Cuando la palabra "amor" surgió en su mente, Ethan sintió que un peso que estaba sobre él se liberó.
"Bueno, si lo que sentía antes por Aris era amor eso explica mi comportamiento tan idiota"
Pensó resignado, Ethan ya había pensado en esa posibilidad pero sólo como una, y empezaba a creer que no sólo eran alucinaciones o invenciones suyas.
Esta mañana lo pensó.
Mientras comían también.
Y en el camino hacia aquí lo volvió a pensar.
"Creo que debo ordenar mis pensamientos..."
"¿Mi yo del pasado ya estaba enamorado? o ¿soy yo el que se ha enamorado de él por primera vez?"
Ethan decidió pensar en los sentimientos y circunstancias que experimentó desde que despertó esta mañana.
"Aris es muy tierno y atento conmigo...Y cuando vi a Aris por primera vez...me sentí realmente cómodo con él, aunque no lo conocía de nada..."
Ethan levantó su mano y tocó un mechón del cabello de Aris, era suave y bonito, y brillaban como hilos de plata con los rayos del sol.
Se acercó más e instintivamente olió el mechón de cabello...
"Es...¿mi jabón?"
Por un momento dudó y pensó que había olido el aroma de su propio cabello, se levantó y se inclinó más hacia Aris, olió su cuello y cabello.
"No, es él"
"Acaso él ¿se bañó en mi bañera y ocupó mis cosas?"
Ethan odiaba que alguien tocara sus cosas, en especial su baño, no dejaba que nadie entrara, pero al parecer Aris había entrado y no sólo eso, sino que también lo uso.
"Primero la ropa, luego el abrazo y ahora mi baño..."
Pero no se sintió molesto o incómodo, en cambio lo hizo sentir...
[...]
—¿Qué rayos le está haciendo al príncipe?
—No lo sé, creo que lo esta ¿olfateando?
—¿Eso hacen normalmente los humanos cuando ven dormir a otro?, ¿se olfatean?
—¿Y yo que voy a saber? ¿acaso soy humano?
—Silencio—dijo Elderloth con frialdad.
Phoenix y Lucdark guardaron silencio y siguieron observando la escena, Ethan estaba tan cerca de Aris que sus respiraciones podían sentirse en sus rostros. Levantó su mano y con su dedo índice tocó sus labios muy despacio, luego acarició su cabello y se quedó ahí mirándolo un rato, luego se retiró y se volvió a acostar a su lado.
—¿Y eso que rayos fue?—susurró Phoenix con un tono de espanto.
—¿Lo estaba acariciando?—se preguntó con incredulidad Lucdark.
—Crees que...¿quiso besarlo?
Cuando Phoenix preguntó eso ambos vieron al príncipe Elderloth, esperando ver su reacción al ver tal situación.
—Alteza, no es que desconfíe de sus métodos y decisiones, pero...—dijo con temor Lucdark.
—Lo sé—respondió con indiferencia. Al parecer Ethan no actuaba como lo había supuesto Elderloth.
—¿Qué haremos ahora?—se preguntó con angustia Phoenix.
—Bien—dijo Elderloth dando la vuelta y yendo de regreso por donde habían llegado.
Los otros dos lo siguieron por detrás esperando a que hablara.
—Al parecer no está saliendo según lo que había pensado. Este humano está volviendo a...querer al príncipe—continuó Elderloth con una mueca de disgusto.
—Pero alteza, el príncipe Sirilius no volvió a crear un sello en el humano, ya que tiene que esperar un día para volverlo a intentarlo, entonces ¿por qué el humano esta...?—exclamó Lucdark.
—No estoy seguro...
—Es extraño, ¿todos los humanos son así?—se preguntó Phoenix—es amable con el príncipe, también educado, no parece como los otros.
—Está actuando definitivamente, es imposible que sea así por naturaleza—refutó Lucdark.
—Alteza, ¿qué vamos a hacer?—preguntó con preocupación Phoenix.
—Les daré más tiempo...
—Pero alteza, si ese humano sigue con el príncipe podría...
—Un beso—interrumpió Elderloth.
