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Chapter 50 - Fiesta de Compromiso II

Queridos hermanos y hermanas- Su voz melodiosa invadió toda la casa sin necesidad de hablar muy fuerte. -Es un placer verlos a todos aquí, en breves momentos tendremos la especial compañía que todos esperamos, y estoy consciente de que algunos han esperado muchas décadas o centenares de años por este momento- Alhelí escuchó a su alrededor la sonrisa de algunos. -Pero antes de pasar a eso, es un honor para mí presentarles a alguien con quien hasta hace poco me encontré, los que mejor me han conocido sabrán que tuve una esposa hace 25 años, ninguno la conoció pero lo sabían- La miró a ella y extendió su brazo para señalarla. -Bien, les presento al fruto de ese matrimonio, mi hija Alhelí- Todos la volvieron a ver con una sonrisa de oreja a oreja.

Ella miró para todos lados y luego caminó hasta donde él estaba, la recibió con la mano y se la besó, seguido de un abrazo y un susurro...

-Lo estás haciendo bien- La sujeto de la cintura y se dirigió a todos de nuevo. -Mi hija biológica al igual que Nicolae, Alhelí Silene Bartholly, ella es por quién estamos aquí esta noche-  Todos aplaudieron al unísono.

Ella sonrió para todos y sus ojos dieron un destello de luz en medio del color rojo, al cual todos respondieron con más entusiasmo.

-Ahora, quiero que reciban a su... prometido- Dijo con énfasis. -Sebastián por favor, sal- Todos guardaron un profundo e intenso silencio.

Miraron al apuesto joven salir de entre un costado de la casa con un traje azul, seguido por una muchedumbre de personas con rasgos nativos del pueblo, muchos vampiros sonrieron con fingida sinceridad, otros no tuvieron miedo de mostrar lo que sentían y sonreían con sus relucientes colmillos blancos como la nieve, los nativos se mezclaron entre los vampiros aunque no demasiado separados, Sebastián llegó hasta Víctor y le estrechó la mano, se giró a los presentes y unió las manos de Sebastián y Alhelí, retrocedió un poco y habló.

-Durante años, hemos vivido con muchas especies diferentes, incluida la de los humanos, pero aún en los cuentos de los humanos es notorio la rivalidad y enemistad que ha existido entre lobos y vampiros- Empezó a caminar con mucha elegancia, y sus palabras eran muy elocuentes. -Sin embargo, el destino unió a estos dos jóvenes de manera inesperada, una vampira y un lobo- Levantó sus dos brazos en alto y los señaló.

Algunos se movilizaron inesperadamente, separando poco a poco los grupos de los nativos que se habían apuñado, Víctor chasqueó sus dedos y en ese momento toda la casa quedó completamente sellada, no había ni el más mínimo agujero por donde poder escapar, pero Sebastián no se dio cuenta, estaba perdido en los hermosos e hipnóticos ojos de ella, que lo miraban con firmeza y una sonrisa maliciosa.

Los 3 hermanos se empezaron a esparcir alrededor de la casa y con mucho esfuerzo trataron de tener a la vista los más débiles de los nativos, ya que ahí no solo se encontraban adultos, sino algunos jóvenes que parecían niños, recién desarrollados como lobos, y en ese punto eran presas más fáciles de matar.

Víctor sabía lo que sus hijos pretendían pero no les tomó importancia, nadie iría a echar a perder sus planes, costará lo que costará.

Alhelí dejo de ver por un momento a Sebastián, y sin querer, por una inevitable necesidad de su corazón buscó a Drogo entre la multitud, lo miró justo detrás de un pequeño joven, débil y endeble.

Su respiración se cortó por un segundo, cuando miró los labios de Drogo, vio que se movían, pero no entendía con exactitud, hasta que trató de leerlos parte por parte, y lo logró, esos hermosos y deliciosos labios que la hacían temblar y estremecer siempre que se unían a ella, justo ahora le estaban dedicando un perfecto "Te Amo" en medio de esta horrible situación.

