-muy bien amigos si están de acuerdo nos dividiremos en grupos y cada quien buscará algo que nos pueda servir mientras otro grupo quizás podría no lo se construir pequeños refugios- dice Ryan quien se detiene al ver que pocas son las personas que le prestan atención.
-el tipo va a colapsar, somos muchísimas personas como para que todos presten atención en el- dice Steven
-pues la verdad es que si- responde Belgica.
-me siento un poco mal por el- comenta Andrea.
-GENTE PORFAVOR!- intenta captar la atención Ryan pero básicamente sin ningún resultado. -pues que se jodan todos- dice para sus adentros.
-LOS QUE QUIERAN ME SIGUEN- lanza un último grito intentado jalar gente con el.
-deberiamos seguirlo- plantea Rafael.
-es en serio? Por que?- responde Steven.
-es mejor tenerlo cerca que lejos, no podemos confiar en nadie y si dejamos solo a una persona que parece ser un líder no creo que estuviéramos siendo inteligentes- le responde Rafael.
-es verdad- dice Belgica.
El grupo se acerca a Ryan y a los pocos seguidores que ha logrado llevar con el.
-oh vaya, hola, que bueno que ustedes también quisieron venir, son un grupo?- pregunta Ryan.
-Si- responde Alfredo.
-bien estábamos organizandonos para algunos buscar comida otros hacer refugios, etc, quieren ustedes explorar un poco? Lo digo ya que son unos cuantos- pregunta Ryan
-claro, sin problemas- responde Rafael.
Poco a poco la inestable arena de playa se deja de sentir en el caminar del grupo al igual que la brisa playera en el ambiente y todo cambia por vegetación en cada pisada y un poco de humedad.
El grupo de Rafael se adentra en la selva de la isla sin embargo no pasan ni 20 minutos cuando a unos pocos metros ven un gran edificio.
-Un edificio!? Oh shit, no lo puedo creer, estábamos preocupadost pensando que estábamos solos pero al final estamos en una isla con civilización, he de admitir que me siento un poco estupido en este momento, vamos, pidamos ayuda- exclama con emoción- Carlitos.
La edificación es imponente, cuenta con unos 120 metros de alto y unos 90 metros de ancho, el sol ilumina los cristales transparentes del gran edificio al igual que las características que lo hacen evidenciar como hotel.
-Un hotel, genial!- dice Eduardo.
El hotel no tiene ningún carro en la entrada donde se supone que la gente deja el equipaje, Rafael ya cerca de las puertas ven como estas se abren de manera automática hacia los lados dándole la bienvenida a todo el grupo. Una gran alfombra roja decora todo el hermoso lobby, al igual que unas paredes de un color crema muy hermoso y varios detalles de oro en ellas.
El lobby está completamente vacío, nadie entiende muy bien que esta pasando debido a que todo está completamente ordenado, las llaves de las 400 habitaciones están en la recepción, en la parte del restaurante están las mesas bien montadas y ordenadas y un buffet con comida ya hecha, la piscina está limpia como si hace pocos minutos atrás alguien se hubiese encargado de quitarle hasta el último grano de suciedad.
El grupo se divide para abarcar más terreno en el espacioso hotel.
Una música relajante de ascensor acompaña a Douglas en su subida al último piso, cuando las puertas se abren hay un pequeño pasillo que lo guía al tejado del gran hotel el cual posee un espectacular mirador, Douglas siente la brisa recorrer su cuerpo gracias a la gran altura de la edificación, nota que hay lo que parece ser unas máquinas para ver a lo lejos, parecida a los binoculares solo que mucho más grandes, cuando se acerca a una de ellas, no puede creer lo que ve.
Una puerta con un letrero que dice Almacen esta en frente de Luis, este abre la puerta, la cual funciona con una tarjeta electrónica que estaba en el piso en frente del mismo almacén.
Cuando Luis ve lo que allí hay no lo puede creer, su alegría junto a su confusión se disparan.
Poco a poco van las pisadas sobre la suave alfombra, Navas ve todas las habitaciones del hotel las cuales también funcionan con cerradura por tarjeta, pero eso no es lo que le sorprende si no el hecho de que cada tarjeta de cada habitación se encuentra enfrente de estas, es decir la tarjeta de la habitación 115 se encuentra en frente de la habitación 115, es como si les hubieran dejado absolutamente todo puesto en bandeja de plata a los del crucero, como si ya alguien en la isla los estuviera esperando.
El grupo se reúne nuevamente y cuenta todo lo que encontró.
-y bien?- pregunta Rafael.
-los almacenes surtidos de productos de limpieza, higiene y comida- dice Luis.
