Ethan estaba perplejo de sí mismo.
No esperaba que tuviera esa reacción con Aris, ese inexplicable sentimiento de dolor al verlo herido (y que seguramente fue su culpa), de querer que esté bien y cuidarlo siempre.
"Necesito saber quien es Aris para mi, que sentía por el, que se supone que tengo que sentir..."
El quería averiguar que es lo que pensaba de Aris antes de olvidarlo, que clase de relación tenían, Ethan ya se había percatado de algo, y es que la ropa que estaba utilizando Aris era muy fina, no lo recordaba con claridad, pero tenía la vaga idea de que una ropa igual estaba guardada en sus cosas, también la cinta en su dedo, el recordaba que le gustaba comprar cintas para el cabello, en especial las de color azul oscuro.
Al fin encontró lo que quería, unas vendas, algunas gasas y un ungüento, cerró el baúl y se levantó, caminaba hacia Aris cuando se encontró con sus ojos, que lo miraban dulcemente; Ethan se sentía conmovido y apenado con ese gesto, los sentimientos que manifestaba con esa mirada se sentían tan verdaderos y sinceros. Ahora estaba convencido de que ambos se querían mucho, pero de que manera y a que nivel no lo sabía aún con exactitud.
Ethan jaló su asiento junto al de Aris y se sentó frente a él. Los dos quedaron tan cerca que podían apreciar mejor el rostro del otro, y ambos quedaron fascinados por sus ojos, Aris siempre se deleitaba mirándolos, pero para Ethan era la primera vez en experimentar ese sentimiento, sin embargo no pudo notarlo (o entenderlo) por completo.
—Muéstrame tu dedo—pidió amablemente.
Aris obedeció, Ethan desató el nudo con mucho cuidado y desenrolló la cinta muy despacio, la tela estaba mas oscuras en algunas zonas, estaba empapada de sangre, la herida era de unos tres centímetros de largo, el corte era profundo y poco uniforme, como si se hubiera hecho con algo poco afilado y áspero, todavía se veía fresca, la sangre era muy espesa y de un rojo muy intenso, y no paraba de salir.
Ethan puso a un lado la cinta y tomó su mano con cuidado, su piel era suave y fría al tacto, limpió la herida con la gasa muy lentamente por que temía que le doliera o que empeorara su herida, así que lo hizo muy despacio, aplicó el ungüento y le envolvió el dedo con la delgada venda blanca.
Mientras Ethan hacía esto, Aris no dejaba de mirarlo, su hermoso cabello dorado, sus brillantes ojos de color dulce que se ocultaban debajo de sus pestañas al mirar hacia abajo.
—Cuando vuelvas a cocinar te ayudaré, no te preocupes, yo me encargaré de cortar, ¿de acuerdo?—dijo soltando su mano y levantó de nuevo la mirada.
—Mm—respondió.
—Pero, ahora que lo pienso, ¿no se supone que eres el doctor del barco?—dijo riéndose.
—Ah...bueno...—Aris tartamudeó un poco.
—Descuida, seguramente no pudiste atenderte adecuadamente, no hay muchas cosas medicas en el barco, supongo...¿Por que no buscaste aquí?, lo hubieras encontrado.
—Yo...no quise buscar en tus cosas sin tu permiso— dijo con voz suave.
—Si era para algo así no me hubiera importado—le dijo con una sonrisa—pero ya no tendrás de que preocuparte, cuando salgamos de aquí iremos al Continente y te comprare algunas cosas.
—Mn, gracias...—Aris lo miró a los ojos y le sonrió dulcemente.
—Otra cosa...yo...quería preguntar algo—dijo un poco nervioso por esa expresión tan encantadora que le dio Aris.
—Claro, adelante.
Ethan se sentó derecho viendo a Aris de frente y preguntó:
—Tu y yo....—hizo una pausa—¿éramos muy amigos verdad?
—Si...
"Amigos... que mas da la palabra que exprese lo que somos y sentimos, lo que importa es que estoy a su lado, incluso si solo puedo tomar su mano..."
"No me importa esperar... por que al menos esta vez esperaré a su lado..."
—Oh—bajó la mirada con tristeza—lo siento por olvidarte, yo...
—No te disculpes por eso, no es tu culpa, lo importante es que estás bien.
"Es mi culpa que estés así, tu deberías ser quien me perdone, por esto y..."
Aris decía esto en su interior cuando Ethan interrumpió sus pensamientos:
—Está bien, me alegra que estés junto a mi en estos momentos, tu compañía me ayuda mucho...
Si Ethan seguía diciendo esa clase de cosas Aris ya no podría soportar tanto arrepentimiento y tristeza en su corazón, y sus lágrimas caerían sin control.
