El día estaba cerca de terminar y Marcus, el padre de Julia había terminado su jornada, estaba conduciendo hacia su casa, sin embargo recibió una llamada.
— ¿Hola, Amy? — Preguntó Marcus al contestar su celular.
— ¡Marcus¡ ¡Julia no esta! — Gritó su esposa de forma alarmante. — ¡Me llamó el guardia de la escuela y me dijo que un animal enorme se la llevó!
— ¿¡Como que se la llevaron!?
— No lo se.
— ¿Llamaste a la policía?
— Si, los oficiales están conmigo ahora.
— Voy para allá.
Lo que había en verdad había pasado fue que ella había terminado su día escolar, al salir se despidió de sus compañeros y tras despedirse del guarda algo le llamó la atención en el bosque, algo parecía moverse entre los árboles, ella no se quería acercar, pero su cuerpo se movía solo, estando a pocos metros del bosque ella dijo:
— ¿Hola? ¿Hay alguien allí?
Entonces atravesando los árboles apareció una bestia enorme, tenía la apariencia de un tiranosaurio rex pero con diferencias marcadas, unos cuernos cortos y delgados que empezaban por detrás de sus ojos, subían por sus cuencas terminando en su hocico levantándose uno sin embargo el otro estaba apuntando chueco hacia abajo, tres líneas de pequeñas espinas bajaban desde su cuello hasta su cola y dos filas más en la parte superior de su cabeza y otra bajaba por su papada hasta la mitad, sus pequeñas patas delanteras tenían una garra mucho mas larga que la otra, pero su mayor diferencia eran sus ojos, eran orbes brillantes de color amarillo.
La criatura miró a Julia, le gruñó y abrió un poco la boca, Julia estaba aterrada no se podía mover pero escuchó algo, era el guardia gritándole mientras le disparaba a la criatura. Julia reaccionó y empezó a correr en dirección al hombre, la criatura atacó pero solo llegó a su mochila levantándola junto a la joven, ella se retorcía para liberarse y logró sacarse la mochila acto seguido continuó corriendo tan rápido como podía, la criatura al verla correr escupió la mochila, rugió y corrió hacia ella ignorando los disparos del guarda, la gente de los alrededores atraídos por la conmoción vieron con horror como la criatura abrió sus fauces llenas de dientes, tomó a Julia por la capucha y se la llevó hacia los árboles. El guarda tomó su radio y llamó refuerzos mientras persiguió a la criatura que era muy rápida hasta desaparecer entre los árboles, solo se escucharon los gritos de la joven.