De nada sirve preocuparme por eso, ya estoy atrapado aquí y realmente que estoy atorado, mi cabeza parece no querer moverse de su lugar, parece que hay más huevos a mi alrededor, aunque no hay señales de que algún otro se abriera, debo ser el primero en abrir, ¿dónde está la serpiente que puso los huevos? necesito que me ayude a salir de aquí.
Mientras pensaba en eso recordé lo que sentía con mi lengua así que decidí intentar encontrar a la serpiente que puso los huevos y pedirle ayuda, saqué la lengua varias veces intentando explorar esta oscura cueva, pero no encontraba nada, no importaba que tanto intentara aún era algo nuevo para mi el "ver" a través de la lengua.
Unas horas después de comenzar a buscar con mi lengua a la serpiente madre, noté cierto movimiento cerca de donde está mi huevo, así que enfoqué toda mi atención en esa zona y lo que descubrí fue la cabeza de una serpiente enorme, era como si fuera un gigante, un par de ojos enormes observaban en mi dirección. Una lengua larga y dividida en la punta salía y entraba constantemente de su boca, tocando ligeramente la parte trasera de mi a mi cabeza.
Cuando su lengua tocó mi cabeza por tercera vez se sintió como si me estuviera probando entonces un aterrador pensamiento llegó a mi mente "¿será que las serpientes se comen a sus bebés?" no podía dejar de preguntarme eso una y otra vez, recuerdo que en la escuela una maestra nos contó como ciertos animales a veces se comían a sus crías "no quiero morir tan pronto, me costó mucho trabajo sacar la cabeza del cascarón".
No podía girar la cabeza y mirar directamente a la serpiente, abrí un poco más la lengua intentando hablar, pero no salió ningún sonido de mi boca más allá de un ligero siseo. La serpiente al notar mi comportamiento movió su cabeza completamente, parecía estar rodeando con su cuerpo los huevos, entonces entendí porque no la había sentido antes de que se moviera, había confundido las señales de su cuerpo con la que daban los demás huevos.
Movió su cabeza hasta quedar frente a mí, saco su lengua en repetidas ocasiones, lamió mi cabeza un par de veces, cada lamida que recibía la sentía como una sentencia de muerte, estaba disfrutando mi sabor antes de tragarme entero. Volví a intentar hablar y nada funcionó, por supuesto que no iba a funcionar después de todo soy una serpiente, si hubiese suficiente luz, se hubiera podido notar el miedo en mis ojos, llenándome, inundando mi ser.
Intenté meterme nuevamente al huevo con todas mis fuerzas para escapar de la serpiente, pero por más que intentaba moverme parecía atado desde el fondo, así que no podía hacer nada más que esperar que abriera la boca y me tragara entero como si fuera un espagueti. En ese momento volvió a mover su cabeza, esta vez acercándose a mi lentamente, cada centímetro que avanzaba me aterraba, "por favor detente, deja de avanzar, no me comas, por favor" en mi cabeza no dejaba de suplicar por mi vida, no quería morir, aún debo intentar salvar a mi amigo Leo.
Cuando estaba a tan cerca que podía sentir su respiración en mi cara, cerré los ojos con mucha fuerza como si pudiera protegerme así del inminente ataque. "Perdóname Leo, no podré ayudarte aún, perdóname por meterte en este problema, perdóname…"