Era media noche cuando una figura oscura flotaba a través del gran cementerio de E-Rantel.
Vestida con una capa con capucha de color negro, avanzaba de forma fantasmal y única sin mover los hombros ni la cintura.
La figura hábilmente evadió la luz mágica del cementerio, ingresando a las partes más profundas.
Luego de que la sombra llegara al mausoleo, se quitó la capucha.
Era una mujer joven de alrededor de veinte años, en la cima de su juventud.
Sus facciones eran delicadas, confiriéndole una belleza gatuna. Podría decirse que era linda, pero escondida debajo de su expresión se encontraba la ferocidad de una bestia carnívora que podría arremeter en cualquier momento.
"Finalmente aquí."
La mujer habló en un tono bromista, acariciando su rubio flequillo mientras abría la puerta de piedra del mausoleo. El sonido de metal golpeando metal venía de debajo de su manto, justo como el de una cota de malla.
Dentro del mausoleo, la plataforma donde se colocaban los cuerpos muertos se encontraba vacía. Todas las ofrendas para aquellos que habían dejado este mundo habían sido removidas.
La piedra parecía haber absorbido grandes cantidades de perfume. El olor irritaba la nariz de la mujer.
Frunció el ceño ligeramente y se movió hacia la plataforma de piedra.
"Hmmmm-hmmm-hmmm~ je~"
La mujer tarareaba al mismo tiempo que presionaba una marca nada especial debajo de la plataforma.
Cuando presionó la marca, se oyó un sonido como un clic indicando que el engranaje había encajado. Unos momentos después, se podía oír crujir la plataforma mientras se movía a un lado revelando unas escaleras que llevaban debajo del suelo.
"Estoy pasando~"
La mujer arrastraba el final de las palabras de forma despreocupada y bajó las escaleras. Volteando en una esquina llegó a un vasto espacio.
El barro en las paredes y el piso estaba expuesto pero había sido trabajado por artesanos y no colapsaría fácilmente. El aire no estaba viciado, era en realidad fresco debido a alguna ventilación en algún lugar.
Este lugar no era parte del cementerio, pero algo más siniestro..
Extraños tapices adornaban las paredes, con candelabros rojos hechos con sangre debajo de ellos, emitiendo un leve brillo rojo y el olor de sangre quemada.
El parpadeo de la luz de las velas creaba innumerables sombras.. Habían varias cuevas dentro de este lugar, y todas ellas apestaban con el olor único de los no-muertos de bajo nivel.
La mujer inspeccionó sus alrededores hasta que sus ojos se fijaron en un punto.
"Hey~ A la persona que se oculta ahí. Tienes visitas~"
El hombre que estaba oculto espiándola en una esquina oscura se estremeció.
"Hola~ He venido a ver a Kaji-chan, esta él aquí~?"
El hombre no sabía qué hacer, y comenzó a temblar cuando oyó el sonido de los pasos de la mujer al acercarse a él.
"Está bien. Puedes marcharte."
Estas palabras fueron dichas por otro hombre que súbitamente se había dejado ver, dirigiéndose al hombre oculto en las sombras.
Era un hombre muy delgado.
Sus ojos estaban hundidos, y su complexión era completamente diferente a la de una persona sana. No tenia cabello en el cuerpo. No solo era calvo, no tenía cejas ni pestañas.
Su apariencia hacía difícil juzgar su edad, pero no debía ser tan viejo ya que su piel no estaba arrugada.
Este hombre vestía una túnica roja y alrededor del cuello llevaba una cadena hecha de huesos de animales pequeños. Sus manos eran solo huesos cubiertos con piel y en una de ellas, que tenia uñas amarillas, llevaba un bastón negro. Parecía más un monstruo no muerto que un humano.
"Hola~ Kaji-chan."
El tono casual de la mujer hizo que el hombre frunciera el ceño.
"Puedes dejar de llamarme así? Empaña el nombre de Zuranon."
Zuranon.
Una poderosa y malvada organización secreta con un célebre líder. Formada por encantadores mágicos veteranos, ellos eran las mentes responsables detrás de diversas tragedias y eran tratados con hostilidad por las naciones circundantes.
"Es así...?"
La mujer parecía ignorar el pedido del hombre de cambiar la forma de llamarlo, causando que frunza más el ceño.
"...Entonces? Por qué estás aquí? Sabías que estaba inyectando energía a la Perla de la Muerte en este lugar. Si planeas causar problemas, tengo formas de ocuparme de ti."
El hombre entrecerró los ojos, apretando fuertemente su bastón.
"Que malo~ Kaji-chan. Y yo que vine a traerte esto~"
La mujer le mostró una bonita sonrisa mientras buscaba algo bajo su capa.
Luego de encontrar el ítem, lo sostuvo alegremente en una mano.