Ambos quedaron atónitos con las palabras de Elderloth, quien se dio la vuelta y continuó:
—Esa es una de las más grandes muestras de amor entre humanos, si ese humano y el príncipe llegan a besarse tomaré medidas más drásticas. Fue un error no haber previsto esta situación. Pero no podía tocar al humano en ese entonces, solo podía confiar en la vil naturaleza humana, pero eso no funcionó...
—Entonces, ¿Qué es lo que tiene en mente hacer Alteza?— quiso saber Lucdark.
—Al parecer el príncipe Sirilius está encaprichado con el humano, no puede enamorarlo con un sello pero eso no quiere decir que no pueda hacerlo con otro método, como ustedes saben nosotros poseemos encantos naturales que pueden ser utilizados para engañar a los humanos y el príncipe no es la excepción. Si él logra que el humano vuelva a enamorarse y se besan tendré que usar un hechizo sobre él.
—¿Y si el príncipe se entera? Él es muy hábil en hechizos, si usted...
—Lo sé anciano Lucdark, pero no será un hechizo cualquiera, será el hechizo "Caracol del sueño"
—¡Alteza!—exclamó Phoenix—ese hechizo...es prohibido y peligroso, puede dañarlo si algo sale mal.
—Que el hechizo sea prohibido es lo que menos me importa, tomaré el castigo que sea necesario, haré lo que sea necesario para que mi hermano entre en razón y vea que está equivocado— dijo con un tono frío y calmado—Además, no tienes de que preocuparte, nada saldrá mal. Sirilius no es el único talentoso en hechizos y sellos.
Ambos guardaron silencio, nunca imaginaron que el príncipe optaría por utilizar ese hechizo prohibido.
—Anciano Lucdark, mantenlos vigilados, si llega a suceder lo especulado infórmalo de inmediato.
—Si alteza.
[...]
Ethan se había quedado un rato viendo el rostro de Aris muy de cerca, no le resultó para nada aburrido, muchos podrían decir que no estaba haciendo nada pero se equivocan, si estaba haciendo algo, era fascinante, estaba mirándolo.
Mirarlo mientras dormido hizo que un fantástico deleite invadiera profundo en su corazón, pero una pesadez y somnolencia lo venció poco a poco a pesar del encantador sentimiento, así que decidió tomar una pequeña siesta junto a Aris. No quería dormir porque prometió despertarlo después de un rato, pero no creía que pasara algo malo si dormían más tiempo, se recostó un poco más cerca de lo que estaba antes y se quedó profundamente dormido.
Entonces Ethan soñó con Aris.
Aunque el sueño fue breve y poco claro, fue desconcertante y fascinante.
Aris estaba recostado sobre la roca de una cascada, su cabello con gotas de agua brillaba con el sol. Sus brazos los utilizaba como almohada mientras se recostaba sobre ellos con los ojos cerrados, su torso desnudo de un blanco tan puro y pálido. Pero al seguir bajando la parte inferior de sí cuerpo estaba sumergido bajo el agua, además de que parecía que no tenía ropa.
Abrió lentamente los ojos, con una mirada somnolienta y afilada miró suavemente hacia enfrente, pero apresar de ser un sueño Ethan sintió que Aris lo estaba mirando. Esa mirada lo hizo sentirse cautivado, penetrando cada parte de él con facilidad. Pero luego se tornó en una mirada melancólica y más suave, triste y cansado, sin ganas de vivir.
[...]
Aris abrió los ojos y lo primero que vio fue el cielo, luego giró su cabeza hacia la derecha y lo segundo que vio fue a Ethan.
Quien estaba abrazando su torso y apoyando su cuerpo en el de Aris. Su calidez y tacto eran reconfortantes. Con su mano izquierda acarició el cabello dorado de Ethan, con ese gesto Ethan se despegó del cuerpo de Aris y se acostó sobre su propia espalda, y con una expresión pasiva continuó durmiendo.
Aris se acercó a Ethan y al verlo detenidamente observó que había un hilo delgado y transparente cayendo de la comisura de sus labios, sonrió y lo limpió con su manga.
Lo miró mientras dormía, vio sus labios y pensó en robarle un beso, se levantó apoyándose en su codo y se acercó más al rostro de Ethan, tocó sus labios con la punto de sus dedos...
Pero no lo hizo.
"No lo besaré hasta que él me bese primero"
Pensó Aris sintiéndose culpable, estuvo a punto de besar a Ethan mientras dormía, eso no estaba bien, además también quería que ambos estuvieran despiertos cuando eso pasara.