Aris se acercó a Ethan y lo abrazó, esto sorprendió mucho a Ethan, él odiaba el contacto físico, pero este gesto lo hizo sentir...cálido.
Levantó sus manos y correspondió el abrazo, Aris apoyó su mejilla izquierda en su hombro y cerró los ojos, su largo cabello se deslizaba desde su espalda hacia sus hombros, respiraba lentamente y trataba de calmarse.
"Todo esta bien, no pasará nada, sólo...no pierdas la compostura..."
Se decía a sí mismo, él siempre trató de ser la mejor persona frente a Ethan, y nunca mostrarle su lado débil, triste y deprimente, mucho menos su carácter horrible.
Aris dejó caer lentamente sus brazos y Ethan hizo lo mismo, separándose del abrazo sus ojos se cruzaron y Aris le sonrió, le dio la sonrisa mas dulce y alegre que pudo.
"Si tu eres feliz yo también lo seré...así que ya no te sientas triste..."
Ethan le devolvió la sonrisa, acompañada de sus hermosos hoyuelos. Ver la expresión de Aris lo tranquilizó, ver que estaba bien lo hizo sentirse mejor, le preocupaba lo difícil que podía ser para él.
"A de ser difícil que alguien a quien quieres y que es importante para ti te olvide de repente...suena muy triste...no quiero ser la fuente de su tristeza..."
Si ambos supieran los pensamientos del otro...con tan sólo eso...
Si supieran la verdad...
—Ya estoy mejor, deberías... seguir comiendo —sugirió Aris con un tono suave, dándole un vistazo a la comida.
—S-Si, debería comer—afirmó un poco avergonzado, se supone que estaban comiendo. Lo había olvidado.
Ethan se llevó su asiento de regreso al sitio donde estaba, sentado frente a Aris retomó el tenedor y metió un trozo a su boca. Aris hizo lo mismo, ambos comían, bocado tras bocado. Nadie habló, pero no era un silencio incómodo, de hecho, el ambiente era muy tranquilo. Cada quien sumido en sus pensamientos.
"Realmente no odie que me abrazara, es muy raro, pero...¿por qué me desagradaba en primer lugar? Ahh~ no lo recuerdo, pero, que mas da, se sintió...¿bien? No estoy seguro de como catalogar esa sensación."
"Abrazar a Ethan es...se sintió agradable, y me sorprendió que también me abrasara, el sigue queriéndome en su interior... aun me quiere..."
A pesar de que Aris pensaba eso seguía sintiéndose triste, el dolor en su corazón no se desvanecía. Era doloroso...
—Perdón que pregunte esto pero, quisiera saber mas de ti— dijo finalmente Ethan rompiendo con el silencio.
—Claro, que quieres saber.
—Mm, no lo sé—hizo una pausa—¿Qué tal sobre las cosas que sabía de ti? para...conocerte mejor.
—Pues, no soy muy interesante... —dijo bajando la mirada, sus pestañas cubrían sus ojos.
—¿Qué tal de tu pasado?
¿Te molestaría hablar sobre cuando eras niño? Aunque no se si era algo que yo sabía.
—No, esta bien, tu sabías algunas cosas—dejó el tenedor a un lado y continuó—yo, casi no hablaba con nadie, mis padres y...mis hermanos son... ellos no me apoyaron nunca, tampoco sentía que...me amaran.
Aris dijo esto con la voz cada vez mas apagada, excepto cuando mencionó a su hermano, en esos momentos lo odiaba con toda su alma.
Ethan no sabía que responder.
"Creo que fue una mala idea preguntar eso, pensé que por como lo criaron el era así de amable"
—Pero eso no me importó, me aleje de ellos, lo mas lejos que pude—exclamó Aris y alzó la mirada— y ahora estoy aquí, eso me hace feliz—sus ojos brillaron, lo que hizo que el color azul de ellos se viera mas hermoso.
—Si eres feliz ahora eso es bueno, es mejor olvidar lo malo y recordar lo bueno—dijo mientras quedaba fascinado por sus ojos, pero se recuperó rápidamente y continuó— pero es una pena que olvidara ambas—opinó con un tono de lástima, en serio lamentaba no poder recordar, en especial a Aris, por alguna razón.
—No te preocupes por eso, todavía soy feliz—dijo sonriendo.
Sus bellos ojos y la expresión que hizo Aris en esos momentos hizo sentir una extraña calidez y tranquilidad en el corazón de Ethan, cada vez se sentía mas curioso de saber ¿Quién era Aris?, y ¿por que lo hacía sentirse así con tan sólo verlo feliz?
—Veamos....que tal si me dices que cosas solíamos hacer juntos—preguntó tratando de evadir las tantas preguntas sin respuesta que giraban en su cabeza.
—¿Cosas que hacíamos?, veamos, por ejemplo estos últimos días, caminamos por la playa y hablábamos de lo que sea, comíamos, también tocaste música para mi, con tu violín, fue muy hermoso.
