Apenas se escucharon sus palabras, tan suaves y ligeras como la brisa, llenas de cariño y anhelo.
"Muy hermoso"
Ethan logró escucharlas y comprendió que opinaba lo mismo que él.
Pero en lo profundo de su corazón sintió que había un significado diferente, como si...
"Me las dijera a mi..."
Ese conflictivo y confuso sentimiento volvió a florecer dentro de él, quiso mirar a Aris, pero le dio miedo, miedo de que Aris lo estuviera observando con esa dulce mirada, o qué al girar la cabeza lo viera sólo apreciando la isla, y él tuviera una idea equivocada.
Miedo si fuera verdad, porque no sabría como reaccionar a una situación así, y doloroso si fuera una mentira, una fantasía que creía ver.
—Bien, vamos—dijo relajándose y sin mirar a Aris. Respiró lentamente e intentó despejar su corazón.
"Sólo...estoy confundido, si, eso es todo."
Aris lo siguió de cerca, caminaban por la suave arena y sus pies se hundían sin dificultad con cada paso, apartaron la gran vegetación y entraron.
Las plantas eran de un verde tan brillante y vivaz, jamás había visto plantas tan hermosas y llenas de vida. Los arboles de tronco grueso y alto, tan altos que no podía ver las puntas de sus copas.
—Aris, esto es increíble, jamás había visto algo así, todo es sorprendente, pero no se veía así desde afuera. Fantástico.
Diciendo esto sacó la libreta y la brújula, pero cuando quiso mirar las direcciones de la brújula se dio cuenta que la aguja no se quedaba fija en ninguna dirección.
Ethan se detuvo y frunció las cejas, miró la aguja detenidamente pero nunca apunto a ningún lado. Aris se acercó y preguntó:
—¿Qué sucede?
—Oh, es la brújula, al parecer no funciona en este lugar, al principio me preocupé de que se hubiera averiado, pero creo que es la isla—concluyó y guardo la brújula—creo que tendremos que guiarnos por el sol.
—Está bien.
Ambos retomaron la caminata, Aris miró al cielo y pensó que se escuchaba interesante lo de las brújulas y el sol, aunque no supiera nada de eso. Quería preguntarle a Ethan pero descartó esa idea, se supone que es un humano, sería raro que preguntara algo que se supone debe saber.
—Es como si entráramos a otro mundo, como si fuera una isla mágica—opinó Ethan mirando hacia Aris.
—Tal vez lo sea, ya que está ubicada dentro se la niebla podría ser mágica.
—Tienes razón—exclamó viendo para todos lados, sus ojos casi se salían de sus cuencas. Le alegró mucho poder estar en una isla mágica, siempre soñó eso cuando era un niño.
"Alto, ¿yo soñaba con esto cuando era niño?"
Ethan entró un poco en duda, casi no recordaba como fue su niñez, ni como acabo siendo lo que es.
"¿Cuando cambio mi vida?"
No sabía nada de eso, pero al parecer no se sentía como si le importara mucho.
Dejando eso de lado mejor se puso a pensar en algunas preguntas que quería hacerle a Aris.
Siguieron avanzando, Aris observaba a Ethan desde atrás y pensaba:
"Se ve muy feliz, me alegra que se encuentre mejor, haré lo que sea para que disfrute todas las cosas hermosas que hay en la isla, lo llevaré donde tenía planeado llevarlo, aun faltaron dos lugares que quería que viéramos juntos"
Aris sonreía, le encantaba verlo tan emocionado y alegre, ese era el Ethan que mas le gustaba.
"También quiero que...vuelva a enamorarse de mi"
Aris sabía que algún día lo lograría, pero sinceramente no quería esperar mucho, ya había esperado demasiado.
—Aris.
—¿Si?
—Yo...¿Cómo soy?, es decir, ¿Cómo suelo ser, contigo?—Ethan quería mas pistas sobre su relación.
—Tu eres...—dijo riendo—muy amable y atento, justo como lo eres ahora, aunque no me recuerdes sigues siendo el mismo.
Ethan miró hacia atrás para poder ver su rostro mientras decía esas palabras. Como lo esperaba, sus ojos brillaban y su sonrisa era muy linda.