Volvió a acostarse al lado de Ethan y cerró los ojos, sin pensar en nada, sólo disfrutaba del momento y de su compañía, se quedaría despierto con los ojos cerrados esperando a que Ethan despertara.
Luego de un rato Ethan se movió y volvió a abrazar a Aris, calentando la fría piel. Al cabo de unos minutos Ethan se despertó.
Estaba rodeado de algo frío y cómodo, le resulto extraño así que lo tocó con la mano, deslizó su mano y tocó algo suave, eran el cuello y el pecho de Aris. Aunque estaba medio dormido descubrió que era el cuerpo de alguien. Esto lo hizo despertar al instante y notar lo que estaba pasando.
"Estoy...abrazando a ¿Aris?"
En ese momento también recordó el sueño que había tenido.
"¿Por qué rayos soñé eso? ¿fue mi imaginación o...eso pasó de verdad?"
Pensativo y nervioso se levantó con cuidado para no despertarlo, Aris se miraba muy tranquilo y sereno, le daba lástima despertarlo, sacó su reloj y vio la hora, eran las cuatro y cuarenta y dos, habían dormido más de una hora más o menos.
Tocó el hombro de Aris y le dijo en voz baja:
—Aris, despierta, tenemos que volver al barco.
Aris abrió lentamente los ojos, y dijo mientras se levantaba y frotaba sus ojos:
—Lo siento, me quedé dormido mientras jugábamos.
—No te disculpes, yo también me quedé dormido.
Ethan ayudó a Aris a levantarse, arreglaron las cosas y regresaron por el mismo camino.
La luz del sol se suavizó e hizo que el cielo se tornara de color naranja claro con algunas nubes doradas.
—Mira el cielo Aris, es hermoso, amo cuando se pone de ese color, ver esta escena navegando por el mar y sintiendo el viento en tu rostro es de las cosas más maravillosas que puede haber.
—Te gusta mucho el mar ¿no es así?
—Sí, puede que haya olvidado muchas cosas, pero esto no lo he olvidado. Creo que desde siempre me ha gustado el mar, es como si hubiera nacido para él—respondió Ethan, pero al escucharse a sí mismo en voz alta le provocó gracia y dio una pequeña risa.
—¿Por qué ríes?—preguntó desconcertado.
—No es nada, es que...eso último sonó algo cursi ¿no crees?
—No mucho en realidad—dijo con gentileza—es bueno sentirse de esa manera, sentir que naciste para algo que amas.
Esas palabras pesaron y penetraron en el corazón de Ethan, y muy en el fondo esas palabras tenían un significado importante, pero Ethan no sabía cuál era dicho significado.
Llegaron al campo de flores y siguieron caminando hasta salir y llegar a la playa. La suave brisa y el agua marina que brilla por el sol formaron una escena espléndida, avanzaron hasta llegar al barco, subieron y entraron a la habitación.
—Hoy fue un día raro pero interesante para mí, fue divertido ir a la isla—dijo Ethan mientras ponía su mochila a un lado y se acostaba en la cama.
—Sí...fue divertido—dijo con una sonrisa suave.
—¿Y ahora que quieres hacer?—preguntó Ethan de buen humor.
—¿Yo?
—Si, ¿hay algo que quieres hacer?
—Mm...bueno...si hay algo.
—¿Qué es?
—Me gustaría ir a ver la puesta del sol.
—Eso es una buena idea, no he visto la puesta del sol en esta isla—exclamó sonriente—vamos entonces.
Diciendo esto se levantó de la cama y ambos salieron de la habitación, subieron las escaleras, llegaron a la popa y se sentaron sobre el suelo muy cerca uno del otro viendo hacia el Oeste. El sol estaba bastante bajo y parecía que se ocultaría dentro de poco tiempo.
—Gracias Aris.
—¿Por qué?
—Por quedarte conmigo mientras los demás se fueron.
—No tienes por qué agradecerme, lo hice con gusto, yo...—Aris no pudo terminar lo que iba a decir.
"Yo haría lo que fuera por ti, porque te quiero"
"¿Acaso tengo el derecho a decirlo?, fue mi culpa lo que le paso, soy tan egoísta, si yo no..."
