Chapter 75 - 74

74

El gran festejo y la emoción por el regreso de shiki a su mejor estado no se tardó en esperar y tan solo un día después de la operación los gorillas ya habían preparado un gran evento, los ex presos que ahora formaban parte de la tripulación de shiki no podían esperar para comenzar a festejar, sin duda su camino futuro ahora prometía mucho…

Por otra parte Law se encontraba en un taller creado por su tripulación donde el polar tang se encontraba siendo reparado y modificado por penguin y sachi, con ayuda de gorilas para la mano de obra, el pequeño submarino paso de ser un pequeño pescado a transformarse en una orca asesina, ahora el submarino contaba con armamento y su tamaño se había duplicado para poder albergar a 12 personas, su color amarillo se había conservado, pero muchos cambios había tenido, los motores y las hélices fueron mejoradas y el metal que cubre el submarino fue cambiado por uno de mayor calidad, además se le había pintado una sonrisa debajo de la cabina de mando dándole una apariencia de orca, una orca amarilla.

El interior del renovado *Polar Tang* había sido transformado en algo digno de un submarino diseñado para conquistar los mares más profundos y lo más importante, no le temia al calm bert lográndose mover a voluntad. Las cabinas se habían rediseñado para mayor comodidad, incorporando paneles de control tácticos y un sistema de navegación avanzado que podía detectar movimientos a kilómetros de distancia, el laboratorio médico, el orgullo de Law, ahora contaba con tecnología de punta, permitiéndole realizar cirugías complejas incluso en las condiciones más adversas. El área de carga había sido expandida para almacenar provisiones y equipos suficientes para viajes prolongados.

El armamento era un tema aparte. Además de los torpedos instalados en los costados, el submarino contaba con un sistema de misiles disparados por una torreta controlada por dentro del submarino, permitiendo que quien la use logre alcanzar objetivos incluso en la superficie, cada rincón del *Polar Tang* ahora gritaba peligro y letalidad. 

Penguin apagó las luces principales para una última prueba del sistema eléctrico mientras todos se reunían en la cabina de mando. En la penumbra, los paneles iluminados por luces LED azuladas emitían un resplandor futurista. 

—Esto está casi terminado —anunció Law, mirando a su tripulación con seriedad.

—Pero por ahora, nos esperan para celebrar en el banquete. No hagamos esperar a shiki y a los demás.—

Las luces volvieron a encenderse, y entre risas y entusiasmo, los Piratas Heart abandonaron el taller, dirigiéndose al lugar del festejo. Al llegar, un bullicio ensordecedor los envolvió. La celebración era más grande de lo que esperaban: mesas repletas de comida y bebida, música que resonaba en cada rincón, y las risas de los ex presos que ahora formaban la flota de Shiki. 

Al verlos llegar, Shiki se levantó de su asiento elevado, sonriendo con satisfacción. Con un movimiento de su mano, emitió una poderosa ola de Haki que hizo que todos guardaran silencio de inmediato. Los ojos dorados de Shiki brillaban con determinación mientras señalaba a la tripulación de Law.

—¡Hoy es un gran día! —exclamó con su característica voz ronca—. ¡Estos chicos no solo son mis aliados! A partir de ahora, ¡los Piratas Heart serán la Primera División de los Piratas del León Volador! 

Un rugido de aprobación estalló entre los presentes mientras levantaban sus copas. Shiki dio un paso adelante, colocando una mano firme en el hombro de Law.

—Y frente a todos ustedes, reafirmo lo que ya es evidente Law no solo es mi camarada, ni mi benefactor, sino que ahora también eh decidido adoptarle por lo que ahora ¡es mi hijo adoptivo!.—

El impacto de sus palabras recorrió a los presentes. Los gritos de júbilo resonaron más fuertes que nunca. Mientras tanto, Law, con su característica expresión seria pero agradecida, asintió con la cabeza. Aunque no dijo mucho, el respeto que sentía por Shiki era palpable. El banquete continuó con un nuevo fervor, marcando el inicio de una alianza que haría temblar los mares.

Pero el shock de la tripulación fue enorme, desde jonny masterson hasta los nuevos reclutas como Luigui estaban sorprendidos, después de todo una figura legendaria como shiki ahora llamaba hijo a un pequeño pirata que comenzó a salir al mar hace no más de 2 años, por su parte Law sonrió y dijo.— no sé cómo esto nos afectara, pero sin duda el futuro será divertido.—

Todos asintieron en su conjunto pero masterson se puso más serio y dijo —pero aún así yo solo seguiré tus órdenes capitán, no quiero ser mandado por un lunático.—

Law observó a su alrededor y asintió diciendo. — entiendo lo que dices, pero desde hace tiempo ah cambiado, pero de igual manera nuestra libertad será lo primero y mientras el entrena a la tripulación nosotros navegaremos hacia el grand line pero antes haciéndonos un nombre.— law apretó el puño con el rostro emocionado y los demás mostraron sonrisas en su conjunto, después de todo en esta época quien no quería navegar en búsqueda de tesoros y fama, pero law tenía un deseo que añoraba aún más que otro tesoro y eso era descubrir que carajos era el one pice. 

