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Chapter 4 - Unidas por un hilo

Las palabras que dije hace unos momentos resuenan hasta en mi oído como si este fuera una cueva y todas esas palabras un eco persistente. Solo que entra como un susurro disfrazado de cariño y comprensión para golpear el mayor sentido hasta tratar de despedazar todo el interior de mi cabeza.

No es broma ni chiste el comentario. Y si apenas me creías al decirte las locuras de que estos malestares son criaturas extrañas menos pensaras en creer en lo cuerdo de lo que te cuento al decir que yo formo parte de toda esta fachada "conspirativa".

Yo cuando fui creada hace 10 años en un lugar que ni siquiera se en donde se encuentra pues estaba hasta oculto de mí, ni pude saber el camino por el cual salimos de él y nunca más he vuelto a ese cuarto de paredes blancas y grietas de agua. Solo están separados en dos partes: al nacer y al salir.

Cuando nací mis ojos apenas podían tomar las imágenes bien y miraba muy nublado, sentía frio (mucho frio) y mi cuerpo estaba desnudo (la mayoría hecho de agua clara). Solo mis manos eran oscuras y parecían estar pintadas de polvo negro y tenían grietas muy filosas como si se tratara de hielo quebrado; pegado a ellas.

Al abrir los ojos lo único que se escuchaba eran muchas voces juntas y golpeándose entre ellas.

Las voces provenían de bultos blancos con caras raras de cristal.

A esos bultos a las pocas semanas los empecé a llamar semanas, pero en ese instante solo eran bultos blancos (si mi mente no era muy astuta en ese momento).

Sentí sus brazos recorrer las partes de mi cuerpo analizándolas, tomando porciones de mi con jeringas que solo ocasionaban estornudos bizarros en mi sistema y muchas más cosas extrañas como meter sus dedos en mi rostro para ver la consistencia que tenía esta y esto ocasionándome alejarme un poco y ladear la cabeza como una criaturita inocente.

Eran tan extraños y...

Desde que llegue siempre era el mismo procedimiento y cuando terminaban todo esto me dejaban sola en un rincón en el cual nunca me movía hasta que llegaban al siguiente día.

No sé porque, pero me sentía toda desprotegida y abandonada. Mi mente los miraba como mis protectores y "padres".

Y se iban del lugar.

Me sentía como un bebe que esperaban que muriera para ser devorado ya que no era el más bonito o el útil.

Esperando a que llegaran de vuelta pues no me gustaba la oscuridad de esas paredes a las cuales les miraba que formaban rostros deprimentes y voraces. Tal vez hasta agonizantes.

Esto ocasionaba que mis ojos se reventaran (literalmente) y dejarán chorrear litros y litros de agua clara (lagrimas) y no parara de hacerlo hasta que ellos volvieran.

La primera vez que ocurrió no les agrado nada al volver pues el cuarto estaba todo inundado hasta arriba conmigo en el rincón flotando en mi posición de sentada sin cambiar mi expresión congelada y casi sin vida y pensante.

Al momento sacaron toda el agua y me revisaron varias veces en especial los ojos que estaban uniéndose de nuevo.

Seguí y seguí haciendo eso y siempre pasaba lo mismo. Ellos no entendían que me ocurría, pero yo aún creo que mi ser recién "nacida" quería su atención. Lo cual no funciono pues a los pocos días colocaron algo para retirar el agua y mis lágrimas ya nunca valieron nada.

A las dos semanas mis ojos empezaron a mirar adecuadamente y al primero que vi fue a una chica con piel oscura y cabello atado, con lentes blancos y que me sonreía dulcemente. Mi rostro reacciono con un sonrojo lo cual hizo que la chica se reiría y lo primero que dijera:

- Awww eso fue tierno.

Mi mente no entendía nada, pero me hacía sentir feliz.

En ese entonces mis ojos no solo empezaron a funcionar, sino que mi cuerpo empezó a crear como si fuera una extraña piel a base de fluidos que salían con burbujas unas medias y un vestido en mi cuerpo. Quitando lo provocativo de mi ser, pero que al mismo tiempo creía que era inocente y bello.

Por sus expresiones ver ese proceso de pocos días note asco y confusión, pero al mismo tiempo ignoraban sus emociones y buscaban respuestas a base de sus anotaciones.

Siempre eran analíticos y tan helados.

Ni siquiera se tomaban el tiempo de conocerme solo era un experimento para ellos. Nada más.

La única persona que se tomaba su tiempo de vida para conocerme era esa chica de piel oscura que por alguna razón siempre sonreía.

Me hablaba dulcemente y a pesar de ser igual al anotar como los demás y hacer experimentos conmigo era más comprensiva y trataba de hacerme sentir bien todo el tiempo con juegos y más juegos.

Siempre se ponía su lápiz color morado brilloso en la nariz y hacia sonidos raros de foca. Ella se reía y yo apenas me movía, pero recuerdo que lo único que hacía era sonreír suavemente lo cual era un logro enorme para mí ya que eso significaba que chorreaba de felicidad.

Empecé a avanzar poco a poco y mis piernas de bota empezaron a funcionar (no muy bien), pero tenía el apoyo de la chica a la cual le decía "mami" en mi mente y siempre me ayudaba a pararme y me cargaba por todos lados.

La fui conociendo mejor y cuanto más descubría mi mente quería saber más. Ella noto mi interés y trato de mostrarme todo, pero no lograba entender o si algo me frustraba me empezaba a deshacer y volverme demasiado liquida. Las imágenes (letras) que me mostraba no las entendía y tampoco las explicaciones hasta que a ella se le ocurrió hacer algo con el papel.

