Chapter 42 - 41

Dentro de la lujosa sala de banquetes real, la risa del Rey Robert resonaba entre los murmullos de los cortesanos que disfrutaban de la opulencia del festín. La luz parpadeante de las velas danzaba sobre las grises paredes adornadas, con tapices blancos reflejándose en las copas rebosantes de vino.

—jajajajaja, Oh mis súbditos, mi nueva mascota, es tan especial que me emociona que ustedes le conozcan.—

Dijo el rey, rodeado de su séquito más leal, alzando una copa en un brindis continuo, sus ojos brillaban de alegría eh indicó a su sirviente más cercano —Trae el paquete.—

Sus carcajadas continuaron resonando a lo largo y ancho de esta estancia,mientras en el fondo se escuchaba levemente una sinfonía de piano, disfrutando una noche de júbilo, mientras tanto el sirviente salió por los pasillos.

Bellamy, después de salir de la lavandería con discreción contraria a law se adentró en los pasillos adornados del castillo, ingreso a un par de habitaciones para revisar y buscar a Bepo. Mientras avanzaba por los corredores iluminados por destellos de antorchas, Bellamy se encontró de frente con el mayordomo real, un hombre de semblante serio y edad avanzada ataviado con elegancia.

En su desconcierto, el mayordomo no reconoció a Bellamy disfrazado y, creyéndolo uno de los sirvientes del rey, le pidió ayuda. —oye chico ¿Podrías ayudarme a trasladar el paquete a la sala de banquetes? La ocasión es especial y no podemos permitir demoras.— solicitó el mayordomo con un tono de urgencia, señalando una enorme caja de madera cubierta por una lona y siendo empujado por una plataforma de apenas el tamaño de la caja.

Bellamy, aún envuelto en su hábil disfraz, asintió con naturalidad y aceptó la responsabilidad comenzando a empujar la caja, caminaron por los majestuosos pasillos del castillo, y conforme se iban acercando a la sala de banquetes poco a poco la sinfonía de piano comenzaba a escucharse por los pasillos, creando una atmósfera de misterio y sofisticación.

En la sala de banquetes, el Rey Robert continuaba sus risueñas festividades, mientras frente al rey y su corte fue presentada la caja tapada con una lona empujada por Bellamy.

Bellamy observó como el mayordomo que le solicitó ayuda se acercó a la caja y rápidamente tiro de la lona mostrando una jaula hecha de madera. — Oh mi Rey Robert Lvneel V, es mi honor mostrarle a su nueva mascota.—

El rey se puso de pie como si se tratase de un niño y corrió hacia la jaula donde observó a Bepo quien encontraba con una extraña cadena dorada en el cuello, su pelaje estaba sucio y lucia cansado, además de vestir una extraña vestimenta de circo compuesta por un sombrero y una camisa rayados con líneas blancas y rojas.

—¡Vamos oso! baila una vez más para mi, divierte a mis invitados.— dijo el rey Robert con un tono alegre antes de pulsar un botón que abrió la jaula donde se encontraba Bepo.

A los ojos de Bellamy apareció Bepo vestido con un traje de circo, compuesto por una camisa rayado en tonos blancos y rojos adornada con brillos y cascabeles, además de un sombrero que llevaba Bepo, se erguía sobre sus patas traseras con un brillo de tristeza en sus ojos.

Inmediatamente que salió de la jaula apareció un hombre con un látigo y un abrigo de cuero quien comenzó a indicar que comenzará a sonar la música.

Al compás de la melodía alegre, sus enormes patas se movían en un sincronizado vaivén, intentaba girar con gracia, añadiendo giros y piruetas que arrancaban risas y aplausos de la gente del banquete. Su pelaje a pesar de estar sucio bajo las luces parpadeantes de las vela, revelaba un hermoso brillo cuando de pronto Bepo cayó al suelo fallando en el truco.

—pfff, otra vez haz fallado maldito animal, lo único que tienes de especial es tu extraña habilidad para hablar— grito el hombre agitando su chaqueta reluciente dejando caer algunas lentejuelas en sus pantalones a rayas, y sus botas altas marcan el ritmo del espectáculo.

Rey Robert borracho y escupiendo vino gritó con el rostro distorsionado por la ira gritó —¡Oso, eres un desastre! ¡Fallaste el truco una vez más! ¡Maldito animal!— proclamó el rey antes de indicarle al hombre que al parecer era un entrenador de circo le indicó que le diera un par de latigazos a Bepo.

Bepo con la mirada llena de rencor dejó ver sus colmillos y garras al mismo tiempo que se lanzó atacando al cirquero, pero cuando estaba a punto de tocarle, el collar comenzó a emitir una serie de pitidos y dio una descarga eléctrica a Bepo haciendo que esté caiga al suelo.

—Lo siento, majestad, hago lo mejor que pudo, para entrenar a esta bestia, solo eh llevado un día haciéndolo y sin duda ah aprendido a danzar un poco.— dijo el cirquero colocando su sombrero en su cabeza delicadamente.

Rey Robert ebrio hizo caso omiso a lo que decía el cirquero y se acercó a Bepo. —¿Te gusto ese collar que te pusieron mis vasallos? Fue un excelente regalo de mis amigos los dragones celestiales, solo me costo 1000 esclavos.— dijo el rey antes de darle un sorbo a su copa de vino y continuó hablando.

—el cirquero will dice que hace lo mejor pero ¡Lo mejor no es suficiente! Quiero un espectáculo perfecto. ¿Acaso no entiendes que estás aquí para entretenerme maldito animal?—

Bepo gruñía y estaba molesto, pero en esta situación no podía hacer nada mas que decir —Lo entiendo, señor.— mientras pensaba " donde estas law, donde están chicos."

Rey Robert señaló will el cirquero y le dijo— ¡Will!, asegúrate de que este oso aprenda a hacer las cosas correctamente, No toleraré más errores.—

Will con un tono sadico y una mirada extasiada dijo —Entendido, majestad. Le enseñaré al animal a comportarse como debe.—

Bellamy que había observado todo, tenía su mano en forma de un puño apretando fuertemente que ni siquiera había notado que la sangre salía de sus palmas por la presión. —Debo avisar a law.— se dijo así mismo antes de escabullirse y salir de la sala de banquetes antes de que se notara su presencia.