Miró hacia el frente un poco avergonzado, quería decir algo pero estaba algo nervioso por alguna razón.
—Caballeroso y educado, te preocupas por mi o si me encuentro bien y cosas similares.
—Oh.
"¿Que rayos fue eso? Solo un "Oh" y eso es todo ¿Qué clase de respuesta fue esa?"
—No tienes por que contestar—dijo Aris riendo— tu expresión siempre demuestra que estas pensando qué contestar cada vez que digo algo, eso tampoco a cambiado.
—Jaja, ¿es así?—dijo riendo con nerviosismo.
"¿Siempre fui así?"
—Si te quedas callado no importa, sé que me oyes, y no te preocupes por lo que tienes que decir, no lo pienses tanto, sólo di lo que sientas.
—De acuerdo, lo intentaré.
"¿Aris me conoce tan bien que incluso sabe eso...?"
Eso lo dejó sorprendido.
—¿Quieres que siga diciendo cosas sobre ti?—sugirió amablemente al verlo confundido.
—Si, por favor.
—Siempre te quedas callado cuando te pones nervioso—rio y agregó—yo siempre digo lo que siento y lo que pienso, una vez me preguntaste como lo hacía y te dije que te enseñaría a ser mas sincero.
Aris sonrió al recordarlo y continuó:
—Eres muy divertido y espontánea cuando hablas, cuentas historias interesantes, pero creo que hay algo triste detrás de todas, cuando yo preguntaba algo, no importaba lo absurdo o lo obvio de la pregunta la contestabas con amabilidad, nunca me viste mal por ser diferente, nunca te importó, hacíamos cosas divertidas juntos...
Aris dijo esa última frase bajando cada vez mas la voz y recordó.
Cuando su mano tocaba su mejilla, cuando acariciaba su cabello y su piel con ternura, cuando se miraban a los ojos, cuando sus labios se tocaban, esa sensación tan reconfortante y cálida, la extrañaba mucho. Quería decirle lo mucho que lo quería, pero no podía.
También recordó esa noche en la playa, cuando comió fresas con azúcar y bebió vino.
Extrañaba a ese Ethan, pero aunque sabía que Ethan seguía aquí, junto a él, aun así no era lo mismo, tenía unas fuertes ganas de besarlo y abrazarlo, pero no podía hacerlo, porque no era el Ethan con el que había hecho todo eso, el Ethan que está a su lado ya lo había olvidado.
Ya no estaba, se había ido.
No quería admitirlo, pero si le dolía que no pudiera hacer esas cosas con Ethan, le dolía que sólo fueran "amigos".
"Soy alguien tan despreciable, se supone estar a su lado tiene que bastarme o ¿no es así como funciona el amor?"
Aris tenía dudas sobre eso, leyó algunos libros que trataban de amor, pero no explicaban nada de eso. Recordó algunas de las cosas que le dijo Ethan sobre el amor y de las cosas que haces con tu ser amado, las palabras de Ethan lo hicieron comprender un poco, quería "ser tocado" por Ethan, realmente amaba cuando lo hacía.
Apretó los puños y su expresión se volvió fría, se sentía frustrado y enojado.
"Y todo esto es por mi culpa, pero no dejaré que vuelva a pasar, no dejaré que le pongan ni un dedo encima"
Ethan lo escuchó atentamente y meditó sobre todo lo que dijo:
"Al parecer paso mucho tiempo con él, nos cuidamos y apreciamos mucho, se oye muy lindo...al parecer mi vida era feliz"
Sonrió con timidez al pensar esto, realmente era bueno con Aris y enserio lo quería mucho, había encontrado a alguien especial.
—Gracias por decirme todo esto Aris.
—De nada—respondió tratando de ocultar su enojo.
Cada vez mas el camino se iba haciendo mas ancho y espacioso, siguieron avanzando hasta un claro, lleno de plantas y flores de diversos tamaños y colores.
—Aris, mira, ¿no es hermoso?—dijo mientras corría hacia el campo, se quitó la mochila y la dejó a un lado mientras se arrodillaba para ver de cerca las flores.
