido su vida.
La vida que llevaba un campesino en el Reino no podría ser llamada afortunada o fácil.
Aunque todos los días trabajaban esforzadamente en los campos, la mayoría de las cosechas eran tomadas por los dueños de las tierras. Si los productos de una cosecha completa eran equivalentes a 100 partes, era soportable que se llevaran 60 partes. Aun era posible sobrevivir con 40 partes, incluso si eso significaba una vida de pobreza.
Sin embargo, habría un serio problema si se llevaban 80 partes. Si uno podía apenas sobrevivir con cuarenta partes, no había duda de que la vida se volvería un infierno insoportable con solo 20 partes.
Durante uno de los años donde solo tenían 20 partes para vivir, Zack regresó a casa luego de arduo día de trabajo en el campo, sólo para descubrir que su pequeña hermana había desaparecido sin dejar rastro.
Zack todavía era muy joven cuando esto había sucedido. Su adorada hermana menor había desaparecido, pero sus padres no la buscaban. No entendía lo que pasaba en ese entonces, pero ahora podía ver claramente la razón: Había sido vendida. Hoy en día, la trata de esclavos finalmente había cesado gracias a los esfuerzos de la 'Princesa Dorada', pero la esclavitud había sido bastante común dentro del Imperio en ese entonces.
Por esta razón, cuando Zack visitaba burdeles y veía prostitutas, inconscientemente observaba sus rostros. Por supuesto, no creía que podría encontrar a su hermana menor de este modo. Incluso si la encontraba de esta forma, no sabría que decirle. No obstante, no podía evitar buscarla.
Viviendo una vida tan dura y pobre, uno también tenía la pesada obligación de ser reclutado en el ejercito.
El reino de Re-Estize periódicamente entraba en guerra con el Imperio Baharuth, y frecuentemente reclutaba soldados de entre los pueblos dedicados a la agricultura como el de Zack. Perder a un trabajador incluso por solo un mes era un gran problema para un pequeño pueblo y afectaba significativamente la productividad de la cosecha. Sin embargo, también habían algunas personas que se sentían afortunados al ser reclutadas por el ejército.
Ya que mientras menos personas hubiera los gastos de comida de una familia se reducían y porque el Imperio proveía de raciones para las personas reclutadas, para algunos esa sería la primera vez que experimentarían como se siente estar lleno.
Tristemente, esos eran casi todos los beneficios…Incluso cuando arriesgabas la vida, si no conseguías algún logro mayor, obtener una recompensa sería imposible. Y a algunos ni siquiera los recompensaban por sus grandes logros, solo aquellos verdaderamente bendecidos por su suerte podían alcanzar el éxito dentro del ejercito.
Luego del final de la guerra los soldados regresaban de vuelta a sus pueblos, pero sólo encontrarían desesperación ya que la cosecha del pueblo sería menor a la esperada debido a la falta de trabajadores.
Esto le había pasado a Zack luego de sus primeros 2 reclutamientos. Pero la tercera vez, se le ocurrió una forma de cambiar su destino.
La guerra esa vez al igual que las otras, había terminado con solo una batalla de pequeña escala. Afortunadamente, Zack había sobrevivido la batalla. Cuando se preparaba para volver a su pueblo, se detuvo. Miró el arma que tenía en la mano y la idea le vino a la mente.
…Tal vez sería mejor intentar vivir otro tipo de vida en lugar de regresar al pueblo.
Pero ya que era solo un campesino que apenas había recibido algún entrenamiento para la guerra. No tenía muchas opciones para su nueva vida.
Su cuerpo era mediocre y no había forma de que pudiera compararse con aquellos nacidos con un talento innato. Todo lo que había aprendido en su vida era sembrar semillas, labrar el campo y cuando esparcir las semillas. Eso era todo lo que conocía.
Zack tomó la iniciativa con su única carta del triunfo, y eso era escapar con el arma que le habían entregado en el ejercito. La idea de que podría causar problemas a sus padres nunca le cruzo la mente debido a que habían vendido a su hermana---incluso si lo habían hecho para que el resto de la familia sobreviviera---y ya no sentía ningún amor por ellos.
No tenía antecedentes y no conocía a nadie, así que fue capaz de escapar fácilmente del ejercito. Afortunadamente, había conocido a personas que podrían ayudarlo con su escape, tal vez su suerte no era tan mala después de todo.
Los que lo habían ayudado eran un grupo de mercenarios.