Ethan quedó perplejo por ese último comentario y al instante sus orejas se pusieron un poco calientes.
"¿Yo...toqué el violín para él?"
A pesar de haber olvidado muchas cosas esto era una de las que jamás podría olvidar:
Ethan sólo había tocado para dos personas, su madre, quién le enseñó la belleza de las artes y fue su maestra en todo, en especial en la música, y su padre, que amaba la música. Y un día cuando era un niño su madre le preguntó:
—¿Solo tocaras para nosotros? ¿Qué hay de tu tío y tu primo?
—Lo he pensado y decidí tocar sólo para tres personas en toda mi vida—declaró orgulloso.
—¿Quién sería la tercera cariño?— preguntó su madre intrigada.
—La otra será la persona que ame—contestó con una espléndida sonrisa inocente.
—¿De dónde saca esas ideas un niño de nueve años?—exclamó su madre riendo.
—Quiero guardar algo especial de mi para dárselo. Se me ocurrió hace poco—respondió con determinación—será para la persona mas especial.
Y justo ahora, acaba de escuchar a
Aris decir que él tocó para...
"¿Acaso yo...?"
"¿Aris es mi persona especial, la persona que...?"
—¿Qué pasa? ¿dije algo malo?—preguntó al ver la extraña reacción de Ethan— o ¿te sientes mal?—pregunto preocupado.
—No, no, estoy bien, no es nada, sólo recordé algo—dijo retomando su postura y tratando de calmarse, pero le costaba trabajo, estaba muy nervioso.
—¿Qué fue lo que recordaste?—preguntó un poco nervioso, temía que recordara algo triste o doloroso. No quería que esas clase de cosas fueran las primeras en volver.
—Recordé...que mi madre fue quien me enseño a tocar, me alegra que te gustara— mintió, nunca le diría toda la verdad.
Aris pudo ver en sus ojos que estaba diciendo la verdad pero también le estaba mintiendo, notó que no le decía todo, pero no lo presionaría si él no quería decirle toda la verdad.
"Tal vez es algo vergonzoso"
Pensó inocentemente.
—Está bien, es algo agradable de recordar... ¿continúo?—sugirió Aris.
—Si, adelante—respiró hondo y respondió con mas calma.
"Vamos!, contrólate hombre, todo debe tener una explicación... sólo tengo que...Ahhhh ¿Por qué tuvo que pasarme esto? Maldición"
Ethan se sentía cada vez mas ansioso, solo quería saber de una buena vez que rayos pasó, pero le avergonzaba preguntar esa clase de cosas tan directamente, ¿y si tenía una idea equivocada?. Eso seria aun mas vergonzoso.
—También me enseñaste a cocinar.
—¿En serio?—eso también le sorprendió, no le había enseñado nada a nadie, eso sólo lo haría con quien mas se sintiera cómodo, al que apreciara de todo corazón.
—Si, de hecho, el desayuno que comimos ayer lo hicimos entre los dos.
—Y soy bueno enseñando al parecer—dijo riendo mientras toma con la mano temblorosa el último trozo de comida a la boca y lo saboreaba. Tratando de disimular el desorden mental que sucedía en su cabeza en esos momentos.
—Tu eres bueno en cualquier cosa que haces—opinó con naturalidad.
"¿Cómo puede declarar algo así sin titubear...? tan sincero..."
Ethan jamás diría algo así de sincero y cursi a la ligera y con tanta naturalidad como lo hacía Aris, el no era así de suelto. Aunque debe admitir que le gusto oírlo decir eso.
—Ah...—rio nervioso—¿es así? pues...gracias—un leve sonrojo apareció sobre sus mejillas.
—¿Y ahora que quieres hacer?—preguntó, ya que habían terminado de comer.
—Tengo mucha curiosidad de entrar en la isla—sus ojos destellaban de emoción y aventura.
"Y así tal vez despeje mi mente"
Pensó Ethan, aunque estaría a solas con Aris en la isla, tal vez podría distraerse y despejar su mente un poco.
—Al parecer estás bien, vamos entonces—"Tal vez mejore su condición más rápido si entra a la isla y se relaja"
—Sólo necesito alistar unas cosas, cada vez que voy a una nueva isla necesito llevar algo para escribir.
—¿Algo para escribir?—preguntó algo confundido.
—Si, es como una bitácora, tu sabes, ir escribiendo lo que veas. Imagina que encuentras algo extraño—explicó emocionado— tomas tu libreta y describes lo que ves, incluso puedes ilustrarlo para que se comprenda mejor.
—Oh, se escucha interesante— exclamó interesado.
—¿También quieres que te preste una libreta para que escribas?—le sugirió al verlo interesado.