Era una imagen (no era muy bonita y era bastante deforme), pero me agrado bastante. En mis ojos noto un brillo y decidió intentarlo conmigo. Se llamaban dibujos y después de empezar no podía parar. Dibujaba de todo lo que había en el lugar y después empecé a inventar mis propias imágenes.

Podía pasar las horas haciendo eso y me servía cuando tenía que irse mami a con los demás. Y aunque me dolía su ida siempre aprovechaba para sorprenderla cuando volviera con un dibujo nuevo.

El lugar en donde me sentía tan sola empezaba a brillar igual que un hilo que empezó a brotar de mi muñeca. Lo primero que hice fue mostrarle a mami e igual que todos los "fantasmas" me miraron muy raro y empezaron a examinarlo poco a poco.

Me arrepentí al momento de haberlo hecho ya que empezaron a revisar su fuerza, le inyectaban líquidos y más cosas haciendo que me doliera un montón. Mis manos las sentía que hervían, pero que al mismo tiempo se quebraban y congelaban dolorosamente. Mis lágrimas salieron más y más y MÁS.

Empecé a gritar ¡Mami! todas las veces que me permitieron mis pulmones y el dolor punzante, pero no estaba en la sala. Solo los fantasmas que me seguían haciendo daño.

Mi cuerpo cambia de contexturas y de estados. Mi respiración solo era interrumpida por burbujas que se centraban en mi garganta.

Quería desmayarme y varias veces lo hice, pero me despertaban de nuevo para revisar mis reacciones sin interrupciones. Fue uno de los dolores más horribles que había vivido y no quería que eso se repitiera.

Paso una, dos, tres horas hasta que todo termino.

Después de todos esos dolores solo tomaron una manta y empezaron a curar mis heridas que a pesar de ser de agua contenía un poco de "piel" y esa estaba completamente lastimada. Hasta que terminaron me dejaron en el cuarto blanco y me dejaron en un rincón donde siempre me hallaba.

Ellos dijeron que era lo más adecuado ya que me gustaba estar en ese lugar.

Uno al dejarme me acaricio el pelo y me dio unas palmaditas para hacerme sentir mejor, pero lo único que provoco fue que llorara (sin ninguna expresión de nada solo el llanto).

Cuando se fueron llego mami y trato de ver como estaba con una sonrisa (bastante fingida), pero eso me basto para lanzarme a sus brazos y sonrojarme con mi rostro sin vida lagrimoso.

Ella me consoló y me abrazo. Solo quería sentir en ese momento su calor y no preocuparme más por todo lo demás.

Odiaba a esos fantasmas. No podía creer que los consideraba mi familia ya que solo me hacían daño. La única que se quedaba a mi lado era mami y me ayudaba a no sentirme sola, pero pronto todo cambiaria. Todo con la llegada de ese hilo en mi muñeca.

Pasaron días y caí muy débil. Trataban de darme medicamentos bajos y sustancias que ellos mismos creaban, pero nada funcionaba solo iba muriendo poco a poco.

Me faltaba el aire y me dolía todo. Mi cuerpo no podía estar en su propia forma y si no se quebraban las manos, las piernas se me deshacían.

No podía hacer nada por mí misma. No importaba cuanto tiempo dijeran que estaba bien no lo estaba y no sabía cómo hacer para sentirme mejor.

Esos días mami me miraba preocupada y hablaba con todos para ver que hacer conmigo. No entendía ni una sola palabra que salían de ellos solo:

"Llegara el sujeto de prueba mañana".

Lo que significara eso no me fue suficiente mañana porque esa misma noche estaba agonizando muy cruelmente.

Mi cuerpo se estaba haciendo muy líquido y parecía petróleo lo que antes era agua clara.

Lo único que habitaba hermoso en ese desastre morboso era el hilo de mi muñeca que seguía brillante que odiosamente iluminaba más fuerte y se volvía más doloroso tenerlo unido a mí.

Todos estaban preocupados por mí y estaban desesperados por una respuesta.

Mami se puso más asustada que todos los demás mientras me miraba afuera del cuarto por la única ventana. Ellos le hacían señas de que no entrará y hasta la empujaban y jaloneaban para que ella no entrara conmigo, pero no sirvió de nada porque unos segundos después estaba enfrente de mi temblorosa e impactada.

Yo solo chorreaba lágrimas y me hallaba tirada en el piso queriendo alcanzarla, pero no podía estaba tan débil. Esto hizo que a ella le salieran algunas lágrimas y después de mirar a varios lados mordiéndose el labio solo tomo mi mano donde se hallaba el hilo y me dijo:

- Tranquila, yo... prometo que ambas vamos a vivir después de esto.

No comprendí las palabras, pero después de entenderlo no quise nunca haber sabido su significado.

Con un solo suspiro fue necesario para salvarme y para mi futuro desear haber muerto.

Se clavó mi hilo en su muñeca lo cual le soltó un enorme grito de dolor y unas gotas de sangre, pero que al caer al suelo solo se volvieron humo.

Sus gestos mostraban un dolor enorme y jadeos, quería ayudarla, pero que podía hacer.

Entraron todos y nos miraron desconcertados. Muchos fueron directo a mami con mucha preocupación y también con enojo.

La estaban regañando y le decían que estaba loca, pero ella solo trataba de calmarlos.

Poco a poco fui tomando una forma normal y más sana, pero verme bien no les basto porque tomaron una manta y me levantaron para llevarme a otro cuarto igual que a mami la ayudaron a levantarse y la llevaron a otro cuarto.

Con cada paso que nos alejaban me preguntaba qué había pasado y tratar de entender las palabras de ella.

Ya la única conexión real que tendríamos las dos con el tiempo seria ese hilo.