Por supuesto para el grupo de mercenarios, Zack era sólo un campesino y no les era de mucha utilidad. Pero habían perdido a muchos miembros debido a la guerra, y querían recuperar rápidamente sus antiguos números.
Debido a esto, el grupo de mercenarios dejó que Zack se les uniera fácilmente. Pero este realmente no era un grupo de mercenarios legítimo. Durante la guerra, eran mercenarios. Durante tiempos de paz, eran bandidos.
No era difícil de imaginar el tipo de vida que llevó desde ese momento.
Tener algo es mejor que no tener nada. Robar es mejor que ser asaltado. En lugar de llorar, es mejor dejar que otros lloren.
Zack vivía ese tipo de vida.
No sentía que hacía mal y no se arrepentía de nada.
Siempre que oía los gemidos y ruegos de sus víctimas, confirmaba una vez más que sus creencias eran ciertas.
Zack echó a correr en la ciudad baja. Corría en un mundo de un rojo más profundo que la actual puesta de sol.
Había estado con prisa desde que había dejado el hospedaje, así que le faltaba el aliento y gotas de sudor caían por su frente. Se sentía exhausto y quería descansar, preguntándose si debería en realidad hacerlo. Pero ya que no disponía de mucho tiempo, soportó la fatiga y siguió corriendo.
Cuando Zack estaba a punto de doblar la esquina de la calle---
"Que peligroso~"
Se oyeron una queja y el traqueteo de metal al mismo tiempo que una figura rápidamente volteaba el cuerpo para evitar chocar.
Casi haber chocado sobresaltó a Zack, y se volvió hacia la sombra que había dado un salto hacia atrás.
Frente a él se encontraba una mujer con una cara de facciones agradables. La capa negra que llevaba hacía que se camuflara con los alrededores, pero sus brillantes ojos de color púrpura lo observaban con curiosidad.
Debido al cansancio, Zack perdió la paciencia y le gritó:
"Eso es lo que debería decir yo! Fue peligroso! Mira por donde caminas!"
La mujer no pareció asustarse con sus gritos y le mostró una fría sonrisa.
Esa sonrisa hizo que Zack quisiera retroceder y no pudo reunir el coraje para tomar el cuchillo que tenía oculto debajo de su camisa. Se sentía como un ratón bajo la mirada de un león.
El traqueteo del metal que había oído cuando la mujer dio un salto, era probablemente debido a su armadura.
Una mujer llevando armadura, tal vez se trataba de una aventurera.
…No era una persona con la cual podía iniciar una pelea.
El subconsciente de Zack le mandaba señales de peligro, y se dio cuenta de la situación en la que se había metido.
No podía sentirse superior a esta mujer solo por la ingenua creencia de que las mujeres eran el sexo débil. Zack sabía que existía un grupo de aventureros realmente fuerte formado solo por mujeres. Recordaba que esto había sido casualmente mencionado por el miembro más fuerte de su grupo de mercenarios.
Aunque Zack estaba en el mismo grupo que esa persona, él era indudablemente el más débil de todos ellos. Se había hecho el chico de los recados justo por esta razón.
Empapado de sudor por todo lo que había corrido, Zack ahora lamentaba haber hablado con el tono de voz que había usado y su sudor lentamente se fue convirtiendo en otro tipo de sudor.
La cara de Zack mostraba signos obvios de miedo, y la sonrisa de la mujer de pronto dejó de ser tan amenazante:
"Hmm~ lo que sea. Tampoco tengo mucho tiempo. Pero si te veo de nuevo, prepárate para sentir algo de incomodidad~"
La mujer casualmente había dicho esto y caminó alrededor de él. Zack se interesó por la dirección a la que se dirigía esta mujer en particular, pero era simplemente una parte de la ciudad baja donde no vivía nadie.
Ya era tarde, entonces por qué una belleza como ella se dirigía hacia un barrio tan pobre? Aunque sentía curiosidad, tenía cosas más importantes de las que ocuparse y comenzó a correr de nuevo.
Luego de un tiempo, llegó a otra parte de la ciudad baja que se encontraba llena de casas destartaladas. Por un momento miró alrededor para comprobar si alguien lo seguía.
El sol gradualmente se sumergía en el horizonte, y el mundo lentamente era cubierto por la oscuridad. Zack se escondió en un rincón oscuro y trató de comprobar una segunda vez si alguien lo había seguido. Ya había repetido esta acción muchas veces, pero quería comprobarlo una vez más para estar seguro.