—Claro, suena divertido, aunque no sé si pueda hacerlo como lo haces tu—dijo con una voz suave bajando la mirada.
—No te preocupes, yo puedo enseñarte—le dijo con una sonrisa.
Diciendo eso se levantó del asiento y junto a Aris ordenó todo como estaba y buscó entre todas las cosas dentro de la habitación, habían cosas que no recordaba muy bien donde las había puesto así que estaba tardando un poco mas de lo habitual seguramente.
—Ya no tardo, sólo que he olvidado donde he dejado algunas cosas—dije riendo apenado.
—No te preocupes, tómate tu tiempo, para mientras yo iré a dejar esto a la cocina—dijo Aris recogiendo los platos.
—Está bien, cuando vuelvas estaré listo.
Aris tomó los platos y salió, bajó por las escaleras y llegó a la cocina. La tensión en su cuerpo se aflojó justo cuando Ethan ya no lo estaba viendo.
"Creo que he dejado una buena impresión en Ethan..."
Pensó eso con una sonrisa melancólica.
Durante toda su conversación el trató de controlarse y medir sus palabras para no decir nada que pueda asustarlo o que pueda crear una idea rara, no quería que se sintiera incómodo, pero al parecer todo estaba yendo bien.
Enjuagó los platos y los puso en el lavaplatos, tuvo mucho cuidado de no mojar la venda blanca que Ethan le había puesto, extendió su mano y apreció su dedo, cada vez que lo miraba sentía una calidez en su corazón.
"Creo que ahora las cosas irán mejorando...eso espero"
[...]
Justo cuando Aris salió de la habitación Ethan liberó toda la tensión de su cuerpo, dio un suspiro muy fuerte mientras sostenía su pecho, en tan poco tiempo había tenido muchas impresiones y emociones intensas.
"Estoy más confundido que cuando desperté"
Pensó exhausto, al principio se sintió muy asustado y confundido, ahora sólo se sentía confundido, pero la razón no es por la pérdida de memoria, sino por Aris.
"Será que ¿me gustaba?"
"Un momento ¿me gustaban los hombres? aun que no recuerdo que me hayan gustado las mujeres"
"Ahhh....¿Cómo rayos voy a saberlo?"
Revolvió con frustración el baúl donde estaba buscando.
"Pero debo admitir que es la persona mas amable y hermosa que he conocido...bueno, que yo recuerde"
"Si, es muy linda su forma de hablar y comportarse, tiene modales y se ve bastante refinado, también es atento y amable, y sus ojos~~ahh"
Pensó con un suspiro, y al instante se dio cuenta de lo que estaba pensando, se sonrojó desde las orejas hasta el cuello.
"¿Como es posible que tenga esta clase de pensamientos? El dijo que éramos amigos, no puedo pensar así de un buen amigo"
"¿Será que no soy correspondido?"
Ese pensamiento hizo que sus ánimos bajaran rotundamente, y una tristeza profunda se arraigó en su corazón.
"¡Ya no pienses esas cosas descabelladas!, sólo cálmate y piensa con serenidad, no hagas conjeturas precipitadas"
Se dijo esto último y continuó preparando las cosas. Ya había encontrado dos plumas, dos libretas, dos chaquetas largas de lona de color café, también llevaba una espada, una brújula, un pequeño catalejo, y un papel para dibujar mapas por si acaso lo necesitara, tal vez podría hacer un bosquejo de la isla, aun que no sabía que tan grande era.
Cuando Ethan ya se había preparado y guardó todo en una mochila de cuero Aris entró por la puerta.
—¿Necesitas ayuda Ethan?
—No, llegas justo a tiempo, ya está todo—extendió su mano y le entregó la libreta y la pluma— ten, encontré uno para ti.
—Oh, gracias—la agarró y la guardo en su pantalón.
—Bien, todo listo—en ese momento recordó algo—Ven, vamos a traer agua a la cocina, no sabemos cuanto tiempo podemos estar en la isla ni si encontraremos agua.
—De acuerdo.
Ambos bajaron a la cocina y llenaron varias botellas de vidrio y las guardaron en la mochila.
—¿Podrás llevar todo esto?
—Si, no te preocupes, soy bastante fuerte— dijo con orgullo.
—Pero si te cansas puedo ayudarte.
—Si llego a cansarme te lo diré, gracias—le sonrió y preguntó—¿Estás listo?
—Si, vamos—dijo emocionado.
Subieron por las escaleras y caminaron por la cubierta, bajaron por la rampa de madera y llegaron a la orilla de la playa. Era la primera vez que Ethan entraría a la isla.
—Es una isla maravillosa, es muy hermoso—exclamó con emoción al ver la espesa y vivaz vegetación de la isla.
—Si, muy hermoso—dijo en voz baja mirando a Ethan.