Era una corona.
Incontables joyas pequeñas decoraban los hilos de oro, como gotas de lluvia en una telaraña.
Era una delicada pieza de arte. En el centro de la corona---donde debía estar la frente---se encontraba una gran joya que se veía como un cristal negro.
"Esa es!"
El hombre vacilaba.
Estaba viendo el ítem desde un poco lejos pero estaba seguro que esa era la corona que había visto hace tanto tiempo atrás.
"El símbolo de la Princesa Miko, la [Corona de la Sabiduría]! No es ese uno de los grandes tesoros de la Teocracia Slane?"
"Eso es correcto~ Vi a una linda chica que llevaba esta extraña corona, pero ya que no le quedaba bien se la quité~ Pero entonces me lleve una sorpresa! Inmediatamente la chica se descontroló~ incluso perdió el control de sus intestinos~."
La mujer no paraba de reír.
Si alguien tomaba la [Corona de la Sabiduría], su actual portador---Que era la figura central en las ceremonias mágicas de la Teocracia Slane, la Princesa Miko---terminaría en un terrible estado. No había forma de que esta mujer, quien era un antiguo miembro de la Escritura Negra, no supiera exactamente lo que sucedería al tomar la corona.
Después de todo, una de las tareas de la Escritura Negra era reunir a la Princesa Miko con los dioses luego de que la corona era removida, para permitir que la siguiente Princesa Miko ascienda.
"Pero no había forma de evitarlo. Era la única forma de obtener esto~ no fue mi culpa, fue culpa del creador de la corona~."
No había forma de remover la corona de forma segura, excepto destruyéndola.
La corona sellaba la personalidad del portador, convirtiendo al humano en si mismo en un ítem mágico de alto nivel, no debería haber nadie tan derrochador como para destruir un ítem así.
Pero existía esta persona desquiciada.
""Hmmph, esta cosa que tuve que robar a expensas de traicionar a la Escritura Negra es basura. Debí haber tomado los artefactos divinos dejados atrás por los Seis Dioses."
"Llamar basura a la corona es un poco---"
El hombre le dijo a la mujer que estaba inflando sus mejillas:
"Pero es basura, cierto? Solo una en 10000 mujeres pueden usar este ítem. Será difícil encontrar a alguien capaz de usarla fuera de una nación como la Teocracia Slane."
La Teocracia Slane era la única nación en la región que tenía un registro de su población. Usando el registro, ellos podían fácilmente encontrar a alguien adecuado para usar la corona---un sacrificio.
Si no fuera por esto, sería difícil encontrar un candidato adecuado incluso con la influencia de Zuranon.
"Aunque es imposible robar esos artefactos divinos de cualquier modo~ Están protegidos por el monstruo más poderoso de la Escritura Negra que ha sobrepasado los límites humanos. La sangre de los 6 Dioses corre en sus venas. Un bastardo ancestral~"
"Semidioses...Son esos tipos así de fuertes? Solo he oído de ellos a través de ti."
"Esos tipos están más allá de ser simplemente fuertes. Tu no sabias nada porque la información es clasificada~ si los que lo supieran fueran interrogados usando control mental, sería desastroso. Alguien dijo que si se filtraba esa información, podría desatar una guerra con las fuerzas remanentes del verdadero Rey Dragón. La Teocracia se vería afectada y tal vez destruida, así que espero que puedas pretender que no escuchaste nada~"
"Suena difícil de creer."
"Sólo piensas eso porque no has visto su poder~ de vuelta al tema: Khajiit Dale Badantel, como un colega de los Doce Ejecutivos, estarías dispuesto a darme una mano?"
La mujer finalmente había cambiado su tono.
"Oh, ahora muestras tus verdaderas intenciones? fragmento de Quintia... y no me llames Dale, ya no uso ese nombre."
"...Entonces, no me llames fragmento de Quintia tampoco, está bien? Llámame Clementine."
"...Clementine, en qué requieres mi ayuda?"
"Acaso no es en esta ciudad donde vive una persona sobresaliente con cierto talento innato? Ese tipo podría ser capaz de usar este ítem~"
"...Ya veo, es ese tipo del cual oí rumores. Pero no eres tú misma capaz de secuestrar a un simple humano?"
"Sí, tienes razón, pero quiero crear una gran conmoción al momento de pasar a la acción~"
"Ya veo... una distracción mientras huyes..."
"Puedo ayudarte con el ritual, que piensas? Es un gran trato verdad~?"
El hombre---Khajiit entrecerró los ojos, sonriendo siniestramente:
"Es maravilloso, Clementine. Si estas dispuesta a ayudar, el Ritual de la Muerte será completado antes de tiempo. No hay problema, haré todo lo que pueda para ayudarte."