Asintiendo con satisfacción Zack intentó recuperar el aliento mientras golpeaba la puerta tres veces. Cinco segundos después, golpeó otras cuatro veces.
Luego de usar la llamada secreta, pudo sentir inmediatamente un movimiento al otro lado de la puerta, era el sonido de una placa de madera deslizándose contra la puerta. La placa de madera bloqueaba una rendija a un lado de la puerta, y los ojos de un hombre podían verse mirando alrededor para confirmar la identidad del intruso.
"Ah, eres tú. Espera un momento."
Sin esperar la respuesta de Zack, bloqueó nuevamente la rendija. Lo siguiente que se oyó fue el sonido de un gran candado siendo abierto, y la puerta se abrió un poco.
"Entra."
La habitación tenía un ligero olor a podrido, había un mundo de diferencia entre esto y el hospedaje donde había estado. Zack esperaba que su nariz se acostumbrara al olor pronto, y entró rápidamente a la habitación.
La puerta se cerró y Zack vio que la habitación por dentro era pequeña y oscura.
Este lugar era un comedor con una cocina incorporada, pero solo había una mesa. En la mesa se encontraba un solo candelabro iluminando ligeramente el cuarto.
Un hombre sucio que daba la impresión de ser alguien que se ganaba la vida a través de la violencia y brutalidad colocó una silla al lado de la mesa y se sentó. La silla crujió como si hubiera gritado. El hombre tenían un porte sólido y un pecho ancho. Unas suaves cicatrices podían verse en su rostro y brazos. La silla parecía que iba a colapsar bajo su peso.
"Entonces, Zack, que sucede. Pasó algo?"
"La situación cambió…la presa está a punto de moverse."
"Ah…entonces están partiendo ahora."
Zack asintió suavemente. El hombre se quejó a voz baja: "Por qué escogieron esta hora…No pueden ser más considerados con nosotros?." Al mismo tiempo levantó su mano y se rascó el desordenado cabello.
"No hay forma de retrasarlos un poco?"
"No es fácil ya que es un pedido de esa chica."
El hombre ya había oído muchas veces sobre cómo era la chica y arrugó la cara exageradamente.
"Ese vejete debería usar la cabeza y tratar de persuadir a la chica de no partir en la noche. Da miedo viajar de noche y podrían haber bandidos. Diablos, no puedo soportarlo…incluso los idiotas están al tanto de esto. Ah---que tal si saboteamos las ruedas del carruaje para retrasarlos hasta mañana?"
"No creo que pueda hacerlo…ya estaban subiendo el equipaje al carruaje, tal vez sería mejor simplemente terminar con esto rápidamente."
"Hmmm, no estás equivocado…"
El hombre miraba al techo mientras pensaba profundamente.
"Entonces, alrededor de que tiempo partirán?"
"En alrededor de dos horas."
"Es muy poco tiempo. Hmm…que debemos hacer. Si solo tenemos dos horas para prepararnos entonces debemos contactar con los otros rápidamente…Aunque puede ser un poco difícil, pero se trata de presas difíciles de encontrar fácilmente."
El hombre contaba con los dedos como si quisiera estimar el tiempo que tomaría la operación. Zack escuchaba silenciosamente el plan y bajó la cabeza para mirar sus manos.
"La gente rica como ellos te ponen como loco, no es cierto?..."
Zack recordaba las prístinas y perfectas manos de la joven.
Los que han trabajado la tierra nunca tendrían manos tan bellas. Por manejar las azadas y por todo el trabajo duro que hacían, las manos de todos eran sucias y toscas, hasta las uñas.
Sabía que este mundo no era justo. Pero…
Zack curvó las comisuras de su boca mostrando los dientes, su rostro mostró una sonrisa lasciva y libidinosa:
"Tendré mi turno con ella…verdad?"
"Solo luego de que yo haya terminado con ella. También debemos pedir un rescate, así que no seas muy rudo y lastimes demasiado su cuerpo."
El hombre también mostro una sonrisa libidinosa. Tal vez estimulado por el deseo, se puso de pie.
"Está bien, está decidido. Déjame contactar al líder."
"Entendido."
"Enviaremos alrededor de 10 de nuestros chicos al punto de la emboscada. Ya debes irte, asegúrate de que lleguen al lugar en alrededor de cuatro horas. Si se retrasan por algún motivo, atacaremos directamente. Trata de calmarlos para que bajen la guardia."