—¿Qué ibas a decir? ¿tú...que?—dijo Ethan interrumpiendo los pensamientos de Aris.
—No, nada.
Ambos guardaron silencio, miraban hacia el cielo, que cada vez se tornaba más naranja, hasta que luego de un rato Ethan habló:
—Sabes...en el poco tiempo que llevo conociéndote he podido observar que a veces quieres decirme cosas...pero no lo haces, ¿por qué Aris?
—Yo...no es eso, es sólo que a veces olvido que tú ya no me conoces, y...
—Me tratas como si te conociera...
—Sí...
—Aris...si quieres hablarme y tratarme de la manera en la que solías hacerlo no te reprimas, sólo sé tu mismo.
"Ojalá pudiera ser así Ethan"
—No quiero incomodarte, que un extraño te trate así...
—Que no te recuerde no quiere decir seas un extraño, además me agradas mucho, eres una buena persona.
—...Gracias Ethan.
Ethan vio a Aris de reojo, tenía los dedos entrelazados en su regazo, en ese momento recordó el corte que tenía en el dedo y quiso saber que tal estaba, levantó su mano y la tomó entre las suyas.
Esta repentina acción sorprendió a Aris e hizo que mirara a Ethan, quien tenía sus ojos enfocados en su mano, quien la tocó con cuidado y examinó el dedo.
—Cuando entremos debería cambiarte la venda— diciendo esto levantó los ojos y sonrió con sus lindos hoyuelos.
—...Mm.
—Tus manos están frías...—dijo aun sosteniendo su mano apoyada sobre su pierna.
—Siempre han sido así de frías.
—Ohh...—desvió la mirada al cielo y dijo—mira, el sol se está ocultando.
Aris miró hacia enfrente, las nubes se miraban tan suaves esparcidas por todo el cielo, pintadas de rosa y dorado sobre el celeste pálido y el sol con un brillo tan tenue que podías verlo.
"Siempre quise ver esto contigo Ethan"
Pensó Aris sintiendo el calor de su mano.
"Soy un aprovechado y sinvergüenza, hace tiempo hubiera podido soltar su mano, pero se siente tan bien tocarla..."
Pensó Ethan sintiendo la frialdad de su mano.
El ocaso fue lento y bello de apreciar, más cuando estás al lado de alguien que quieres.
Ethan empezó a sentir un gran arrepentimiento en su corazón.
"¿Y ahora como le hago para soltar su mano?"
Desde que Ethan vio el dedo de Aris pensó que esa sería la escusa perfecta para tomar su mano, pero no pensó cómo la quitaría luego. No solo podía zafarse del agarre y ya, sería un gesto muy brusco.
"¿Qué hago?, el sol ya casi ni se ve..."
Mientras tanto la mano de Aris ya no estaba tan fría como antes, vio de reojo a Ethan y lo notó un poco nervioso.
"¿Por qué está tan nervioso?"
"Quizás olvidó que sostenía mi mano y ahora no sabe cuando soltarla...que tierno"
Pensó Aris, le resultaba divertida la actitud tan linda y nerviosa de Ethan, y para salvarlo de su situación le dijo:
—Gracias por calentar mi mano Ethan— dijo Aris sintiéndose muy agradecido y acarició sutilmente la mano de Ethan con su otra mano soltando el agarre muy despacio.
—Por nada— dijo sonriendo, pero por dentro suspiraba de alivio.
Ambos se levantaron, caminaron hasta la habitación y entraron, pero había algo que inquietaba a Ethan.
"Aris dormirá en los camarotes donde todos duermen...no quiero que duerma allí, pero no solo puedo decirle que duerma aquí, además solo hay una cama... "
Aris vio que estaba pensando en algo que lo inquietaba así que se acercó y le preguntó:
—¿Sucede algo?
—Nada, iré a buscar las vendas, tú puedes esperar—respondió con la mayor naturalidad que pudo.
—Está bien—caminó hacia la cama y se sentó.
"De verdad que a veces no lo entiendo"
Pensó al ver el comportamiento tan extraño de Ethan. Y respecto a la complicada situación por la que estaba pasando Ethan, Aris no pensaba nada sobre eso, en realidad él había planeado quedarse sentado fuera de la habitación para vigilar que nadie lo molestara mientras durmiera.