El campo era amplio, el cielo sobre el era de un celeste pálido, con tenues rayos de sol, pintado con suaves y finas nubes. Los arboles de alrededor eran grandes y frondosos.
Aris caminó por el césped verde y suave hasta llegar al lado de Ethan, que sostenía su libreta en la que dibujaba las flores que veía, junto con una descripción.
—Creo que ya he visto la familia a la que pertenece esta flor, pero tiene rasgos diferentes, los pétalos...
Ethan hablaba consigo mismo en voz baja mientras Aris sólo lo miraba, sus ojos de color dorado que brillaban con emoción al hablar. Sus labios que se movían al decir entre dientes cosas que Aris no lograba comprender. Sus hoyuelos, su nariz, su rostro...Aris estaba hipnotizado.
Aris no tenía la mas mínima intención de escribir algo en su libreta y aparta la mirada de Ethan.
Y así pasó un buen rato, Ethan se paraba una y otra vez y se agachaba para ver algo y dibujarlo, y Aris lo seguía, sólo mirándolo, aunque también lo hacía porque no quería quitarle los ojos de encima, temía que pasar algo en el instante en que dejara de verlo.
Ethan no se percataba de ello, el murmuraba y dibujaba, veía y admiraba las platas y flores, pero de lo que si se percataba levemente era de que Aris lo seguía de cerca, y que cada vez que se movía él lo seguía.
Hasta el momento en que se concentró mas en su existencia se dio cuenta que Aris lo estaba viendo. Se puso un poco nervioso, tragó saliva y fingió concentrarse en una flor que estaba dibujando mientras pensaba:
"¿Por que me esta viendo? ¿desde cuando me a estado observando? soy tan distraído...que no me di cuenta"
—A-Aris.
—¿S-Si?— tartamudeó al sobresaltarse, no esperaba que Ethan lo llamara.
—¿No te a dado hambre?—con miedo giró lentamente la cabeza y lo vio.
Aris estaba en cuclillas abrazando sus rodillas, el escote la camisa se abría y colgaba hacia adelante, dejando ver su cuello pálido y su clavícula, su largo cabello plateado colgaba por los lados de sus brazos y los hombros.
—Un poco...—respondió con una sonrisa.
—Creo que ya es pasado el medio día, deberíamos buscar que comer—dijo levantándose rápidamente tomando la mochila.
"¿Que rayos estoy haciendo al verlo tan descaradamente? Me he vuelto loco..."
—Claro, vamos—respondió y se levantó.
Ethan sacó un reloj de bolsillo y vio la hora, eran la una y cuarentena.
—Faltan veinte a las dos, esperó que podamos encontrar algo para las tres. ¿Te consideras con suerte?— le preguntó a Aris guardando el reloj en el bolsillo de su pantalón y poniendo sus manos en su cintura lo miró.
—¿Ah?
—¿Si te consideras alguien con suerte? Elige el camino que tomaremos, tal vez encontremos algo en la dirección que elijas.
—Oh...¿Qué tal hacia allá?—sugirió mientras señalaba hacia el lado derecho.
Aris conocía cada rincón de la isla, y sabía que ahí encontrarían algo de comida.
—Bien, vamos por ahí.
Ambos caminaron hacia la derecha, por el camino que Aris había dicho, el sendero era muy ancho, así que ambos iban hombro a hombro.
Ethan notó que Aris era mas bajito que él por unos cuantos centímetros.
"Jejeje que lindo"
Enseguida abrió mucho los ojos y una incómoda sonrisa se dibujo en su boca.
"Estás loco Ethan"
Pensó sonrojándose y poniéndose nervioso, por alguna razón.
Frunció las cejas y puso una expresión pensativa.
"Que mas da, debo aceptar que lo pensé.....es lindo y eso es lo que pienso...¿veo de "esa" manera a Aris? ¿Qué pienso de él justo ahora?"
Quería analizar ese punto seriamente, pero su cerebro no daba para más. Lo miró de nuevo, su cabello caía hacia un lado y ocultaba su oreja y una parte de su rostro de su visión y su mente quedó en blanco.