Y enseguida vio el cambio de escenario, cuando escuchó un fuerte sonido desde atrás de ella, se giró y miró a Nicolae volar por encima de algunos vampiros con sus dientes sobresaliendo de su boca, luego escuchó como todos se empezaron a abalanzar sobre los nativos que uno a uno se iban transformando en lobos, era algo increíble para ella, de un momento a otro escuchó los siseos y gruñidos de ambos bandos, buscó a Víctor y no lo pudo ver, Sebastián la sostuvo con fuerza apartandola cuando un lobo cayó en 4 patas justo donde ella se encontraba, forcejeó un poco con él y lo penetró con la mirada, él estaba perplejo pero como reflejo se empezó a quitar la corbata y su transformación empezaba a dar lugar en su cuerpo cuando ella lo sostuvo del brazo.

-No, por favor. No te unas a esa pelea- Le dijo con voz jadeante.

-Es mi familia...- Él la miró con ojos sinceros, se acercó y le robó un beso.

Luego se lanzó sobre muchos vampiros que rodeaban a unos pequeños lobos asustados.

Ella se sentía confundida, empezo a correr hacia arriba y pensaba, -¿Realmente quería venganza? ¿Valía la pena todas esa vidas perdidas? ¿Acaso es lo que mi madre hubiera querido? Pero no, él... él... él me violó- Pensó en última instancia.

Luego sin esperarlo, se encontró con los ojos de Víctor que sostenía una copa con el líquido rojo, ella había evitado beberlo antes y con mucha razón, pues seguía siendo humana, pero esta vez él la forzó y con un poco de duda bebió de un solo trago.

Casi se desmaya por el intenso y asqueroso olor a sangre, Víctor la sujetó con una sola mano y la sostuvo con fuerza, luego ella se recompuso en unos cuantos segundos y volvió a abrir sus ojos, esta vez el color rojo se había vuelto más intenso que antes, casi parecía un negro pero el brillo reflejaba que ahora estaba verdaderamente sedienta, se agarró con fuerza de la barandilla por qué sintió que sus pies titubearon por un momento, no se sentía ella misma, levantó sus manos para mirarlas, su color de piel se enpalidecia aún más, se tocó el rostro y sintió como su cuerpo poco a poco se iba congelando.

Desde abajo los 3 hermanos la vieron con preocupación sabían lo que le sucedía pero no podían ir hacia ella, sin embargo Drogo derroto con una enorme fuerza a los 4 vampiros que lo tenían agarrado, se soltó de ellos como quien pelea contra un niño y corrió hasta llegar a ella, Sebastián intentó ir cuando se dio cuenta de lo que Drogo había hecho a unos pocos centímetros de él, pero muchos lo tenían rodeado también.

Drogo llegó hasta arriba, Víctor nisiquiera lo miró y la agarró.

-Muy bien hija, ahora...- Le acarició las comisuras de la boca. -Ya sabes que hacer- Ella sonrió y asintió.

Estaba como poseída, su cuerpo no tenía freno, sentía en cada una de sus extremidades como cada célula hacia lo que ella quería, se acarició los hombros y rió para si misma, empezó a caminar con una gracia y elegancia que parecía que volaba, Drogo se puso frente a ella e intentó sostenerla pero ella lo miró con desprecio.

-Déjame pasar...- Dijo tajante.

-No- La fulminó con la mirada. -Esta no eres tú, Alhelí- Levantó sus manos frente a ella con precaución.

-Jejeje, ¿Entonces quién soy?- Empezó a caminar y a bajar por las escaleras todavía descubriendo su cuerpo mejorado.

-Eres mía- La detuvo con su frase. -Tú eres mía- Lo confirmó con su voz.

-Ya no más- Sus ojos eran inexpresivos.

Bajo sin conciencia alguna de lo que iba a hacer, miró de lejos a Sebastián y sin dejar de verlo paso en medio de todos para llegar a él.

Por atrás un lobo se le acercaba sintiendo sus intenciones y se hecho sobre ella, pero como un paso de danza ella se dio la vuelta encima del lobo para caer detrás de él con mucha finura, siseo con su boca y lo tomó del rabo halando para atrás y levantandolo lo estrelló contra el piso quebrando la cerámica, dejándolo inconsciente.

Se enfoco de nuevo en su objetivo que ahora estaba a tan solo 2 metros de ella, pero inmediatamente se interpuso Peter para detenerla pero con una agilidad casi invisible lo arrebaso sin tocarlo, luego Nicolae la haló de ambos brazos para atrás pero ella se deslizó de su agarre hasta que se vio cara a cara con Drogo.