Ver la cara de Luisa entre enojada y asombrada sólo me hizo formular una pregunta general
Casandra: ¿Me odias?
La mirada de todas se fijaron en Luisa pero sabían que era una pregunta general y cada una respondía mi pregunta, cuando tocó el turno de Luisa sólo miraba por la ventana y en un tono serio dijo
Luisa: ni yo misma lo se, te culpo de muchas cosas Casandra… nos dejaste cuando más te necesitamos.
Casandra: corrección, ustedes me alejaron de ustedes mismas, sabían que confiaba en ustedes ciegamente, ¿Por qué no confiaste en mi Luisa? -leve pausa- de Claudia y Verónica lo entiendo, de Margaret era evidente que no me quería meter en líos y evitarle líos a Camila, pero tu…
Margaret me calmo y decidió preguntar ella está vez, las chicas respondían pero Luisa seguía cerrada a una luz que veía cada vez más lejana, llegue a pensar incluso lo peor y accediendo a pisar la mina pregunté
Casandra: ¿Eres ahora amiga de Estela?, ¿Estela te ha estado cuidando desde que te pidió dejarme?
Margaret y Verónica: ¿Es enserio?
Claudia: -pensando- si mal no recuerdo a todas nos amenazó con familiares y temas diferentes, la única que accedió a la primera fuiste tu Luisa.
Casandra: jamás te culparia por los motivos que fueran, pero quiero saber la verdad.
Luisa: Cállate, tu nunca te enteras de nada, nunca sabes que es estar al borde de eso.
Casandra: ¿De la muerte?, ¿De una violación?... de la muerte si pase por ello, lo llegue a pensar cuando me fui de la secundaria, pero entre mi familia y yo misma salí de ello, de una violación no se como se siente pero… puedo hacerme una idea clara porque vi algo peor que la muerte y violación a la vez.
Margaret me miro fijo y supo enseguida que hablaba del vídeo donde mi madre y mi guardia eran torturados, mi madre se sintió desde asqueada hasta violada, se que por su mirada y mente pasaron la palabra muerte por ella una y otra vez, pero no podía traumar a las chicas contándoles aquello, se que Margaret lo vio porque debía ver la información que llegó a sus manos y enviármela a mi.
El coscorrón suave de Margaret me dio a entender que no estaba sola y que ella también lo había experimentado de la misma manera que yo lo experimente, Luisa se quedó atónita y no supo que decir, cuando creí que al fin entendería, su mirada se tornó burlona y dijo muy en claro que me odiaba con todas sus fuerzas, salió de la habitación y cuando Claudia quería seguirla la detuve y le dije
Casandra: dale tiempo, aún no se que hizo Estela con ella, pero logró tenerla de su lado como un perro faldero, ya Estela lo más seguro es que sabe de nuestra reunión y que estamos acá, debemos ir a otro lado, las que trajeron cambio de ropa es mejor que se cambien.
Yo porque me había puesto una sábana encima y no sabía cómo estaba vestida, cuando las chicas se cambiaron fui donde Andrea y le pedí unas pelucas extras para Verónica y Claudia, de allí las maquillo un poco y por otra ruta volvimos al restaurante del hotel, al verme Lucas se quedó pensativo pero al leer la orden del camarero con el código 505-3714, puede que el no entendiera más allá del 505 que es un SOS.
Carlos ya entendía cuando estaba enojada y a veces le copiaba por la calculada, al principio claramente no entendió pero luego fue captando la idea y ahora me entiende hasta la clave de hambre y pizza, luego de ello actuamos normal y esperamos a ver si venia uno de los chicos.
Luego de unas horas llamo mi tía Esther, por su forma de vestir supe que algo ocurría y al contarme aparte la verdad, me contó de un lugar secreto de sólo sirenas, pero si se divulgará dicho pasaje, ellas podrían tener problemas, así que accedí en que fuéramos todas y luego hacer una promesa, con dicha travesura destronaría a mi madre y me volvería la nueva sirena con mis Guardianas.