Al llegar a este mundo su mente estaba desubicada, no sabía mucho que rumbo tomar, pero al final seguir el camino que todos buscan "el one piece" es lo más sensato, pero a su vez con la fuerza para respaldar sus ambiciones.

El bullicio del banquete se mantuvo hasta bien entrada la noche, con brindis, cantos y las historias de los mares narradas por los miembros más veteranos. Sin embargo, en un rincón de la celebración, Law permanecía en silencio, observando el cielo estrellado desde una de las terrazas improvisadas del lugar. Aunque su expresión no dejaba entrever mucho, en su interior bullía una mezcla de emociones. 

La revelación de Shiki lo había tomado por sorpresa. Ser llamado "hijo" por una leyenda viviente como él no era algo que Law hubiera anticipado, y aunque no lo admitiría en voz alta, sentía cierto peso añadido sobre sus hombros. Ahora, los mares lo mirarían con expectativas aún mayores. Los murmullos de la tripulación sobre la decisión de Shiki eran inevitables, pero eso no cambiaba lo que él sabía: su único verdadero objetivo seguía siendo el mismo desde que pisó este mundo. 

De pie a su lado, Penguin y Sachi miraron a su capitán con complicidad. 

—¿Estás bien, Capitán? —preguntó Penguin, rompiendo el silencio. 

Law no respondió de inmediato, pero finalmente, con un suspiro, se permitió una ligera sonrisa. 

—Estoy bien. Solo estaba pensando… —Se giró hacia sus compañeros—. Shiki puede ser una figura imponente, pero nuestra libertad sigue siendo nuestra. No olvidemos que nuestro verdadero objetivo está más allá de alianzas y títulos, además no viene mal tener uno que otro respaldo.—

Sachi asintió, aunque con un brillo travieso en los ojos. —Claro, pero no me molestaría que la gente empezara a llamarnos la tripulación más peligrosa por ahí. ¡Y con ese submarino renovado, podríamos dominar incluso el Calm Belt sin pestañear!—

Law dejó escapar una leve risa. 

—Eso sí es verdad. Hemos dado un gran paso. Pero no bajemos la guardia. Este es solo el comienzo, pronto saldremos al mar y demostrare que soy el mink más fuerte.— dijo bepo con la boca llena de comida 

Mientras los tres se alejaban de la terraza para unirse de nuevo al festín, Shiki observaba desde su asiento elevado, con una mirada aguda y un cigarro entre los dedos. Aunque nadie lo mencionara, el León Dorado sabía que su tiempo en los mares había estado contado tenía grandes lesiones y había perdido demasiado en sus años de gloria, y aunque seguía siendo un guerrero temible, ahora debía recuperar su capacidad para caminar y posteriormente para esgrimir su katana entendía que el futuro le pertenecía a una nueva generación, pero en esta generación el tampoco se quedaría atrás. — eh vuelto.— pensó shiki para si mismo. 

El banquete continuó hasta el amanecer, y cuando la última copa fue levantada, las dos tripulaciones se despidieron temporalmente, cada una preparándose para su próximo paso en los mares. 

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**Días después, en el Polar Tang** 

El submarino se deslizaba con gracia por las profundidades del océano, como una orca majestuosa y letal. Law y su tripulación trabajaban en perfecta sincronía, cada miembro ocupando su puesto asignado. 

—¡Detecto una isla a 15 kilómetros! —anunció Bepo desde el sistema de navegación. 

Law se acercó al panel táctil, observando el mapa que se desplegaba ante él. 

—Es un archipiélago no registrado en los mapas oficiales. Perfecto para abastecernos y quizás encontrar algo interesante. 

La tripulación asintió, emocionada por la posibilidad de un nuevo desafío. Sin embargo, en el fondo de su mente, Law no podía dejar de pensar en el *One Piece*. Desde que había llegado a este mundo, ese tesoro representaba más que riqueza o fama; era un símbolo de libertad, de respuestas, de lo desconocido. 

—"Si voy a seguir este camino, necesito ser lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier cosa. No solo por mí, sino por mi tripulación", —pensó mientras miraba el horizonte. 

El Polar Tang emergió de las profundidades, rompiendo la superficie del agua con un rugido metálico. Frente a ellos, una isla desconocida y misteriosa se alzaba como una invitación al próximo capítulo de su historia. 

Law sonrió de lado mientras ajustaba su sombrero. 

—Muy bien, chicos. Es hora de demostrarle al mundo que los Piratas Heart no son solo un nombre más. Nuestro viaje hacia el One Piece comienza aquí. 

Y con esas palabras, el capitán avanzó, guiando a su tripulación hacia un destino incierto, pero lleno de promesas. 

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