-la cocina del restaurante esta llena de comida también- acota Jorge.
-las llaves de las habitaciones y cuartos de solo personal autorizado del hotel están justo en frente de las puertas- agrega Navas
-el pequeño centro comercial del hotel esta lleno de mercancía, las tiendas de ropa están llenas de ropa, el pequeño súper mercado del hotel totalmente abastecido- dice Gaby.
-creo que la información más interesante la tengo yo- menciona Douglas- subi al tejado, la Isla es sumamente grande, llena de autopistas y calles, logré ver pocas tiendas gracias al telescopio de arriba y las tiendas están totalmente intactas incluso una consencionaria de carros que está cerca de aquí, pero no vi a ninguna persona- dice Douglas emocionado pero a la vez con un poco de miedo.
-esto es demasiado genial como para ser cierto, la verdad hasta da un poco de miedo- menciona Slusnys.
-bueno vamos a avisarle a los demás no?- dice Rafael
-no se, podríamos guardar esto para nosotros- menciona Andrés.
-no es muy difícil llegar aquí, además hay mucha comida y suministros para todos por años o por lo menos eso vimos hoy y si descubren este lugar y descubren que no le dijimos nada a nadie nos puede traer problemas después.- habla Rafael de nuevo.
-cierto, vamos entonces- dice Ricardo
Esta vez la humedad se transforma en brisa y la vegetación en cada paso en arena, el grupo llega a la playa de nuevo casi cuando se oculta el sol.
Dan la información y en seguida todos se movilizan para avisar a los desinteresados que andan por su cuenta. Muchos ni siquiera prestan atención, otros están más entretenidos jugando en el mar, otros están asustados y solo quieren regresar a casa, pero al final poco a poco va llegando más gente al hotel.
En la mente de Rafael pasan muchas ideas pero una de ellas le resuena mucho.
-esto es una mala idea, muchas personas en un lugar, si de por sí convivir con un familiar es difícil, imagínate con personas que no conoces, que pasará cuando alguien comience a dejar todo sucio, la gente no ordene lo que desordena, haya peleas, esto no terminará bien, debo ir a buscar otro lugar para quedarme solo con mi grupo.- piensa Rafael mientras se queda dormido
Amanece y Rafael lo primero que hace es buscar a sus compañeros cuyas habitaciones están junto a la de el.
Este les cuenta sus preocupaciones a su grupo el cual también muestra compartir el punto de vista y las preocupaciones de Rafael.
-entonces que hacemos?- pregunta Mariana.
-salgamos de aquí y vayamos a la ciudad a ver si hay un conjunto residencial o que se yo, ya veremos, pero no podemos quedarnos aquí- responde Rafael.
Mientras caminan al buffet para desayunar, el grupo lo piensa bien.
Y si se equivocan? Y si en el hotel están bien?. Pero poco a poco se van dando cuenta de que sus temores son ciertos.
Mientras caminan, ya ven jóvenes inconscientes debido al alcohol por los pasillos, botellas derramadas, basura, cuando llegan al buffet, ven mesas sucias de la cena de ayer, nadie se molestó en lavar su plato.
Más convencidos de irse al ver esto, se preparan su desayuno muy temprano, comen y se largan.
Caminan unas cuadras hasta llegar a la consencionaria que había visto Douglas el día anterior.
Al entrar se consiguen con hermosos carros de todas las marcas y sin nadie que atienda.
-ya que todo está abandonado, creo que podremos tomar el carro que queramos- menciona Andrés con emoción.
-no se si debamos- dice jorge pero en seguida ve que todos sus amigos salen en busca del carro que más les guste.
A Rafael siempre le ha gustado el Mustang así que no demora mucho en elegir su carro, Andrés toma una camioneta Raptor al igual que Steven y así poco a poco van escogiendo.
Finalmente el grupo decide irse en los carros a investigar la ciudad pero antes de salir del concesionario van a un pequeño super mercado en donde se abastecen de alimentos y a parte de radios para comunicarse entre ellos.
-bien, cada quien se divide, somos 26 así que podemos recorrer buen tramo de esta ciudad, nos comunicaremos por radio, tiene un alcance decente, quizás no siempre nos escuchemos a menos que estemos a uno kilómetros cerca, nos vemos aquí en la consencionaria en 2 horas les parece?- pregunta Rafael quien casi obtiene una respuesta inmediata y eufórica de todos quienes solo quieren manejar el carro de sus sueños e investigar la isla.
El sonido del motor rugir, y la velocidad de 140 km por hora a la cual va Rafael se ven interrumpidos al ver lo que parece ser un letrero que señala aeropuerto.