Aris sentía que Ethan lo estaba viendo, quien le sonrió y giró la cabeza rápidamente, unos segundos después volvió a mirarlo y se quedó ahí, con la mirada en blanco.
"¿P-por qué me esta mirando? ¿Tengo algo en la cara?"
Preocupado por esa idea levantó la mano y deslizó sus dedos por sus mejillas, sus labios y mentón.
Ethan al ver esto abrió más los ojos y lo observó con mas atención, vio como esos dedos pálidos se movían por su rostro hasta llegar a sus labios, con un leve tono rosa, se miraban delicados y esponjosos.
Tragó saliva y se quedó aún más hipnotizado.
Aris al percibir su mirada más intensa cuando tocó sus labios pensó:
"¡Tengo algo en la boca!"
(A veces Aris es tan inocente)
Sacó la punta de su lengua y lamió las comisuras de su boca y su labio superior y observó de reojo su reacción.
Ethan instintivamente también lamió sus labios, en especial el inferior.
Aris lo vio y entendió.
"En el labio inferior"
Lamió y mordió su labio inferior, lo que hizo que su color se intensificara volviéndolo de un rosa mas intenso, dejando sus labios brillantes.
Ethan no tenía idea de lo que pasaba por la mente de Aris, lo único en lo que fijaba era en sus labios, y nunca supo que Aris lo miraba también.
Levantando las cejas siguió mirándolos con cara de tonto, tan descaradamente.
Entonces Aris confundido pensó:
"¿Todavía tengo algo?"
Aun con esa idea en su mente abrió un poco los labios para preguntarle a Ethan, pero no se atrevía, estaba dudando cuando Ethan se fijó en ese movimiento, fascinado por sus labios semiabiertos no miró por donde iba, en realidad desde que se quedó como menso mirando a Aris no había visto el camino por donde iba.
Y su suerte acabó cuando cayó de cara.
—¡Ethan!—exclamó sorprendido al verlo caer y se agacho a su lado.
La vergüenza que sentía era tan grande que Ethan no quería despegar la cara del suelo y fusionarse con ella, no esperaba caer así delante de Aris.
"Por favor, que alguien venga y me mate"
—Ethan, ¿te encuentras bien? ¿te lastimaste?
Con las manos y la cara sobre el suelo respondió:
—...Estoy bien.
—¿Puedes levantarte?—preguntó preocupado y apoyó su mano izquierda en el hombro derecho de Ethan.
—...Si.
Pero se quedó ahí, quieto, tirado boca abajo.
—¿Sucede algo? ¿quieres que te ayude?
—...No...gracias—resignado se apoyó en sus manos y se sentó, Aris lo ayudo sosteniéndolo del brazo.
Tenía algunas ramitas y hojas secas atoradas en el cabello, un poco de tierra en la cara y ropa. Su rostro era como un tomate, tenía la mirada baja, no se atrevía a mirar a Aris a los ojos.
—¿Te duele algo?—preguntó con ternura y puso su mano sobre la de Ethan e inclinó su cabeza a un lado para tratar de ver su rostro.
—No, estoy bien—dijo en voz baja.
—Lo siento, fue por mi culpa.
—¿A que te refieres?—levantó la cabeza confundido.
—Que caíste por mi culpa, te estaba distrayendo, sólo debí preguntar donde lo tenía.
—¿...?
—Lo que tenía en la boca—explicó al ver a Ethan confundido—tenía algo en la boca, por eso me estabas mirando ¿verdad?
—...
Ethan sintió que su alma abandonaba su cuerpo. Pensó que Aris no se había dado cuenta, pero resulta que supo que lo estaba observando todo el tiempo. Y Aris inocentemente pensó que lo miraba por que tenía algo en la boca.
—¿Ya me lo quité?
—...Si—"Soy la persona mas desvergonzada que existe en todo el mundo"
—Menos mal, pero ¿por que no sólo me lo dijiste?
—I-Iba a decírtelo pero ya te lo habías quitado—explicó con una risa nerviosa.
—Oh—pero Aris supo de inmediato que estaba mintiendo.
"¿Por que me mentiría?"
Ethan giró la cabeza y miró hacia atrás.