Ethan encontró lo que necesitaba y se sentó junto a Aris, desató la venda y revisó la herida que aún se veía un poco fresca pero al menos ya no sangraba.
—Es extraño, ¿por qué se ve así?, ya tendría que haber sanado aunque sea un poquito...
—No te preocupes por eso, es algo normal en mí.
—¿Enserio?
—Sí.
—Bueno, entonces procura no lastimarte ¿de acuerdo?—dijo mientras vendaba la herida.
—De acuerdo.
Ethan terminó de curarlo y guardó todo en su lugar, Aris se levantó listo para ir a sentarse afuera y dijo:
—Gracias Ethan...
Al ver que se iba Ethan entró en un mini pánico y rápidamente dijo:
—¿No quieres comer algo?, ya casi es hora de cenar y podría darnos hambre.
—Yo...
—No te preocupes será algo rápido, ya vuelvo. Puedes ver lo que quieras de mi habitación mientras esperas.
Y diciendo esto salió tan rápido que Aris no pudo decir nada, perplejo caminó hacia una estantería y tomó un libro que se veía interesante y comenzó a leerlo.
Ethan llegó a la cocina y empezó a preparar unas tostadas con queso, no se le daba muy bien cocinar pero decidió hacer esto ya que es algo fácil y ligero.
"¿Qué escusa pondré para que no se vaya?, ¿pero dónde dormirá? ¿Y si le hago compañía en los camarotes?"
"No, no dejaría que durmiese ahí, y yo tampoco quiero dormir ahí..."
Terminó de preparar todo y subió de nuevo a la habitación, entró y vio a Aris leyendo un libro sentado en su cama.
—Ya vine.
—No tenías que hacerlo, yo...
—Sería desconsiderado de mi parte que te dejara hacerlo, además tú lo hiciste por mí ahora en la mañana.
—Está bien— dijo cerrando el libro y vio hacia el piso y opinó—si quieres podemos comer en el suelo.
—Por mí está bien.
Ambos se sentaron en el piso y comenzaron a comer, pero Aris quería algo de tomar y dijo:
—Ya vuelvo, traeré un poco de agua.
—Si quieres tomar algo creo que tengo alguna botella de vino por ahí, déjame buscarlo—diciendo esto se levantó a buscar una botella. Ethan solía guardar algunas botellas de sus vinos favoritas, le gustaba la cerveza pero no tanto como un buen vino. Pero notó algo extraño.
"Recuerdo tener cinco botellas guardadas aquí, ¿por qué solo hay tres y la mitad?, bueno, tal vez ya me las había tomado antes y no lo recuerdo, lástima, una de esas era la mejor botella que había conseguido"
Tomó una botella junto con dos vasos y volvió a sentarse, la abrió y sirvió un poco para los dos. Los ojos de Aris brillaron cuando vio el vino y enseguida lo bebió.
—Te gusta mucho el vino ¿no es así?—preguntó al verlo tomarlo con tanto gusto.
—Si, aunque tiene un sabor fuerte es muy sabroso, este está rico pero aquel día en que...
Aris se calló al instante, pero era demasiado tarde, Ethan ya había escuchado parte de la conversación y ahora quería escuchar el resto, así que le preguntó:
—¿Tomamos un vino que yo tenía no es así?—especuló Ethan. Eso tendría mucho sentido, ya que explicaría el porqué faltaba una botella y la mitad.
—...Sí.
—Eso no tiene nada de malo, ¿estaba bueno?—preguntó con curiosidad.
—Muy rico, también...me divertí mucho ese día—Aris se sonrojó levemente al recordar ese día
—Me lo imagino—dijo un poco triste. Ojalá recordara aunque sea un poco del sabor...
Luego de un rato ambos terminaron de comer y Ethan le preguntó:
—¿No crees que es muy temprano para ir a dormir? de todas maneras dormimos un rato en la tarde, ¿quisieras...hacer algo en todo lo que nos da sueño?—preguntó con cautela.
—Por supuesto—respondió sonriendo.
Aris se sintió feliz al escuchar las palabras de Ethan, le alegraba que quisiera pasar más tiempo con él, así que decidió que sería mejor cuidarlo mas de cerca.
"También quiero pasar más tiempo a tu lado Ethan, cada minuto lo disfruto tanto...tanto que ni te imaginas..."