"¿Donde esta la maldita roca que me hizo caer? ¡La partiré en mil pedazos!"
Pero cuando vio no había nada.
"¿He tropezado con nada?"
—Debió dolerte, caíste con todo el peso de la mochila, déjame ayudarte.
Aris no esperó el rechazó de Ethan y le quitó la mochila, luego jaló de la manga de su camisa y limpió el polvo de su rostro.
—Estás un poco sucio, deja que te limpie.
El rostro de Aris estaba tan cerca del suyo, tan cerca que podía ver con tanta claridad todo, sus ojos, cejas, pestañas, labios...todo era más hermoso de cerca.
Mientras, Aris estaba concentrado en limpiarlo, muy despacio. Luego quitó las ramitas y hojas de su cabello, peinó y acomodó su cabello con sus dedos, la sensación de los dedos de Aris era suave y tierna.
Al tener el rostro de Ethan tan cerca tuvo el impulso de besarlo y acariciarlo.
"Soy la persona más desvergonzada del mundo al pensar en eso..."
Pensó Aris con culpa, y tratando de olvidar esa idea dijo:
—Listo, ya no tienes nada—dijo con una radiante sonrisa.
Se puso la mochila y se levantó, le ofreció su mano para ayudarlo y preguntó:
—¿Puedes levantarte?
Ethan al mirarlo desde abajo, con su mano extendida hacia él, sintió una calidez en su corazón y una inesperada y desconocida felicidad completa.
"Es hermoso"
—¿O no puedes? Si no puedo llevarte en mi espalda.
Aris sugirió con amabilidad.
—N-No estoy bien— respondió rápidamente tomando su mano para levantarse.
—Oh, me alegra que puedas levantarte—puso su mano en su hombro y preguntó—¿Puedes continuar?
—Si, no tienes de que preocuparte, no fue nada grave—dijo en voz baja sacudiéndose el polvo de la ropa.
—Estas seguro, tal vez te lesionaste o...
—Lo digo enserio—diciendo eso le acarició la cabeza— gracias.
El corazón de Aris saltó de asombro por ese repentino gesto, la mano de Ethan era tan cálida y dulce. Adoraba que hiciera esa clase de cosas.
Cuando Ethan acarició la cabeza de Aris dijo internamente:
"Ah~~se siente como lo imaginé jejeje"
"Esperó no haber dejado tierra en su cabello, rayos...no debí haberlo hecho"
Ambos continuaron caminando cuando Aris miró la espada en la espalda de Ethan, desde que la vio en el barco se preguntaba que era eso.
Ethan notó que Aris miraba con curiosidad su espada, así que le dijo:
—¿Te gustan las espadas?
—...No lo sé.
—A mi tampoco me gustaban...creo— hizo una pausa para ordenar sus pensamientos—pero nací con el don de pelear, así que sería un desperdicio no saber usar una, además, nunca se sabe los peligros que puedes encontrar.
—¿Naciste con el don?—Aris no sabía a que se refería.
—Tu sabes, un peleador, a veces las personas nacen con una mayor habilidad para pelear, por ejemplo yo, me desempeñó mejor en resistencia, sino mal recuerdo. Pero no estoy seguro del nivel que tengo.
—Oh—Aris entendió mas o menos.
—Tu no lo eres ¿verdad? supongo, ya que eres doctor.
—No lo soy—"no creo ser bueno peleando"
—¿Te interesaría aprender? que no seas un peleador no quiere decir que no puedas—declaró con confianza.
—...Si, ¿por que no? Se oye interesante.
—Trataré de ser bueno enseñando, espero poder recordar como se usa la espada—dijo riendo.
—Sino, no te preocupes.
Justo cuando iba a contestarle se fijo que habían llegado al final del sendero.
—Mira, el camino se está terminando, veamos si tenemos suerte.
Llegaron al final del camino, apartaron unos gigantes arbustos y delante de ellos había un río, de agua cristalina, con rocas negras y lisas de diversos tamaños y formas.
—Un río— le dio una palmadita a Aris en el hombro y le dijo sonriendo—en verdad tienes suerte.
"Si, tengo suerte"
Pensó y le devolvió la sonrisa.